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jueves, 4 de febrero de 2010

Capitulo- LXXXII- UNA BATALLA SIN RESOLVER

ÁNIMA
Nos despertamos cuando el sol ya había salido, era hora de continuar. Desperté al resto y nos pusimos en marcha, ya estábamos cerca y era fundamental que nos concentrásemos en llegar y encontrar la forma de acabar con Draco, si ellos morían sin acabar con Draco, el mundo estaba condenado a la muerte o a la esclavitud, que no sabía qué podía ser peor tratándose de Draco.



AXEL
Nos despertamos y continuamos el camino, era hora de enfrentarnos a Draco y matarle de una vez por todas.
Estuve toda la noche en vela, ya que había tenido un “pequeño” accidente con las bayas…
La verdad es que eran milagrosas, por que no me encontraba nada cansado.
El camino que nos esperaba era difícil, entre el calor, claramente a mí no me afectaba, pero a los demás les costaba lo suyo… a parte del miedo que sentíamos todos, aun que no lo demostrásemos…



KAI
Retomamos la marcha, después de desahogarse, Saya parecía estar mejor, pero no la soltaba la mano y la miraba de vez en cuando, mi prioridad en esos momentos era que ella estuviese bien. Íbamos muy callados, todos sabíamos lo que iba a suceder y teníamos ese “miedo” interior, aunque Edward se encargaba de contagiarnos su sonrisa permanente, y se pasaba el día contándole chistes malísimos a Ánima, que se los reía todos, como si fuese un día más, daba gusto.


JIMMY
Iba el primero, aún faltaba un poco para llegar, pero en seguida estaríamos allí si no teníamos ninguna interrupción.
De vez en cuando miraba hacia atrás para ver como iban los demás.
Algunos, como Saya, no tenían muy buena cara y no apartaba la mirada del suelo, Edward no dejaba de formular chistes malos, pero aún así, intentaba animar al grupo…
-Vamos, animaos un poco, pronto mandaremos a Draco al otro mundo y podréis volver a vuestra vida normal, sin más amenazas ni temores…- Sonreí y volví la mirada al frente.



EDWARD
-¡Claro que sí! Es que no sé a qué vienen esas caras, que es llegar, pim, pam, pum, coger y volver a casa a echar polvos como descosidos, al menos yo, que mi mujer debe estar esperándome en casa con el ansia viva… Ay, si es que cuando me acuerdo… -negué con la cabeza.
-Estáis muy preocupados y no nos va a pasar nada.


AXEL
Miré a Edward y me reí.
-Es que si, llevas en abstinencia un huevo de tiempo, macho, yo no sé como puedes aguantar…-Miré a Eri.
-En cuanto llegue a casa, lo primero que haré es coger a mi mujer y hacerle el amor, en nuestra cama, a gustitos, en el colchón blandito, en casita…- Sonreí.
-Y lo que haré después será… jugar con los gemelos al béisbol en el jardín…- Sonreí de nuevo al acordarme de los niños… esos gamberros pelirrojos…



ERI
Suspiré.
-Los niños deben estar haciendo las mayores trastadas de su vida aprovechando que no estoy para regañarles y ni siquiera se acordarán de nosotros… -rodeé la cintura de Axel con mis brazos.
-Los echo de menos… hace siglos que no les grito que se vayan a su cuarto ni que suelten eso…


AXEL
Miré a Eri y me reí.
-Bueno, tú tranquila, ya tendrás oportunidad de hacerlo, en cuanto volvamos a casa podrás gritarles todo lo que quieras y yo correr detrás de ellos por que me han robado los calzoncillos hasta que me queda sin aliento.- Me reí de nuevo y la besé en la cabeza.



KAI
Miré a Axel con el ceño fruncido.
-¿En serio tus hijos hacen eso de verdad? –puse los ojos en blanco y seguí caminando de la mano de Saya.
-Vuestra vida si que tiene que ser… divertida, con unos hijos tan animados…



AXEL
Miré a Kai de reojo y sonreí.
-Oh, si, la verdad es que me lo paso muy bien con ellos, haciendo trastadas y jugando juntos…- Sonreí de nuevo…
-Jo… como los echo de menos…- Suspiré y seguí caminando achuchando a Eri contra mi costado.



ERI
Me abracé fuerte a Axel, echaba mucho de menos a los niños, aunque ellos ni se acordasen de mí, ¿de verdad volveríamos a verlos o moriríamos antes de poder volver a casa? Suspiré y me agarré a su camiseta apoyando la frente en su pecho.



AXEL
Miré a Eri y la besé en la frente.
-No te preocupes, pequeñas, volveremos a casa prontito, te lo prometo.- La besé de nuevo en la frente con ternura.
-Hace calor, ¿no tienes calor así tan achuchada a mí?- Sonreí echándola el flequillo a un lado.



ERI
Negué con la cabeza y me quedé a su lado sin separarme un ápice.
-Prefiero tener tu calor bien pegado a mí… -le besé en la mejilla y apoyé mi cabeza en su hombro. No quería estar preocupada, sólo complicaría las cosas para poder enfrentarnos a Draco a poder ser ese mismo día, pero… no podía dejar de pensar en que corríamos peligro de morir a manos de Draco.


AXEL
Sonreí y dejé que se agarrase a mí todo lo que quisiese, en esos momentos no quería otra cosa que estar junto a ella… si estábamos a punto de morir, ¿por qué no podía pasar las últimas horas con ella?
Seguí caminando con ella abrazada a mí. De vez en cuando la besaba en la frente o en la cabeza, haría lo que fuese con tal de animarla y que no sintiese miedo.



EDWARD
Llevábamos varias horas caminando, y al llevar tantos días así, uno se cansaba antes en el día, y me dolían las piernas, pero no podía mostrar que estaba agotado, eso solo desanimaría más al resto, y yo era el bufón del grupo, no podían verme serio.
-Bueeeeeno, ¿a quién le apetece comer? Tengo el estómago que me canta el Ave María.


JIMMY
Miré a los demás y asentí.
-Está bien, pararemos para comer.- Me senté en el suelo sobre el césped y saqué de mi mochila la cantimplora con el agua. Le di un buen trago y después me eché tras la nuca… como apretaba el sol, joder…



ÁNIMA
Me senté cuando todos lo hicieron para parar a comer, me abaniqué con la mano, hacía mucho calor, cogí mi cantimplora y me eché algo por el cuello y el pelo.
-Malditos volcanes activos, ¿cómo puede vivir ahí? ¿No se muere de calor? –me quité la camiseta, quedándome sólo con los tirantes que tenía debajo.


JIMMY
Miré a Ánima esbozando media sonrisa cuando se quitó la camiseta…
Volví la mirada a mi cantimplora… no era de buena educación mirar a una mujer se esa manera… -A Draco le gusta mucho el poder… un volcán es uno de los fenómenos naturales más poderosos de la tierra…- Saqué de la mochila la comida de Ánima y se la entregué.



ÁNIMA
Sonreí y cogí la comida que Jimmy me ofreció. Cogí un trozo de mi bocadillo y le ofrecí sentándome entre sus piernas, apoyé la espalda en su pecho y comí, nos faltaba poco para llegar y estaba algo nerviosa, Draco me conocía y lo más seguro es que intentaría matarme también.
Miré a Jimmy y sonreí, le besé en la mejilla.



JIMMY
Rodeé su cintura con mis brazos besándola en la cabeza.
Sonreí juntándola a mí.
-No tengas miedo, cervatilla, yo te protegeré, es lo que te prometí cuando nos conocimos, ¿no?- La miré y deposité un suave beso en su hombro.
-Te protegeré con mi vida…


ÁNIMA
Sonreí agarrando su mano y apoyé la cabeza en su hombro.
-Sabes que ese trato ya no es válido, así que, la que te protegerá a ti de Draco seré yo, con uñas y dientes, por defender lo que es mío. –posé mi mano en su mejilla y le besé pasando un poco del bocadillo, prefería sus labios aunque no me llenasen.



JIMMY
Sonreí y correspondí a su beso agarrándola de la barbilla.
-¿Tú me protegerás a mí? Vaya, me siento muy alagado.- Me reí levemente y volví a besarla con suavidad y ternura.
-Déjame lo de la protección a mí, ¿vale?- Sonreí y la di un besó más corto que los anteriores.
-Venga, come algo, nos queda camino que recorrer.


ÁNIMA
Seguí comiendo sin apartarme de él, en cuanto entrásemos ahí dentro no era seguro que estuviese con él, no conocía del todo su plan, pero lo que sabía de él era bastante bueno, y hasta ahora había funcionado a la perfección. Miré al resto, excepto Edward, que llevaba contándome chistes toda la mañana, los demás tenían mala cara.
-Eh, chicos, todo saldrá bien, Jimmy tiene un buen plan.



AXEL
Miré a Ánima y asentí.
-Lo sabemos, hasta ahora no nos ha dado motivos para desconfiar de él.- James me miró y yo le correspondí con una sonrisa.
-Tranquilo, si Kai y Saya confían en ti, yo también.- Asentí de nuevo llevándome a la boca un trozo de mi bocadillo.
Miré el volcán, ya no nos faltaba nada. Llegaríamos a tiempo de evitar que Draco abriese las puertas del infierno.



KAI
Miré a Saya y la acaricié la cara recogiendo su pelo detrás de la oreja, la besé en la mejilla.
-En cuanto termine todo vamos a volver, y antes de reconstruirlo, voy a casarme contigo, y por fin, oficialmente, seremos marido y mujer… otra vez. –sonreí y la besé.


SAYA
Miré a Kai y alcé las cejas.
-¿Piensas casarte conmigo sin reconstruir el pueblo si quiera?- Suspiré mirando al suelo.
-Deberías reconstruirlo primero y después ya hacer lo que tienes pensado… es mi opinión…- Le miré de nuevo.
-Creo que primero sería correcto ayudar a tu pueblo, no podrán vivir en el Reino del Viento eternamente…- Bebí un poco de agua de mi cantimplora.


KAI
Bajé la mirada.
-Sólo pretendía ser romántico, sabes que eres mi prioridad, y que reconstruir todo el país nos va a llevar mucho tiempo… Pero supongo que tienes razón… -seguí comiendo. Por suerte, la baya evitó que me pusiese peor.



SAYA
Le miré suspirando.
-Pensaba que, bueno, ya que eres un Rey, lo principal para ti era llegar y reconstruir las casas, el castillo… ya sabes, hacer lo que hace un Rey… lo mejor para tu pueblo…- Me encogí de hombros y volví la mirada a mi bocadillo.



