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miércoles, 12 de enero de 2011

Capítulo- XCVIII - STREEP TEASE

SAYA
Kai había estado intentando convencerme de que esas doncellas se quedarían por un tiempo, algo provisional, las pondría a prueba, si veía que no valían las echaría a la calle, pero… no me fiaba ni un pelo, esas chicas se comían a Kai con los ojos y ninguna resistiría la tentación de intentar seducirle y Kai, era un hombre, y todos los hombres eran iguales…
Cené tranquila, junto a Kai Jr. que estuvo contándome lo que había hecho hoy con los caballos. Por un momento me vino a la cabeza la carta de David… gracias a Kai había conseguido no pensar en él… hasta ahora…
Después de cenar, Kai tuvo que atender unos temas importantes y ese viernes debía de darle a David la paga de la semana, así que… no tuve otra opción que dársela yo misma.
Salí fuera del castillo para ir a buscarle… no me apetecía nada tener que verle, pero debía cumplir con mi deber como reina ¿no?
Por suerte encontré a David yendo hacia los establos.
-¡David!- Le indiqué con la cabeza que me siguiese cuando me miró.
-Acompáñame.- Me giré para volver dentro del castillo.

DAVID
Cogí aire cuando Saya me llamó. ¿Cómo reaccionaba ahora? Suspiré amarrando el caballo a un poste y la seguí.
No sabía qué quería, pero no parecía muy contenta de verme, la verdad. Suspiré y me acerqué a ella cruzándome de brazos, la seguí como ella me ordenó.

SAYA
Guié a David por el castillo hasta el despacho de Kai donde tenía el sobre con su paga.
Abrí la puerta del despacho, que estaba vacío y dejé que David entrase.
-Pasa.- Me acerqué a la mesa y vi el sobre apoyado en la cubitera donde estaban las plumas y los bolígrafos. En el sobre ponía el nombre de David, así que, supuse que era eso.
Lo cogí y me acerqué a David para entregárselo.
-Ten. El rey me ha pedido que te lo de, él está algo ocupado.- Miré el sobre cuando lo cogió.
-Creo que está todo.

DAVID
Agarré el sobre sin mirarlo, sólo miraba a los ojos de Saya, aunque ella no me mirase directamente a mí. Miré al sobre y después volví a mirarla a los ojos, la tenía muy cerca.
-Gracias… -no quería que se separase de mi lado, pero no tardaría ni dos segundos en retroceder. Suspiré y la miré de arriba abajo, aunque de forma cariñosa, era preciosa…
-¿Qué tal estás? –le pregunté sonriendo.

SAYA
Le miré y suspiré.
-Bien, David. Puedes marcharte ya a descansar.- Asentí y me separé dirigiéndome a la puerta para salir. Esperé a que saliese él primero para poder cerrar la puerta.
Quería mostrarse simpático y cariñosos, pero yo quería que se marchase ya. Quitármelo de mi vista.
Desvié la mirada al pasillo esperando a que saliese.

DAVID
La miré, quería que me marchase rápido, pero… eso tenía que ser porque había algún problema con que yo estuviese allí…
-Saya… ¿Kai está enfadado? Quiero decir… Él sabe lo que ha pasado, ¿está enfadado contigo? Sabes que puedo hablar con él. –me acerqué a ella, poniéndome delante suya.
-Te dije que haría lo posible.

SAYA
Le miré y negué.
-No, David, no quiero que hables con él, lo que quiero es que me dejes en paz y que se te meta en la cabeza que yo no voy a dejar a Kai, nunca, Jamás dejaré de quererle aun que te metas por medio, espero que sepas comprenderlo.- Le miré seriamente y cerré la puerta en cuanto salió.
-Vete ya, es tarde.- Me separé de él de nuevo y me dirigí hacia mi cuarto.

DAVID
Suspiré cuando se escapó de mí, negué con la cabeza. Sabía que acabaría llevándome un golpe o me echaría de allí, pero merecía la pena. Me acerqué.
-Saya. –la cogí de la muñeca haciendo que se girase. Con la mano libre la agarré de la cintura y la besé, por segunda vez. No iba a arrepentirme de besarla, por muy enfadada que acabase.


SAYA
Fruncí el ceño con fuerza cuando David me besó, esta vez agarrándome de la cintura. Cerré los ojos con fuerza cuando sentí su aliento tan caliente entrar por mi boca, cosa que me desagradó por completo.
Me separé de él bruscamente y estampé toda mi mano abierta en su mejilla. Le miré enfurecida y retrocedí un par de pasos.
-¿¿Qué coño pasa contigo?? ¿¿Es qué tengo que decirte las cosas en otro idioma para que me entiendas?? Olvídate de mí, David, no existo para ti ¡Vete de una maldita vez si no quieres que te echen de aquí a patadas!- Respiré hondo para tranquilizarme.
-No vuelvas ha acercarte a mí, David, ni se te ocurra destrozar lo que ya tengo, no te necesito.

DAVID
Suspiré y me di la vuelta. Pensé que al menos eso iba a resultar cierto efecto en ella, pero por lo que me había demostrado, sólo le había molestado. Quería intentarlo, quería seguir intentándolo, no quería rendirme sólo por un par de negativas, aún tenía oportunidad.
Me fui hacia mi cuarto, en esos momentos estaba my enfadada, y me temía que acabaría contándoselo a Kai.

SAYA
Le miré mientras se marchaba. Respiré hondo y bajé la cabeza.
No quería ser tan dura con él. Era un buen chico que tan solo estaba enamorado, pero de la persona menos indicada. Jamás le correspondería, yo quería a Kai…
Me llevé la mano a la frente cerrando los ojos y apoyé la espalda en la pared intentando tranquilizarme… tan solo había sido un beso y no volvería a repetirse…

KAI
Terminé con lo que tenía pendiente, aunque acabé un poco tarde, ni siquiera pude llegar a la cena con Saya y Kai. Cuando pasé por la cocina, ya no estaba Saya. Cené algo rápido y subí las escaleras. Cuando llegué al pasillo, vi a Saya apoyada en la pared. Me acerqué deprisa.
-Saya… -la cogí de los hombros.
-¿Estás bien?

SAYA
Levanté la mirada cuando escuché la voz de Kai.
-…si… estoy bien… lo único que estoy harta de los hombres…- Bajé la mirada de nuevo y suspiré negando con la cabeza.
No sabía que reacción tendría Kai cuando le contase que David me había vuelto a besar… lo más seguro es que quisiese hablar con él y dejar las cosas claras, por una parte quería que fuese así, pero por otra… David me caía muy bien y no se merecía que le hiciesen esto…

KAI
La miré cuando dijo eso, sólo podía significar dos cosas, o que se había enfadado conmigo por alguna razón o que David la había vuelto a molestar.
-¿Ha sido David, Saya? –la cogí de la barbilla para que me mirase.
-¿Qué te ha hecho esta vez?

SAYA
Le miré y suspiré.
-Me ha besado, otra vez y estoy empezando a cansarme de ser el blanco de todos los tíos.- Desvié la mirada frunciendo el ceño.
-Estoy harta, Kai… no sé cuando empezaré a vivir tranquila…- Suspiré y bajé la mirada al suelo.

KAI
Negué con la cabeza, no la dejaba tranquila, y se lo habíamos dejado claro los dos.
-Voy a hablar con él. Y esta vez no me digas que lo deje. –la cogí de la cara.
-No te preocupes, no te molestará más, voy a solucionarlo. –la besé en la frente y caminé por el pasillo. Si no estaba bastante claro, debía dejarlo ahora.

SAYA
Cerré los ojos y suspiré. No podía hacer nada por convencer a Kai que lo dejase.
No me gustaba ver sufrir a David ya tenía muchas cosas encima como para echarle una bronca, pero… si no le dejaban las cosas claras al final me volvería loca…
Me froté la nuca y miré a Kai mientras se alejaba por el pasillo.
-Lo siento, David, pero tienes que escarmentar…-Dije para mí misma y me marché a mi habitación a continuación.

KAI
Bajé las escaleras y me dirigí al pasillo del servicio. A mitad de camino, tres de las nuevas doncellas se me quedaron mirando mientras charlaban frente a la puerta de una de ellas.
Me situé delante de la puerta de David y abrí la puerta. Lo encontré mientras se estaba vistiendo, quizá debí haber llamado, pero la cosa era seria.
Cerré la puerta detrás de mí.

DAVID
Me estaba quitando la camiseta cuando la puerta se abrió, era el rey, genial, ya lo sabía y venía a ajustarme las cuentas. Me crucé de brazos.
-Para ser un rey no tienes muy buenos modales. –retrocedí cuando me agarró del cuello.
-Haces honor a tu reputación de celoso.

KAI
Le agarré del cuello y le empujé contra la pared.
-Mira, me estoy hartando. Sí, soy celoso, tengo derecho a ser celoso porque mi mujer es muy bella y todos los tíos babeáis con ella, ¿entiendes? No la dejáis en paz y estoy cansado, y ella muy cabreada, y más cansada que yo. Ya te lo hemos dicho, déjala tranquila de una vez, no quiero volver a repetirlo, ¿te ha quedado claro?

DAVID
Le empujé cuando dijo aquello.
-¿A caso te ha dicho Saya lo que verdaderamente siente? Puede que te lleves hasta una sorpresa. –me encogí de hombros, no me había dado cuenta de lo bajo que era hasta entonces, tenía que bajar la cabeza para mirarle.

KAI
Cargué mi puño y lo estampé contra su mejilla.
-Te he dicho que la dejes en paz. Arreglaría todo esto con echarte de aquí, pero mi hijo no me lo perdonaría, así que te quedas hasta que pueda librarme de ti. Vuelve a acercarte a Saya y ya sabes lo que ocurre. –me di la vuelta y salí cerrando la puerta. De nuevo volví a subir a mi cuarto, debía ayudar a Saya ahora que estaba así.

DAVID
Me llevé la mano a la mejilla magullada cuando se marchó. Quizá yo mismo me las estaba dando de listo, pero quería seguir luchando por Saya, aún no lo veía todo acabado…
Suspiré tumbándome sobre mi cama y cerré los ojos.

SAYA
Esperé a Kai en el cuarto bastante inquieta. No quería bajar y volver a cruzarme con David, tenía ganas de partirle la cara por ir de listo y creer que sentía algo por él. Los hombres así me daban asco…
Por muy bien que me cayese David debía entender que yo ya tenía una familia y no iba a abandonarla por que a él se le pusiese entre ceja y ceja.
Aun que Kai le dijese cuatro cosas, estaba segura de que seguiría insistiendo hasta meterme en un buen lío… entonces lo perdería todo…
Me senté sobre la cama y esperé a que Kai subiese para que me contase que había pasado.

KAI
Mientras subía las escaleras me eché el pelo hacia atrás. No quería que Saya sufriese más, pero si echaba a ese tío, Kai se enfadaría mucho conmigo. Me fui directamente a la habitación, le explicaría a Saya que todo estaría bien, no podía dejar que lo pasase mal, por una vez que estaba intentando no dejarme llevar por los celos, era David el que estaba jodiendo la marrana.
Abrí la puerta y entré, cerré sin decir nada.

