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viernes, 31 de julio de 2009

Capitulo- V- UN CHORRO DE AGUA FRESCA.

Aquí teneís el capitulo 5, donde descubrireís un secretiro entre dos miembros de la tripulación.


KARA
No pude hacer otra que reírme cuando la sandía cayó sobre la cabeza de Neo. Se lo tenía merecido por ser tan borde. Cuando la chica salió, me acerqué a él y le quité los pedazos de sandía que tenía por el pelo.
-La verdad es que te queda bien la sandía, ¿nunca te lo habían dicho?- Me reí quitándole un pipo de la nariz.
-Deberías tener más cuidado con lo que dices, las mujeres no nos dejamos pisotear así porque sí, ya deberías saberlo.



NEO
Kara se acercó después de que Saya me pegara un brutal puñetazo en la nariz, la sandía había impactado contra mi cabeza reventándose y poniéndome perdido.
Kara me limpió la cara quitándome los pipos.
-Si… esa mujer es una pesadilla… -Me limpié la cara con un trapo.
-No la soporto.- Gruñí y dejé el trapo encima de la mesa.
-Voy a darme una ducha, ahora te ayudo con lo que queda de las provisiones.- Salí quitándome la camiseta por el camino.



KARA
-Uy, que mal genio tienes a veces, tigre.- Dije apartándome para que pudiera pasar, antes de salir de la cocina se había quitado la camiseta, y pude ver su musculosa y enorme espalda. Me mordí el labio.
-Madre mía, que polvo tienes, hijo mío.- Dije volviendo a mis cosas.


NEO
Antes de salir, Kara soltó una frasecita algo tentadora, la verdad. Me giré y la miré cruzándome de brazos.
-Ya sabes que cuando quieras, nena.- Dicho esto, la guiñé un ojo sonriendo. Vaya, agradezco en parte a Saya que hiciera que la sandía se estrellara en mi cabeza.
La miré de arriba abajo y salí de la cocina en dirección a las duchas.




KARA
Me mordí el labio de nuevo, este hombre era mucho hombre, y con su cuerpo escándalo me haría pasar un buen rato. Miré a todas partes, terminé de ordenar la fruta y le seguí hasta las duchas, que por suerte, eran mixtas, y no podía echarme. Cuando llegué ya estaba desnudo, bajo el agua, con la cabeza hacia atrás y haciendo que el agua cayese por su pecho… Ay, madre. Me apoyé en el marco de la puerta, apoyando mi pierna en él y mirándole.
-Qué buen culo.





NEO
Me cago en 10, esta mujer me había seguido hasta las duchas. Giré la cabeza y la miré.
-¿Ya te has decidido?- Pregunté cerrando el grifo y acercándome a ella, estaba totalmente desnudo y empapado, pero me daba igual.
Apoyé uno de mis brazos en la pared justo al lado de su cabeza.
-¿Busca algo, mi capitana?- La pregunté casi en un susurro y esbozando media sonrisa.



KARA
Le miré de arriba abajo juguetona. Era muy musculoso y estaba muy bien formado… y dotado… En conclusión: Estaba para mojar pan.
-Sí, verás… Últimamente ando muy aburrida, te he visto así en pelota picada y he pensado, ¡oye! ¿Por qué no…? –Me acerqué a él posando mi mano en su pecho
- ¿Intentas seducir al piloto de la nave? Y aquí me ves. –dije, y acto seguido mordí su labio inferior tirando de él.


NEO
Sonreí cuando me mordió el labio, no dejé que me soltara, pues me arrimé a ella y la besé agarrándola de la cintura.
-Con que intentar seducir al piloto, ¿eh?- La agarré y la empotré contra la pared de la ducha volviéndola a besar. Esa mujer me volvía loco, tenía temperatura, genio y encima sus curvas me dejaban sin aliento.
-¿Y ahora que hacemos?-La pregunté besándola el cuello.





KARA
Me empotró contra la pared besándome, sonreí agarrándole de la nuca.
-¿Qué qué hacemos? –Solté una risotada.
- Tú me dirás qué hacemos, campeón… -dije mientras le arañaba la espalda con cuidado pero con fiereza.
-Eres tú el que me tiene aquí acorralada, digo yo que algo tendrías pensado.


NEO
Mis manos empezaron a desatarla los nudos de la parte de atrás de su corsé. Una vez despojada de él, me encaminé a por su camisa introduciendo las manos bajo ella. Deslicé los dedos por su vientre mientras la besaba con fogosidad.
-Pues ya que te tengo acorralada, ¿por qué no aprovechar?



KARA
Sonreí ampliamente y le cogí de nuevo de la nuca, besándole con pasión, cogiendo una mano suya y llevándola a mi cachete izquierdo, después palpé bien los músculos de su torso.
-Aprovechemos, aprovechemos.



