¡Busca por capítulos!

Dejad vuestros comentarios

Nos gustaría saber la opinión de los lectores de esta historia, por favor, dejad comentarios, y si tenéis alguna duda, no dudéis en preguntar ^^

Para el que no sepa hacerlo: Al final del capítulo hay un apartado donde pone "X comentarios", pinchad ahí y os dará la opción de comentar ;)

martes, 16 de febrero de 2010

Capitulo- LXXXIV- UNA HERMANA QUE DESAPARECE Y... REAPARECE.

JIMMY
Por recomendación del médico, estuve toda una semana en el hospital aun que, a mitad de semana me quitaron los vendajes y me dejaron moverme fuera de la habitación.
Ánima también se recuperó muy rápido, antes de lo acordado, pudo moverse con facilidad y sin ninguna molestia.
Cuando por fin me dieron el alta, nos reunimos con Kai, Saya, Axel, Eri y Edward en el pueblo… pensaba que se habían ido, pero al parecer se quedaron hasta que pudiesen saber algo de mi estado… cosa que agradecía.
En cuanto salí del hospital nos pusimos en marcha de nuevo, teníamos cosas que hacer y ya habíamos perdido demasiado tiempo y encima por mi culpa.


ÁNIMA
Por fin salimos del hospital, me sentía liberada cuando pisamos la calle. Jimmy ya estaba bien y era algo que de verdad aliviaba, aunque no había que bajar la guardia. A pesar de lo ocurrido, volvíamos a por Draco. Por suerte, esta vez no tenía cientos de niños presos en sus mazmorras para hacer aberraciones con ellos…
El resto parecía contento de salir también, se habrían aburrido en el hotel, quizá, qué suerte que hubiesen estado esperándonos…
Ya habíamos cogido camino, tenía un nudo en el estómago por culpa de lo que se nos echaba encima, tenía que salir bien…



AXEL
Me alegraba de ver a James y a Ánima en plena forma. Se habían recuperado muy bien, sobre todo James que es el que peor salió parado.
Nos pusimos en marcha de nuevo, era hora de agarrar al toro por los cuernos y acabar con esto de una maldita vez.
Draco se había pasado de la raya y se merecía un buen castigo al igual que ese otro hijo suyo.
Nos adentramos en el bosque montados en caballos, el Rey del País del Viento nos había prestado unos cuantos, así se facilitaría el camino.
No sabíamos dónde podría encontrarse Draco en esos momentos, ya que James había destruido su última guarida…



KAI
Nos habían proporcionado unos caballos, por suerte, mis criaturas eran demasiado frías para el resto, incluida Saya que, muy a su pesar, estaba delante de mí subida sobre el caballo, intentaba mantenerla entre mis brazos lo más calmada posible.
La besé en la mejilla y miré al resto, incluso Edward estaba serio y callado, por suerte, al estar James y Ánima ya recuperados, estábamos mejor que si siguiesen en el hospital.
-James, ¿tienes un nuevo plan?


JIMMY
Iba caminando delante del grupo, montado en el caballo con Ánima agarrada a mi cintura.
Todos estaban muy callados y no me extrañaba, lo que se nos avecinaba era difícil.
Suspiré y giré al caballo para mirar a Kai.
Negué con la cabeza.
-No, no tengo ningún plan, ¿y tú?


KAI
Le miré cuando se giró.
-Analizando la situación, hemos desbaratado los planes de Draco para abrir las puertas del infierno y has destruido su supuesta última guarida que le quedaba, yo no sé si tendrá alguna otra a la que haya podido huir, pero sé que a estas alturas ya estará buscando otro modo de abrir las puertas del infierno o bien reforzando su ejército de otra manera, no debemos perder el tiempo y encontrarle lo antes posible, antes de que tenga un ejército sólido con el que no podamos luchar nosotros siete.



JIMMY
Le miré y asentí.
-Bien, pues ya tenemos plan, encontrar a Draco, aprovechar que no tiene ejército y salvar al mundo…- Suspiré haciendo que el caballo mirase de nuevo al frente y siguiese caminando.
-Lo que podemos hacer, es ir hacía lo que queda de volcán y, no sé, investigar lo que había o lo que hay allí. Tal vez encontramos algún indicio de Draco…


KAI
Suspiré, si tan fácil le resultaba trazar un plan con la improvisación podría haberlo hecho antes…
-Muy bien, ya sabes que tú mandas, haremos lo que digas, vamos de nuevo al volcán, si crees que encontraremos algo allí… -apoyé la cabeza en la espalda de Saya.



JIMMY
Miré a Kai frenando al caballo.
-No, Kai, ya he dicho que yo no soy el que manda, tú me has preguntado y yo te he respondido, no soy vuestro líder, ¿vale? No lo soy.- Miré a los demás.
-Eso también va por vosotros…- Suspiré e hice que el caballo se pusiese a andar de nuevo.



ÁNIMA
Suspiré y acaricié la espalda de Jimmy, aún se sentía molesto consigo mismo, le costaría confiar en que era un buen líder, aunque no iba a insistirle en lo contrario, debía darse cuenta él.
Le besé en la mejilla
-Tú sólo guíanos de nuevo hasta allí, buscaremos algo que nos ayude a encontrar a Draco.



JIMMY
Suspiré agarrando las riendas del caballo. Menuda cabezonería les había entrado con que yo era el líder, sobre todo a Kai…
Yo no era un líder, no era nada, no podía ser un líder y cuidar de ellos cuando no sabía ni cuidarme ni yo mismo…
Me mantuve en silencio, eso sí, otra palabra que se refiriese a mí como el líder o el Jefe o el que mandase y la liaría…



EDWARD
Al fin salimos de nuevo, teníamos que acabar con todo de una santa vez, no podíamos permitirnos el lujo de seguir perdiendo el tiempo, aunque no era culpa nuestra que Jimmy saliese herido, el pobre casi acaba bajo tierra, pero ahora que estaba bien había que ir a por Draco, aunque no tuviésemos ni idea de dónde podría estar entonces.
-Oye, Jimmy, ¿tú sabes si esa era de verdad la última base que le quedaba a Draco? Lo mismo tiene algún lugar que antes no fuese una base normal que puede estar usando para esconderse, ¿no?


JIMMY
-Bueno… si que tiene una, su base definitiva, donde tiene escondido los tesoros y el arma… -Miré a Edward.
-Es un castillo, o parece un castillo medio en ruinas. Está situado en una isla lejos de este continente… yo lo he visitado un par de veces, pero no tengo muy buena memoria de ello…- Volví la mirad al frente.
-Creo, que es allí donde Draco ha ido a parar y donde yo fui creado…


ÁNIMA
Tragué saliva, Jimmy fue creado, eso lo sabía, lo que no tenía claro es cómo lo había hecho Draco, convertirlo en aquella criatura y luego meter su alma en el cuerpo de un chico, el chico al que rodeaba con mis brazos…
-¿Una isla? ¿Entonces habría que cruzar el mar para llegar hasta allí? –bajé la cabeza algo avergonzada, era lógico que así era, yo y mi ignorancia sobre el mundo…
-Quiero decir… ¿cómo llegaremos hasta allí?



JIMMY
Miré a Ánima de reojo.
-Pues… alquilar una nave es algo caro y además ninguno de nosotros sabe pilotarlas a la perfección… podríamos alquilar una embarcación que nos llevé hasta allí.- Miré el frente.
-Tendremos que cruzar más allá del volcán, allí empieza el océano y nos encontraremos con el muelle.


ÁNIMA
Miré a Jimmy mientras relataba lo que debíamos hacer, parecía conocer todo el mundo sólo con decir hacia dónde ir. Sonreí y miré al frente.
-Entonces vayamos hacia allá, no perdamos tiempo. –miré al resto que asintió, sonreí.
-Vamos a hacer picadillo a ese tipejo.