SAYA
Miré a Kai cuando entró en la habitación. Por la cara que traía las cosas no habían acabado muy bien. Suspiré y apoyé la frente en mis manos sin decir nada.
¿Por qué cuando las cosas nos iban bien algo lo estropeaba?
Levanté la cabeza y le miré.
-¿Qué ha pasado? ¿Has hablado con él?

KAI
Me acerqué a la cama y me senté frente a ella.
-Bueno, he hablado con él. –la cogí de la mano y tiré de ella hacia mí, abrazándola contra mi pecho.
-Haré que te deje en paz, por el momento ya hemos dejado claro que queremos que te deje en paz, si vuelve a meter la pata ya no sé que hacer, no quiero que Kai se enfade, voy a tener que hablar con él.

SAYA
Suspiré y bajé la mirada.
-Ya, pero sabes cual va ha ser la reacción de Kai. Le aprecia mucho y se enfadará si le echas…- Negué con la cabeza.
-Ya se me ocurrirá algo, tengo que ser yo la que deje las cosas claras… no creo que haga falta que le despidas…

KAI
Suspiré mirándola.
-Saya, si está enamorado de ti no va a dejarte en paz, ¿no lo ves? Por eso lo mejor sería alejarlo de aquí, para que te deje en paz, aunque a Kai le duela, podré contratar a otro mozo de cuadra que te deje tranquilo y que se lleve bien con Kai. –me encogí de hombros.
-Te aseguro que te dejará en paz. –la besé en la sien.

SAYA
Suspiré sin poder hacer nada. Kai era el que decidía si David se quedaba o se marchaba, él era el rey y David solo parte del personal del castillo…
Apoyé la cabeza en el hombro de Kai y cerré los ojos respirando hondo.
-Siento tener que meteros en todo esto… no sé como lo hago, pero siempre meto la pata…

KAI
-No digas eso, Saya… -la besé en la cabeza con suavidad y la miré.
-No ha sido culpa tuya, no permito que te la eches, ¿de acuerdo? –hice que me mirase.
-Te quiero, Saya, me da igual lo que pase con David mientras no te haga más daño, y si sigue así lo tendré que echar, y no vuelvas a decir que ha sido culpa tuya.

SAYA
Desvié la mirada y negué con la cabeza.
-Está bien…- Volví a apoyar la cabeza en el hombro de Kai y rodeé su cintura con mis brazos cerrando los ojos.
Kai no quería que me sintiese culpable, pero no podía hacer otra cosa, había sido mi culpa el que David se fijase en mí… no debería haberme mostrado tan cariñosa.

KAI
Suspiré abrazándola con fuerza, debía hacer que se olvidase de todo lo que la molestaba. La besé de nuevo en la cabeza y la tumbé sobre la cama abrazándola.
-No pienses más en ello, es mejor que estés tranquila, ¿de acuerdo? –la besé en la mejilla y la mantuve entre mis brazos. Esperaba que se durmiese y al menos así estuviese tranquila, no me iba a separar de ella en toda la noche.

SAYA
Me tumbé de lado con los brazos de Kai rodeándome. Acomodé la cabeza en la almohada y cerré los ojos encogiendo las piernas.
-Intentaré estar tranquila… pero no sé si lo conseguiré…- Respiré hondo y me concentré en dormirme, esperaba que los problemas acabasen pronto…

KAI
La abracé con fuerza y deposité besos sobre su cabeza para que se tranquilizase, o al menos para intentarlo.
Pronto cogí sueño, esperaba que ella se durmiese también pronto, no quería que estuviese nerviosa, aparte de porque se encontraría mal, era malo para los primeros meses de embarazo, que eran los más peligrosos, y sería fatal si perdiese otro niño…
Suspiré y no dejé de acariciarla un hombro con mis labios.

MAX
Me desperté temprano por culpa de una llamada de Axel. Pensaba que quería hablar con Kai pero al parecer no, cosa que me extrañó hasta que me contó de qué iba la cosa.
Al parecer quería montar una fiesta para las chicas yo quería que se enterarse, ni si quiera Eri lo sabía.
Intentaría que ni Saya ni Natty se enterasen. Con Saya sería fácil, pero Natty… me conocía muy bien y me era imposible guardarle ningún secreto, así que se lo contaría a ella y ya después la pediría que ella guardase el secreto, si no, Axel me mataría.
Nada más colgar subí a contárselo a Natty, seguro que se emocionaría cuando se enterase de todo, ahora si, como se fuese de la lengua se chafaría todo…

NATTY
Max se había levantado temprano porque había sonado el teléfono, debería haberlo cogido alguno de los mayordomos, pero parecía que estaban dormilones…
Me estaba desperezando todavía cuando Max volvió. Me estiré y me volví a tumbar cuando entró en la habitación.
-¿Quién era a estas horas? ¿Un nuevo seguro? –solté una risotada.

MAX
Nada más entrar en la habitación, cerré la puerta y me quité la camiseta que había cogido para bajar. Dentro de mi cuarto hacía mucho calor, se debía al que irradiaba Natty que estaba tumbada en la cama.
Sonreí y tiré la camiseta a un lado acercándome a ella.
-No, no era ningún seguro, pero creo que deberíamos hacernos uno de vida, pues el que ha llamado ha sido Axel.- Me reí y me senté en la cama colocando las piernas de Natty encima de mis rodillas.
-Quería hablar conmigo sobre una cosilla.

NATTY
Sonreí acariciando su pecho ligeramente con la yema de mis dedos.
-Con que Axel te llama a ti, eh. –fruncí el ceño.
-Qué raro, eso no me parece muy normal, ¿qué quería? ¿Le debes dinero, granujilla? –alcé las cejas y sonreí.

MAX
La miré y solté una risotada revolviéndome el pelo.
-Pues ahora que lo pienso…- Me quedé pensativo y miré a Natty de reojo. Me reí y negué con la cabeza
-No, creo que no.- Acaricié sus piernas y la miré.
-No, verás, me ha llamado a mí porque tiene pensado montarle una fiesta sorpresa a Saya, como una despedida de solteras. Me ha pedido que no se lo cuente a nadie, ni si quiera a ti, pero sé como eres y acabaría contándotelo de todas maneras.- Me encogí de hombros tumbándome de lado. Posé la cabeza en sus pechos y sonreí.
-Dice que hablará con Kai más adelante, así que tú a cerrar la boca.- La miré y posé mi dedo índice sobre sus labios rojos.

NATTY
Puse morritos.
-Con que le vais a hacer una fiesta a Saya, eh… No se de qué va la cosa, pero si hay tíos en pelotas yo me apunto. –me reí jugando con mis dedos enredados en su pelo.
-Tranquilo, no diré nada, o al menos intentaré no irme de la lengua. –sonreí.
-Uh, vaya fiestorro, esto no me lo organizaron a mí, eh… -puse morritos de nuevo.
-Nos lo vamos a pasar pipa.

MAX
Sonreí y la miré.
-Bueno, ahí está la gracia. Axel piensa llevaros a un Bois, claro que habrá hombres desnudos… la cosa es que… esos hombres desnudos vamos a ser nosotros. Por eso Axel quiera hablar con Kai más tarde, para intentar convencerle. No me imagino a mi hermano haciendo un Streep tease.- Solté una risotada.
-Bueno… la verdad es que yo tampoco me veo subido en un escenario, bailoteando y quitándome la ropa, pero bueno, supongo que no está mal.- Me encogí de hombros y la miré alzando las cejas.
-Estaremos desnudos solo para vosotras, menudo chollo ¿eh? Después decís que nunca os toca la lotería.

NATTY
Abrí los ojos como platos.
-¡Uoo! –me senté y me senté encima de su vientre, posando mis manos en su pecho.
-¿¿Vosotros?? ¿Vosotros en pelotas? ¡¡Uoo!! –aplaudí.
-Sí, sí, por favor, mis hombres en pelotas, todos ahí desnuditos bailándome. –me mordí el labio.

MAX
La miré cuando se sentó encima de mí y sonreí. Como sabía que se iba a emocionar. La tapé la boca para que no gritase, ya que lo estaba haciendo y así sería imposible que no se enterase nadie más.
-Vale, vale, tranquila, se que te gusta la idea, pero no grites o se acabará enterando hasta el perro de Kai Jr.- Me reí y negué con la cabeza.
-Axel también a hablado con Edward y creo que… también se apunta James… tendré que soportarle, pero bueno, no puedo hacer nada por evitarlo…- Suspiré y la miré de nuevo acariciando sus muslos.
-En total seremos cuatro, solo falta Kai e intentar convencerle, aun que, le conozco bastante bien y se negará en rotundo…

NATTY
-Bah, que le den. –sonreí y me agaché.
-A mí con que me bailes tú yo seré feliz. –sonreí acariciando su pecho.
-Mmm, como voy a disfrutar ahí viéndote, ¡ay! Calla, que me pongo cachonda solo de pensarlo. –me reí y le besé.
-Me gusta mucho el plan.

MAX
Me reí y negué con la cabeza.
-Si llego a saber que te vas ha poner así, no te lo digo.- Me reí de nuevo y la acaricié los cachetes de su culito.
-Ya sabía yo que te volvería loca la idea, pero tendrás que esperarte, por que no sé que día lo haremos.- Me encogí de hombros y sonreí alzando una de mis cejas.
-¿Podrás esperar hasta que sepa la fecha?

NATTY
Apoyé mis manos sobre su pecho y después la barbilla mirándole a los ojos.
-Bueno… la espera será lo que me mantendrá más emocionada. –me mordí el labio.
-Aunque sé que no tendré que esperar mucho. –me senté de nuevo.
-Al menos para verte a ti desnudo. –alcé las cejas agarrando el extremo de su pantalón para arrebatárselo.

MAX
La miré cuando agarró mi pantalón con intenciones de quitármelo.
La miré y esbocé media sonrisa alzando las cejas.
-Vaya, veo que te has levantado con ganas de hacer guarradas, ¿eh? Y encima después de decirte el plan del Bois, mucho más.- Solté una risotada y posé mis manos en sus muslos calientes.

NATTY
Sonreí tirando sus pantalones al pie de la cama y le besé en el pecho.
-Sabes que adoro hacerte guarradas, niño, además por la mañana empezamos animados para todo el día, ¿o no? –sonreí y le mordí en el pecho acariciando su vientre y su pelvis.
-¿O no te gustan mis guarradas? –esbocé media sonrisa.

MAX
La miré y sonreí.
-Natty, tus guarradas son los mejor que he probado jamás…- Me mordí el labio inferior sintiendo sus manos cálidas por mi pelvis.
Acaricié su cintura con mis manos frías y descendí poco a poco por su cadera hasta la tira de su ropa interior.
-Será mejor que no montemos mucho escándalo… las niñas estás durmiendo el la habitación de al lado, así que, controla tus gritos.- Me reí.

NATTY
Pasé mis dedos por sus labios.
-Sabes que no puedo controlar mis gritos, vas a tener que controlarlos tú. –sonreí y le besé en los labios con pasión bajando mis manos a sus calzoncillos, a la altura de su entrepierna.
Seguí besando sus labios y sonreí acariciando suavemente su entrepierna.