KAI
Fruncí el ceño mirando la comida, Saya normalmente no habría respondido así, pero no estaba de humor, y en el fondo tenía razón, debía ocuparme de mi reino antes que de mis asuntos personales, era demasiado egoísta.
-Tienes razón, lo siento…


SAYA
Le miré cuando se disculpó.
-¿Y ahora por qué te disculpas? No has dicho nada malo, Kai…- Suspiré y negué.
-Olvídalo…- No estaba muy animada, cada vez que nos acercábamos a ese volcán más nerviosa me ponía… no tenía ni idea de cómo iba a acabar esto, por eso tenía tanto miedo…



KAI
Suspiré y rodeé sus hombros con mi brazo, la acerqué y la besé en la sien. La mantuve a mi lado, sabía que tenía miedo de lo que pudiese pasar y además estaba lo que pasó la noche anterior…
No dije nada más, no era necesario.


SAYA
Encogí las piernas contra mi pecho dejando el bocadillo a un lado. No tenía ni hambre por culpa de los putos nervios.
Me levanté cogiendo la cantimplora.
-Voy a dar una vuelta mientras termináis de comer…- Dicho esto, me alejé del campamento introduciéndome en el bosque.
Necesitaba tranquilizarme como fuese… y al parecer, caminar y pensar era la única manera, o eso me parecía a mí…



EDWARD
Miré a Saya cuando se alejó, parecía muy nerviosa, por desgracia, no había podido alegrarla a ella…
Suspiré y seguí comiendo.
-Cuando esté en casa me voy a comer un pedazo de plato de macarrones con tomate… -miré el bocata.
-Aunque esto no está mal, pero hecho de menos mi cocina… -seguí comiendo y me tumbé sobre la hierba, todos tenían a su tortolito y yo seguía solito…



JIMMY
Miré a Saya cuando se levantó y se fue… todos estaban nerviosos pero hacían lo posible por aparentar o intentar animarse un poco, pero ella…
Suspiré y volví la mirada a Ánima, que seguía comiendo su bocadillo…
Yo también temía por la vida de ella, si yo perecía en la lucha, no importaba, ese era mi destino, pero no quería que a ella le pasase nada, es más… odiaba que estuviese aquí pudiendo estar en otro sitio y a salvo…



ÁNIMA
Cuando terminamos de comer recogimos todo y oí un ruido, me levanté.
-¿Lo habéis oído? –negaron con la cabeza, me había parecido oír una especie de temblor, pero no se volvió a repetir.
Miré a Jimmy.
-El volcán no está activo, ¿no? He oído un leve temblor.



JIMMY
Levanté la mirada hacia el volcán.
-… no lo sé, pero no creo que ese volcán no esté activo, es el único en todo el planeta…- Sentimos otro temblor, esta vez más fuerte.
Volví la mirada al volcán. De la chimenea salía humo y pequeñas rocas disparadas hacia todos lados.
-No me jodas…- Recogí las cosas a toda prisa.
-Será mejor que nos larguemos de aquí…- Miré de nuevo al volcán que no paraba de echar humo… no jodas que se pondría en erupción ahora mismo.



ÁNIMA
Vi cómo salía el humo de la chimenea del volcán.
-¿Qué? –estaba entrando en erupción, estábamos en mitad del bosque… ¿iba a acabar totalmente arrasado?
-Espera… No, no puede entrar en erupción… -miré de nuevo, noté un nuevo temblor que me hizo caer al suelo.
Me levanté y recogí las cosas.



JIMMY
Miré al resto que estaba tan confundido como yo.
-Vámonos, iremos a un lugar más alto… intentaremos evitar la lav…- Un temblor violento me tambaleó. Entonces fue cuando el volcán explotó dejando que un río de lava escurriese por la ladera.
-¡Joder! ¡Vámonos de una puta vez!


KAI
El volcán entró en erupción, explotó y empezó a salir lava por la boca del volcán.
-Joder… ¡Saya! –corrí hacia la dirección donde se había ido, debíamos salir de allí cagando leches o moriríamos bajo la lava, el único que podría mantenerse vivo sería Axel.
-¡Saya!



AXEL
Vi como el volcán expulsaba la lava, debía hacer algo si no quería que les pasase nada.
Miré a Eri y después a Edward.
-Edward, encárgate de Eri, por favor… tengo una idea…- Me puse en marcha.
-¡Situaros en un lugar alto!- Dije mientras corría en dirección a la lava.


ERI
Abrí los ojos ampliamente cuando Axel salió corriendo en dirección hacia la lava.
-Axel… ¡¡Axel!! –corrí hacia él, Edward me agarró.
-¡¡A dónde vas!! –sabía que la lava a él no podía hacerle nada, pero, ¿qué pretendía hacer?
-Edward, suéltame… -negó y me cogió.
-Joder, Edward. –miré a Axel mientras se alejaba, madre mía, ¿qué quería hacer?



AXEL
Corrí a toda velocidad salteando las rocas que expulsaba la lava.
Frené cuando estuve a bastante distancia de la lava. Vi como se acercaba lentamente hacia mí. Cerré los puños y me concentré en el fuego… sentía como la lava se acercaba.
Mi cuerpo se elevó a una temperatura demasiado elevada, a tal temperatura que empecé a echar humo.
Abrí las manos de par en par cuando la lava me alcanzó, me concentré y empecé a absorberla consiguiendo una temperatura muy elevada. Mi ropa empezó a carbonizarse al contacto con la lava y conmigo.




ERI
Empezamos a correr en dirección contraria hacia donde venía la lava, estábamos yendo hacia atrás, pero si no lo hacíamos, moríamos carbonizados. Eri no paraba de llamar a Axel y pedir que volviese. Un Piro podía soportar todo aquello, pero aún así estaba preocupada por él, no sabía qué podía estar haciendo, supuse que absorber la lava, pero era imposible que pudiese con toda, por lo que era mejor correr.



AXEL
Seguí absorbiendo la lava que se acercaba evitando que quemase el bosque y se aproximase a los demás.
Podía escuchar la voz de Eri gritar mi nombre, estaba preocupada…
Había mucha lava, pero debía resistir por el bien de mis compañeros, aun que lo que seguro que no resistía sería mi ropa…
Poco a poco, la lava fue cediendo, daba lástima, pues los carboles de mi alrededor estaban totalmente carbonizados…


ÁNIMA
Eri no se calmaba, todos corríamos lo más deprisa que podíamos, pero Axel…
Al girar la cabeza para mirar atrás tropecé con una piedra y me di contra el suelo. No veía la lava llegar, pero no confiaba en que pudiésemos librarnos de ella. Me levanté y les seguí, sentía dolor en la rodilla, pero no podía pararme.



AXEL
Finalmente la lava fue absorbida por mí.
Sacudí las manos, las cuales expulsaban huma como todo el resto de mi cuerpo.
Mi camiseta y mis pantalones estaban achicharrados, no del todo, pero seguro que Eri me daba una buena bronca por cargarme la ropa…
Jadeé algo cansado, me había resultado difícil absorber toda esa lava y ahora mi cuerpo estaba demasiado caliente.
Me di la vuelta y caminé hacia donde estaban los demás- De repente algo cayó encima de mí… era Saya…
-¿Pero que coño haces tú aquí?- Me fije que desde donde había caído era de un árbol achicharrado que se había partido en dos.



SAYA
Me había refugiado en un árbol cuando el volcán erupcionó de aquella manera tan repentina.
Por desgracia, la lava alcanzó el tronco del árbol haciendo que se partiese. Caí, pero en blando…
-Uy… perdona, Axel…- Me aparté de él de un salto.
-¡Joder, como quemas!- Le miré, estaba que echaba humo… ¿qué coño había hecho?
Echó a correr hacia el bosque, le seguí, pero algo alejada, era demasiado el calor que desprendía…


KAI
Había alcanzado la lava sin encontrar a Saya, recé porque no le hubiese alcanzado. Fui en dirección paralela a la lava hasta que me choqué con Axel, me alejé a toda prisa, el muy cabrón estaba ardiendo.
-¡Joder! –me alejé varios metros de él, desprendía mucho calor.
-¿Qué has hecho? ¿Absorber toda la lava?


SAYA
Miré a Kai y alcé las cejas.
-¿No es evidente o qué?- Negué con la cabeza y seguí caminando.
-No os quejéis, encima que os he salvado el pellejo venís con quejas…- Puse los ojos en blanco y me froté la nuca.
No paraba de desprender calor y expulsar humo… ahora el volcán era yo… genial.
-Si buscas a Saya, viene detrás de mí…


KAI
-Si necesitas bajar tu temperatura métete en el río, o… ahora iré. –miré en la dirección desde dónde había llegado Axel, vi a Saya a lo lejos. Corrí hacia ella y la abracé.
-Saya, dime que estás bien… -me separé levemente mirando si tenía alguna herida.



SAYA
Vi a Kai correr hacia mí, seguro que estaba muy preocupado…
-…si, estoy bien, no te preocupes…- Le miré, parecía que él también había salido ileso.
-La lava no me ha alcanzado, tranquilo, me subía a un árbol antes de que me pillase…- Le miré de nuevo.
-¿Volvemos con los… demás?


KAI
Por suerte estaba bien…
Asentí y la cogí de la mano para volver, seguía preocupada y algo distante de mí… Tenía que pasar todo ya o acabaría por darle un ataque de nervios o algo… Seguimos a Axel.
-¿Quieres que te baje la temperatura?


AXEL
Miré a Kai de reojo.
-No toques, no toques, ya me enfriaré yo solo, gracias.- Sonreí negando con la cabeza.
Divisé a los demás frente a nosotros.
Levanté el brazo para que nos viesen.
-¡Eh! ¡Ya estamos aquí!


ERI
Por fin volvió Axel, y estaba bien…
-¡Eres un kamikaze! ¡Edward, suéltame de una vez! –pataleé en el aire, no quería soltarme por miedo a que asesinara a Axel, pero pude zafarme y le miré.
-La próxima vez te patearé… -corrí hacia Axel, irradiaba mucho calor, así que no pude acercarme.
-…Si te llega a pasar algo, dime qué hago yo…


AXEL
Puse los ojos en blanco cuando Eri empezó a echarme la bronca.
-No me podría haber pasado nada, eso era lava ¿y sabes qué? ¡Ahí va! Pero si soy un Piros…- Negué con la cabeza.
-Lo único que me ha pasado es que ahora estoy para que me frían un huevo en la cabeza, solo eso, no te pongas tan dramática, coño.- Me quité la camiseta, estaba echa jirones.



ERI
Desvié la mirada, maldito idiota, encima me decía que no me pusiese dramática, no podía ni preocuparme por él…
Busqué su mochila entre las cosas y se la lancé para que se cambiase, aunque tenía que bajarse la temperatura primero si no quería quemarla también…



AXEL
Agarré mi cantimplora con la yema de los dedos, ahora cualquier cosa que tocaba se carbonizaba en seguida.
La abrí y me eché el agua por encima de la cabeza de la cual salió vapor.
-Creo que esto no es suficiente…- Miré a Kai.
-Vale, puedes enfriarme, pero un poco, no te sobrepases o estiraré la pata… que te conozco muy bien…- Entrecerré los ojos, este era capaz de dejarme cubiertito de nieve y eso no sería bueno para mi salud…



KAI
Me acerqué con la mano en alto justo a la distancia a la que empezaba a irradiar calor y comencé a extender el frío de mi cuerpo hacia él hasta que alcanzó y comenzó a cubrirle, tardaría un par de minutos en alcanzar una temperatura lo suficientemente baja como para poder tocarle.