AXEL
Suspiré cogiendo las riendas del caballo.
-Vaya, nos echamos a la mar de nuevo…- Sonreí, hubo una vez en la que nos montamos en un barco para poder ir a la Isla del Metal a buscar el tesoro del Fuego, me hacía ilusión volver a montarme en un barco junto con mis compañeros.
-Mola, mola, beberemos ron, contaremos batallitas y cantaremos como bucaneros.- Me reí, intentaba animar un poco el ambiente…


ERI
Sonreí, Axel estaba intentando animar el ambiente y no iba a dejarle tirado, necesitábamos energía y un espíritu alegre para continuar.
-Claro, podríamos cantar la canción del pirata, siempre y cuando no nos quieras deleitar con tu preciosa canción de las chicas que usan como bandera un tanga y una liga… -sonreí, la última vez que la cantó estuvimos de buen humor, Axel era la alegría en persona, y ya que hasta Eddie estaba cabizbajo, alegraba a cualquiera que le mirase a la cara.


AXEL
Miré a Eri cruzándome de brazos y poniendo pucheritos.
-Jou… con lo que me gusta a mí esa cancioncilla… hum…- Me reí agarrando de nuevo las riendas del caballo.
-Vale, vale, nada de canciones referentes a tías en tanga ni desnudas…- Seguí caminando detrás de los demás… esto parecía un entierro, todos callados…



ÁNIMA
Suspiré, todos estaban muy serios aunque Axel intentaba animarnos y Eri lo apoyara, teníamos miedo y lo expresábamos así. El silencio se hizo de nuevo y estuvimos más horas serios, callados y en tensión, nadie se atrevía a hablar, llevábamos lo mínimo una hora en completo silencio, oyéndose sólo los cascos de los caballos dar en el suelo cuando me sonaron las tripas de manera que pareció un rugido, hasta Kai llevó la mano al mango de su espada.
Mi rostro enrojeció levemente.
-Lo siento… me ha entrado hambre… -me rasqué la mejilla, Eri se rió cuando vio a Kai bajar la cabeza avergonzado por alarmarse por eso, yo me reí también.



JIMMY
Abrí los ojos ampliamente cuando escuché ese rugido procedente del estómago de Ánima.
La miré y me reí.
-Ánima, ¿tienes un Alien ahí dentro?- Me reí de nuevo parando al caballo.
-Será mejor que comamos un poco.- Ayudé a Ánima a bajar del animal después de bajar yo.
Paramos al lado de un riachuelo, así podríamos llenar nuestras cantimploras y para que los caballos se refrescasen también.



ERI
Paramos a comer, ya estábamos cansados de comida mala, pero era lo que tocaba, esta vez teníamos comida en lata, que podíamos calentar en el fuego y a zampar tranquilamente. Cuando Axel me encendió la hoguera empecé a prepararlo todo cuando a mí también me rugieron las tripas.
-Vaya, qué hambre, me comería… un brazo tuyo, Axel… -dije mirándole mientras llenaba su cantimplora en el río, se había mojado…
-O… o a ti enterito, no sé con qué quedarme... –seguí a lo mío, mirando a ese hombre una no se podía concentrar.



JIMMY
Me senté a un lado junto con los demás y saqué de mi bolsa una lata de conservas para calentar. Se la entregué a Eri como todos los demás y fuimos calentándolas una por una.
El paisaje era muy tranquilo y, gracias a los enromes árboles que nos rodeaban, teníamos una buena sobra que nos protegía del sol.
Bebí de mi cantimplora agarrando con mi otra mano la lata ya caliente, olía de maravilla y eso hizo que a mí también me sonasen las tripas.
-Que aproveche.


KAI
Empezamos a comer en un lugar bastante agradable donde se podía descansar, era irremediable querer echarse una siesta bajo un árbol después de terminar la comida, aunque no debíamos perder el tiempo…
Iríamos hacia una isla a buscar la guarida definitiva de Draco, esta vez me temía que sería la de verdad, la batalla final…
Se me acabó el agua de la cantimplora cuando fui a beber de ella, suspiré.
-Voy a llenarla, ahora vengo. –me levanté y me dirigí hacia el río, los demás estaban terminando de comer.



JIMMY
Miré a Kai y asentí.
-Claro, pero no te pierdas.- Sonreí y seguí comiendo de mi lata, estaba tan buena, era comida enlatada, pero aún así, era comida y mucho mejor que la del hospital… sosa y sin sabor…
Suspiré y apoyé la cabeza en un árbol… el destino volvía a empujarme hacía aquel lugar, el cual me traía malos recuerdos, donde yo “nací”… esa pesadilla… pero esta vez no iba solo… era lo que menos me gustaba…



ÁNIMA
Mientras comía me acerqué al lado de Jimmy, parecía pensativo, el tener que volver a ese sitio debía ser un golpe duro para él, volver a sus raíces, y, aunque allí estuviese el inicio de su vida, no debía ser agradable.
Le besé en la mejilla y le miré.
-¿Estás bien?



JIMMY
Miré a Ánima y negué llevándome a la boca una cucharada de mi lata.
Volví a apoyar la cabeza en el tronco del árbol disfrutando de la suave brisa que proporcionaba la sombra de los árboles.
Se estaba mejor que antes, golpeándonos el sol de cara.
Bebí un poco de la cantimplora y aproveché para relajarme mientras los demás terminaban de comer.


ÁNIMA
Me quedé todo el tiempo al lado de Jimmy, lo debía estar pasando mal, pero si Draco estaba allí, no había más remedio que ir si queríamos vencerle, aunque siempre podían ir los Cinco Elegidos y quedarnos nosotros aquí… pero eso Jimmy no lo consentiría, él quería acabar con Draco…
Miré al cielo, verlo después de todo ese tiempo encerrada en el hospital era agradable. Cerré los ojos apoyándome en el mismo tronco que Jimmy.



KAI
Volví de rellenar la cantimplora de agua, por desgracia, no había calculado bien al agacharme, el agua estaba bastante baja, y acabé de culo en el agua, de modo que venía con los pantalones empapados de agua, cosa que le resultaría bastante graciosa a Axel, o a todos, al menos no estarían tan nerviosos si se reían un poco.
-Ya he vuelto… -me senté al lado de Saya.


AXEL
Miré a Kai cuando volvió, fruncí el ceño y me fijé en sus pantalones.
Solté una risotada y le señalé con el dedo.
-Joder, Kai, uno cuando va a mear se baja los pantalones y saca la chorra, no se lo hace uno encima.- Me reí.
-Al menos cámbiate, marrano, vas ha apestar a meado.- Me reí de nuevo.


KAI
Me rasqué la nuca.
-Idiota, es agua, sólo agua, sé perfectamente cómo se mea, y ya se secará solo… -le miré, el muy condenado seguía riéndose, contagiando a Eri.
Fruncí el ceño y metí la mano debajo de mi pantalón, agarré un pequeño pececito que se había alojado ahí.
-Oh… genial, un inquilino. –Eri empezó a reírse a gusto, y, aunque quisiese guardarme respeto, Ánima también empezó a reírse.
Desvié la mirada algo sonrojado.
-Guay…



AXEL
Empecé a descojonarme cuando Kai sacó al pececillo de dentro de su pantalón. Me llevé las manos a la cara sin parar de reírme.
-Oye, Kai, no lo tires, guárdatelo y te lo cenas esta noche.- Me reí de nuevo.
-¿Seguro que es un pececillo y no tú colita?- Me reí sin parar, pero era mejor empezar a calmarme si no quería que Kai me congelase la mía.



KAI
Le miré de soslayo y le tiré el pez a la cabeza.
-No, gracias, soy más de carne, si lo quieres tú ahí lo tienes. –sonreí, al menos ahora estaban mejor, aunque no todos se riesen…
-Además, no la tengo tan pequeña, y te recuerdo, que lo importa es lo que haces con ella, y no lo grande que sea… -me quité los pantalones para cambiármelos, Ánima giró la cabeza sonrojada, no nos tenía tanta confianza…
-Ah… lo siento… -me levanté tal cual y fui a cambiarme detrás de un árbol.