MAX
Aspiré con fuerza soltando un pequeño gemido cuando Natty me acarició por encima del calzoncillo. Esta mujer sabía muy bien como excitarme, cosa que consiguió en nada.
La besé con bastante fuerza notando como mi cuerpo subía de temperatura.
Agarré la tira de su braguita entre mis dedos sin parar de besarla.

NATTY
Noté como se excitaba enseguida, sonreí. Le miré sonriendo y con una de mis manos acaricié su pecho mientras descendía mis labios por su torso. Me encantaba comérmelo entero, literalmente hablando.
Llegué hasta su pelvis, en la cual pegué un leve mordisco. Agarré la tira de su calzoncillo con mis dientes y tiré arrebatándoselos.

MAX
Hice una pequeña mueca y solté un siseo cuando Natty me mordió en la pelvis.
-Au…- Me reí y vi como me quitaba el calzoncillo con la boca.
Sonreí y agarré sus muslos con fuerza entre mis dedos ascendiendo hasta sus ingles, las cuales acaricié con la yema de mis dedos pulgares.

NATTY
Cogí aire cuando me acarició en las ingles. Le besé de nuevo, rozado mi vientre contra el suyo. Acaricié de nuevo su entrepierna, la cual estaba muy erecta, lo que conseguía con unas caricias…
Le besé con más fuerza y me senté quitándome la parte de arriba del pijama. Sonreí y seguí con mis caricias y mis besos.

MAX
Me mordí el labio inferior cuando volvió a acariciarme la entrepierna, ahora libre del calzoncillo, por lo que me excitó aún más.
-Na-Natty…- Apreté sus muslos con mis dedos y eyaculé antes de poder hacer nada más.
-…- Miré a Natty y tragué saliva.
-…e-esto… lo-lo siento…- Solté una risotada nervioso. Había eyaculado en seguida y todo por unas simples caricias, pero Natty era tremenda.

NATTY
Abrí los ojos como platos cuando noté que eyaculaba tan pronto. Bajé la mirada y le volví a mirar entrecerrando los ojos.
-Max… No le haces honor a tu nombre, eh… -me senté en la cama mirándole.
-Pero… -resoplé tumbándome en la cama.
-Es igual…

MAX
La miré sentándome en la cama y rascándome la nuca. Bajé la mirada a mi entrepierna y fruncí el ceño. ¿Qué la pasaba? Tenía vida propia, ya no cabía duda de que era eso…
Miré a Natty de reojo y suspiré.
-Perdóname, pelirroja.- Me acerqué a ella y me tumbé encima de ella. La di besos por el cuello y la miré después.
-Te compensaré y no acepto un no por respuesta.- Esbocé media sonrisa y la besé en la barbilla con suavidad y fui bajando por su clavícula. Acaricié la piel de entre sus pechos con mis labios y mi lengua y descendía aún más por su vientre hasta su ombligo, en el cual utilicé la punta de mi lengua. Agarré la tira de sus braguitas con mis manos y se las quité poco a poco hasta dejarlas a un lado de la cama. Levanté la vista y la miré sonriendo.
Posé mis manos en sus muslos e hice que separase levemente las piernas, ascendí mis dedos hasta sus ingles y besé su pelvis descendiendo mis labios lentamente.

NATTY
Sonreí cuando quiso compensarme y me mordí el labio agarrándome a la almohada. Lo malo de que Max era muy joven aún y que yo era la única mujer que había estado con él era ese, que a veces se excitaba demasiado con mis caricias y acababa mucho antes que yo, pero lo bueno era que en seguida podía volver al ataque.
Le miré y acaricié su pelo mientras me daba placer. Me volví a morder el labio echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos.

MAX
Acaricié la parte interior de sus muslos con mis manos mientras mis labios se aventuraban hacia su entrepierna. Cerré los ojos sintiendo el calor que irradiaba, tanto por fuera como por dentro.
La agarré firmemente de los muslos y saqué mi lengua deslizándola suavemente por su sexo haciendo que mi aliento gélido rozase su piel.

NATTY
Gemí con fuerza tapándome la boca con una mano. Sentí el frío de su aliento dentro de mí, esto era lo mejor del sexo con Max, el contraste de temperaturas, yo ardía tanto y él me bajaba la temperatura…
-Cariño, eres Dios… -encorvé la espalda sintiendo cada roce de su lengua.

MAX
La miré y sonreí.
-Vaya, gracias.- Solté una risotada y separé un poco más sus piernas con mucha suavidad y acariciando su piel con mis dedos.
Cerré los ojos de nuevo y pegué mis labios a su sexo depositando intensos besos en él. Seguí así hasta que estuvo lo bastante excitada, entonces fue cuando la penetré con mi lengua. Solté un suave siseo cuando la noté tan caliente por dentro, casi quemaba pero gracias a mi aliento pude bajar un poco su temperatura. Lamí su entrepierna con suavidad buscando su punto más placentero con la punta de mi lengua.

NATTY
Gemí de nuevo agarrándome con fuerza a la almohada.
-Sigue, Max… -posé mis pies sobre su espalda, impidiéndole escapar. Cerré los ojos con fuerza y me mordí el labio para no hacer ruido y despertar a las niñas, eran muy pequeñas y cualquier día se me iban a traumatizar…
Jadeé mirándole.

MAX
Volví a penetrarla con la lengua cuando me pidió que siguiese. Se notaba que estaba muy, pero que muy excitada. Moví mi lengua dentro de su sexo con lentitud, produciendo placer en ella. Su temperatura subía y subía a medida que aumentaba los movimientos de mi lengua. Acaricié sus ingles con la yema de mis dedos notando como se estremecía. Penetré aún más mi lengua hasta que alcancé su clítoris. Estaba más caliente que el resto de su cuerpo, por lo que lo estimulé con la punta de mi lengua traspásanosla mi frío.

NATTY
Me mordí el labio con fuerza para no gritar, me estaba matando de placer, su lengua era como una serpiente dentro de mí. Encorvé más la espalda sintiendo cómo poco a poco iba alcanzando el orgasmo. Vi que salía humo de mi cuerpo, era lo que me pasaba a veces que me excitaba mucho.
Jadeé con fuerza y al fin llegué al orgasmo.
-Max, te adoro…

MAX
Lamí su sexo cuando llegó al orgasmo. Sonreí y la miré relamiéndome los labios que aún me sabían a ella.
-Lo sé.- Solté una risotada y me acerqué a ella tumbándome encima y besándola en los labios. Posé mis codos a cada lado de su cabeza y acaricié su nariz con la mía.
-Buenos días, pelirroja.

NATTY
Sonreí rodeando su cuello con mis brazos.
-Buenos días, rubio. –le volví a besar en los labios abrazándole fuertemente contra mi cuerpo.
Llamaron a la puerta.
-Espera, espera, espera, esperaaaaaaaaaa. –tapé a Max con la manta y me tapé yo también, quitándome a Max de encima.
-Yaaa… -entonces abrió la puerta Alice, que venía con el pijama puesto.
-Oh… hola, cariño… ¿Mamá te ha despertado? –negó con la cabeza.
-Mami… se… se ha mojado mi camita… sola… -dijo con la carita roja.
Me mordí el labio.
-Vaya… -miré a Max.
-Ahora voy, cielo, tápala para que no la vea nadie más. –asintió y cerró la puerta.
Suspiré y le miré.
-Lo siento… Tengo que ir…

MAX
Sonreí y la miré asintiendo.
-Lo sé, tranquila.- Me tapé con la manta hasta la cadera y la miré.
-Será mejor que vayas antes de que se vuelva a mojar sola la cama, aun que… la nuestra no se queda atrás, ¿eh?- Alcé las cejas y solté una risotada.

NATTY
Me reí.
-Ya, pero a nosotros no nos da vergüenza mojar la camita, papi, la nena se hace pis, mientras mamá demuestra lo cachonda que le pone papá. –sonreí de nuevo y le di un buen beso antes de volver a vestirme para irme al cuarto de las niñas.
-Volveré más tarde, han sido unos grandes buenos días.

MAX
Sonreí y la miré mientras se vestía. Esbocé media sonrisa fijándome en el cuerpazo que tenía. Me volvía loco cada curva, cada centímetro de su piel…
Resoplé con fuerza cuando se marchó.
-Lo sé, han sido alucinantes.- Posé mi nuca en mis manos mirando al techo y tumbándome en toda la cama, ya que la tenía toda para mí.

KAI
Me desperté sobre las diez de la mañana, Saya seguía dormida, y lo agradecía, eso significaba que al menos había conseguido dormirse. Suspiré y me separé lentamente intentando no despertarla. Me fui a la ducha para despejarme, tenía que hacer algo con ese David sin que Kai me odiase.

SAYA
Sentí que la cama se movía. Kai se había levantado ya. Yo no me moví, había pasado una mala noche y me apetecía dormir al menos un ratito más.
Escuché el agua de la ducha, por lo que supuse que Kai se estaba dando un baño.
Suspiré y me tapé con la sábana hasta los hombros y volví a cerrar los ojos para conciliar el sueño de nuevo.

KAI
Salí de la ducha cuando terminé, Saya seguía dormida, por suerte. Me vestí y salí de la habitación para no despertar a Saya, mejor que durmiese lo que pudiese.
Me fui a mi despacho, debía esperar a que Kai volviese de su paseo matutino para hablar con él sobre el despido de David.

AXEL
Había llamado algo temprano a Max para contarle el “proyecto” que tenía entre manos. Al parecer él había aceptado encantado, al igual que Edward y James, pero… ahora me faltaba convencer a Kai… cosa muy difícil.
Nada más terminar con mi reunión, me fui a mi despacho para llamar a Kai directamente.
Me senté en mi sillón y marqué el número. Esperaba que todavía no estuviese cabreado por mandarle el “regalito” de las doncellas…

KAI
Suspiré cuando oí el teléfono, esperaba que no fuese otra reunión. Miré el número que venía señalado en la pantalla, era Axel. Resoplé y lo cogí.
-Sigo odiándote con todas mis fuerzas, no voy a perdonarte.

AXEL
-Ey, Kai, ¿qué pasa machote?- Sonreí y jugueteé con un bolígrafo pintorreando un papel en blanco.
-Ya, me imagino que estas cabreado, pero, oye, olvidando el tema. Tengo algo pensado para hacer. Ya que no nos invitas a tu boda, cosa que respeto, tengo pensado en pagarle a Saya la despedida de soltera, ya que tú eres un soso y no eres incapaz de hacérselo pasar bien, pos “na”, he pensado en organizársela yo junto con Edward, tu hermano y James, si, has oído bien, James.- Asentí recostándome en el respaldo de mi sillón.
-Les haremos un Streep tease, ¿te apuntas?

KAI
Abrí los ojos como platos y carraspeé.
-No. –apoyé mi espalda en el respaldo de la silla.
-En primer lugar… Axel. No me hace gracia que Saya tenga que veros a vosotros en pelotas y no sé si a ella le haría gracia también, y segundo: ¿En serio tu pequeña mente aún piensa que voy a subirme a bailar un Streep Tease? Estás muy mal.