AXEL
Me entró un escalofrío al notar el paso del calor al frío…
-Guay… brrrrrr, que frío, coñete…- Sentí que la temperatura iba bajando, al menos ya dejé de echar humo.
Seguimos así un par de minutos más, hasta que más o menos tuve mi temperatura normal, unos cuarenta o cuarenta y cinco grados…


ÁNIMA
Miré a Axel y me acerqué una vez dejó de echar humo.
-¿Tú… has parado todo? ¿Has absorbido toda la lava para salvarnos? –sonreí y le di un pico en señal de agradecimiento.
-Eres un héroe, muchas gracias por salvarnos, a nosotros y al bosque…



AXEL
Abrí los ojos como platos cuando Ánima, novia de James, la cual me dio un pico… novia de James… que estaba delante…
Carraspeé y miré a Ánima.
-Esto… de nada, creo…- Miré a James que sonreía.
-Oye, James, tú chica es muy… ¿liberal?


JIMMY
Me reí y miré a Axel.
-Verás, es costumbre en su pueblo agradecer las cosas así, con un pico.- Sonreí y me rasqué la nuca.
-Cuando la salvé, ella también me lo agradeció a mí… es un “gracias” en otro “idioma”, por así decirlo.- Me reí de nuevo al ver la cara de primo que se le había quedado al pobre, si es que… esta Ánima dejaba a cualquier hombre de piedra con un simple piquito…



ÁNIMA
Me reí, había muchas cosas que la gente no sabía de mí, y me resultaba graciosa la forma en que reaccionaban.
-Si te molesta, la próxima vez sólo te daré las gracias, si no es así, seguiré con mis costumbres, ¿te parece? –sonreí e incliné la cabeza, además de ser un nuevo aliado, era un rey, merecía respeto.



AXEL
La miré y negué enérgicamente.
-No, no, por favor… son tus costumbre, no tienes por que cambiarlas en absoluto…- Sonreí y sacudí un poco la camiseta, se había quedado echa una mierda, con tanto agujero, aquello parecía un colador…



JIMMY
Sonreí de nuevo y dirigí mi mirada al cerco que había dejado la lava en su recorrido…
Sonreí y miré a los demás.
-Bueno, hay veces que las catástrofes traen algo bueno…- Señalé el cerco, más bien era un camino despejado hacia el volcán.
-Ya estamos muy cerca, seguiremos la senda que ha dejado la lava y llegaremos allí directamente…- Cogí mi mochila.
-Venga, en marcha.- Empecé a caminar seguido de Axel y los demás.
Miré de nuevo el camino… me parecía extraño que diese directamente al volcán… ¿habría tenido algo que ver Draco en esto?


ÁNIMA
Continuamos con el viaje. Por culpa del paso de la lava, aunque Axel la hubiese absorbido antes de poder alcanzarnos, había dejado un agotable calor en el bosque, más intenso que el que había antes.
Bebí de mi cantimplora, cada vez estábamos más cerca, y un nudo se estaba haciendo en mi estómago. Respiré hondo y cogí la mano de Jimmy, no podía dejar que le pasase nada ahí dentro, no me lo perdonaría. Había dado de lado mi destino para estar con él, y si él me fallaba, no me quedaba nada en la vida, no podía dejarle morir.



JIMMY
Agarré la mano de Ánima mientras caminábamos. El ambiente estaba muy cargado por lo que había dejado la lava. La ceniza caía como si fuesen copos de nieve ensuciándonos el pelo y tiñendo de negro partes de nuestro cuerpo.
Me quité la camiseta y me limpié las gotas de sudor que me caían por la cara y la nuca.
Estábamos cubiertos de ceniza y hollín.
Al final alcanzamos el volcán, justo cuando empezaba a anochecer, como me esperaba. Nos situábamos a los pies del volcán, justo en frente de nosotros se abría paso una cueva que conducía a su interior, donde se encontraba Draco.
Me giré y miré a los 5 elegidos antes de entrar.
Suspiré y asentí.
-En cuanto entremos en esa cueva significará que ya nos falta nada por encontrar a Draco… no sé que pasará ahí dentro, pero, pase lo que pase… yo estaré con vosotros, no os decepcionaré…- Agarré con fuerza la mano de Ánima.
-Os protegeré con mi vida…


ÁNIMA
Bajé la mirada agarrando con firmeza la mano de Jimmy, sabía que si hacía falta se sacrificaría, y tenía miedo de que pudiese pasarle algo, Draco intentaría matarle a él antes que a los cinco elegidos por ser un traidor…
Miré a los demás, debía infundirles ánimos.
-Lo conseguiréis, y nosotros os ayudaremos, no debemos echarnos atrás ahora. –sonreí.
-Derrotaremos a Draco de una vez por todas.


AXEL
Sonreí ampliamente frotándome la nariz.
-Vamos allá, Draco saldrá corriendo como una nena en cuanto nos vea y Dark le seguirá dando grititos como una niñita pija.- Miré a Eri y después a Edward pasando la mirada después por Kai y Saya.
Asentí firmemente.
-Vamos, equipo, esta es la segunda y la última vez que luchamos juntos, enseñémosle a ese viejo y a ese marica de lo que somos capaces.- No podía evitar el sentirme asustado y nervioso, pero si estábamos los cinco juntos todo saldría bien.


SAYA
Miré a Jimmy cuando habló y seguidamente a Axel… nos infundían ánimos para poder enfrentarnos a este enemigo con seguridad de que íbamos a ganar… aun que sabía que en el fondo no saldría del todo bien…
Me sentía bloqueada, no sabía como iba a reaccionar en un momento así…
Agarré la mano de Kai con bastante miedo clavando mi mirada en la boca de la cueva… me daban escalofríos y ni siquiera estaba dentro… tenía un mal presentimiento…



KAI
Agarré fuerte la mano de Saya, nunca la había visto tan asustada, eso era porque esta vez estaba totalmente segura de que algo saldría mal. La cogí de la mejilla y la besé en la sien intentando calmarla.
-Estaremos bien. –la susurré al oído.
-No va a poder con nosotros, le venceremos, no te preocupes.


SAYA
Suspiré y le miré asintiendo, pero no muy convencida.
-…si… eso espero…- Jimmy se puso en marcha, después le siguió Axel junto con Eri y Edward.
Kai se dispuso a caminar, pero yo... me quedé parada, estaba bloqueada… mis piernas no respondían yo quería andar pero el miedo me tenía paralizada… joder, no podía rajarme ahora que habíamos hecho ese viaje tan largo… ya que habíamos llegado hasta aquí ahora no podía dejarme dominar por el miedo…


KAI
Comenzamos a entrar en la cueva, pero Saya no nos siguió, se quedó paralizada, volví sobre mis pasos y cogí su rostro entre mis manos.
-Mi vida, sé que estás asustada, pero no tienes qué temer, yo estoy contigo, no dejaré que te pase nada, no esta vez. –la besé en la mejilla, estaba helada del miedo, la abracé contra mi pecho. -Todo saldrá bien, no voy a separarme de ti…



SAYA
Cerré los ojos temblando… ¿por qué tenía miedo ahora después de haber pasado por muchas cosas peores que esta?
Respiré hondo varias veces seguidas intentando calmarme, ya que el corazón me iba a una velocidad incontrolable, podía sentir sus latidos en mi garganta…
Escuché lo que me decía Kai, pero en esos momentos no asimilaba nada, si, decía que no se separaría de mí, pero aún así el miedo me tenía atrapada entre sus garras….
¿Pero que te pasa, Saya? Tú no eres así, joder…
-…está bien... vamos…- Del miedo que tenía no podía articular bien las palabras… nunca antes me había pasado algo así…



KAI
Suspiré y miré al resto.
-Chicos, Saya no está preparada para entrar, o nos quedamos todos fuera hasta que pueda entrar o tenéis que ir por el momento sin nosotros. –Saya no podía continuar en ese estado, estaba aterrada, temblaba y le iba a dar un ataque de nervios si no se calmaba.
La miré a los ojos y la besé en la frente.
-Todo va a salir bien, Dark no te va a tocar, ni Draco tampoco, no lo consentiré. Ni yo, ni ninguno de nosotros. Tienes que ser fuerte, vamos a derrotar a Draco, Saya.



SAYA
Miré a Kai.
-¿Crees que solo tengo miedo… de lo que me pueda hacer… a mí?- Negué con la cabeza bajando la mirada al suelo.
-No solo es por mí…. ya lo sabes…- Miré hacia la cueva, los demás esperaban mirándonos.
Respiré hondo una última vez cerrando los ojos.
Los abrí de nuevo y miré a Kai.
-Venga…- Caminé hacia la cueva, cuanto antes empezásemos antes terminaríamos…



KAI
Suspiré, Saya estaba aún muy asustada, no había conseguido calmarse y a medida que avanzásemos se pondría peor, lo presentía…
La seguí cogiéndola de la mano, me necesitaba con ella, no la dejaría sola.
-Juntos lo conseguiremos, no tenemos por qué temer.



SAYA
Nos metimos dentro de la cueva, aun que me costó lo mío poder tranquilizarme….
Jimmy iba en cabeza junto con Ánima, seguidos de Axel, Eri y Edward, que de vez en cuando se giraba y me dedicaba una de sus tiernas sonrisas o alguna de sus cálidas caricias…
A medida que nos íbamos introduciendo en la cueva, más oscuro se volvía todo, los sonidos del exterior eran sustituidos por el silencio sepulcral de la cueva. Solo se escuchaban nuestras pisadas y nuestras respiraciones y me jugaría lo que fuese y no lo perdía a que también se podría apreciar un leve sonido continuo, el que hacía mi corazón, el cual no podía tranquilizar…
Jimmy nos hizo una señal de que nos mantuviésemos en silencio y acto seguido empezó a caminar aún más lento y con cuidado pegándose a la pared.
Nosotros le imitamos y seguimos caminando totalmente pegados a la pared.
En un momento, nos quedamos totalmente a oscuras, no se veía nada, eso significaba que estábamos en el corazón de la cueva, pero aún así no paramos de caminar.
Axel encendió una pequeña mecha en la palma de su mano para poder alumbrar el suelo y saber por donde pisábamos.
Al final de la cueva, se podía percibir una tenue luz perteneciente a una hoguera o alguna antorcha en la pared…
Seguimos caminando hasta alcanzar el final. Jimmy se asomó primero y nos indicó que nos agachásemos. Uno a uno nos fuimos situando uno al lado del otro para poder ver lo que había al final de la cueva.
Me asomé y miré. Nos situábamos en la parte alta de la cueva, dirigí mi mirada hacia abajo, pude ver centenares de seguidores de Draco. Iban vestidos con túnicas negras y capuchas que tapaban sus rostros.
Entonaban algo en un idioma desconocido, todos a la vez, a la espera de su señor.
Dark estaba allí junto con las brujas hermanas de Aleera. Iban vestidos de igual manera que los seguidores de Draco… estaban preparándose para recibir a los sombras del infierno…
Tragué saliva y seguí contemplando sin decir nada.