AXEL
Cogí el pececillo cuando Kai me lo tiró. El pobre hacía el esfuerzo por respirar. Suspiré y lo metí dentro del riachuelo dejando que se fuese.
-Vete bonito, ahora necesitará la ayuda de un Psicólogo, el pobre se habrá traumatizado al ver lo que había dentro del pantalón de Kai…-Negué con la cabeza.
-Yo también me traumatizaría.- Miré a Saya.
-Yo no sé como no lo estás tú.- Saya me miró un momento sin decir nada y acto seguido volvió a mirar hacia otro lado pasando de lo que decía.
Me reí levemente y bebí agua de mi cantimplora.



EDWARD
Suspiré y me tumbé en la hierba una vez terminé de comer. Kai la había liado en el río, hasta se había llevado un pobre pez por el camino. Me sentía frustrado porque, hacía una semana, cuando supuestamente Xan y yo nos encontramos, estuvimos juntos un par de horas, pero cada vez se me antojaba más abstracto que nada, cada vez estaba más seguro de que había sido un sueño, era prácticamente imposible que me encontrase allí con Xan, estuviésemos un par de horas juntos y se largase…
Suspiré, no hacía más que comerme la cabeza con eso, según Axel, habíamos gritado y nos había oído, pero…
Me una mano a los ojos, tenía que haber estado allí, pero parecía tan raro…
Me senté y miré al resto.
-Cuando digáis salimos.


JIMMY
Miré a Edward y suspiré levantándome.
-Como queráis, total, ya hemos descansado bastante.- Cogí mi bolsa echándomela al hombro.
Me acerqué a mi caballo correspondiente y lo desaté del árbol colocando la silla en su lomo.


ÁNIMA
Salimos de nuevo, esta vez parecíamos un poco más animados, al menos la mitad de los viajeros… Miraba a Jimmy de vez en cuando, pero seguía con el semblante serio, me preocupaba lo que le rondaba la cabeza. No quise molestarle, simplemente le acariciaba las manos y la espalda mientras íbamos de camino, quería que se sintiese bien, que supiese que estaba con él. Miré a Axel una de las veces que gastó una broma a Kai y sonreí.
-¿Siempre estáis picándoos así?



AXEL
Me encogí de hombros montándome en el caballo detrás de Eri.
-Son bromas que nos gastamos desde que teníamos 16 y 17 años, siempre estamos así.- Agarré las riendas del caballo haciendo que caminase.
-Es una rutina, aun que las bromas siempre son en buen sentido.


ÁNIMA
Sonreí.
-No sé si decir “qué bien que tengáis tanta confianza y os llevéis tan bien”, o “vaya, estáis picados”. –me reí, no sabía de verdad cuál era su verdadera relación, parecía que Kai a veces se picaba por las bromas de Axel, pero nunca se llegaba a enfadar de verdad.
-El caso es que os lo pasáis bien, al menos tú, Axel… -volví a reírme.



AXEL
Me encogí de hombros y seguí caminando con una leve sonrisa perfilando mis labios.
Kai y yo habíamos tenido una enorme enemistad, intentando matarnos y discutiendo todo el camino, pero, la amistad puede con todo y así pasa, al parecer nos llevamos, “mejor”, aun que siempre existirá esa enemistad, queramos o no…



ERI
Miré al cielo poniéndome el brazo encima de los ojos cubriéndome de la luz, después miré al frente, cada vez estábamos más cerca, pero faltaba aún mucho camino, y, como siempre, parecía que nunca llegábamos.
Llegó la noche, pero paramos un poco más tarde para seguir haciendo camino hasta que volvió a entrarnos hambre. Cenamos y todos nos acomodamos alrededor de la hoguera, yo me abracé a Axel mirando al cielo estrellado.
-El bosque tiene unas vistas fantásticas del cielo…


AXEL
Una vez terminé de cenar, me tumbé en el suelo colocando mis manos detrás de mi nuca.
Eri se tumbó a mi lado mirando al cielo.
Esbocé una pequeña mueca cuando dijo lo del cielo,
-Si, bueno, es… bonito.- Bostecé y cerré los ojos.
-A mí lo que me interesa ahora es poder dormir, así que, hasta mañana…- Me estiré acomodándome dispuesto a dormirme.


KAI
Miré a Saya cuando fuimos a dormir, no había pronunciado palabra en casi todo el día, al igual que Edward o Jimmy, estaban más preocupados que nosotros y muy callados…
Me acerqué y la abracé apoyando la cabeza en su hombro, la acaricié la espalda.



JIMMY
Se hizo el silencio en el campamento, cada uno se fue a un rincón a descansar, era mejor reponer fuerzas, aún que el verdadero trabajo lo estaban haciendo los animales, los cuales también dormían.
Les miré y sonreí. Apoyé la cabeza en la bolsa tumbándome sobre el suelo.
Hacía una noche perfecta al aire libre y seguro que dormiríamos a gusto… aun que con los nervios, algunos no conseguirían conciliar el sueño…



ÁNIMA
Me senté al lado de Jimmy mirando al cielo, las estrellas brillaban fuertes esa noche y no había nubes que las taparan.
Miré a Jimmy y me tumbé a su lado posando mi mano en su pecho, acariciándole con mis dedos.
-Jimmy… -susurré y le miré a la cara.
-¿Puedo saber qué hay allí?


JIMMY
Suspiré y cerré los ojos un momento. En mi mente se dibujaron escenas las cuales quería olvidar… no podía olvidarme de la cara se aquel chico cuyo cuerpo estaba poseyendo en esos momentos… le podía ver con mis ojos rojos llenos de rabia, odio, maldad… oscuridad…
Aún podía escuchar sus gritos de agonía mientras me introducía en su cuerpo y devoraba su alma… y aquel rugido.
Abrí los ojos de golpe y me senté. Me llevé la mano a la cabeza y me levanté.
-Necesito estar solo… no me sigas.- Dije sin mirarla y acto seguido me encaminé hacia el bosque
.


ÁNIMA
-Jimmy… -me incorporé cuando se levantó de repente y me pidió que le dejase solo.
No debí haberle preguntado por ello, había tocado un tema doloroso para él, Ánima, estúpida…
Le miré irse por el bosque, quería ir con él y disculparme, pero me pidió que no fuese, no quería que se enfadase, ya lo estaba pasando bastante mal.
Bajé la cabeza.
-Lo siento…


JIMMY
Caminé a paso ligero hacia el interior del bosque con una de mis manos tapándome los ojos. Me dejé caer de rodillas posando la mano que me quedaba libre sobre el barro. Me acerqué a la orilla del río y retiré la mano para mirar mi reflejo…
Mis ojos eran rojos… cogí aire y fruncí el ceño clavando los dedos en la tierra con fuerza.
Proferí un grito de rabia golpeando el agua para borrar mi reflejo. No controlé la fuerza, y cuando mi puño golpeó el agua, esta se alzó provocando una enorme ola y una grieta alrededor de mis puños. El río se quedó vacío.
Cogí aire y sentí un dolor punzante en mi pecho. Grité de nuevo llevando mis manos al pecho desgarrándome la camiseta. Me miré el torso cubierto por estrías negras…
Apreté los dientes y me dejé caer apoyando las manos sobre el suelo de nuevo.
-Soy… un monstruo… mi cuerpo ya no aguanta estar encerrado más tiempo…


ÁNIMA
Oí un ruido fuerte, aunque me hubiese pedido que le dejase solo tenía que ir a ver qué había pasado.
-Jimmy… -me levanté y corrí en su dirección, estaba a la orilla del río, del río que… ¿¿Qué había pasado?? Me acerqué a toda prisa junto a él y posé mi mano en su hombro.
-Jimmy, ¿qué pasa? ¿Qué te ocurre?