AXEL
Puse morritos cuando me dijo que no.
-Jo, pero mira que eres soso, macho. Además, estoy muy seguro de que Saya estará encantada de la vida, eso si, por ahora es un secreto, no le digas nada ¿entendido? NADA. Si se entera adiós a la sorpresa.- Suspiré y dejé caer el Boli sobre la mesa.
-¿Ni si quiera lo harías por ella? Seguro que le haría mucha más ilusión si te encontrase en el escenario desnudándote para ella… vale, también estarán Eri, Natty y las demás, pero es simple, te olvidas de ella y punto.- Me encogí de hombros.


KAI
Negué con la cabeza.
-Axel, esas cosas no me gustan nada, no me gusta bailar, ni desnudarme delante de vosotros ni de ellas, llámame soso todas las veces que quieras, baila tú y seguro que ya es feliz. –suspiré.
-¿No podrías preparar algo que no implique que se rían… corrijo, que os riáis de mí?

AXEL
Alcé las cejas y negué con la cabeza.
-¿Qué? ¿Reírnos de ti? ¿Por qué tendríamos que reírnos?- Me quedé pensativo y después caí en la cuenta.
-Ohm… espera ¿¿es por cuestión de tamaños?? ¿¿Pero tú eres tonto??- Negué con la cabeza y me frote la frente.
-¿Crees que nos va ha importar eso? Si lo hacemos no es para comparar tamaños, lo hacemos por Saya, y por las demás chicas, pero principalmente por Saya que es la que se va ha casar.- Suspiré.

KAI
Suspiré.
-No me gusta, Axel, esas cosas no me resultan atractivas… Si a ella le gusta y vosotros os atrevéis a hacerlo os aplaudo, pero yo no me atrevo, y punto… -cerré los ojos. Con eso acabaría enfadando a todo el mundo, pero no me iba a poner a desnudarme delante de toda esa gente.

AXEL
Suspiré y bajé la cabeza resignándome.
-Está bien, al menos vendrás a la fiesta de después ¿no? A parte de la despedida de soltera también es para celebrar que Draco la ha palmado, no puedes faltar, eso si que no.- Negué con la cabeza.
-Por los viejos tiempos, sosaina.- Sonreí.

KAI
Suspiré.
-Supongo que no me pasará nada por pasarme un rato, aunque no me gustaría veros a todos metiendo mano a Saya cuando llegue, si te soy sincero. –suspiré, me oía a mí mismo y tenía ganas de cruzarme la cara por posesivo.
-Olvida eso.

AXEL
Suspiré y sonreí levemente.
-Por eso no te preocupes, solo haremos un Streep Tease y ya está. Después podremos algo de música y bailaremos e intentaremos divertirnos. No le meteremos mano a Saya, tranquilo. No creo que ella se deje, así que la reservaremos para ti.- Sonreí de nuevo y me levanté de mi sillón.
-No le cuentes nada a Saya, por favor. Mantenlo en secreto, queremos que sea una sorpresa para ella.

KAI
-Descuida, además, no está ahora para que la diga que la vais a hacer un Streep Tease, la verdad, no… está de muy buen humor. –suspiré recordando lo que había pasado con David.
-Bueno… no planeéis muchas guarradas, que te conozco de sobra, guarro.

AXEL
Solté una risotada y negué con la cabeza.
-¿Yo? Por Dios, Kai, yo no soy capaz de hacer nada de eso ¿Cómo eres capaz de decirme estas cosas?- Bajé la cabeza y puse morritos.
-Está bien, nada de guarradas.- Dije con voz inocente y sonreí.
-Pues nada, será mejor que vaya colgando, tengo cosas que preparar, piensa en lo que te he dicho ¿eh? Aún tienes tiempo para cambiar de parecer.- Suspiré.
-Cuídate.- Colgué y dejé el teléfono sobre mi mesa. Era hora de ponerme en marcha.

KAI
Suspiré y colgué el teléfono. Conociendo lo fiestera que era Saya, esa idea seguramente le gustaría, al menos el poder pasárselo bien. Me rasqué la nuca y me levanté.
Bajé la mirada a mi hombro, donde había quedado una gran cicatriz por la herida que me había hecho Jack. Al menos eso me recordaría lo que había vivido por tomar decisiones sin pensar en las consecuencias…
Acaricié suavemente la herida y salí del despacho.

SAYA
Me desperté al poco. No podía dormir bien sin dejar de comerme la cabeza, me estaba obsesionando demasiado…
Me levanté de la cama y me vestí para bajar a comer algo.
Cuando bajé a la cocina me dijeron que Kai estaba en su despacho atendiendo a unas llamadas, por lo que no pregunté. Cogí un pequeño racimo de uvas negras y salí de la cocina para dejar a las cocineras que siguiesen con su trabajo. Nada más salir me crucé con tres de las nuevas doncellas impresionadamente escotadas…
Puse los ojos en blanco y suspiré metiéndome una uva en la boca.
-Dios…

KAI
Al salir, bajé las escaleras del castillo, cruzándome con un par de las nuevas doncellas, que se rieron al verme y me sonrieron…
Suspiré y cuando llegué abajo encontré a Saya, ya se había levantado.
-Buenos días… -vi que tenía un racimo de uvas.
-Vaya… -le robé una y me la metí en la boca. Después le di un pico.
-Espero que hayas dormido bien.

SAYA
Miré a Kai cuando bajó y se acercó robándome una uva.
Suspiré y sonreí levemente.
-Ohm, si, si, he dormido muy bien, claro.- Asentí y sonreí de nuevo bajando la mirada al racimo de uvas. No quería preocuparle, había dormido de pena, pero si podía evitarle preocupaciones lo haría.
Me metí otra uva en la boca.

KAI
-Eh. –la cogí de la barbilla para que alzase la mirada.
-No quiero que te preocupes. –la di un suave beso en los labios.
-No pienses en… esas cosas, debes vivir la vida, tú al menos eres más fuerte, tienes más agallas, y me tienes a mí… No te sientas así, no merece la pena, y menos tú, si no sonríes no pareces tú misma… -la besé en la mejilla.
-Te ayudaré todo lo que pueda, ¿vale? –sonreí cogiendo otra uva.

SAYA
Suspiré y asentí.
-Ya, pero ahora mismo no tengo ganas de sonreír por nada, y deja de cogerme uvas, hay más en la cocina.- Retiré el racimo lejos de su alcance para que no cogiese más.
-Una cosa es que quieras ayudarme y otra muy distinta que seas un ladrón.- Le miré entrecerrando los ojos.

KAI
Esbocé media sonrisa y la volví a besar.
-Vale, no cogeré más de tus uvas, pero a cambio tienes que dejar de angustiarte por algo que no merece la pena. Comprendería que estuvieses así si hubiese destrozado nuestra familia o… bueno, si te hubiera hecho daño, pero tienes que estar tranquila. -le arrebaté su racimo.
-O te lo robaré.

SAYA
Le miré y suspiré cuando me quitó las uvas.
-Kai, no tengo ganas de jugar, dame las uvas, por favor.- Extendí la mano para que me diese las uvas.
-Lo ves muy fácil, Kai y tal vez pienses que esto no vale la pena, siento decirte que no pensamos igual.

KAI
Suspiré y le devolví el racimo.
-Estarás de acuerdo al menos que tiene que largarse de aquí, ¿no? –alcé las cejas.
-En cuanto llegue Kai hablaremos, y haré que se vaya. –me aparté y me dirigí a la salida, ya deberían haber vuelto del paseo, por lo que les buscaría en las cuadras. A Kai no le gustaría, pero en cuanto le contara las razones de que su madre estaba mal por culpa suya supuse que no le resultaría tan duro despedirse de él.

SAYA
Bajé la mirada al racimo y suspiré.
Iba a hablar con Kai, me parecía una tontería, Kai Jr. haría lo que le dijese su padre sí o sí.
Negué con la cabeza y me froté la frente dirigiéndome hacia las escaleras. No tenía ni idea de lo que hacer ahora, pero cualquier cosa me valdría con tal de no estar ahí parada como una estúpida.

KAI
Salí fuera, ya habían llegado, estaban limpiando al caballo, como cada día, se iba a quedar el caballo transparente. Kai parecía entretenido, así que ya hablaría con él más tarde si hiciese falta. -David, ven aquí. –me alejé para que se acercase sin que Kai oyese lo que le tenía que contar.

DAVID
Bajé la mirada cuando el rey me hizo llamar, y por el tono que usó no debía ser nada bueno. Miré a Kai.
-Ahora vengo, peque. –me levanté y seguí al rey, que se alejó del establo, ¿acaso querría pegarme otra vez? Porque no me iba a cortar…
Me posicioné delante de él cruzándome de brazos.
-¿Y bien?

KAI
Cuando llegó parecía manso, pero ahora estaba rebelde, como si se hubiese vuelto salvaje después de enamorarse de Saya, justo lo contrario que me pasó a mí.
-Debido a todo lo que ha pasado y por el bienestar de mi mujer, aparte de tus distintas infracciones, debo despedirte.

DAVID
Fruncí el ceño cuando dijo aquello.
-¿Qué? ¿Cómo que me echas? Por causas personales no puedes echarme, no tienes derecho. –negué con la cabeza.
-Necesito este trabajo, no puedes echarme de aquí.

KAI
Asentí.
-Oh, sí que puedo, te lo aseguro. Has hecho cosas mal desde que llegaste, casi causas un accidente a la reina tu primer día y mi hijo podría correr peligro si se te escapa otro caballo, el caso personal es una cosa a parte de todo lo que has hecho mal, además, soy tu jefe, y puedo echarte.

DAVID
Fruncí el ceño y le empujé, era bajito pero no se tambaleó.
-He intentado ser amable desde el primer día, ¿vale? Pero eres un tío asqueroso y manipulador, no entiendo cómo Saya puede preferir estar contigo, te lo aseguro. –le señalé, me estaba poniendo de los nervios.
-No tienes ningún derecho a echarme.

KAI
Me quedé quieto cuando me empujó, pero no se merecía que le dejase así como así.
-He dicho que estás despedido y es mi última palabra. Recoge tus cosas y lárgate de aquí lo antes posible, ¿entendido? –cargó su puño contra mí, el cual paré con una mano. Negué con la cabeza y le empujé haciendo que cayese sobre la nieve.
-Vete.

DAVID
Sentí como mis ojos se humedecían de la impotencia de no poder hacer nada. No quería marcharme de allí, pero me echaba, y Saya no hacía más que darme negativas. Quizá era hora de rendirme, podía olvidarme de Saya si me iba ahora, no quería que la cosa fuese a más.
Me levanté y me fui hacia el establo para recoger mis cosas de allí.

KAI
Suspiré y me di la vuelta para volver, ahora debía irse, al menos así dejaría en paz a Saya, que era lo que quería.
Entré en el castillo.