ÁNIMA
Aquello parecía una secta satánica, todos vestidos igual, conjurando al mal mediante rezos en idiomas desconocidos…
Tragué saliva y miré a Jimmy, que contemplaba todo.
-¿Qué dicen? –susurré en bajo, ¿querían abrir ya las puertas del infierno?



JIMMY
Miré atentamente la escena que acontecía en esos momentos. Drak y las hermanas de Aleera estaban presentes, pero… ¿y Draco?
Miré a Ánima y acto seguido volví la mirada a la ceremonia.
-Están adorando a Draco, es como un Dios para ellos. Dicen que… para que puedan abrir las puertas hacia el infierno Draco necesita derramar sangre pura inocente…- Miré a los demás.
-¿Ahora entendéis por qué necesitaba a todos esos niños?- Volví la mirada a los seguidores.
-Debemos impedir ese derramamiento… como sea…


ÁNIMA
Negué con la cabeza con los ojos cerrados.
-¿Cómo pueden matar niños para hacer esto? Ese hombre está loco, no tiene ningún tipo de escrúpulos, no sé cómo es capaz de hacer todo esto… -miré de nuevo, Draco salió a escena, tenía un pobre niño agarrándolo de la muñeca, maldito inhumano.
-Tenemos que detenerle o empezará a matar a esos niños... ¿Pero cómo?



JIMMY
Asentí y les miré.
-De esto me encargo yo. Me ocuparé de entretener a Draco mientras vosotros buscáis a los demás niños, tenéis que liberarles para evitar que Draco los utilice así como así.- Miré a Ánima.
-Tú irás con ellos, de esto tengo que encargarme yo solo, es mi última palabra.- Sabía muy bien que ella se negaría, pero no la dejaría acompañarme ahí abajo.
-Si logro evitar la muerte de ese crío tal vez tengamos una oportunidad, si no… la única esperanza estaría en vosotros…


ÁNIMA
Bajé la cabeza, sabía que no tenía opción. Los planes de Jimmy siempre eran certeros, y sabía que si iba yo la cosa podía empeorar al estropearse sus planes, pero dejarle solo…
Le abracé, cogí aire.
-Vuelve, ¿de acuerdo? No se te ocurra rendirte, porque voy a esperarte… -contuve las lágrimas, si él no me apartaba yo no iba a ser capaz de soltarle y dejarle ir solo a ese pozo de muerte.



JIMMY
Suspiré y cerré los ojos cuando Ánima me abrazó.
-Lo intentaré…- Me separé y la agarré de la cara.
-Si no vuelvo, no me esperes, vete y no mires atrás… lo que me importa es que tú estés bien, ¿me has oído? No quiero que vuelvas a buscarme, no lo hagas, no cometas locuras…- La miré a los ojos.
-Te quiero.- La besé con fuerza agarrándola de la nuca.
-Vamos, tenéis que iros…- Me separé para que Ánima pudiese irse con los demás.



ÁNIMA
Me llevé la mano a la boca derramando lágrimas cuando me apartó de él, negué con la cabeza. Eri me agarró de los hombros y tiró levemente de mí para hacerme caminar, me giré y le miré.
-Yo también te quiero, Jimmy… -volví a girarme y no miré de nuevo atrás, o sabía que no sería capaz de irme.



JIMMY
Le miré mientras se iban…
Suspiré y volví la mirada hacia Draco que sostenía al niño con una mano mientras que en la otra llevaba una daga.
Cogí aire y salté cayendo entre la gente que se alarmó al verme.
El sacerdote que leía las escrituras gritó algo como: “¡¿Quién se opone?!”
Caminé hacia el altar esbozando media sonrisa.
-¡Yo me opongo!- Dark me miró al igual que las hermanas de Aleera.
-Hola, padre.- Saludé a Draco.
-Si tenías pensado montar una orgía, deberías haberme avisado, ¿no?- Solté una risotada.


DRACO
Tenía al primer niño cogido por la muñeca, estaba a punto de comenzar el ritual cuando el maldito traidor hizo su aparición en la sala.
-Vaya, no sé cómo tienes el valor de aparecer por aquí después de todo. –hice una señal y tres guardias le redujeron.
-¿Quieres presenciar la muerte de este pobre niño? –tiré de su brazo, gritó cayéndose de rodillas al suelo.



JIMMY
Los guardias me tiraron al suelo agarrándome por los brazos.
Miré a Draco y me reí.
-¿Tan bajo has caído que tienes que resucitar a una panda de momias para crear tu ejército?- Me reí y con ganas, la verdad es que sonaba ridículo.
-¿Ese es tu poder de convicción? Perdona que te diga, pero es una mierda.- Aparté a uno de los guardias propinándole una patada en la cara rompiéndole el tabique nasal.



DRACO
-¿Te resulta muy gracioso? Pues para tu información, voy a despertar a un ejército de grandes guerreros, tanto si te gusta como si no. –el niño empezó a llorar y tiré de él, le cogí del brazo y deslicé la daga por su piel, haciendo caer varias gotas de sangre, el niño gritó de dolor e intentó zafarse de mi agarre.



JIMMY
Fruncí el ceño y me levanté con todas mis fuerzas apartando a los guardias que intentaban retenerme.
Corrí hacia Draco y agarré al niño justo cuando Draco iba a asestarle la puñalada mortal. Rodé por el suelo con el niño entre mis brazos.
Por desgracia, Draco había logrado alcanzarme en el costado, no parecía una herida grave, pero en general era una herida.
Me llevé la mano al costado sin soltar al crío que se agarraba a mí con miedo y sin parar de llorar. -Tranquilo, pequeño…- Le dije para que dejase de llorar.
-Sssh…- Miré a Draco levantándome del suelo.


DRACO
Fruncí el ceño, desde su traición, no había parado de entrometerse en mis asuntos importantes. Estiré la mano y lancé una honda oscura hasta él, intentando dañar al niño, aunque lo cubrió y le dio el toda la espalda.
-Maldito traidor, muere de una vez, jamás debiste nacer.



JIMMY
Cubrí al crío cuando Draco nos atacó. Recibí el golpe en la espalda, gemí de dolor cerrando los ojos con fuerza cubriendo al niño entre mis brazos…
Abrí los ojos y le miré, estaba asustado.
-Eh, tranquilo, estoy bien…- Sonreí jadeando y me giré para plantarle cara.
-Lo siento, Draco, pero ya es tarde…- Sonreí y eché a correr entre los seguidores de mi padre y con el niño en mis brazos. Vi como Dark y las hermanas de Aleera me perseguían. Apreté la carrera y de un salto me agarré a un saliente de la pared. Me impulsé para llegar hasta arriba y poner al niño a salvo, pero Dark me agarró del pie.
-Mierda…- Agarré al niño y le alcé para que llegase a la parte de arriba.
Con todas mis fuerzas, empujé al crío hasta que llegó a la parte de arriba.
-¡Vamos, corre!- El niño me agarró de la mano y tiró… ¿me estaba ayudando?
-¡No, no, vete, vamos, lárgate!- El crío obedeció y se marchó por la cueva.
Dark tiró de mí y me agarró del cuello lanzándome contra una columna, la cual se partió en mil pedazos cuando colisioné contra ella.
Caí al suelo dolorido y aturdido… me levanté tambaleándome, pero sin borrar mi sonrisa de mis labios.
-Vaya, creo que una vez más he jodido tus planes, Draco…


DRACO
Me aparecí delante de él agarrándole del cuello y estampándole contra una pared.
-No has jodido ningún plan, James, tengo más de mil niños ahí dentro y mucha sangre que derramar, por un niño que hayas dejado escapar no vas a arruinar mis planes. –apreté más mi mano cubriendo su piel de humo negro.



JIMMY
Tosí intentando respirar cuando me agarró del cuello.
Me reí y le miré.
-Seguro que sí…- Vi que uno de los guardias se acercaba a Draco muy apurado.
-Señor… son los niños… no… verá, han desaparecido, mi señor.- Sonreí triunfal y miré a Draco.
-Vaya…


DRACO
Giré la cabeza mirando al guardia.
-¡¿Cómo que han desaparecido?! –lancé una honda que se llevó al soldado y gente de su alrededor por delante y los desintegró.
-¡¡Malditos inútiles!! ¡¡No servís para nada!! –aún con la energía rodeando mi mano atravesé el estómago de James.
-Maldito hijo de puta, vas a morir de manera lenta, desearás no haber nacido.



JIMMY
Cerré los ojos con fuerza soltando un alarido de dolor cuando sentí que me atravesaba el estómago.
Apreté los dientes sintiendo como en mi boca acudía la sangre y resbalaba por un lado de mi labio inferior. Abrí los ojos y le miré.
-Puedes hacer conmigo lo que quieras… mátame si lo deseas, pero te aseguro que tú no vivirás para contarlo…- Sonreí aún dolorido.



DRACO
Cuando iba a extender la energía oscura a lo largo de su cuerpo uno de los soldados vino a mi oído.
-Señor, hemos atrapado a uno de los rebeldes que han dejado escapar a los niños… -le miré y miré a James de reojo.
-Con que has traído amigos… -le solté y le agarré del pelo tirándole contra el suelo.
-Traedlo. –asintió e hizo una señal, dejaron a una niña en el suelo, me sonaba su cara.
-Vaya… -la miré, era la chica Fantasma.
-Pero si sigues viva… -miré a James agarrándole fuerte del pelo.
-¿De qué la conoces?


JIMMY
Habían atrapado a uno de los 5 elegidos… joder…
Draco me tiró al suelo, proferí otro grito cuando mi herida dio de lleno con el suelo. Me agarró del pelo haciendo que alzase la cabeza y mirase a su nuevo prisionero…
-Ánima… no…- Mierda, la habían atrapado. Golpeé el brazo de Draco para que me soltase.
-¡Ni se te ocurra tocarla ni un pelo!- Le miré y de mi pecho salió una especie de rugido.


DRACO
-No… No te enfades, pequeño… -le agarré del pelo y le tiré contra el suelo, haciendo que se diese con la cabeza.
Me agaché a su lado y miré su mirada perdida.
-Te cae bien la niña Fantasma, eh. Pues no vale para nada, ni siquiera sabe volver invisibles los objetos, no sé por qué siempre te interesas por las más inútiles, James… -la chica gritaba su nombre e intentaba zafarse de los guardias.
-Callad a esa mocosa.