JIMMY
Me tapé la cara cuando escuché la voz de Ánima, no quería que me viese así…
-Vete…- Dije en un susurro, hasta mi voz había cambiado, parecía más un rugido que otra cosa…
Me aparté de ella sin levantarme y sin destaparme el rostro.
-Lárgate de aquí… - Me arranqué la camiseta, las estrías se expandían por mi espalda hacía abajo y las del pecho hacía mi rostro…
Apreté los dientes gimiendo de dolor…
-Vete de… a- aquí…


ÁNIMA
-Jimmy… -le miré por la espalda, estaba marcado por muchas estrías de color negro que se extendían a lo largo de su cuerpo, ¿se estaba transformando?
-Jimmy, no voy a irme de aquí, no te dejaré solo… -le miré apartando sus manos de su cara, las estrías negras se habían extendido y sus ojos eran de un color rojo aterrador.
-Dios mío, ¿qué te pasa? –le cogí de la cara, estaba sufriendo, le estaba pasando algo malo.
-Jimmy, dime qué te ocurre.



JIMMY
La empujé bruscamente haciendo que cayese al suelo.
-¡¡¿Estás sorda?!! ¡¡Lárgate, coño!!- Me levanté rugiendo. Apreté los dientes, lleno de furia.
-Ahora mismo no quiero tu compasión…- La miré con los ojos llenos de odio.
-Vete de aquí ¡Largo!- Golpeé un árbol haciéndolo caer al suelo.



AXEL
Abrí los ojos y me levanté cuando escuché varios gritos. James y Ánima no estaban junto a sus mochilas… miré al bosque y corrí hacia allí.
-Mierda…- Algo estaba pasando.
Frené cuando llegué hasta allí. James tenía muy mal aspecto y no dejaba de gritarle a Ánima.
-¡Eh!- Corrí hasta ella y me situé a un lado.
-… James… ¿qué te pasa, tío?- Tenía los ojos rojos, había destrozado un árbol y el río… ¿dónde estaba el río?



JIMMY
Axel llegó en el momento exacto e inoportuno. Le miré cuando se situó al lado de Ánima.
-Llévate a Ánima de aquí… no quiero ver a nadie…- Fruncí el ceño cuando vi que se quedaba tan quieto como Ánima.
-¡¡Qué os piréis!!


ÁNIMA
Jimmy me gritó diciendo que me fuese, jamás le había visto tan agresivo, y menos conmigo…
Me levanté y le miré dando un paso hacia él.
-Jimmy, cálmate… -dije con tranquilidad.
-Por mucho que nos grites no vamos a dejarte solo, queremos ayudarte… -di otro paso, esperando que no se alejase ni volviese a gritar que nos marchásemos.


JIMMY
Me alejé bastante de ella posando una mano en mi pecho. Cerré los ojos con fuerza desequilibrándome. Apoyé una rodilla en el suelo soltando otro grito.
Vi que Ánima daba otro paso hacia mí.
-¡Ni se te ocurra acercarte, o te juro que te arrancaré la cabeza de un mordisco! ¿¿Me has oído??- Axel agarró a Ánima de los hombros cuando la amenacé… no quería hacerla esto, pero sentía que tenía que hacerlo, al menos para evitar dañarla…



ÁNIMA
Volvió a gritarme, estaba muy enfadado, no quería que me acercara a él, aunque no quisiese dejarle solo, no en ese estado…
Cerré los ojos con fuerza y di media vuelta, Jimmy no me quería a su lado.
-Axel, vámonos… -dije en un susurro y volví hacia el campamento con los ojos borrosos por las lágrimas, esperaba que se pusiese bien pronto, o volvería arriesgándome a que me llegase a atacar, eso no me importaba si podía ayudarle…



JIMMY
Respiré agitado mirando como se alejaban, era mejor así.
Me senté en el suelo tapándome la cara con mis manos presionándome la piel con fuerza.
Rugí de nuevo, debía tranquilizarme, esta lucha constante entre mi mente y este cuerpo corrupto acabaría matándome…
Me quedé allí sentado, intentando dominarme… sería un milagro si lo conseguía…


ÁNIMA
Cuando volvimos, todos estaban despiertos por culpa de los gritos. Me senté en mi lugar mientras me miraban confusos, apoyé la espalda en el tronco de un árbol y mi frente sobre mis rodillas, no sabía qué podía estar pasándole a Jimmy, pero pedía por todo que no fuese nada malo, ya había pasado bastante una semana de hospitalización por las heridas que había recibido, él sólo sufría a lo largo de su vida, ni yo podía salvarle.



AXEL
Acompañé a Ánima hasta el campamento. Estaba llorando y con muy mala cara, no me extrañaba, a James le pasaba algo, nunca antes le había visto así, ni a él ni a ninguna otra persona…
Suspiré y me senté al lado de Eri mirando a los demás.
-Será mejor que dejemos a James tranquilo, ahora mismo no está en condiciones de que le toquemos las narices…- Miré al suelo.
-Tenía un aspecto… horrible, sus ojos eran rojos como la sangre y de su espalda y pecho salían… venas o estrías negras…- Alcé la cabeza mirándoles de nuevo.
-¿Qué le pasa?


KAI
Fruncí el ceño, a James le estaba pasando algo malo relacionado con estrías negras.
-Un momento, eso lo tenían los habitantes que estuvieron cerca de las explosiones, ¿no? Les salieron unas estrías negras por el cuerpo por culpa de aquellas criaturas negras controladas por Dark, ¿puede ser eso?



AXEL
Miré a Kai y me encogí de hombros negando.
-No lo sé… pero no se deja ayudar… incluso a amenazado a Ánima…- Suspiré y me tumbé de nuevo bostezando.
-Aún que… creo que lo ha hecho para evitar no dañarla…


ÁNIMA
-Claro que lo ha hecho por eso. –dije mirando a Axel.
-Él jamás me haría daño, no tiene un corazón oscuro como todos creen, él no sería capaz de hacerme daño, ni a mí ni a nadie… -apoyé de nuevo la frente en mis rodillas, claro que no me haría nunca daño, lo sabía bien, sólo necesitaba que me fuese a toda costa, me sentía inútil ahí sentada mientras él se retorcía de dolor.



AXEL
Suspiré y apoyé mis manos tras la nuca cerrando los ojos. Me sentía cansado, pero seguro que no llegaría a dormirme, y más estando James en ese estado…
No sería algo “noble” por mi parte dormirme como si nada pasase...
Suspiré de nuevo mirando al cielo escuchando, tan solo, el silencio.



ERI
No había nada a nuestro alcance que pudiésemos hacer por Jimmy, o al menos, no sabíamos si lo había, ni siquiera sabíamos exactamente que le estaba ocurriendo. No podía dormir pensando en qué le estaría pasando, y ver a Ánima así tampoco ayudaba.
Suspiré, quizá fuese algo relacionado con su otra forma, la que nos mostró la última vez que luchamos con Draco…
Miré al bosque en la dirección donde se suponía que estaba Jimmy, no sabíamos nada de él.


JIMMY
Aún seguía en el bosque, sentado bajo un carbol respirando cada vez más tranquilo.
Abrí los ojos y noté que poco a poco volvían a su estado original. Las estrías de mi espalda desaparecieron, al igual que las de mi pecho y mi cara…
Aparté mis manos y alcé la cabeza mirando el cielo. Estaba sudando y jadeando muy cansado. Cerré los ojos y suspiré.
-Parece que ya te has cansado, hasta un monstruo como yo tiene sus límites…- Me quedé allí, inmóvil, hasta que el sol rozaba la cima de las montañas.


ÁNIMA
Jimmy estuvo toda la noche allí, aguantando aquella agonía que había podido ver en sus ojos llenos de ira, estaba sufriendo un cambio, pero no sabía cómo ni de qué, ¿tal vez ese cuerpo le estaba rechazando? ¿Y por qué ahora?
Miré hacia el bosque, no había vuelto y tenía que ver cómo estaba, que hiciese lo que quisiese, pero yo tenía que saber cómo estaba.
Me acerqué siguiendo los pasos de la otra noche, estaba apoyando en el tronco de un árbol, tal y como yo había pasado la noche. Las estrías ya no se marcaban en su cuerpo y parecía más calmado.
-Jimmy… -le llamé en un susurro, quizá hasta había conseguido dormirse.