SAYA
Al final Kai despidió a David. Me sentí mal en parte, podría haber buscado otra solución, pero él no me daba otra alternativa. Kai Jr. había hecho muchas preguntas, pero como todo niño, se enfurruñó un rato y después se olvidó.
Me sentí bien por una parte, ya no tendría que preocuparme y angustiarme, pero tampoco iba a relajarme. Cuando un problema se va viene otro…
Natty me sorprendió con que quería llevarme de despedida de soltera… si ya me parecía a mi extraño que Natty no saliese con una de esas…
No me dejó oponerme, era un sí o te mato, así que nada, tuve que decir que si… una noche de cachondeo no me mataría.
Lo que me pareció bastante extraño es que Kai no se opusiese… aquí había gato encerrado seguro…
Natty ya me estaba esperando abajo, así que me di prisa en vestirme. Me puse un vestido de los míos y bajé para reunirme con Natty. Cogí mi abrigo y la miré mientras me lo ponía.
-A ver donde quieres llevarme… me das miedo, ¿lo sabías?- La miré entrecerrando los ojos.

NATTY
Me había hecho con uno de mis vestidos favoritos, uno escotado y cortito, ajustado, aunque… ese también era uno de los favoritos de Max… Sonreí como una tonta y entonces Saya bajó. La madre que la parió, no se podía ir a ninguna parte guapa si ella venía.
-Joder, hija, me eclipsas… -sonreí poniéndome el abrigo y la agarré del brazo.
-Bueno, ya sé que te doy miedo, pero no debería, sabes perfectamente a dónde vamos, nena, ¿a dónde van todas las tías a hacer una despedida de soltera, eh? ¿Eh? –sonreí ampliamente y cerré la puerta cuando salimos.

SAYA
Alcé las cejas y miré a Natty de reojo.
-Madre mía… ¿dónde me vas a meter?- Negué con la cabeza y me rasqué la frente.
Genial, a un Bois…
Suspiré y me encogí de hombros.
-Muy bien, pues nada, llévame donde sea…

NATTY
-¡¡Uuuhh!! ¡¡Fiesta de tías!! –sonreí y anduvimos por la nieve hacia el local que Axel había alquilado para la fiesta, iba a ser genial, seguro, con todos esos tiarrones bailando para nosotras… -Ahhh, se me cae la baba solo de imaginarme lo que va a pasar. –sonreí mirando a Saya.
-Ya verás, ni te imaginas lo que tenemos preparado.

SAYA
Fruncí el ceño y la miré.
-¿Preparado? ¿Tenemos?- Me paré en el camino y la miré cruzándome de brazos.
-¿Qué está pasando aquí, Natty? Se supone que nos vamos a un Bois, no me has dicho nada de que me hayas preparado algo y mucho menos que lo hayas preparado con alguien.- Alcé una ceja y la miré esperando a que me respondiese.
Ya sabía yo que había gato encerrado.

NATTY
Solté una risotada, ya me estaba yendo de la lengua, con lo bien que lo había llevado a lo largo de la semana, si es que… no me podía emocionar tanto…
-Cariño, ¿tú a estas alturas de la vida no sabes que se me va la pinza? –negué con la cabeza poniendo los ojos en blanco.
-Deja el tema, de verdad, si vamos allí y punto, ya verás que bien nos lo pasamos TÚ y YO, las dos SOLITAS. –sonreí y tiré de ella.
-Déjate llevar por la fiesta, no te consiento hoy malas caras, hoy toca fiesta, y mañana bodorrio, nena. –la besé en la mejilla.
-A pasarlo bien.

SAYA
La miré y sonreí de manera forzosa… no me tragaba sus excusas, ¿y ella a estas alturas de la vida no sabía que no tenía un pelo de tonta?
La miré de reojo y suspiré.
-Si… a pasármelo bien…- Me crucé de brazos y seguí caminando guiada por Natty

NATTY
La miré suspirando, llevaba una semanita que vamos, parecía que la habían matado…
La rodeé la cintura mientras nos dirigíamos al local, si no se animaba esa noche ya era todo imposible, y para estar deprimida el mismo día de su boda… eso sí que era triste…
Llegamos y sonreí mordiéndome el labio. Miré a Saya.
-Bueno, bueno, bueno, ya hemos llegado. –sonreí y abrí la puerta, allí estaban Ánima y Eri, sentadas, aunque se levantaron cuando nos vieron.
-Holaaaaaa.

SAYA
Entré detrás de Natty y vi que el local estaba vacío, tan solo estaban Ánima y Eri.
Miré a Natty y esbocé media sonrisa quitándome el abrigo.
-Ya, con qué íbamos a estar TÚ y YO SOLITAS ¿Eh?- Negué con la cabeza y suspiré.
-No vales para guardar un secreto.- Sonreí levemente y me acerqué a Eri y Ánima.

ERI
Axel me había hecho venir hasta el Reino del Hielo, me hizo entrar en un local y luego desapareció. Al rato apareció Ánima, y ahora acababan de llegar Natty y Saya.
Sonreí levantándome.
-Hola. –abracé a Saya sonriendo.
-Tú tampoco sabes qué hacemos aquí, ¿verdad?

SAYA
Miré a Eri y negué.
-No, no lo sé.- Me encogí de hombros y miré a mi alrededor.
No había nadie más en el local, lo único que había era una barra de bar y un escenario cerrado.
Miré a las chicas y suspiré de nuevo.
-No sé vosotras, pero yo me voy a sentar un rato.- Me acerqué a una silla y me senté apoyando los codos en la mesa de al lado.

NATTY
Sonreí y me senté delante del escenario.
-Mmm, a ver qué espectáculo hay esta noche… -me reí y miré a las chicas. Ánima y Eri se sentaron junto a Saya, hacía un tiempecillo que no se veían y querrían hablar. Casi me iba de la lengua, esperaba que los chicos apareciesen pronto, menuda sorpresa iba a tener Saya. Bueno, y las chicas, porque ellas tampoco sabían de qué iba el tema.

AXEL
Miré la hora, Natty ya debería haber llegado con Saya. Me situé detrás de las cortinas del escenario y asomé levemente la cabeza. Ninguna de ellas estaba mirado hacia aquí, salvo Natty, pero no se dio cuenta de mi presencia.
Sonreí y cerré las cortinas girándome hacia los chicos que estaba terminando de vestirse.
-Las chicas ya están ahí. Natty y Saya también, así que, creo que ya podemos ir empezando.- Nos habíamos vestido de manera idéntica. Con trajes negros, camisa blanca y corbata a juego con sombreros elegantes, cada uno a su estilo. Agarré mi sombrero y sonreí.
-Terminad de vestiros mientras voy a presentarnos.- Sonreí y les guiñé el ojo.
-Grrrr… pero que buenos que estáis, coño.- Me puse el sombrero abrochándome la chaqueta del traje.
Salí por un lado de la cortinilla y encendí las luces del escenario para llamar la atención de las chicas que se giraron cuando me vieron. Agarré el micro y las miré sonriendo.
-Buenas noches, dulces damas. Póngase cómodas y relájense por que el espectáculo que les ofrecemos no lo olvidarán en la vida.- Esbocé media sonrisa y me alejé del micro metiéndome dentro de la cortinilla.

ERI
Abrí la boca cuando vi a Axel salir al escenario, vestido con un traje.
-Ay, madre, ¿qué va a hacer este hombre? –me levanté y me acerqué a los asientos que había frente al escenario, a saber qué tenía preparado…
Me senté al lado de Natty, que estaba más feliz que unas castañuelas, ella sí sabía de qué iba todo eso…

AXEL
Miré a los chicos y sonreí cuando estuvieron listos.
-Muy bien ¿preparados?- Agarré la cuerda que separaba las cortinas del escenario e hice que los focos alumbrasen bien a los tres tiarrones que había preparados para alegrarles la vista a las chicas. Sonreí y puse la música para ambientar el local.
Me reuní con los chicos y me coloqué al lado de Edward agarrándome el sobrero y mirando a las chicas.

ÁNIMA
Me llevé la mano a la boca cuando vi allí a todos los chicos, pero es que Jimmy estaba con ellos…
Me senté en una silla mirándoles, para esto era todo lo que habían montado, nos iban a hacer un espectáculo ellos… ¿Un… un… Streep Tease?
Me puse roja cuando me lo imaginé, iban todos vestidos igual, ya verías…

JIMMY
Axel volvió cuando nos anunció antes las chicas que se quedaron boquiabiertas cuando nos vieron en el escenario. Nunca me habría imaginado que sería capaz de hacer una cosa así, pero no era una cosa mala, así que…
Me coloqué el sobrero negro de lado con la chaqueta del traje sobre el hombro.
Miré a Ánima y esbocé media sonrisa algo colorado, pero no tanto como lo estaba ella. Solté una risotada cuando la música empezó a resonar en el local. Axel se reunió con nosotros, era hora de empezar.

AXEL
Miré a Edward y sonreí. Después desvié la mirada hacia las chicas y sonreí aún más.
Me di cuenta en que los chicos estaban algo cortados, por lo que fui yo quién dio el primer paso desabrochándome la corbata y lanzándola al “publico”.
-Venga, chicas, ¿qué es lo que queréis?

ERI
Abrí la boca ampliamente cuando Axel nos tiró la corbata.
-Wo… Axel… -me reí, mejor dejarse llevar, siempre que acababa mosqueada era un asco, y esto estaba preparado para todas nosotras…
-¿Qué queremos? Yo quiero fiesta. –sonreí y cogí la corbata echándomela sobre los hombros.

MAX
Al final me había convencido para hacer el Streep Tease. Axel fue el primero que se lanzó quitándose la corbata. Negué con la cabeza y le miré.-
-¿La corbata? ¿Solo te quitas la corbata? Pues vaya.- Sonreí y me acerqué al filo del escenario agarrándome el cuello de la chaqueta. Giré sobre mi mismo y las guiñé un ojo a las chicas. Me puse de rodillas sobre el suelo y fui bajándome la chaqueta poco a poco. Una vez me despojé de ella la hice girar sobre mi cabeza y se la lancé a Natty levantándome de nuevo.

NATTY
Me levanté cogiendo la chaqueta que me tiró Max.
-¡¡¡Ahhh!!! ¡Viva el poderío masculino! –abracé la chaqueta contra mi pecho.
-¡Enseñádmelo todo! ¡Quiero verlo todo! –me mordí el labio volviendo a sentarme con la chaqueta entre mis brazos.

AXEL
Me reí y miré a los demás para que entendiesen que haríamos la “pequeña” coreografía a la vez. Lanzamos la chaqueta a las chicas que las agarraron gritando como locas. Nos acercamos al filo del escenario y empezamos a juguetear con los tirantes de los pantalones retirándolos lentamente y al ritmo de la música.
Me agarré el extremo de la camisa sacándola de dentro del pantalón y dejando que se me viese levemente el ombligo, cosa que les emocionó más a las chicas.

EDWARD
La pena de todo aquello es que Xan no había venido, pero al menos el resto de las chicas se lo iba a pasar genial viéndonos así, esperaba que Saya se divirtiese, ya que la fiesta era especialmente para ella.
Sonreí desabrochándome lentamente los botones de la camisa al mismo tiempo que mis compañeros, al ritmo de la música.
-¡Vamos, chicas! ¡Os quiero oír gritar!