ÁNIMA
Estábamos ayudando a los pobres niños a escapar, estaban todos muy asustados, uno que consiguió escapar nos dijo dónde estaban atrapados y pudimos liberarles. Yo fui detrás de ellos, asegurándome de que no se quedasen atrás, cuando oí un grito de alarma, me giré y vi dos soldados. Hice correr a los niños y me volví invisible para poder enfrentarme a ellos, al principio se quedaron confusos, pude reducir a uno de ellos, pero el otro consiguió agarrarme y me apresó, llevándome a la gran sala donde se estaba celebrando el ritual, pude ver a Jimmy totalmente ensangrentado y masacrado, estaba siendo torturado por Draco.
-¡¡Jimmy!! –le redujo y a mí me dieron un puñetazo en el estómago haciendo que me encogiese.
-Jimmy… perdóname… -le tiró contra el suelo.
-¡No! ¡Jimmy! ¡Suéltale, Draco! –bajé la cabeza, era mi culpa, no debí haberle dejado ir solo, ahora nos tenían a los dos…


JIMMY
Draco me tiró contra el suelo golpeándome la cabeza contra él. Apoyé las manos para poder incorporarme, pero Draco me agarró del pelo de nuevo. Cogí aire sintiendo como me salía sangre por la frente y por uno de los agujeros de la nariz. Apreté los dientes y le propiné un puñetazo en la cara a Draco, ahora que estaba distraído con Ánima. Le empujé tirándole al suelo y corrí hacia Ánima envistiendo contra sus captores.
-Ánima… ¿estás bien?- La agarré de la cara para mirarla.
Los soldados cargaron sus armas y nos apuntaron. Agarré a Ánima cubriéndola con mis brazos cuando empezaron a disparar. Muchas de las balas acertaron en mi espalda. Apreté los dientes cerrando los ojos con fuerza por el dolor. Apoyé las manos en el suelo aún con Ánima cubierta por mí y jadeé, sentí un dolor horrible en toda la espalda la cual estaba ensangrentada por las balas.


ÁNIMA
Grité cuando los soldados empezaron a disparar. Una de las balas me alcanzó a la pierna, el resto…
Cuando el sonido de los disparos cesó abrí los ojos, Jimmy estaba sobre mí, le resbalaba sangre por los hombros.
-J-J… -no pude hablar, no podía articular palabra, habían dado de lleno a Jimmy en toda la espalda, era totalmente improbable que sobreviviese a eso.
-Jimmy… -le agarré de la cara para mirarle cuando mis ojos se llenaron completamente de lágrimas.
-Jimmy… -le llamé sollozando.


JIMMY
Levanté la cabeza lentamente para mirar a Ánima.
Parecía que estaba bien, salvo por la bala que la había herido en la pierna…
Respiré hondo sintiendo como me dolían los pulmones al hacer el esfuerzo de llenarlos de oxígeno.
La miré y sonreí, aun que, mi vista empezaba a fallar por la falta de sangre.
-T-te dije que te protegería con mi vida… no falto a mis promesas, Ánima…- Me fallaron los brazos, pero no me dejé caer.
-Tienes que largarte de aquí…- Me levanté como pude, tambaleándome. Una de mis piernas falló haciéndome caer de rodillas. Apreté los dientes y logré levantarme de nuevo, nunca desistiría tratándose de Ánima.
Miré a Draco con furia y rabia.



ÁNIMA
Las lágrimas me nublaron la vista, pero pude ver cómo Jimmy se levantaba, ¿cómo era posible que, después de todo lo que le estaban haciendo, pudiese mantenerse en pie? Tenía que sacarle de allí como fuese.
-Jimmy… -tenía que ser fuerte por él, no podía luchar y tenía que ayudarle a salir de allí. Le agarré del brazo.
-Jimmy, Jimmy, salgamos de aquí, podemos irnos los dos, pero tienes que… -intenté volvernos invisibles, pero estaba tan nerviosa y aterrada que los poderes me fallaban, podía quitarnos algo de visibilidad, pero luego volvía, cerré los ojos con fuerza, no podía hacerlo.


JIMMY
No aparté la mirada de Draco. Ánima me agarró del brazo con la intención de hacernos invisibles y poder escapar, pero yo no podía escapar, era mi deber matar a Draco…
-Vete de aquí, Ánima.- Dije, pero mi voz sonó demasiado fuerte y ronca.
Adelanté un par de pasos hacia Draco, los soldados volvieron a cargar sus armas. Fruncí el ceño y me lancé contra ellos desatando toda mi fuerza. Les lancé contra la pared haciendo que la atravesasen.
Estaba furioso, dejé que todo mi odio y mi rabia saliesen a la luz descubriendo mi verdadera forma. Mis extremidades se alargaron volviendo todo mi cuerpo negro.
Crecí hasta que alcancé una altura asombrosa reduciendo en escombros el volcán.
Alcé la cabeza estirando mis alas y rugiendo de rabia.



ÁNIMA
Jimmy se apartó para atacar a los soldados que iban a dispararnos, entonces comenzó a convertirse en una enorme criatura negra de oscuridad.
-Ji… -caí al suelo de la impresión y por el dolor de la pierna, se me cortó la respiración, ¿cómo había hecho eso? ¿Qué…?
Sentí que las fuerzas me abandonaban, eso era demasiado para mí.
-Dios, Jimmy… -intenté levantarme, pero estaba demasiado asustada como para mantener el equilibrio, la gente salió huyendo despavorida, volví a mirar a Jimmy, daba miedo.



JIMMY (VERDADERA FORMA)
Destruí el volcán entero. Miré como la gente que estaba en el templo salía corriendo y chillando. Busqué con la mirada a Draco y Ánima que me miraba asustada…
Los soldados de Draco empezaron a dispararme, aun que las balas que se incrustaban en mi piel se desintegraban sin causarme ningún dolor ni daño.
Alargué mi garra hacia los soldados aplastándolos con ella. Otro grupo de soldados apuntaron a Ánima. Rugí y me agaché interponiendo mi garra entre ella y las balas. Clavé mis ojos rojos en ella… parecía muy sorprendida de verme en esta forma… mi verdadera apariencia…


ÁNIMA
Tragué saliva mirando a Jimmy. Por un segundo pensé que había perdido la cordura, pero impidió que los soldados me matasen y sus ojos rojos me miraron directamente.
-Jimmy… -alargué mi mano hacia su garra, era enorme…



DRACO
El muy cabrón había alcanzado de nuevo su verdadera forma, por suerte, ahora no estaba la mujer que le devolvió a su otro estado, aunque no sabía si estaba descontrolado, había salvado a la muchachita.
Estaban mirándose, algo distraídos, así que me aparecí detrás de la espalda de la niña, la agarré del pelo y la alcé, miré a James mientras ella gritaba.
-Si no quieres que muera debes hacer lo que yo diga. –rodeé mi mano de energía oscura, era imposible que me atacase sin hacer daño a su novia.



JIMMY (V.F)
Rugí de furia alzando mis alas. Mis ojos centellearon… como la hiciese algo le mataría, le arrancaría la cabeza con mis garras.
Golpeé el suelo con los puños y le miré sin dejar de rugir. Miré a Ánima… no quería que la hiciese nada…
Bajé las alas y dejé de rugir, pero no de mirarle con una advertencia en mis ojos…


DRACO
Sonreí triunfal y agarré fuerte a la chica, no fuera a ser que se escapase.
-Si quieres que la suelte, y juro que lo haré si me obedeces, tienes que traerme a los cinco elegidos hasta aquí, sin trampas, y vivos. –sonreí, la chica estaba temblando y llorando, negó con la cabeza enérgicamente y le gritó que no lo hiciera, la tapé la boca.


JIMMY (V.F)
Le miré fijamente… a los 5 elegidos.
Alcé de nuevo las alas y rugí agarrando entre mis garras tanto a Ánima como a Draco. Les separé y protegí a Ánima en la otra garra.
Miré a Draco y entrecerré los ojos.
-“A mi nadie me da ordenes”- Era la primera vez que hablaba en esa forma, y ya entendía por que, mi voz sonó muy tétrica, ronca y potente. Apreté mi garra alrededor del cuerpo de Draco empotrándole contra el suelo con fuerza. Rugí y levanté las alas alzando el vuelo provocando una enorme ventisca con mis alas.
Cubrí a Ánima entre mis garras mientras los soldados disparaban intentando matarme.
Salí volando de allí a toda velocidad alejándome de allí junto con Ánima.
Mientras sobrevolaba el bosque, pude ver a los 5 elegidos corriendo junto con lo niños a los que habían salvados.
Emití un rugido haciendo que alzasen la mirada hacia mí. Descendí el vuelo hasta posarme en el suelo. Me agaché ante ellos para ocultarme y para dejar a Ánima en el suelo, sana y salva.


ÁNIMA
Jimmy me llevó junto con los demás, cuando me dejó en el suelo, Edward me cogió en brazos al ver que estaba herida.
-Espera, Jimmy, no vayas otra vez, estás herido, tienes que recuperarte… -agarré su garra aún sabiendo que no servía de nada.
-No te vayas…


JIMMY (V.F)
Dirigí mis ojos rojos a Ánima, me pedía que no fuese allí, pero lo más seguro es que Draco nos perseguiría con sus seguidores, Dark y las hermanas de Aleera… las cuales se acercaban hacia aquí volando.
Rugí y me erguí agitando las alas.
Miré a Ánima y la empujé suavemente con mi garra para que se marchase con los demás, los niños corrían peligro al igual que ellos…
Rugí de nuevo al ver que esas arpías se acercaban cada vez más.


KAI
James se había transformado, dando lugar a su verdadera forma, y trajo a Ánima herida y nerviosa, la habíamos perdido de vista al liberar a los niños y era peligroso buscarla, debíamos poner a los niños a salvo. Miré hacia el cielo, las hermanas de Aleera venían hacia aquí.
-Joder… -James estaba dispuesto a enfrentarse a ellas él solo, aún así no me fiaba de lo que pudiera pasar, saqué mi espada.
-Poned a los niños a salvo y llevaos a Ánima, puede que James necesite ayuda.



AXEL
Miré a los críos, estaban asustados y más con la presencia de James en ese estado.
-¡Bien, chicos!- Di una palmada. Los niños me miraron.
-Os… echo una carrera.- Eché a correr seguido de los niños.
-No me vais a ganar…- Canturreé… los niños son niños y cualquier cosa que fuese jugar les molaba.
Miré hacia atrás, las hermanas de Aleera alcanzaron a James, que agarró a cada una en una garra… esperaba que les fuese bien…


ÁNIMA
Salieron todos corriendo excepto Kai y Jimmy, que se quedaron a luchar, como Edward me tenía en brazos, me llevó con él.
-¡No, Edward! No, déjame con Jimmy, por favor… -no me hizo caso, miré a Jimmy. Estaba herido de muerte, y no sabía si al cambiar de forma eso importaba, no sabía nada de esa forma, nada, cómo, cuándo ni por qué se transformaba, y temía por su vida. Además, esas dos eran muy peligrosas, y si acababa con ellas, el siguiente sería Dark, y ese sí que no era moco de pavo.
-¡Jimmy! –estiré el brazo en su dirección, ni siquiera debió oírme, cerré los ojos apoyando mi cabeza en el pecho de Edward. Si no podía estar con Jimmy ni saber cómo estaba, no me servía de nada estar ahí.