JIMMY
Seguía allí apoyado, con los ojos cerrados y descansando…
Escuché la voz de Ánima, pero aún así no me moví.
Suspiré y abrí los ojos mirando al suelo.
-… vete, Ánima… no quiero compañía, por favor, déjame solo…- Dije con voz calmada sin mirarla. Me sentía fatal después de haberla amenazado y no haberme podido controlar con ella…


ÁNIMA
Bajé la cabeza. Ya estaba bien, pero seguía sin querer verme…
Cerré los ojos respirando un par de veces, si no quería verme, haría lo que me pidiese. Me agaché y le besé en la mejilla con calidez, me mantuve más tiempo de lo normal sólo para poder sentirle, ver que ya estaba bien. Me separé y volví para dejarle solo, él decidiría cuándo quería que me acercase a él.


JIMMY
Seguí inmóvil, incluso cuando se acercó y me besó en la mejilla. Cerré los ojos cuando se fue…
No me acercaría a ella hasta estar seguro de que, lo de esa noche, no se repetía… esta vez me había controlado, pero tal vez, la próxima mis amenazas se volviesen realidad y si… llegaba ha hacerla daño, no me lo perdonaría nunca…
Eché la cabeza hacia atrás posando la nuca en el tronco del árbol. Respiré hondo sintiendo como la suave brisa me refrescaba los pulmones.


KAI
Ánima volvió del lugar donde Jimmy estaba, por lo visto, seguía sin querer verla, suspiré.
-¿Está bien? –Ánima asintió, aunque no muy convencida. Me levanté.
-Vamos a tener que hacer algo, o hablamos con él para ver qué le pasa o si puede seguir, no podemos estar parados sin hacer nada y sin saber qué le pasa.


AXEL
Miré a Kai y suspiré.
-Déjale en paz, Kai, no quiere ver a nadie, necesita estar solo, ¿no lo entiendes? Da igual el tiempo que perdamos, Draco hará lo que le de la gana yendo antes o después.- Negué con la cabeza.
-James necesita soledad, y yo, por mi parte se la daré y esperaré hasta que él vuelva, si vosotros queréis iros, por mí, adelante… James es parte del grupo, yo esperaré.


KAI
Suspiré, ni siquiera sabíamos qué le había pasado, hasta había llegado a amenazar a Ánima, algo malo tenía que ser, y ni siquiera ella sabia que podía ser, uno no se vuelve así de violento porque sí, pero si pedía soledad…
Me senté de nuevo, esperaríamos a que él quisiese volver.



JIMMY
El sol ya se había elevado hasta que sus rayos tocaron mi piel. Suspiré levantándome agarrándome al árbol, ya era ahora de volver con los demás y reanudar la marcha… aun que, no estaba muy seguro de si volvía a ser Yo… otra vez…
Caminé en dirección al campamento. Giraron la cabeza y me miraron, Axel se levantó y abrió la boca, lo más seguro que para preguntar.
Alcé mi mano y negué.
-No preguntéis, por que no daré explicaciones, al menos ahora…- Caminé hacia el caballo, que relinchó apartándose de mí violentamente. Di un par de pasos hacia atrás para evitar que me golpease con las patas delanteras… ni si quiera el caballo quería que me acercase…
Bajé la mirada y suspiré sacando de mi mochila una camiseta limpia.



ÁNIMA
El caballo rechazó a Jimmy, debía sentirse realmente mal viendo lo que le estaba sucediendo. Todo había sido por mi culpa, estaba bien hasta que le formulé esa estúpida pregunta, seguro que le había hecho recordar cosas horribles y eso le había puesto nervioso.
Me levanté mirando a Jimmy, pero él no me devolvió la mirada, estaba dispuesto a reanudar la marcha sin decirnos nada de lo que le había pasado…



AXEL
James volvió, pero no me dejó preguntarle, pues no me daría respuesta.
Suspiré y cogí mi mochila acercándome al caballo, el cual no se asustó como el de él…
Fruncí el ceño extrañado, menuda reacción había tenido el animal, o tal vez, James por fuera pareciese tener la misma apariencia, pero por dentro… esa bestia le estaba consumiendo poco a poco y no teníamos ni idea y dudaba que él mismo lo supiese, como iba a acabar esto…
-Bien… será mejor que nos vayamos ya…


KAI
Seguimos viajando a pesar de lo que había ocurrido, esperábamos todos que no volviese a repetirse fuese lo que fuese lo que le había pasado a James.
Le miré de reojo mientras íbamos de camino hacia el volcán, ya que íbamos a revisarlo antes de seguir con el viaje.



AXEL
Seguimos caminando sin decir nada. James iba delante de nosotros a pie, ya que el caballo reaccionaba de mala manera cuando este se acercaba…
Ánima iba montada en el animal siguiendo a James, pero algo alejada, sobre todo por el caballo.
A lo lejos conseguimos divisar el volcán, o lo que quedaba de él. Se veía una pequeña humareda perteneciente de la lava que aún quedaba en él.
Ya quedaba poco para llegar, lo que no sabía era que encontraríamos allí…


ÁNIMA
No apartaba la mirada de Jimmy, seguía delante de nosotros, sin dirigirnos la palabra y ni una sola mirada… Lo estaba pasando muy mal y yo no sabía cómo iba a acabar todo eso…
Cada vez estábamos más cerca del volcán, hacía de nuevo calor aunque no tanto como cuando estaba en activo.
Bajé la mirada, había algo que estaba torturando a Jimmy, y debía averiguar el qué era.


JIMMY
Proseguí mi camino sin decir nada, solo pensando en lo acontecido la noche anterior…
Me llevé la mano al pecho agarrando mi camiseta entre mis dedos con fuerza… aún sentía dolor.
No lo entendía… ¿Por qué mi cuerpo se inestabilizaba ahora después de tanto tiempo? No lo entendía, no podía entenderlo… ¿no sería que mi verdadero aspecto ya no aguantaba estar encerrado en este cuerpo tan “pequeño”?
Me llevé una de mis manos a la cara resoplando. Alcé la cabeza y miré al frente. Sin darme cuenta, ya estábamos en el volcán.
Lo único que quedaba de él era un gran estanque de lava ardiente…


ERI
Respiré de forma audible, todo eso me recordaba a la primera vez que nos adentramos en el Reino de la Oscuridad, tuvimos complicaciones para entrar, Axel tuvo que llevarme a su espalda con cuidado de no quemarme para poder cruzar, los demás tuvieron que rodear la zona, sólo que esta vez no creí necesario cruzar nada.
-De ninguna manera Draco puede seguir aquí, ¿no?


JIMMY
Me acerqué hasta el estanque y miré la lava.
-No… no creo que esté aquí…- Dije simplemente suspirando.
-Si aún queda algo, debe de estar bajo la lava o calcinado… así que…- Me alejé encogiéndome de hombros.
-Será mejor que sigamos…


AXEL
Suspiré bajándome del caballo.
-No digáis más, voy a ver si queda algo ahí abajo.- Dije quitándome la camiseta y los pantalones dejándolos sobre la silla del caballo.
Esto iba a ser como un bañito de agua caliente.
Me quité los calzoncillos, por supuesto no iba a meterme ahí con ropa.
Saya giró la cabeza cuando yo me despojé de los calzoncillos.
-Por Dios, señoritas…- Solté una risotada y me dirigí hacia el estanque.


ERI
Miré a Axel cuando de quitó la ropa y solté una risotada.
-Ten cuidado ahí abajo, lo mismo hay algo inesperado… -sonreí, no podía haber nada vivo ahí abajo que no fuese Piro, pero eso él ya lo sabía, no creía que fuese a encontrarse nada paranormal ahí abajo.
-¿Habéis visto que cuerpo tiene mi marido? –me reí cuando se acercó a la lava para introducirse en ella.