NEO
La agarré bien del culo, pues era prieto y respingón, como a mi me gustaba, pues Kara era mi mujer 10, incluso su carácter era lo que yo buscaba en una mujer.
Mis labios volvieron a los suyos besándola con fuerza mientras dejaba caer su camisa sobre el suelo.
Me puse de rodillas delante de ella y empecé a besarla el vientre con la misma fuerza con la que la besaba en los labios. Agarré la tira del pantalón desabrochándola el botón.




KARA
Empezó a besarme el estómago, le acaricié la nuca echando mi cabeza hacia atrás, apoyé una mano en la pared, y sin querer, di al interruptor de la ducha, haciendo que ambos nos empapásemos, sonreí excitada mientras el agua se deslizaba por mi cuerpo.
Hice que se levantase, y le agarré de la espalda hincando las uñas, le besé el cuello con fiereza, dejándole una buena marca.




NEO
Esta mujer quería arrancarme la piel a tiras, seguro, o es que era muy fogosa y no se podía estar quieta.
Me besó el cuello dejándome una buena marca, genial, seguro que ahora había cachondeo con el chupetón, pero me daba igual, hacía tiempo que no probaba el calor de una mujer, ¿de que me quejo?
La bajé los pantalones dejando que me mostrara un bonito y sexy tanga negro, a juego con el sujetador.
La agarré uno de sus muslos acariciando la parte de atrás, desde el glúteo hasta la parte de atrás de la rodilla. Presioné la piel con mis dedos haciendo que alzara la pierna hasta la altura de mi cadera. En un momento estábamos pelvis con pelvis. Pasé mi mano por su vientre dirigiéndola hacia arriba con suavidad pasando entre sus pechos.
La agarré de la nuca y la besé introduciendo la lengua en su boca.




KARA
Jadeé excitada por cada roce que me hacía, me volvía loca, hacía mucho que un hombre no me trataba así.
-Me vuelves loca… -le dije, volviendo a juntar mis labios con los suyos, le mordí el labio de abajo y tiré de él pasando mis manos pos sus hombros bajando a su musculoso pecho.




NEO
Esbocé media sonrisa y la besé arrebatándola el sujetador que estaba mojado debido a que la ducha estaba abierta. El agua se deslizaba por su perfecto cuerpo con suavidad haciendo que su aspecto fuese más salvaje y tentador.
La besé el cuello acariciando uno de sus pechos con suavidad mientras escuchaba como jadeaba cerca de mi cuello.
-¿Te vuelvo loca, princesa? Entonces, ¿tu que haces conmigo? Porque me vuelves aún más loco.- Agarré la tirilla de su tanga acariciándola las caderas con las manos abiertas de par en par. Se lo fui bajando muy lentamente notando como se excitaba cada vez más contoneando su esbelta figura y esas curvas que me tenían atrapado.


KARA
Jadeé, agarrándole de la nuca y acariciándole el pelo de la coronilla, le besé con fogosidad, mientras con su ayuda, enredé su cintura con mis piernas apoyando mi espalda a la pared mojada. Le besé el cuello de nuevo, enganché la piel con los dientes y tiré. No era fogosa por cualquier cosa, y es que mi elemento era el fuego, por eso era tan ardiente.



NEO
Mis manos fueron directas a su trasero el cuál agarré con fuerza preparándome para penetrar, pues estaba bastante erecto y mi cuerpo lo pedía a gritos. Esperé un poco para excitarla más.
Una de mis manos fue directa a su entrepierna, la rocé los labios vaginales con la yema de mis dedos mientras la besaba el cuello con ansia.




KARA
Era un cabrón, de los que les molaba torturar, y eso conmigo no iba, porque aquí la que tortura soy yo. Le agarré de la mano.
-Saca tu mano de ahí, pirata, si no quieres que te la corte. – dije apartándola y llevándola de nuevo a mi culo, le volví a besar, haciendo que poco a poco penetrase. Jadeé excitada.
-Esto es lo que me gusta… -comencé a moverme hacia arriba y abajo, agarrándome de su espalda.





NEO
Retiró mi mano, así que a mi capitana no le gustaba la tortura, ¿eh? Bueno, eso tenía fácil arreglo.
Se movió cuando le penetré poco a poco, sonreí y apoyé las palmas de mis manos en la pared jadeando. La besé mientras aumentaba la marcha y el movimiento. Alcé la cabeza haciendo que el agua me refrescara el rostro.
Mis manos agarraron los cachetes de su culo haciendo que la penetración fuera más intensa y acentuada.
-¿Es esto lo que quieres?-Dije entre jadeos.

KARA
Mi cuerpo estaba aumentando de temperatura, yo no podía evitarlo, era mi naturaleza. Él al ser humano posiblemente se quemaría, por suerte el agua hacía que mi temperatura se contrarrestase, por lo que no me preocupé, ya se quejaría si le quemaba.
-Sí… -respondí a su pregunta besándole con intensidad.