JIMMY (V.F)
Agarré en cada garra a las zorras chupa sangre que se retorcían por intentar salir. Una de ellas lo logró mordiéndome en el a mano. La solté pero de un manotazo mandándola lejos de mí estampándose contra las copas de los árboles.
Verona forcejeaba con tal de zafarse. La agarré con más fuerza y con potencia, la empotré contra el suelo haciendo que soltase un chillido de dolor.
Marihska volvió a por mí clavando sus colmillos en mi hombro. Rugí y la golpeé mandándola junto con la otra.


KAI
Aproveché que James las había lanzado contra el suelo para ir a por ellas. Rodeé mi espada con una capa gruesa de hielo y de una tajada las corté en dos pedazos a cada una. Supuse que eso no sería suficiente, para matar a Aleera no bastó. Eché una capa de hielo sobre ellas, al menos eso le daría tiempo a James para recomponerse de la mordedura, quizá él lo tenía más fácil para matarlas.


JIMMY (V.F)
Kai congeló a Marishka y a Verona, rugí y cerré el puño, aproveché su inmovilización para rematarlas y quitárnoslas de encima.
Cerré el puño con fuerza y lo descargué contra ellas haciéndolas añicos.
Miré a Kai y después a los pedazos de las arpías que volvieron a componerse en un momento.
Rugí de nuevo, pero las muy putas salieron volando y desaparecieron en el horizonte…
-“Cobardes…”- Volví la mirada a Kai bajando las alas.


KAI
Le miré, resultaba que podía hablar.
-¿Qué ha pasado ahí dentro, James? ¿Cómo has vuelto a transformarte? –miré en dirección a la guarida, estaba totalmente destrozada, ¿habría acabado con todos o por el contrario no había hecho nada?



JIMMY (V.F)
Miré a Kai y me agaché para poder mirarle directamente a os ojos.
-“Atraparon a Ánima y eso me cabreo bastante… Draco sigue vivo, pero al menos hemos podido evitar que abriese las puertas del infierno y los niños se han salvado…”- Bajé la cabeza encogiendo las alas.
-“Debemos irnos de aquí…”-Extendí mi garra para poder llevarle, los demás se habían ido corriendo y estarían bastante lejos.


KAI
Le miré, se ofrecía a llevarme. No podía negarme, sólo le retrasaría.
Me subí a su garra y me agarré, al fin y al cabo, aunque no hubiese matado a Draco, que era misión nuestra, había logrado que no se pudiesen abrir las puertas del infierno y había rescatado a Ánima.
-Has hecho un buen trabajo, ¿tú estás bien?



JIMMY (V.F)
Alcé el vuelo con Kai entre mis garras.
-…si…- Agité las alas y volé rápido para poder encontrar a los demás.
A los cinco minutos, les encontramos descansando en un claro, junto con los niños que alzaron la cabeza y me señalaron cuando nos vieron.
Descendí posando mis pies sobre el suelo. Apoyé la garra en la tierra para dejar que Kai bajase.
Miré a los niños y después a Ánima. Suspiré y sentí como mi cuerpo volvía a la normalidad poco a poco hasta que al final recuperé mi aspecto humano, totalmente desnudo y ensangrentado, pues aún sufría las heridas causadas en el volcán.
Me dejé caer al suelo cansado y sin fuerzas por la falta de sangre… me sentía morir…


ÁNIMA
Me levanté cuando vi a Jimmy sobrevolar sobre nosotros, Saya me estaba curando la pierna, pero me aparté cuando Jimmy volvió a su forma humana y cayó al suelo ensangrentado, sus heridas seguían ahí.
-¡Jimmy! –corrí hacia él cojeando levemente y me arrodillé a su lado reteniéndole entre mis brazos.
-Jimmy, Jimmy… -apoyé mi frente en la suya.
-Jimmy, te pondrás bien… -le abracé con fuerza, no podía morir, tenía que ponerse bien…



JIMMY
Me quejé cerrando los ojos con fuerza cuando Ánima me abrazó. Me alegraba de que estuviese bien.
Abrí los ojos y la miré. Sonreí y la acaricié la cara con suavidad.
-Me alegro de que estés bien, cervatilla…- Tragué saliva apretando los dientes… me dolían a horrores las heridas… no saldría de esta…
La vista se me nubló, no escuchaba las voz de Ánima llamarme… no escuchaba ni veía nada…
No sabía si había perdido la consciencia, pero ya no sentía nada…



ÁNIMA
-Jimmy… ¡¡Jimmy!! –le miré bien, no se movía, había cerrado los ojos.
-Jimmy, ahora no te rindas, no me dejes sola… -cerré los ojos con fuerza derramando lágrimas sin control.
-No me dejes… -miré a los demás.
-Ayudadme, por favor… -antes de que me diese cuenta, Kai estaba al otro lado de Jimmy y estaba aplicando hielo a sus heridas.
Cerré los ojos sosteniéndole entre mis brazos.
-Ayúdale, por favor… no dejes que se muera…


KAI
James no estaba nada bien, tenía heridas por todo el cuerpo, estaba prácticamente hecho un colador. Maldita sea, no iba a poder salvarle, podía cerrar las heridas si lo hacía deprisa, pero había perdido muchísima sangre, y contra eso no podía hacer nada, pero no iba a rendirme.
Empecé a cerrar todas las heridas que pude con el hielo.
-Aguanta, James.



AXEL
Me acerqué hasta James cuando Ánima empezó a gritar su nombre.

-No me jodas… James, no te mueras, tío, no puedes dejarnos, macho…- Miré a Kai mientras cerraba sus heridas… yo no podía hacer nada, ninguno no podíamos hacer nada…
-Dios, James, como te mueras te mato…



ÁNIMA
No quería acercarme al pecho de Jimmy, así sabría si podía oír su corazón si estaba vivo, pero si no lo estaba…
Apoyé mi frente en la suya agarrando su cabeza entre mis brazos, estaba temblando de una manera muy exagerada, no quería que se fuese.
-Jimmy… por favor, resiste, no puedes dejarme sola, te lo pido… Te quiero, te quiero como nunca he querido a nadie, no quiero que me dejes… -mis lágrimas se deslizaron por su rostro llevándose la sangre, no quería apartarme de él.



SAYA
Me acerqué a Jimmy y posé la oreja en su pecho…
-… no late…- Ánima me miró sin dejar de llorar.
-… su corazón no late…- Giré la cabeza y miré a Edward.
-¡¡Edward, reanimación!!- No podíamos dejar que Jimmy se fuese, Edward podría reanimarle, seguro…



EDWARD
Me acerqué a toda prisa cuando Saya me llamó, teníamos que salvar a Jimmy. Aparté a Ánima, que estaba totalmente petrificada después de oírle decir a Saya que el corazón de Jimmy no latía. Empecé a hacer reanimación cuando Kai se apartó, le di pequeñas descargas de manera moderada y continua.
-Vamos, macho, tú puedes… -los niños estaban asustados y muchos lloraban, me estaba poniendo más nervioso. Cerré los ojos para concentrarme.
Tiene que latir…
Noté que volvía a tener pulso, dejé de dar descargas y posé la oreja en su pecho.
-Late…


SAYA
Miré nerviosa como Edward intentaba reanimar a Jimmy… ese chico tenía que vivir…
-Vamos, Jimmy…- Edward posó la oreja en su pecho y dijo que latía.
Suspiré aliviada y sonreí mirando a Ánima.
-Ya está…- Axel lo agarró y lo cargó en sus brazos. Teníamos que llevarle a un hospital y el más próximo era el del país del Viento…
-Deberíamos llevarle al País del Viento, allí le atenderían y podríamos dejar a los niños…


ÁNIMA
Cerré los ojos con las manos en la boca sin dejar de derramar lágrimas. Jimmy estaba vivo, habían conseguido salvarle.
Me tapé la cara llorando, esta vez de la felicidad y el alivio.
-Muchísimas gracias… le habéis salvado… -Edward me cogió en brazos para que no tuviese que caminar con la pierna mala, nos llevarían al hospital, y no me separaría de Jimmy. Le agarré de la mano mientras nos llevaban a ambos en brazos.



SAYA
Edward agarró a Ánima para que no tuviese que ir andando con la pierna herida, pues ella también necesitaba atención medica…
Me acerqué a los niños, aún seguían asustados por lo que acababa de acontecer…
Suspiré y sonreí mirándoles.
-Eh, pequeños, vamos, no tengáis miedo, ya estáis a salvo. Os llevaremos a casa con vuestros padres.- Una niña me agarró de la mano limpiándose las lágrimas de los ojillos. Sonreí de nuevo.
-Venga…- Tiré de la niña suavemente y empecé a caminar seguida de los demás.
Miré a Kai, parecía estar bien, no tenía ninguna herida, pero aún así me tenía preocupada…
-¿Cómo estás?- Le pregunté aún con la niña agarrándome de la mano.



KAI
Miré a Saya y sonreí.
-Sólo estoy algo cansado por usar así el hielo, pero estoy bien. –miré a la niña y la acaricié la cabeza.
-Tranquila, pequeña, estáis a salvo. –miré a Saya de nuevo.
-Vamos, si nos despistamos puede que empeore y no debemos permitirlo. –me concentré y llamé a mi ejército de criaturas. Éramos muchos y debíamos darnos prisa.
No tardaron a penas en llegar, todos nos subimos y nos encaminamos al Reino del Viento, esperaba por nuestro bien que Draco no nos siguiese.


SAYA
Kai llamó a sus criaturas para poder ir más rápido al País del Viento. Nos llevó todo el día y casi toda la noche el llegar allí, pero al fin logramos llegar.
En cuanto atravesamos las puertas del País, los encargados de las víctimas se encargaron de Jimmy y de Ánima, que se los llevaron a toda prisa al hospital.
Nosotros quisimos ir con ellos, pero no nos dejaron, pues el hospital estaba hasta arriba de gente. Y no solo de heridos, si no de niños y de personas que estaban sin hogar, las casas de la ciudad estaban todas ocupadas, a parte de por sus duelos, también por gente a la que acogían.
Las sacerdotisas se encargaron de llevarse a los críos, estaban muy cansados y asustados.
A nosotros nos llevaron ante al Rey que nos dio hospedaje en uno de los hoteles del reino, en el que aún quedaba alguna habitación libre.