AXEL
Me acerqué hasta el filo del estanqué. Introduje un pie, estaba calentita y muy suave, como una crema espesa y caliente.
-¡¡¡Aaaaaaaahhhhh!!!- Grité haciendo que los demás se sobresaltasen.
Les miré y empecé a reírme.
-Je, je, je, je, os lo habéis creído, ¿eh? ¡Qué no! Que es mentira, no me pasa nada.- Solté una risotada y metí los pies dentro de la lava caminando hacía adelante hasta que el líquido incandescente me llegó gasta la cintura.
-Pues nada, ahora nos vemos.- Cogí aire y me sumergí dentro.


KAI
Negué con la cabeza cuando Axel intentó hacernos creer que se había quemado y acto seguido se sumergió.
-Debe estar pasándolo bien ahí abajo, es como una sauna para él… -eché un vistazo a la lava e hice retroceder un poco a mi caballo, ese calor sofocante me irritaba.
-Si encuentra algo no tardará mucho en salir.



AXEL
Saqué la cabeza apartándome los restos de lava del pelo.
-Aquí no hay nada, tío…- Negué y nadé hasta alcanzar la orilla.
Salí y me miré las manos, las tenía al rojo vivo, como el resto de mi cuerpo.
-¡¡¡Uuuuh, como molo!!! Parezco un cangrejo.- Me reí sacudiendo mis manos para quitarme la lava de encima.


ERI
Abrí los ojos como platos al ver a Axel tan… rojo.
-Madre mía, pareces una olla de metal al rojo vivo, ¿pero cuántos grados puede llegar a tener la lava de un volcán?
Me bajé del caballo y me acerqué a Axel, tan sólo de un par de metros irradiaba calor. Alcé mis manos delante de él e hice que le diese aire desde mis manos, me reí.
-Anda, toma un poco el aire, a ver si te baja la temperatura, no vaya a ser que Kai te vuelva a enfriar y te congele… -miré hacia bajo y volví a mirarle la cara.
-Tú ya sabes.


AXEL
Me reí y la miré mientras me ponía los calzoncillos.
-No te preocupes, Eri, se me pasará en seguida. No es lo mismo bañarme que absorber la lava.- Me concentré y bajé mi temperatura de manera que mi piel volvió a la normalidad.
-Ya está, ¿ves?- Sonreí y me puse los pantalones.
-Ahí abajo no hay nada, tan solo restos de cadáveres medio quemados y algo de ruinas, pero nada más…


KAI
Miré a Axel cuando salió, no había encontrado nada sospechoso ni que pudiese ayudarnos.
-Bueno, James. –le miré.
-No hemos encontrado nada, ¿buscabas algo en especial? ¿Seguimos buscando por la zona?



JIMMY
Negué y miré a Kai.
-No, podemos irnos ya, ha sido una pérdida de tiempo…- Suspiré y agarré las riendas del caballo de Ánima tirando de él.
Parece que estaba más tranquilo y dejaba que me acercase, pero dudaba de que me dejase montar encima, así que, era mejor seguir caminando.
-Vámonos.


KAI
Seguimos camino, no sabía cuánto quedaba hasta el puerto, pero tardaríamos aún lo nuestro en llegar para coger el barco.
Miré a mí alrededor, el bosque tenía un aura que no terminaba de gustarme, presentía que iba a pasar algo malo…


AXEL
Terminé de vestirme y me monté en el caballo detrás de Eri.
Otra vez nos poníamos en marcha, no teníamos hartura pero si un cansancio de aupa…
Nos alejamos del volcán, cosa que agradeció alguno del grupo, como por ejemplo Kai, el pobrecillo se estaba asando de calor, un poco más y lo único que queda de él en un charco enrabietado y chillón.
A lo lejos podíamos ver el océano, pero por muy cerca que pareciese estar, aún nos quedaba bosque que atravesar.


ÁNIMA
Jimmy no se dignaba a mirarnos, suspiré y me bajé del caballo, no era justo que él no pudiese ir en él y los demás sí. Posiblemente me diría que volviese a subirme, pero tal y como estaba, poco querría hablar conmigo ni con nadie, le miré caminando justamente detrás de él y después dirigí la mirada hacia el mar que se veía a lo lejos, no me gustaba la idea de navegar, pero era la única forma de llegar a aquella isla, al menos en estos momentos.


JIMMY
Seguimos caminado. Ánima de bajó del caballo, no dije nada, pero no me parecía buena idea que se bajase, así se cansaría más… en fin, era su decisión.
Seguí mirando al frente y caminando mirando por donde pisaba. El paisaje era algo inestable y había que estar atento si no quería meter la pata.
Ninguno hablaba, estábamos muy bajos de ánimos, y todo por mi culpa…
Llegamos al puerto al anochecer, pero decidimos acampar en el bosque para no llamar la atención, ya que en esos momentos éramos demasiado famosos…



ERI
Paramos a descansar al anochecer en el bosque, tenía un dolor de espalda terrible por culpa de estar tanto tiempo durmiendo en malos lugares…
Comencé a prepararles la cena, necesitábamos algo que nos animase, pero eso sólo era posible si terminábamos de una vez con Draco, cosa que se me antojaba algo difícil en esos momentos…


AXEL
Me senté en un tronco echando la espalda hacia atrás, las cual me crujió.
Cerré un ojo haciendo una mueca de dolor.
-Auch… en cuanto terminé esto me pagaré un buen masajista, creo que voy a necesitar una larga terapia de fisioterapia.- Solté una risotada moviendo los hombros para desentumecerlos.


ERI
Sonreí terminando de hacer la cena, se la entregué a todos.
-Pues nada, toca cenar, que aproveche. –me senté al lado de Axel apoyando la cabeza en su hombro, por suerte, daba calor.
Empecé a devorar mi cena, las tripas me rugían, esto de viajar, según pasaba el tiempo, cada vez cansaba más rápido.



JIMMY
Me senté a un lado apartado, incluso de Ánima. No me sentía capaz de mirarla a la cara después de haberme portado así con ella, ni si quiera miré a Eri cuando se acercó para darme la cena.
Suspiré y agarré mi plato con la cena y empecé a cenar, sin muchas ganas, la verdad.
Giré la cabeza y miré el océano, estaba en clama y era algo absolutamente hermoso…



ÁNIMA
No comí nada de la cena, no me sentía con ganas de llevarme nada a la boca, me sentía preocupada y asustada. Miré a Jimmy, no soportaba tener que mantener ese maldito silencio incómodo con él…
Me acerqué cuando miraba al mar y le abracé desde atrás por el cuello.
-Por favor, no me evites más… -le miré, no sabía el verdadero motivo por el que no nos hablaba, pero no podía seguir así.



JIMMY
Suspiré y agarré sus brazos apartándolos de alrededor de mi cuello.
Bajé la mirada y cerré los ojos.
-Ánima, por favor… no quiero contacto con nadie, lo siento…- Dije secamente. Me dolía tener que apartarla de mí, pero era lo mejor hasta que supiese a ciencia cierta que podía controlarme sin causar daño a nadie y menos a ella.



ÁNIMA
Aparté la mirada, seguía apartado de todos, no quería contacto de ninguna clase… Me levanté y me senté más cerca de la hoguera, alejándome de él.
No me gustaba nada tener que estar así con él, pero debía estar a gusto conmigo…
Me preparé mis cosas para echarme a dormir, iba a ser lo mejor…
-Buenas noches a todos.


AXEL
Miré a Ánima de manera triste por la escena acontecida… James la había rechazado… pero no solo a ella, también a nosotros, aún que, eso no era lo importante… Despreciar a la mujer que amaba de esa manera tan seca era lo más grave… si que estaba mal para actuar así…
Miré a Ánima y suspiré.
-Buenas noches, Ánima.


ERI
Suspiré al ver a Ánima y a Jimmy. No era la primera vez que alguien del grupo sufría un cambio que no sabía en qué acontecería, y tampoco era la primera vez que había esta presión entre todos, pero nunca se podía ignorar…
Miré a Axel.
-Voy a acostarme ya, a ver si mañana partimos ya al mar… -besé a Axel en la mejilla y preparé las cosas para irme a dormir, vi que Ánima se tapaba hasta arriba, yo también hacía eso cuando intentaba protegerme a mí misma y cuando estaba sola…
-Dormid bien… -me acosté sobre mi saco cerca de Axel y la hoguera.