JIMMY
Dejé caer mi camisa por los brazos al igual que los demás y la tiré hacia las chicas. Sonreí dándome la vuelta para que nos viesen bien.
Bailoteamos un rato pasándonos las manos por nuestros pechos y agarrando los cinturones.
Ánima seguía aún muy roja y casi ni se atrevía a mirar al escenario… esta chica.

ÁNIMA
No podía evitar esbozar una sonrisa, aunque sonrojada, cada vez que Jimmy hacía esos pasos. Nunca le había visto hacer ese tipo de cosas, se me hacía muy raro verle así. Cuando me hice con su camisa y pude ver su torso desnudo me tapé con ella, no podía aguantar verle ahí semidesnudo sin poder subir a hacerle de todo lo innombrable… Le miré de nuevo.
-¡Tío bueno! ¡Quiero un hijo tuyo!

AXEL
Miré a Saya, que estaba sentada detrás de Natty. Me bajé del escenario y extendí mi mano para que ella la agarrase.
-Esta despedida de solteras es para ti, nena, sería injusto que la reina de la fiesta se quede sin catar.- La guiñé un ojo y agarré su mano tirando suavemente de ella. Cuando estuvo en pie, la cogí en brazos y la subí al escenario con nosotros.

SAYA
Me llevé una sorpresa cuando descubrí la despedida de soltera que me había preparado Axel y los demás. Vi el espectáculo y entonces fue cuando Axel bajó del escenario y me invitó a subir. Me quedé algo cortada hasta que me cogió en brazos y me vi allí arriba rodeada de… ¡Dios, hombres! ¡¡Todos para mí!!
Me quedé algo cortada y sin saber que hacer hasta que Axel se colocó detrás de mí y me agarró de las manos llevándolas a su trasero… ¡Ahhhhhhh!

EDWARD
Sonreí cuando Axel subió a Saya al escenario.
-Gatitaaaaa. –me acerqué y la abracé, sólo me quedaban ya los pantalones y el sombrero. La miré.
-Te he echado de menos, a ti… -miré hacia abajo.
-Ehe… y a tus compañeras. –la di un pico.

SAYA
Miré a Edward y puse los ojos en blanco sonriendo.
-Eres un guarro.- Correspondí a su pico y pasé mi dedo índice por su pecho hasta abajo. Agarré su cinturón y lo desabroché lentamente hasta que se lo saqué tirando de él.
-Esto me lo quedo yo.- Solté una risotada y me coloqué el cinturón que le había quitado sobre los hombros.

EDWARD
Asentí.
-¡Ala! ¡La más fiestera! ¡Aprended de ella! –la miré.
-Y no te meto un morreo, porque, porque… ¡Ay, omá qué rica estás! –la mordí en el cuello con suavidad y, aprovechando que sus manos estaban en el culete de Axel, pasé mi mano por debajo de su vestido arrebatándola el tanga de un tirón.
-¡¡Fiestaa!! –lo hice girar por encima de mi cabeza.

SAYA
Abrí los ojos ampliamente cuando Edward me quitó el tanga.
-¡¡Edward, cerdo!!- Me sujeté la falda del vestido por si se me subía.
-¡Mi tanga, devuélvemelo!- Salté intentando cogerlo, pero Edward era muy alto.
Empezaron a pasarse el tanga de unos a otros como si se tratase de una pelota de goma.
Ya no me quedó otra que darme por vencida y reírme.
Me bajé del escenario y me senté en una silla cruzándome de piernas… me sentía desnuda…

AXEL
Nos pasamos el tanguita sexy de Saya los unos a los otros. Vaya, no sabía que Saya utilizase ese tipo de lencería… tenía que preguntarle a Kai donde se la compraba.
Al final se bajó del escenario y se sentó en una silla.
Nos colocamos uno al lado del otro y nos agarramos los pantalones arrebatándonoslos de un tirón. Nos quedamos los cuatro en calzoncillos y nos giramos para que nos viesen bien. Me di un cachetito en el culo ya que YO solo llevaba tanga masculino.
Me reí y meneé el culito dándome otro pequeño cachetito. Me reí y me giré agarrando mi sombrero, ahora venía la parte del clímax.

NATTY
Me levanté gritando, parecía una fan histérica.
-¡Dios! ¡Cuánta carne fresca! ¡Te pegaba un bocao en el culo que te dejaba sin cacho! –qué suerte había tenido Saya ahí entre esos dos hombres, hasta se habían quedado con su tanga.
-¡Vamos! ¡Quiero véroslo todo!

MAX
Nos quedamos en calzoncillos y nos llevamos los sombreros a nuestra entrepierna dándonos la vuelta. Nos miramos los unos a los otros y cuando Axel dio la señal y se quitó su calzoncillo, acto seguido le siguió Edward, después yo y por último James. Lanzamos los calzoncillos hacia atrás para que los cogiesen las chicas que gritaron eufóricas. Axel se giró hacia ellas y nosotros le imitamos.
Nos quedamos un momento mirándolas y entonces nos retiramos los sombreros lanzándolos al aire y quedándonos totalmente desnudos delante de las chicas. La música acabó e hicimos una reverencia para acabar.
-¡¡Gracias, muchas gracias, bellas damas!!

ÁNIMA
Cogí el sombrero de Jimmy cuando lo tiró, aunque no me di cuenta de que se acababa de quedar en pelotas…
-Ay… -me tapé la cara hasta la nariz con el sombrero.
-Ay… Virgen… -se habían quedado totalmente desnudos delante de nosotras, menudo cuadro…
-Olé…

SAYA
Me tapé la boca cuando vi que se retiraban los sombreros quedándose tal y como Dios les trajo al mundo. Me reí sin poder apartar la vista… que estampa de hombres, aun que, claro, ninguno superaba a Kai, eso está claro…
Suspiré al acordarme de él… me hubiese gustado más si hubiese venido él también…
Me levanté y empecé a aplaudir, había sido un gran espectáculo.

NATTY
Les aplaudí con fuerza.
-Chapó, caballeros, chapó. –me subí al escenario, viendo a todos desnuditos delante de nosotras. Les hice un “pequeño examen” visual.
-Ña, me quedo con mi hombre. ¡Max, ven aquí, cachorro! –corrí hacia él subiéndome encima abrazándole.
-Ayyyyyyy, qué calor tengo.

MAX
Natty se me subió encima sin darme tiempo a volver dentro y coger mi albornoz.
-Na-Natty… espera un momento, mujer…- Irradiaba mucho calor, joder…
-Natty, me das mucho calor, quítate de encima, por favor.- La bajé sin brusquedad y sacudí los brazos.
-Joder, como quemas, nena.- Sonreí forzosamente… me había achicharrado…
Me giré y me metí detrás del escenario para poder coger los albornoces.

ERI
Me abaniqué con la mano levantándome mientras los chicos se metían de nuevo detrás del escenario.
-Madre mía, y pensar que hace diez minutos aquí hacía frío… Vaya ideas de bombero tiene mi marido. –sonreí y miré a Saya.
-¿Qué? Menuda fiesta te están montando para ti, eh… Te han dejado sin tanga…

SAYA
Me senté de nuevo cuando Eri me recordó que estaba sin ropa interior.
Sonreí poniéndome colorada y asentí algo nerviosa.
-Si, la verdad es que ha estado bien, pero Edward me las va ha pagar como no me devuelva mi tanga.- Solté una risotada y suspiré.
-Me ha gustado mucho… aun que… me gustaría más si… ¡Bah! Olvídalo…

EDWARD
Salí de detrás del escenario sólo con un albornoz blanco, nada más cubriendo mi cuerpo.
-Buenas noches, señoritas… -bajé del escenario.
-Ahora seré vuestro servidor. –cogí la mano de Saya y la besé.
-Haré lo que me pidáis. –besé después la mano de Eri.
-Lo que sea…

SAYA
Miré a Edward y sonreí cuando me besó la mano.
-Muy bien, pues yo quiero que me devuelvas mi tanga, grandullón.- Extendí mi mano para que me lo diese.
-Los que hacen el Streep Tease sois vosotros no yo, así que ya estás dándomelo.- Le agarré del albornoz para que no se escapase.

EDWARD
Alcé las cejas y me encogí de hombros.
-Lo siento, nena, eso no entra en el servicio, es un intercambio, mi cinturón por tu tanga, se siente. –sonreí y la besé en la mejilla agarrando su cintura.
-Te he echado de menos… -dije apoyando la cabeza en su hombro.

SAYA
Negué con la cabeza y le acaricié la nuca cuando se apoyó en mi hombro.
-Como cambias de tema, ladrón.- Suspiré y sonreí después.
-Yo también te he echado de menos pero más te vale devolverme el tanga después o si no te mato.- Sonreí de manera dulce y acariciando su espalda por encima del albornoz.

EDWARD
Puse carita triste.
-Jo, qué agresiva, me amenazas con matarme, sin echar un polvo antes… Cómo eres, Saya, sabiendo las ganitas que te tengo… Argg. –la di un pequeño mordisco en el cuello.
-Qué rica que estás, madre… Te echaba tal polvazo que te, que te… ¡¡Ayy!!

SAYA
Me llevé las manos al cuello cuando me mordió.
-Estate quieto, Edward.- Me reí y le di una suave colleja.
-Sabes lo sensible que es esa parte y aún así me muerdes, como Kai vea alguna marca que no sea de él me mata a mi y después a ti.- Le tapé la boca para evitar que me mordiese más.

EDWARD
Me encogí de hombros.
-Tú verás, sosaina, tú te pierdes a Eddie… -me aparté colocando mis manos en mi nuca.
-Que sepas que te pierdes noventa kilos de pura fibra, grr… -puse músculos.
-Esto no lo tiene Kai ni tomando esteroides.

SAYA
Puse los ojos en blanco y solté una risotada.
-Uff, no me digas eso que me pierdo.- Me reí sentándome y cruzándome de piernas mientras se marchaba. Sonreí y apoyé el codo en la mesa y mi sien en la mano mirando el panorama. La verdad es que me lo había pasado bien… lo único que faltaba para que fuese perfecto era tener a Kai.

ÁNIMA
Me había enamorado del sombrero, así que me lo había puesto yo misma mientras esperaba a que Jimmy saliese con los demás chicos, vestidos sólo con un albornoz, menuda fiesta nos habían montado…
Me levanté jugueteando con la corbata entre las manos.

AXEL
Salí con los demás ya tapados con los albornoces.
-¡Ejeje!- Salí agarrando dos botellas frescas de champán para poder brindar. Saqué las copas y las repartí.
-Vamos a brindar.- Abrí la botella calentando el corcho que salió disparado hasta la otra punta de la sala. La espuma del champán me empapó la cara y el albornoz, pero no le di importancia, es más, así mojadito les gustaría aún más a las chicas.
Llené las copas y alcé la mía.
-Brindo por nosotros, que cada día estemos más buenos y hagamos que las bragas de nuestras señoras caigan por si solas.- Me reí y brindé.