ERI
Llegamos al hotel a pocas horas del amanecer, pero algo podríamos dormir. Todo estaba abarrotado de gente, era el país en mejor estado de los Cinco Reinos y se notaba.
Cuando entramos en la habitación me senté en la cama suspirando, la cosa no había salido como estaba prevista, Jimmy había salido gravemente herido y ahora él y Ánima estaban en el hospital, aunque, lo bueno que sacamos de ello, fue que pudimos salvar a todos aquellos niños, algunos con sus padres que los estaban buscando, otros huérfanos…
Dejé mi mochila en el suelo, estaba realmente agotada y helada por culpa de ir sobre aquellas criaturas de hielo, busqué un jersey que ponerme.



AXEL
Entré en la habitación que nos habían dado a Eri y a mí.
La cama era algo pequeña, pero no creo que eso le molestase mucho a Eri.
Me despojé de la camiseta dejándola a un lado.
Suspiré y abrí la puerta que conducía al baño.
-Voy a darme una ducha en condiciones, si señor… necesito relajarme…


ERI
Asentí y le dediqué una sonrisa algo cansada.
-Yo voy a acostarme ya, estoy agotada. –entraría en calor una vez él volviese de la ducha, o con la manta sobre el jersey sería suficiente. Me metí dentro de la cama y me tapé cerrando los ojos, sabía con certeza que no tardaría cinco minutos en dormirme.



AXEL
Sonreí y asentí acercándome y dándola una serie de suaves besos en su cuello.
-Que descanses, pequeña.- Sonreí y me aparté.
Me metí en el baño y me desvestí encendiendo la ducha con el agua caliente.
No tardé mucho en ducharme, salí a la media hora, me puse unos calzoncillos limpios y me metí en la cama junto con Eri. Rodeé su cintura con mis brazos traspasándola calor, ya que tenía los pies helados.
Deposité un beso sobre su hombro y acto seguido cerré los ojos a esperas de poder dormirme.


KAI
Cuando entramos en la habitación dejé nuestras cosas a un lado y me estiré.
-Al menos aquí podremos descansar un poco. –miré a Saya.
-¿Cómo te encuentras? ¿Tienes frío?



SAYA
Entré en el cuarto después de Kai cerrando la puerta.
Le miré y negué.
-No, estoy bien…- Sonreí levemente y suspiré acercándome a la ventana.
-Desde aquí se ve el hospital....- Jimmy y Ánima estaban allí… esperaba que saliesen bien las cosas y se recuperasen en seguida.



KAI
Me acerqué y me asomé a la ventana junto a ella, no podían verse las habitaciones, pero ahí estaban ellos dos, no sabía si James se recuperaría o sería demasiado tarde para él…
Suspiré.
-Espero que James se recupere, después de todo, él nos ha ayudado mucho, no merece morir.


SAYA
Asentí y le miré.
-Seguro que se pondrá bien…- Respiré hondo alargando mi mano hacia la de Kai, la cual agarré con suavidad.
Le miré y me acerqué posando mis labios en los suyos…
Había estado tan obsesionada con lo de Draco y los problemas que no me había dado cuenta de la distancia que había creado ente Kai y yo.
Posé mi otra mano libre en su mejilla mientras le besaba con suavidad…



KAI
Cerré los ojos cuando Saya me besó y posé mis manos en su cintura, parecía estar mucho más tranquila después de salir de allí, era mucho mejor así, aunque en poco tiempo se repetiría…
La acaricié suavemente siguiendo su beso y después la miré apoyando mi frente en la suya.
-Te quiero.



SAYA
Le miré a los ojos y sonreí.
-Yo también… y lo siento por comportarme así… soy una idiota…- Le acaricié el cuello con mis manos bajando la mirada al suelo.
-No pensaba que llegaría a ser tan… cobarde… nunca me he dejado dominar por el miedo como hoy… lo siento, pensarás que soy una débil…


KAI
Negué con la cabeza alzando la suya cogiéndola de la barbilla.
-En absoluto, eres mucho más fuerte de lo que puedas imaginar, sólo estabas asustada, puede pasar perfectamente si sabes que puede ocurrir algo malo, pero no debes estarlo. –la besé en la mejilla, esperaba que la próxima vez no lo llevase tan mal, no quería verla así, me resultaba duro verla sufrir.



SAYA
Apoyé la frente en su pecho y negué.
-No, tú mismo lo dijiste, soy más frágil de lo yo creo…- Suspiré y me aparté levemente.
-Olvídalo, no hago más que soltar tonterías, debe ser por la tensión de hoy…- Sonreí mirándole.
-Creo que lo mejor será que me de una ducha y relajarme un poco…- Me acerqué al armario de la habitación y saqué una toalla limpia.


KAI
Me rasqué la frente mirándola. Estaba mejor, pero seguía algo nerviosa por toda la tensión a lo largo del día. Me acerqué y la besé en el hombro.
-Una duchita y a dormir, necesitas descansar. –cogí otra toalla, sonreí, me iba a duchar con ella y lo sabría al verme coger la toalla.


SAYA
Vi que cogía otra toalla. Sonreí bajando la cabeza levemente.
Le miré aún sonriendo.
-No me lo digas, te duchas conmigo por miedo a que me resbale y me de un coscorrón contra el suelo o… por miedo a que me ahogue.- Solté una risotada mirando mi toalla.



KAI
Solté una risotada y apoyé mi mano en su vientre.
-No, me ducho contigo porque me apetece tomar una ducha con mi mujer, no hay más misterio. –la besé en la mejilla y me dirigí al baño, tampoco íbamos a tardar mucho, iba a ser una duchita rápida para descargar y a dormir un rato, debíamos reponer fuerzas.
Me pregunté si me quedaban bayas…


SAYA
Nos metimos en el baño y nos duchamos, aun que fue una ducha rápida y me hubiese gustado disfrutar más de sus mimos y sus caricias. Nunca antes había visto a Kai tan tierno y cariñoso conmigo, la verdad es que había cambiado mucho, pero no me importaba, es más, me gustaba el “nuevo” Kai…
Una vez terminamos de ducharnos, nos metimos en la cama, aun que era muy pequeña… pero me importaba poco, así podría estar pegada a Kai toda… bueno, lo que quedaba de noche.



KAI
Nos acostamos, ella sobre mí al ser la cama tan pequeña, y nos dormimos al poco rato acariciándonos el uno al otro, con nuestras manos agarradas.
Sabía que la lucha con Draco no había hecho nada más que empezar, y lo había demostrado dejando a James en ese estado…



ÁNIMA
Era casi por la mañana cuando terminaron de atenderme, ya que lo que tenía no era una herida de urgencia. Sólo quería ver a Jimmy, saber que estaba bien y que iba a salvarse, pero no me dejaron verlo, me tuvieron encerrada en la sala de curas con la pierna en alto. Dijeron que, gracias a las curas de primeros auxilios que me había proporcionado Saya, en una semana podría caminar de nuevo como si nada hubiese pasado.
Miré la puerta esperando que algún médico entrase para decirme cómo estaba Jimmy, pero eso no pasó…
Me levanté cerca de las ocho de la mañana, aprovechando que los médicos hacían ronda de medicinas por las habitaciones, y me dirigí a las salas de observación. Si Jimmy no estaba en quirófano, debía estar por ahí.
Le busqué por las salas ayudándome de una muleta para caminar y lo único que pude ver fue una sala blanca llena de cables con un bulto en una cama, ni siquiera sabía si era mi Jimmy…
Cerré los ojos apoyando la frente en el cristal de la sala por fuera, mi agonía era algo que nunca había sentido…



JIMMY
Me sentía muy dolorido, me dolía todo el cuerpo, intenté moverme, pero mi cuerpo no reaccionaba.
Abrí los ojos, pero la claridad me dañó de manera exagerada obligándome a cerrarlos de nuevo.
Abrí la boca para coger una bocanada de aire, pero me dolió el pecho al hacerlo.
Como pude, levanté mi brazo de metal, ya que no era mío y esa era la única parte de mi cuerpo que no me dolía. La llevé hasta mi rostro, pero algo me obstaculizaba, era una especie de mascarilla de goma la cual acababa en un tuvo.
Pude escuchar un pitido que se repetía varias veces… ¿estaba en un hospital?
Hice el esfuerzo de abrir los ojos de nuevo, esta vez, consiguiéndolo, aun que no veía muy bien, me sentía cansado y muy débil.
Miré a mí alrededor… claramente, estaba en la habitación de un hospital, con miles de cables y una mascarilla de oxígeno.
Me miré el cuerpo, estaba lleno de vendas, por el torso, los brazos y la cara… pues que bien…
Me levanté de un salto al acordarme de Ánima. Empecé a quitarme los cables y la mascarilla, la máquina que tenía al lado empezó a pitar, pero hice caso omiso, solo quería encontrar a Ánima.


ÁNIMA
Alcé la mirada cuando las máquinas se dispararon, sonando como si fuese una alarma. Era Jimmy el que estaba ahí dentro y se había levantado de golpe, tirando de los cables. Estaba lleno de vendajes de arriba abajo y se notaban las heridas.
-Jimmy… -los médicos le agarraron intentando tumbarle de nuevo, pero parecía muy nervioso, no les dejaba.
-¡Jimmy! –le llamé, pareció oírme. Me acerqué a la puerta y entré, aunque los médicos no me dejaron pasar, apelando que nadie podía pasar a esa sala excepto médicos.
-Jimmy, estoy bien, haz caso a los médicos, te recuperarás… -quería estar con él, pero no iba a ser beneficioso para su salud.
-Te quiero. –le dije antes de que me sacasen de nuevo de la sala y le volviesen a tumbar sobre la camilla, no sabía si podrían reducirle, pero vi cómo le inyectaban algo.
-Van a dormirle… -cerré los ojos con fuerza, era lo mejor para él, descansar…



JIMMY
Los médicos entraron dentro del cuarto cuando me levanté y empecé a quitarme los cables que me obstaculizaban para acercarme a Ánima, que estaba al otro lado de la puerta.
-Ánima…- Me agarraron intentando tumbarme de nuevo en la camilla.
-Soltadme, joder…- Me zafé de los médicos que me inyectaron algo en el brazo. Aparté la jeringuilla de un manotazo y me levanté de nuevo.
-¡Dejadme, joder! No necesito ningún calmante, solo quiero salir, coño…- Me levanté de nuevo empujando a los médicos y logre salir fuera encontrándome con Ánima de frente.
La miré y sin decir nada, la abracé con fuerza. En ese momento me olvidé de que estaba lleno de heridas, eso no importaba, lo que más me importaba en esos momentos es que ella estaba bien y a salvo…
Apoyé la frente en su hombro cerrando los ojos.



ÁNIMA
Cerré los ojos y le abracé agarrándome a él, intentando no rozar ninguna herida para no hacerle daño.
-Me alegro de que me hayas escuchado… no te has ido… -tragué saliva y dejé que una lágrima se deslizase por mi mejilla. Le besé en la mejilla sin apartarme de él, había temido tanto perderle que no quería soltarle sólo para asegurarme de que no volvería a irse de mi lado.