NEO
La cosa iba bien, Kara estaba disfrutando, al igual que yo, pues era ardiente y sensual.
Yo la entregaba todo, pues era lo que quería y estaba dispuesto a dárselo.
La agarré fuertemente de las piernas envistiendo con intensidad pero sin mucha fuerza, pues no quería pasarme.
Jadeé dejando escapar un par de gemidos.
-Uf, nena…me quemas.-Sonreí y seguí aumentando la velocidad. Moví la pelvis y la cadera hacia arriba y abajo acariciándola el pecho empapado por el agua.



KARA
Sonreí, se estaba quemando, y era lógico, se tendría que dar una buena ducha de agua fría si no quería salir con secuelas… je, je…
-Lo siento, nene, es mi naturaleza… -tuve que callarme porque gemí, apretando las uñas en su carne.
-Madre mía, Neo… -le alabé jadeando.


NEO
Sonreí y la mordí el labio cuando gimió, quemaba, es verdad, pues su elemento es el fuego y como no, era ardiente tanto por fuera como por dentro.
-No te preocupes… -Jadeé y gemí.-… me gusta esta sensación.- La dije jadeando y sudando, menos mal que el agua caía fresca y me limpiaba la espalda.
Mis penetraciones eran mucho más considerables a medida que subía la temperatura y la excitación. Gemí agarrándome a ella clavándola los dedos en la piel de su espalda.




KARA
Estaba segura de que pronto llegaría al clímax, le agarré del pelo entrelazando mis dedos en él, jadeando de forma algo escandalosa, suerte que no había nadie por esta parte de la nave, pues estaba que casi se caía a cachos y no nos atrevíamos a acercarnos, pero…
-Vamos, campeón, sé que tú puedes… -dije animándole, mientras le daba un buen mordisco en el hombro.



NEO
Me mordió el hombro.
-Auch… no me muerdas.- Sonreí y para vengarme, envestí una vez con fuerza y fiereza.
Después volví a la marcha de antes, fue difícil, pues me encantaba la sensación de hacerla mía. Jadeé alto y gemí casi al mismo volumen que ella.
Estaba a punto de llegar, sentía como la quemazón de mi interior se acumulaba en el estómago y subía.
-Dios… estoy a punto, Kara.-La comenté excitadísimo.



KARA
Estaba a punto, este hombre era una máquina sexual, me volvía loca, apreté su espalda con los dedos, estaba tan excitada que no podía contenerme, por lo que gemía en alto, sin importarme quién escuchase.
-Neo… -jadeé. Alcé la cabeza y grité teniendo un orgasmo, él aún no había llegado, debía ser muy potente, la verdad, yo le agarré de la cabeza esperando a que llegase él también.




NEO
Kara tuvo el orgasmo antes que yo, cerré los ojos con fuerza tensando los cachetes del culo dejando que al fin escapara el orgasmo.
Eyaculé con potencia, pues hacía mucho que no estaba con una mujer, y eso de masturbarme no era lo mío… además… no había tiempo.
Respiré hondo jadeando, solté a Kara con cuidado, pero sin apartarla de mí.
Sonreí y la miré.
-Eres todo un volcán.-Me reí levemente jadeando. Me eché el pelo hacia atrás, estaba chorreando de agua, cerré el grifo y suspiré.


KARA
Respiré fuerte un par de veces y seguido, estaba agotada, sonreí mirándole.
-Eres todo un fiera, tigre. –cogí una toalla colgada y me tapé saliendo de la ducha.
-Ha sido un placer, piloto. –dije guiñándole un ojo y saliendo de la sala de las duchas con mi ropa mojada en el brazo.



NEO
Me apoyé en la pared tapándome con una toalla de cintura para abajo. Sonreí y la miré.
-Cuando quiera, mi capitana.- Esbocé media sonrisa y salí a los pocos minutos después de ella.
Esta mujer… ya era mía, le tenía en el bote.
Salí y me encontré con Erika que iba con unas toallas limpias, me imagino para la acampada en el reino de las hadas. Pasé de largo y sin mirarla, acto seguido entré en mi camarote a vestirme.


ERIKA
El Jefe me había ordenado ir a por unas toallas a las duchas, esperaba no encontrarme con ninguno de mis compañeros masculinos, sino…
Estábamos preparándonos para abandonar la nave e ir a pasar la noche al pueblo de las hadas y así dejar trabajar a los mecánicos.
Me acerqué a las duchas y me quedé algo cortada cuando vi salir a Kara y luego a Neo… Se suponía que el Jefe había escrito unas normas, el horario de las duchas, aunque fuera mixta, al Jefe no le gustaba tener a ninguna mujer cerca cuando tomaba un baño, así que la normativa era que por la mañana nos duchásemos las mujeres y por la noche los hombre, antes de cenar.
Me encogí de hombros, pues sabía perfectamente lo que había pasado, pero no era de mi incumbencia.

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