EDWARD
Brindamos cuando Axel lo propuso.
-Eh, brindemos también por Saya, que mañana perderá su libertad otra vez, ohhhh… -me encogí de hombros.
-Salud, y larga, larga vida a la reina. –sonreí y la besé en la mejilla antes de beber de mi copa.

SAYA
Le di un leve golpe a Edward en el brazo con mi codo cuando dijo que perdería mi libertad.
-Pero bueno, ni que Kai fuese un ogro y me tuviese encadenada sin dejarme hacer lo que quiera…- Axel me miró como si fuese evidente.
-… eso, larga vida…- Bebí de mi copa.

EDWARD
Pasamos unos veinte minutos hablando y diciendo tonterías, bebiendo. Yo estaba con Saya, sentados en una silla, bueno, ella sobre una de mis piernas. Si me viese Xan… se sentaría en la otra piernaaaaaa, dios, mi nena, ¿por qué no había venido?
Estaba enganchado a Saya como una lapa.

SAYA
Edward se me había enganchado como un mono a una rama, no me molestaba, hacia tiempo que no le veía y le tenía bastante cariño.
Los demás seguían bebiendo o bailando o haciendo mil tonterías con Axel… este hombre nunca cambiaría.
Miré a Edward y apoyé la frente en su hombro sonriendo.
-Gatito.

EDWARD
-Iiiiiii. –la abracé con fuerza restregando mi cabeza en su pecho.
La miré.
-Ahhh, tengo aquí tu regalo de bodas, lo tengo aquí, quiero dártelo, ¿me dejas? Síii, seguro que me dejas. Muahahaha. –la cogí en brazos.
-Mi regalo no es material, muñeca. –dije con voz seductora mientras la llevaba hacia uno de los sillones reservados a un lado, la senté allí.
-Ya verás qué regalitoooo. –la cogí de la cara y la di un beso, un buen beso, no esos piquitos que siempre nos dábamos.

SAYA
Abrí los ojos ampliamente cuando me besó. No era un beso como los que siempre nos dábamos que tan solo era un roce, no… me estaba besando de verdad.
Sentí que mis mejillas se ponían rojas, Edward era con el segundo hombre con el que me besaba sin yo resistirme…
La verdad es que no me desagradaba para nada.

KAI
Al final decidí acercarme un rato a la fiesta, supuse que el Streep Tease ya estaría acabado, pero me pasaría a ver qué tal iba la cosa, y le dije a Axel que me pasaría más tarde.
Entré en el local, había música y todos estaban bebiendo, cómo no, como adolescentes…
Me acerqué buscando a Saya que la encontré… debajo de Edward…
Puse los ojos en blanco, la dejaba total libertad sin poner pegas y me lo pagaba así… Me rasqué la frente, si es que… ellos se lo pasaban bomba solitos…

SAYA
Me tapé la boca con una mano cuando Edward se separó de mí después de besarme.
-…- Giré la cabeza cuando sentí la presencia de Kai, y en efecto, estaba allí mirando en nuestra dirección.
Miré a Edward y le empujé con suavidad.
-Perdóname un segundo Eddie…- Me levanté como pude del sillón y me acerqué a Kai a paso ligero antes de que se fuese.
-Kai…- Posé mi mano en su brazo y le miré.
-…vaya… yo… ¿qué… qué haces aquí?

KAI
Alcé las cejas y miré a los lados.
-Ehm… pensaba que esto era una fiesta… Tu fiesta, claro, si no estoy invitado me marcho, no hay problema. –me encogí de hombros y miré a Edward que se acercó a nosotros solo con un albornoz.

EDWARD
Me acerqué a Kai cuando llegó, seguro que ya se la estaba montando a Saya, como siempre.
-¿Qué, pasa, Kai? –posé mi mano con fuerza sobre su espalda, haciendo que torciese su espalda.
-Vaya, qué blandurrio estás, eso es que ya no haces ejercicio, tontorrón. –le cogí del moflete.
-Ay, qué guapo estás, madre… -le di una colleja.
-Ala, yo me voy, te dejo con tu señora… -me marché, lo mejor era dejarle tranquilo después de la paliza…

SAYA
Me mordí el labio inferior cuando Edward empezó a darle a Kai esa “paliza” involuntaria…
Suspiré y la miré mientras se iba negando con la cabeza. Miré a Kai y me rasqué la nuca… sabía que estaba cabreado por haber besado a Edward…
-… ya… ya sabes como es Edward… no se la tomes en cuenta…- Sonreí levemente.
-Y… lo que has visto hace un momento… verás… él solo me… me estaba dando un regalo… tampoco lo tomes en cuenta…

KAI
Negué con la cabeza.
-No, si yo… No… No sabía qué decir, pensaba que ya os estabais divirtiendo vosotros solos, pensaba marcharme, sabes que soy un muermo, sólo pasaba a ver qué tal la fiesta y todo eso, y… por lo visto… veo que bien… -dije mirando a Axel, al cual le pude ver el pinganillo colgando porque llevaba mal atado el albornoz.

SAYA
Miré a Axel y solté una leve risotada.
-La verdad es que Axel hace que todo sea más divertido… pero…- Negué con la cabeza y le miré agarrando una de sus manos.
-Me alegra que hayas venido… no sería lo mismo sin ti, al menos para mí.- Sonreí de manera dulce mirándole a los ojos.

KAI
Alcé las cejas.
-¿Con lo extremadamente aburrida que puedo llegar a convertir una fiesta con mi mera presencia? Uh, estás mal de la chaveta, ¿cuántas copas llevas ya, borrachina? –negué con la cabeza sonriendo.
-Gracias, aunque… sigo opinando que te vas a aburrir aquí conmigo, vete con Edward o con Axel que parece que aún tiene un hueco libre…

SAYA
Miré a Kai y alcé las cejas.
-¿Qué? ¿Edward, Axel? Creo que ya he tenido suficiente ración de Piro y Electro por hoy. A mi lo que me apetece es mi ración diaria de mi hombre de Hielo, creo que me toca.- Sonreí y tiré de él agarrándole de la mano.
-Vamos, tontorrón.

KAI
-Ay, vamos, tontorrón… -la di un pico, pero sabía aún el beso de Edward en sus labios…
-Mmm… qué asquito, es como besar a Edward… -puse morritos.
-Vas a tener que arreglar eso, no me gusta… -me señalé los labios.

SAYA
Agarré sus manos e hice que rodease mi cintura con sus brazos fríos. Sonreí y posé mis manos en su nuca mirándole cuando puso morritos.
-Pero ¿para que quieres que te bese si mis labios van ha seguir sabiendo a Edward?- Sonreí de nuevo y acerqué mi rostro al de Kai para besarle.
-Está bien, ya lo arreglo.- Dije con mis labios prácticamente pegados a los de Kai, pero en esos momentos llegó Axel y abrazó a Kai interponiéndose entre él y yo.

AXEL
Vi a Kai pasar por nuestro lado junto con Saya. Al final había venido.
Sonreí y me acerqué hasta él para poder espachurrarle un poco.
-¡¡Kai!!- Le rodeé con mis brazacos y le estrujé contra mi pecho frotándole la cabeza.
-¡Ayyy! Cabecita loca.- Le besé en la cabeza.
-¡Has venido, que guay!

KAI
Intenté librarme de los brazos de Axel, que me estaban asfixiando.
-Axel, aparta tus manazas de encima de mí si no quieres morir. –le aparté cogiendo aire.
-Por Dios… -me coloqué la chaqueta.
-Sabes que no me gusta el contacto físico, vuelve a poner tus garras encima de mí y me las como. –le bufé.

AXEL
Miré a Kai cuando me apartó con ese “cariño” y encima para colmo me bufó.
-Pero mira que eres cruel… y encima me bufas, gato malo.- Le di un toqué en la nariz con mi dedo.
-Como sigas así de malo no te daré tu platito de leche, ¿eh?- Asentí y me crucé de brazos.

KAI
Puse los ojos en blanco y le di con la mano abierta en la frente.
-Cálmate, anda, y sigue con tus chicas, que las tienes abandonadas. A mí déjame tranquilo con mi mujer, ¿vale? –le froté el pelo y tiré de Saya para alejarnos de allí, ya me había achuchado para el resto de su vida.

AXEL
Entrecerré los ojos y le miré cuando se alejó con su Saya.
-Pues nada, vete con tu mujercita, pero deberías echarle un vistazo bajo el vestido, tal vez eches de menos algo.- Solté una risotada cuando vi que Saya se tapaba la entrepierna con sus manos.
Me giré y volví con mis chicas, lo principal era que se divirtiesen.

ERI
Negué con la cabeza agarrando a Axel del albornoz a la altura del pecho, como si fuese la corbata.
-Déjales tranquilos, hombre, y vuelve con tu mujer… -le besé.
-Que no sé por qué se empeñan en decir chicas si soy yo sola… -les miré entrecerrando los ojos.

AXEL
Sonreí y miré a los demás.
-Pero bueno ¿esto que es? Se supone que es una fiesta ¿no?- Me separé de Eri.
-Espérame un segundín, muñequita, ahora vengo.- La di un suave toqué en la nariz con mi dedo y me acerqué al reproductor de música.
Le di caña cuando sonó la música y me giré para volver con Eri.
-¡¡Wooo!! Esto si que mola.- Agarré a Eri de la cintura levantándola levemente y bailar con ella.
-Venga, nena, demuéstrame lo que sabes hacer.

KAI
Axel le dio caña a la música, temía que Saya me pidiese bailar, yo de eso no tenía ni idea…
Carraspeé mirándola una vez estuvimos un poco alejados.
-¿Tú… tú sabes… -carraspeé de nuevo- …bailar esto? Porque yo poco, lo que veo en la tele. –imité a los adolescentes de las películas que no sabían moverse.

SAYA
Miré a Kai y solté una risotada.
-Tranquilo, pies ligeros, no tienes porque obsesionarte, no iba a pedirte bailar. Sé que no te gusta.- Me encogí de hombros y le miré sonriendo.
-Nos lo podemos pasar bien sin tener que bailar.

KAI
Me encogí de hombros.
-Es que como te lo estabas pasando bien no quería estropear tu despedida de soltera entre que no sé bailar, no me gusta hacer nada fiestero ni nada de eso, por eso si te apetece hacer algo lo podemos hacer, por mí no hay problema.

SAYA
Le miré y sonreí.
-No te preocupes, Kai. Sé que no te llevas muy bien con las fiestas, así que, no tienes que hacer algo si tú no quieres.- Negué con la cabeza y miré a Axel mientras enseñaba a Eri a bailotear con él.
Miré a Kai de nuevo e hice que se sentase en una silla. Me senté encima de sus piernas y rodeé su cuello con mis brazos acariciándole la barbilla, el cuello y los labios con una de mis manos.
-No sabes lo bien que estoy ahora que has venido.

KAI
Sonreí mirándola.
-Vaya, me alegra mucho saberlo. –la besé en los labios con suavidad.
-La verdad es que me parecía aburrido quedarme allí mientras tú estabas de fiesta, aunque estén todos ellos por ahí me alegro de haber venido contigo… Exceptuando el pequeño incidente con Edward. –sonreí.