AXEL
Miré a Eri cuando se tumbó sobre el saco de dormir. Suspiré y froté su espalda cuando se tapó con la manta, así entraría en calor antes.
Miré la hoguera y suspiré, esto iba muy mal y ninguno no podíamos hacer más que lamentarnos, vaya mierda…
Después de un rato sin decir nada, decidí acostarme yo también, total, para lo que hacía despierto, mejor dormir y descansar.


KAI
Después de Axel, Saya y yo fuimos a dormir, aunque no supe si James se acostó o se quedó despierto…
Me desperté el primero, no era muy tarde. Tenía la boca seca y busqué mi cantimplora. Fui a beber, pero recordé que con la cena había acabado el agua que me quedaba.
Me levanté para ir a buscar agua, me adentré en el bosque, noté de nuevo aquella sensación, no me gustaba un pelo.
Seguí caminando hasta llegar al río más cercano, que aún así no estaba muy cerca del campamento… Me agaché para llenar la cantimplora, mala suerte que no me había llevado la espada, sentía que alguien me acechaba…
Me giré mirando a todas partes.
-¿Quién anda ahí? –me levanté, oí un ruido entre los árboles. Rodeé mis manos de hielo y miré a todas partes de nuevo, lancé varias lanzas de hielo y oí un gemido de dolor. Me acerqué con rapidez cuando sentí un pinchazo en la nuca.
-Mierda… -me llevé la mano a la nuca, aunque sentí que mis manos se entumecían cuando pude quitarme un dardo. El somnífero que llevaba administrado se extendió a lo largo de mi cuerpo.
-Maldita sea… -las rodillas me fallaron y caí al suelo, pude ver varios tipos acercarse a mí, después caí redondo, malditos cabrones…
Cuando me desperté, estaba en el suelo, frío y duro. ¿A dónde me habían llevado?
Me senté con la mano en la cabeza, me daba vueltas. Miré a mí alrededor, nadie…


SHARON
Llevaba bastante tiempo buscando a mi hermana, había buscado por todas partes, pero nada. Desde que se fue del Reino del Agua ya no supe nada de ella. Según tenía entendido, se había casado y por eso abandonó sus raíces y su cometido como ninfa del Agua…
No era propio de ella, no la veía capaz de hacer una cosa así…
Me adueñé de una embarcación, pues el único lugar que me quedaba por visitar era la isla en la cual se encontraba el castillo de Draco…
Había buscado por todos los reinos y lo único que había descubierto era que se había aventurado como una de los cinco elegidos y estaba dispuesta a destruir a Draco… no lo consentiría, era mi hermana y si la encontraba la convencería de que volviese conmigo y volviese a cumplir su cometido como ninfa…
Mis hombres habían capturado a un hombre en el bosque, ya me la habían armado, ¿pero quién les mandaba capturar a nadie? Por que yo no…
Salí de mi camarote y me dirigí al calabozo donde supuestamente tenían al prisionero…
Abrí la puerta y me encontré con el panorama. El hombre al que habían raptado estaba en el suelo maniatado. Bajé la mirada y suspiré.

-¿Quién demonios eres?- Le pregunté de forma directa y fría.
-Y contesta rápido, tengo muchas cosas que hacer como para perder el tiempo con algo que no merece la pena.



KAI
Vino una tía y se acercó a mí preguntándome que quién era, su cara me sonaba muchísimo, no sabía de qué.
Fruncí el ceño.
-¿Cómo que quién soy? Habéis sido vosotros los que me habéis metido aquí. –me levanté rascándome la nuca, me picaba por el pinchazo del maldito somnífero.



SHARON
Abrí los ojos como platos al reconocer la cara de ese hombre.
-¡¡ ¿Tú?!!- Me acerqué hasta él y le agarré del cuello con fuerza empotrándole contra la pared.
-Vaya, vaya, vaya, pero mira a quién hemos pescado, pero si eres aquel rey el cual mandó la vida de mi hermana a la mierda.- Apreté su cuello con mis manos.
-¿Dónde está mi hermana?


KAI
Vale, ya sabía de qué me sonaba la muy cerca, se parecía a Saya, era la asquerosa de su hermana mayor. La aparté de mí como pude con la pierna.
-No te pases ni un pelo. –la aparté como pude lo más lejos de mí.
-Pero maldita guarra… Se suponía que tú estabas criando malvas.



SHARON
Le miré frunciendo el ceño y acto seguido le propiné una patada en el estómago.
-Primero, no me llames guarra, maldito cabrón y segundo, no has respondido a mi pregunta.- Le agarré del pelo de la nuca golpeándole con el codo en su cara haciendo que cayese al suelo.
-¿Dónde está mi hermana?


KAI
Genial, aprovechaba que estaba maniatado para darme de lo lindo.
-Serás zorra… -me intenté incorporar aplicando hielo sobre mi piel.
-¿Tu hermana? –debía soltarle una trola, volvería a intentar llevársela de nuevo si la decía dónde estaba, además de que no la buscaría así por nada.
-No sé dónde puede estar tu hermana, hace tiempo que nos separamos.


SHARON
Le miré soltando una risotada.
-No me mientas, desgraciado, sé muy bien que Saya anda por ahí jugueteando con vosotros como una más de los cinco elegidos, así que no me digas que no sabes donde está.- Miré a mis hombres que agarraron al infeliz y le encadenaron a la pared.
-Vendarle los ojos, será mejor que no sepa donde estamos.- Miré al prisionero.
-Espero que recapacites, volveré dentro de un rato y espero que me des la respuesta que quiero.- Me giré y salí cerrando la puerta del calabozo.


KAI
Me encadenaron a la pared, pataleé dando a uno de los tipos en la cadera.
-¡No sé nada de ella! Si hace años que pasó aquello, imbécil, hace mucho que los cinco elegidos estamos separados, si alguien ha dicho algo sobre ello es para esperanzar a la gente, no estamos juntos de nuevo, y aunque me retengas todo lo que quieras no puedo decirte donde está esa tía, hace años que nos divorciamos… -tiré de las cadenas, no lo soportaba, ¿y ahora cómo salía yo de allí?



SAYA
Me desperté bien alcanzada la mañana. Los demás aún seguían dormidos menos Jimmy, que seguía alejado y apoyado contra un árbol.
Me senté sobre el saco y miré a mi lado… fruncí el ceño extrañada cuando no vi a Kai tumbado en su saco…
-..¿Kai?...- Me levanté, su espada estaba en el suelo metida en la vaina, nunca salía sin ella…
Me acerqué a Jimmy y le miré.
-Jimmy, ¿has visto a Kai levantarse?


JIMMY
Miré a Saya cuando se acercó a mí.
-Si… ha ido a por agua, pero de esa ya… más de una hora por lo menos…- La miré extrañado y me levanté junto con ella.
-Es muy raro, ¿no?- Me rasqué la nuca.
-Vamos a buscarle.- Me encaminé hacia el río seguido de Saya.
Cuando llegamos al río lo único que encontramos fue su cantimplora…



SAYA
Agarré su cantimplora, era lo único que encontramos en la orilla del río…
-¿Dónde está?-Miré a mi alrededor.
-No puede haber desaparecido así sin más… ha debido de pasarle algo… tengo que encontrarle…- Miré a Jimmy.


JIMMY
-Espera, espera, no sabemos donde puede estar, Saya… ha desaparecido y…- Miré al suelo, había una especie de dardo tirado en el suelo. Me agaché y lo cogí.
-Esto es un dardo somnífero, lo utilizan la mayoría de los piratas para poder saquear los barcos mientras sus tripulantes duermen, así se evitan tener que derramar sangre…- Giré la cabeza hacia la playa.
-Kai debe estar dentro de uno de esos barcos, pero… ¿en cuál?