JIMMY
Rodeé su espalda con mis brazos depositando un beso en su hombro.
Sonreí y la miré.
-Pues claro que no me he ido, no podría dejarte sola.- La agarré de la cara y la besé en los labios con ternura.
Los médicos salieron al pasillo y me miraron…
-Será mejor que vuelva dentro…- Me separé de ella y miré a uno de los médicos.
-Dejad que ella entre al cuarto cuando le apetezca, por favor… solo a ella…- El médico Jefe miró a Ánima y después a mí asintiendo.
Sonreí.
-Gracias…- Miré a Ánima.
-¿Te quedas un rato conmigo?


ÁNIMA
Sonreí y le cogí de la mano.
-No me iría ni aunque me cayese a trozos. –entré con él y le ayudé a tumbarse, estaba muy malherido a pesar de todo, había estado a punto de morir…
Me senté a su lado y le abracé contra mi pecho besándole en la cabeza mientras una enfermera volvía a colocarle lo que necesitaba.
-Tienes que portarte bien para curarte pronto, ¿vale? –le besé en la cabeza y apoyé mi mejilla en ella.



JIMMY
Sonreí cerrando los ojos. Rodeé su cintura con mis brazos apoyando la mejilla en su pecho.
-Vale, mami, seré muy bueno para ponerme bien muy prontito.- Solté una risotada. Miré a la enfermera cuando se fue cerrando la puerta.
Suspiré cerrando de nuevo los ojos escuchando el corazón de Ánima. La acaricié la espalda con mis manos relajándome. Entre los calmantes y la presencia agradable de Ánima, empecé a adormilarme…



ÁNIMA
Cerré los ojos y acaricié suavemente su pelo rubio depositando besos en él de vez en cuando. Juraría que podía oír mi corazón acelerado si no fuese por la máquina que marcaba el pulso de Jimmy.
-No te separes de mí nunca. –susurré, aunque no sabía si ya se había dormido. Me acomodé en su camilla sin dejar de acariciarle y esperé a poder dormirme a su lado.


JIMMY
Esbocé una pequeña media sonrisa cuando dijo aquello.
-Descuida…- Susurré con la voz media amuermada. El sueño y la relajación se adueñaban de mi cuerpo a gran velocidad. Las heridas dejaron de dolerme gracias a los calmantes.
Me dormí sin darme cuenta, esperaba poder salir de allí pronto, aún había cosas que hacer…



KAI
Cuando desperté serían las tres de la tarde, y no era el último, Saya seguía a mi lado. Sonreí y la rodeé con mis brazos, era bastante tarde, pero lo mejor era reponerse completamente.
Miré su mano izquierda, que estaba sobre la almohada, llevaba el anillo de compromiso que la había regalado. Sonreí y cerré los ojos de nuevo.


SAYA
Me giré sobre la cama, ya estaba cansada de estar tumbada de lado, pero… no calculé bien y caí por el otro lado de la cama al suelo.
-¡Wuo!- Cerré los ojos con fuerza frotándome la espalda y levantándome agarrándome al colchón.
-… joder…- Me coloqué la camiseta sentándome de nuevo en la cama.



KAI
Miré a Saya cuando se cayó de la cama.
-Esto… -alcé una ceja y la dejé sitio cuando volvió a sentarse.
-Buenos días… -dije soltando una risotada, la cama era muy pequeña y no había calculado bien para girarse.
-¿Estás bien? –la froté la espalda.



SAYA
Miré a Kai y asentí encorvándome hacia atrás posando las manos en la zona donde me había golpeado.
-Si…- Sonreí algo avergonzada… mira que era torpe….
-Es por culpa de la cama, es muy pequeña y no me acordaba.- Me reí levemente.
-¿Tengo la espalda roja?- Dije subiéndome la camiseta levemente.



KAI
Solté una risotada.
-Mmm, intentas provocarme, eh… -me reí y deposité varios besos a lo largo de su espalda.
-No, todo en orden, estás bien. –la besé en la nuca agarrándola de la cintura y juntándola a mí para que no volviese a caerse.



SAYA
Sonreí colocándome la camiseta y me recosté junto a él apoyando la espalda en su pecho. Encogí las piernas posando mis manos encima de sus brazos, los cuales rodeaban mi cintura.
Me quedé algo pensativa… pensaba en las cosas que estaban pasando, las que nos habían pasado anteriormente y las que se nos avecinaban…
Suspiré y dirigí mi mirada hacia sus brazos.
-Kai… quiero preguntarte algo, aun que, no hace falta que me contestes si no quieres, pero si lo haces, te pido que, por favor, seas sincero…- Le miré.


KAI
No me había gustado cómo había dicho aquello, iba a ser una pregunta seria y probablemente difícil de responder. La miré y asentí.
-Dime.



SAYA
Cogí aire y carraspeé.
-¿Sientes algo más por Génesis a parte de fascinación?- Pregunté de manera calmada, no me sentía enfadada, pero necesitaba estar segura, solo eso…
Al fin y al cavo era una mujer y sentía que debía estar segura de ciertas cosas… aun que confiase en él…
-No contestes si no quieres, no estás obligado… no quiero que te sientas incómodo…


KAI
Suspiré.
-Pensaba que ese tema estaba zanjado… -la miré.
-No siento nada por ella, Saya, no ahora. Ni fascinación, ni aprecio, ni nada que merezca otra mujer que no seas tú. No sé cómo fui capaz de pensar cosas de otra mujer teniéndote a ti a mi lado… -bajé la cabeza.
-Sabes que estoy muy arrepentido de eso…



SAYA
-Ya lo sé, Kai, estás muy arrepentido y te creo…-Suspiré mirando hacia otro lado.
-… solo quería saberlo, no es por nada más…- Bajé la mirada creándose un silencio algo incómodo…
Me levanté y agarré mi mochila.
-Voy a vestirme…- Me rasqué la frente… no debería haberle preguntado nada…
Caminé y abrí la puerta del baño para entrar y vestirme.



KAI
Me levanté y la abracé por detrás apoyando mi frente en su hombro.
-Sabes que sólo te quiero a ti, y serás la única en mi vida… -suspiré pegándola contra mi pecho.
-¿Era eso lo que te mantenía distante de mí estos días?


SAYA
Giré la cabeza y le miré.
-¿Qué?... no, por eso no… ese tema está zanjado, como has dicho…- Desvié La mirada.
-Si me he mostrado distante estos días ha sido por… por todo lo que ha ocurrido, pero no lo hacía aposta…- Suspiré y alcé la cabeza cogiendo aire.
-Lo siento, de verdad…


KAI
Negué con la cabeza sin apartarme de ella.
-No tienes por qué disculparte, comprendo que estabas asustada y frustrada, a todos nos pasa, en mayor o menor medida, no tienes que preocuparte, mi vida. –la besé en la mejilla, se sentía mal. La miré.
-Te quiero. –la besé en los labios.



SAYA
Posé una mano en su nuca girándome de cara a él mientras me besaba.
Le miré a los ojos y sonreí levemente.
-Yo también te quiero…- Le volví a besar posando mis dos manos en su nuca.
Me separé levemente y bajé la cabeza acariciándole el vello de la nuca.
-Creo que todo esto me viene grande…


KAI
Suspiré.
-Eso parece… Pero eres fuerte, tienes que luchar, somos los cinco elegidos y vamos a derrotar a Draco para poder vivir en paz de una vez, te aseguro que si hace falta me cargo al resto de los Sombra que haya para evitarnos nuevas tragedias. –me miró.
-Vale, a Jimmy le perdono, pero ni uno más. –sonreí.
-Saldrá bien. –la abracé con fuerza, no podía asustarse por todo eso, debía resistir, sólo así podríamos usar todos nuestro poder.


SAYA
Asentí apoyando la frente en su pecho cuando me abrazó.
-Si, eso espero…- Me separé frotándome la cara quitándome la gilipollez de encima.
-Ya, basta ya te tonterías… no puedo dejarme llevar por estas gilipolleces…- Aparté las manos de mi cara y le miré suspirando.


KAI
Sonreí para infundirla ánimos y la besé en la frente.
-Supongo que querrás que vayamos a ver cómo está Jimmy. Comamos algo y acerquémonos al hospital, pronto tendremos que volver, puede que ahora las fuerzas de Draco estén más débiles, deberíamos aprovechar.



SAYA
Le miré y me encogí de hombros.
-No me importaría ir a verle, pero no nos dejaran pasar, así que, lo veo una tontería acercarnos y que nos echen…- Me rasqué la nuca.
-Y… otra cosa… ¿nos iremos sin Jimmy? Tal vez él y Ánima quieran venir…- Le miré de nuevo.


KAI
Me rasqué la nuca.
-Jimmy no está en condiciones de luchar contra nadie, y Ánima tampoco es que pudiese hacer mucho, pero eso no es decisión mía, pueden hacer lo que quieran, aunque creo que lo mejor sería que se recuperasen. –busqué una camiseta limpia que ponerme.



SAYA
-Ya… bueno, yo me refería a esperar a que se recuperasen…- Negué con la cabeza.
-Olvídalo, no he dicho nada, eso solo nos retrasaría…- Saqué de la mochila un pantalón y una camiseta limpia quitándome la camiseta que había utilizado para dormir.


KAI
La miré mientras me vestía. Parecía que cuanto más lo atrasásemos, más tranquila estaría…
Si la daba más tiempo a hacerse a la idea quizá estaría mucho mejor el día del combate…
-No, tienes razón. Jimmy es de gran ayuda, lo mejor será que esperemos a que se recupere, además, le veo capaz de levantarse de la cama en su estado solo para ir a derrotar a Draco.


SAYA
Le miré mientras me colocaba la camiseta limpia.
-Kai, no lo hagas por que pienses que así se me quitará el miedo, por que no es así…- Suspiré quitándome el culot.
-Tendré miedo yendo ahora o dentro de un mes…- Bajé la mirada al suelo, ¿por qué coño era tan cobarde?



KAI
Suspiré.
-Sólo quiero que estés bien, pensé que si pasa algo de tiempo podrías calmarte y hacerte a la idea… De todas formas lo que he dicho sigue siendo verdad. –la miré.
-¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor, para que estés bien?



SAYA
Le miré y negué suspirando.
-No puedes hacer nada, Kai, y te lo agradezco… esto es solo problema mío…- Sonreí y posé mi mano en su mejilla mirándole a los ojos.
No soportaba estar así, por que le afectaba a Kai y eso me destrozaba a mí…
-… no quiero que te agobies tú… se me pasará en seguida…


KAI
La miré suspirando.
-Tú misma has dicho que no cambiará aunque pase un mes… -bajé la cabeza.
-Si pudiese y supiese cómo ayudarte… -cogí la mano que tenía posada sobre mi mejilla y la besé.
-Intentaré no agobiarme. –la besé en la frente y seguí vistiéndome, no sabía si podía hacer algo por ella, pero tal y como estaban las cosas estaría siempre con ese miedo…

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