SAYA
Bajé la mirada y asentí.
-Ya… lo siento… me pilló de sorpresa y…- Me encogí de hombros.
-Perdona… puedes matarme si quieres.- Le miré y solté una risotada.
Sabía que no había hecho nada malo, pero si que no me parecía nada correcto el dejarme besar por un hombre que no fuese Kai y más el día antes de la boda…

KAI
Me encogí de hombros.
-La próxima vez le partiré el morro y asunto arreglado. –sonreí.
-Edward aprovecha que yo no estoy para hacerte de todo… -fruncí el ceño notando que debajo del vestido no llevaba… nada…
-Saya, ¿y tus bragas?

SAYA
Me di un golpe en la frente con la palma de mi mano cuando Kai preguntó por mi ropa interior.
-Si… verás… buena pregunta…- Me mordí el labio inferior algo nerviosa, conociéndole, eso si que le cabrearía.
-Axel me hizo subir al escenario cuando se estaban desnudado y, Edward vino y, bueno, entre una cosa y otra… acabó quitándome el tanga… y no me lo quiere devolver…- Miré a Kai de reojo esperando lo peor…

KAI
Me mordí la lengua para no decir nada de lo que tenía en mente sobre Edward en esos momentos. ¿Qué la había quitado el tanga? Era lo que me faltaba por oír.
-Ya… ¿cómo quieres que lo mate? ¿A sangre fría y que sufra? Esos tanguitas son tuyos y para mi disfrute, te lo tiene que devolver, pché.

SAYA
Le miré y negué.
-No, creo que no hace falta que le mates, con que le convenzas y me lo devuelva estoy más que tranquila…- Asentí.
-Ya se lo he pedido yo pero dice que si yo no le devuelvo su cinturón, él no me da el tanga…- Me encogí de hombros y le miré con cara infantil.
-Papi… dile que me lo de…

KAI
Entrecerré los ojos mirándola.
-¿Quééeee? ¿Después de haberle quitado a él el cinturón? –negué con el dedo.
-De ahí sales tú solita, mona. –me encogí de hombros.
-Has intentado desnudarle, yo habría hecho lo mismo.

SAYA
Puse morritos cuando se negó.
-Jo… él no va ha querer dármelo y si no me lo da cogeré frío y podré resfriarme.- Miré a Kai y agarré su mano.
-Pues si no me vas a ayudar a recuperarlo al menos me ayudarás a no caer enferma.- Sonreí mordiéndome el labio inferior e hice que metiese su mano bajo mi falda.
-¿Te gusta más así o piensas replantearte la idea de pedirle mi tanga?- Alcé una ceja.

KAI
Sonreí y la miré alzando una ceja.
-¿Sabes? Creo que voy a regalarle tu tanga a Edward, este método es mucho más efectivo para que no cojas frío. –metí la mano más profundamente, para picarla.
-¿No te gusta más a ti? –la besé en los labios.

SAYA
Sonreí mordiéndome el labio y asentí.
-Pues claro que me gusta, acabo de entrar en calor de golpe…-Solté una risotada posando una mano en su pecho mientras que con la otra sujetaba la mano que tenía bajo mi vestido.
Le mordí el labio inferior y sonreí después.

KAI
La besé de nuevo, con sensualidad, recorriendo su muslo. Bajé mis labios a su cuello cuando vi que tenía una pequeña marca de dientes. Fruncí el ceño.
Puse los ojos en blanco y miré a Edward.
-¡Edward! Pase que te haya pillado morreándote con mi mujer el día antes de mi boda, que ya es bastante, ¡pero no profanes mi sitio! ¡El cuello de Saya es sagrado! –la agarré contra mí.
-Ya verás qué paliza le meto al salir de aquí. –la besé de nuevo.

SAYA
Me tapé el cuello con las manos cuando Kai se puso así. Le miré y me encogí de hombros.
-No saques las…- No me dejó responder ya que me besó de nuevo.
Posé mis manos en su pecho y le aparté levemente para mirarle.
-Pero bueno ¿qué te piensas que soy? ¿Cómo que profanar tu sitio? Que te quede claro, guapito de cara, es mi cuello y dejo que me lo muerda quién quiera.- Alcé las cejas.

KAI
Alcé las cejas yo también.
-Eh… -carraspeé.
-Es tu cuello, pero… No sé, pensaba que el único que podía besarlo era yo… -pasé mis dedos por su garganta.
-Ya que es tu punto más erótico pensé que no dejarías a nadie más… -me encogí de hombros.

SAYA
Solté una risotada mirándole.
-Y no dejo que nadie más lo toque, lo que pasa es que no me doy cuenta y ya te he dicho antes que Edward me pilló por sorpresa.- Me crucé de brazos y suspiré mirando a los demás como bailaban y hacían tonterías, sobre todo Axel, que no paraba de beber champán.

ÁNIMA
Estaba sentada sobre las piernas de Jimmy, mirándole, estábamos tomando un par de copas, aunque no era yo la que más me estaba pasando… Natty ya estaba empezando a cantar…
Me reí mirando a Jimmy con la copa entre las manos.
-Me ha gustado mucho el baile, no pensé que tú harías algo de esto… -sonreí.

AXEL
Yo seguía bailoteando y bebiendo, pasándomelo bien en general. Kai y Saya estaban retirado a un lado… vaya sosaínas…
Miré a James y su novia también sentados a un lado. Negué con la cabeza y suspiré.
-Pero bueno, mira que sois sosetes, unos allí sentados, otros en otro lado. Si lo llego a saber no monto ninguna fiesta…- Me llevé a la boca la botella de champán bebiendo directamente.
-Pues nada, yo sigo con lo mío.- Agarré a Eri con un brazo y con el otro a Edward, que eran los únicos que estaban más animados.

EDWARD
Solté una risotada cuando Axel me cogió con el brazo.
-Ois, pillín, ya me quieres hacer guarradas… -me agarré a su brazo como una fan.
-Ay, Axel, tus ojos brillan desde aquí, me tienes enamorado… -me reí y bebí de mi copa, ya que Axel tenía la botella para él solo.

AXEL
Miré a Edward de soslayo y bebí de la botella de nuevo.
-Mentiroso, he visto muy bien como te morreabas con Saya, ahora no me tengas de segundo plato, mamón.- Volví la mirada indignado y agarré a Eri de la cintura apartándome de Edward.
-Ahora por listo me voy a bailar con esta pedazo de rubia.- Le saqué la lengua y me alejé junto con Eri.

EDWARD
-¡¡Ah!! –me agarré a su pierna como a veces hacía Eddie conmigo cuando me tenía que ir a trabajar.
-Axel, sabes que yo te quiero a ti, no me hagas estoooo… -restregué mi cara contra su rodilla.
-No me dejes solito, yo también quiero bailar contigo…

ERI
Axel era el que me llevaba de un lado para otro, yo dejaba que me llevase a donde quisiese, bailando, bebiendo… Lo normal en una fiesta. Edward se enganchó a su pierna haciéndole parar en seco, al igual que a mí.
-Oh… pobrecito, parece triste… -con mi pie le di pequeños empujones en el hombro a Edward.
-No te quiere, Eddie. –me reí.

EDWARD
Fruncí el ceño mirando a Eri cuando me echaba.
-Déjame, rubia de bote, estoy intentado recuperar el corazón de mi amado, si me disculpas… -le hice señas de que se alejase.
-Shu, shu… -me reí y me levanté.

AXEL
Miré a Edward cuando se agarró a mi pierna… lo que me faltaba…
Puse los ojos en blanco y miré mi botella de champán, esbocé media sonrisa y la volqué haciendo que el contenido empapase a Edward.
Me reí y le miré.
-Uuuh, ahora estás más sexy, nene.- Me reí de nuevo y le señalé.

EDWARD
Puse morritos y escurrí el albornoz empapado de champán.
-Vale, ya me voy… Vete con tu rubia de bote. –le saqué la lengua y me giré alzando la cabeza, indignado y mojándole a él con las gotas de champán que tenía en el pelo.
Me fui hacia el escenario, donde me senté con otra copa de champán que teníamos detrás de las cortinas.

SAYA
La fiesta duró lo suyo. Axel se emborrachó por completo al igual que Natty y alguno más.
Yo también me pasé algo con el champán pero no tanto como los demás que se subían a bailar encima de las mesas y mil locuras más.
Se notaba que Kai no se estaba divirtiendo mucho y ya había aguantado bastante por mí. Me levanté de sus piernas y me coloqué el vestido.
Le agarré de la mano y le miré sonriendo.
-¿Nos vamos ya a casa?- Sonreí.

KAI
Miré a Saya, parecía que se quería marchar ya, como pensé, no se lo había pasado muy bien cuando llegué, pero bueno…
Asentí.
-Claro, además tengo una sorpresita para ti. –me levanté agarrado bien su mano con la mía.

SAYA
Le miré y alcé las cejas sonriendo.
-Uuh, una sorpresa, ¿eh? Vaya, eso si que no me lo esperaba.- Me reí y me acerqué a Axel para despedirme de él y darle las gracias por la despedida de soltera.
Le di un toque en el hombro para que me mirase, ya que estaba de espaldas a mí
-Axel, nos vamos ya.

AXEL
Me giré y miré a Saya cuando dijo que me marchaban ya.
-¿¿Qué?? ¿Ya? No, no, no, jo, vega, no te vayas ¿por qué os vais?- Puse morritos y les miré.
-Hay más champán, puedo sacar más botellas.- Asentí.
-Venga, anda…- Rogué para que se quedasen, al menos un rato más.

SAYA
Miré a Axel y sonreí cuando empezó a rogar para que me quedase.
-Lo siento, Axel, estoy algo cansada y ya ha sido bastante tortura para Kai, así que, mejor nos vamos. Muchas gracias por la sorpresa, me ha gustado mucho, de veras. Te lo agradezco mucho.- Asentí.
-Lo siento, nos vamos, disfrutad de la fiesta por los dos.

AXEL
Suspiré bajando la cabeza.
-Vaaaaale, pues nada. Vosotros os lo perdéis.- Les saqué la lengua y sonreí.
-Anda, ven a mis brazos.- Abracé a Saya con fuerza.
-Ha sido un placer desnudarme para ti.- Solté una risotada dejando que se fuese.
-Espero que nos veamos pronto.- Miré a Kai y le lancé un beso.
-Ya nos veremos, preciosidad.

KAI
Negué con la cabeza.
-Axel, no tienes remedio… -le revolví el pelo, despeinándole.
-Ya nos veremos, disfrutad del resto de la fiesta, que no os pase nada por pasaros, eh… Y si bebéis no conduzcáis… -esbocé media sonrisa.
-Parezco un anuncio, coño. –le di una colleja suave.
-Nos vamos, hasta otra.

AXEL
Sonreí y me froté la nuca cuando me dio la colleja.
Solté una risotada y le miré mientras se iba junto con Saya.
Negué con la cabeza y me giré para volver con la fiesta.
-Si, hasta otra.- Suspiré y miré a los demás que seguían de fiesta. Sonreí y me uní al grupo, la fiesta continuaba y no pensaba parar hasta que me sangrasen los pies.