SAYA
Miré el dardo y suspiré.
-Me da igual que haya infinitos barcos, buscaré de uno en uno hasta que le encuentre y espero encontrarlo ileso y de una pieza o juro que quemaré el muelle entero…- Agarré con fuerza la cantimplora entre mis manos.
Miré hacia la playa frunciendo el ceño.



JIMMY
-Le encontraremos, Saya, pero debemos descubrir en que barco está… déjalo en mis manos, tú vuelve con los demás y desayuna, en seguida volveré…- Saya me miró no muy convencida de ello, pero aún así se giró y volvió al campamento con los demás.
Suspiré y me giré hacia la playa donde estaba el muelle… a ver como averiguaba yo donde estaba Kai…



KAI
De nuevo tiré de las cadenas, no servía de nada congelarlas, tirar de ellas, nada… Esa maldita furcia me tenía ahí en contra de mi voluntad hasta que le revelase dónde estaba Saya, y como no iba a decírselo, tenía que ingeniármelas para salir de allí yo solo…
Suspiré y miré mis manos, lo veía bastante complicado, y más sin mi espada…



SHARON
Después de un par de horas con el prisionero en el calabozo, decidí ir a hacerle una “visita” y de paso poder sonsacarle donde estaba Saya.
Abría la puerta del calabozo cerrándola de un golpe.
El carcelero me miró, estaba al lado del prisionero el cual estaba encadenado a la pared y con los ojos vendados como yo ordené.
-Bien, lo he meditado mucho y voy a proponerte algo, espero que lo reconcedieres y me ayudes con esto.- Me acerqué y le quité la venda de los ojos.
-Te preguntaré solo una vez más, si contestas, te liberaré y podrás seguir con tu patética vida, solo y amargado, si no lo haces pues el carcelero te hará que cambies de idea.- Miré al carcelero el cual asintió cogiendo un látigo.
-¿Dónde está Saya?



KAI
La miré, ella ya sabía que la había metido una trola, pero aún así no iba a delatar a Saya.
-¿De verdad crees que te voy a decir dónde está? ¿Para qué, eh? ¿Qué piensas hacerla esta vez? –no aparté mi mirada de ella, debía permanecer seguro.



SHARON
Sonreí agarrando una silla sentándome frente a él. Me crucé de piernas y de brazos mirándole.
-No pienso causarla ningún daño, ninguno, no como tú, Kai, ¿verdad? El Rey del Hielo, el hijo de puta que le llenó el coco de mentiras y de estupideces haciendo que abandonase su hogar y su cometido. ¿Qué crees que quiero hacer con ella?- Esbocé media sonrisa mirándole.



KAI
La miré.
-¿Se puede saber qué estás diciendo? Tú, tú eres la que ha intentado meterle en la cabeza que no son. Ella eligió dejar de ser ninfa, en ningún momento la obligué a ello ni la lavé el cerebro, no era la vida que ella quería, allí atrapada sin poder hacer más que vigilar un tesoro que no podía proteger. Fue desterrada y yo cuidé de ella, Sharon. -¿se lo estaría diciendo en serio, o era sólo para convencerme a mí mismo?



SHARON
Solté una risotada.
-¿Qué cuidaste de ella? Venga ya, tú nunca has cuidado de ella, solo piensas en tu propio beneficio, tenerla cera como un juguete. Te conozco y sé que nunca te has preocupado por nadie más que de ti mismo. Deja que Saya vuelva conmigo, soy su hermana mayor, la única familia que le queda, ¿por qué la privas de ese privilegio?


KAI
Esta vez fui yo el que soltó una risotada.
-¿De qué privilegio me estás hablando? Saya es mi mujer, y ella y mi hijo son lo más importante que tengo en la vida por muy ñoño que te pueda parecer, y permíteme dudar que estaría mejor contigo… -desvié la mirada.
-No volverá contigo la encuentres o no, y cuando descubra lo que me has hecho vas a arrepentirte, la conozco muy bien.



SHARON
Fruncí el ceño.
-No, creo que el que se equivoca eres tú, Saya tiene un corazón muy débil, es cobarde y se deja manipular muy fácilmente. En cuanto me vea y le diga cuatro cosillas accederá a venir conmigo de cabeza. Te abandonará, admítelo, ella es más feliz con su verdadera familia, que soy yo.- Me levanté y di un paso hacia él.
-Ahora dime, ¿Saya está en el bosque? Seguro que está donde te encontraron, ¿no?- Sonreí.
-Muy bien, los hombres que te capturaron me guiarán hasta allí.- Me giré hacia la puerta.
-Despídete de cuanto hayas amado, por que ya no volverás a verla.


KAI
Fruncí el ceño, no debía delatarme y de alguna manera debía ayudar a los demás, sobre todo a Saya. Sabía que ella nunca accedería, pero también sabía que Sharon haría lo que estuviese en su mano para conseguirla…
-No la vas a encontrar, Sharon, y en el caso de que la encontrases, ella nunca irá contigo. –tiré de las cadenas.



SHARON
-Eso ya lo veremos, Kai… nos vemos.- Cerré la puerta del calabozo dejándole con la palabra en la boca.
¿Qué nunca vendría conmigo? Eso estaba por ver, yo sabía como era Saya y sabía de sobra que no quería a ese hombre de verdad y que lo más seguro es que accediese a venir conmigo si o si.



ÁNIMA
Habíamos salido a buscar a Kai, no sabíamos cómo había desaparecido, no teníamos ni idea de dónde podía estar, ni cómo había desaparecido, pero Saya estaba muy preocupada y ansiosa por encontrarle, Jimmy y ella habían encontrado un dardo, por lo que deducimos que lo habían secuestrado…
-Chicos, ¿dónde podemos buscar? No ha dejado rastro…



SAYA
Jimmy había ido a buscar a Kai o en su defecto alguna cosa que le ayudase saber donde podía estar…
Yo me quedé con los demás, aun que no podía quedarme quieta sabiendo que posía estar en algún apuro…
Jimmy tardaba mucho y yo me impacientaba aún más.
Al final le vi regresar, me levanté del suelo y me acerqué a toda prisa hasta él.
-¿Le has encontrado? ¿Sabes en que barco está?


JIMMY
Regresé de buscar a Kai, al cual no había encontrado pero si sabía en que barco estaba, eso contentaría a Saya.
-No, no le he encontrado, pero, mientras caminaba por el muelle escuché a un par de piratas decir algo de una mujer que había secuestrado a un hombre, un hombre famoso, un rey o algo parecido. Según decían, esa mujer es bastante peligrosa y tiene muy mala leche y… está buscando algo o a alguien.- Suspiré.



SAYA
-Y si está buscando a alguien, ¿para qué coño secuestra a Kai?- Miré a Jimmy extrañada, él desvió la mirada hacia el suelo…
Abrí los ojos como platos.
-¡No, no! No insinuaras que… y una mierda, no dejaré que utilicen a Kai como si fuese un esclavo sexual…- Jimmy me miró haciéndolo evidente.
-Vale, vale… dime en que puñetero barco está.


JIMMY
Suspiré rascándome la nuca.
-Está bien, te llevaré hasta él. Nos tele transportaremos, le rescataremos y volveremos aquí, sin llamar la atención, ¿de acuerdo?- La miré y asentí al igual que ella.
-Bien.


ÁNIMA
Miré a Saya y Jimmy, ella parecía impaciente por encontrar a Kai. Quería ayudar, pero como bien habían dicho: debían ser discretos.
-Si… hiciese falta yo puedo volverme invisible, nadie me vería… -sabía que se iban a negar en llevarme, pero si podían contar conmigo…
-Podría entrar sin que nadie se diera cuenta y sacar a Kai tal cual.



JIMMY
Miré a Ánima y negué.
-No, creo que será más rápido a mi manera. La tele transportación es un método eficaz y rápido, así que lo haremos así.- Miré a Saya que parecía conforme a lo que yo había dicho.
La idea de Ánima era buena, pero no iba a permitir que corriese riesgos.



ÁNIMA
Suspiré bajando la cabeza y asentí.
-De acuerdo… Tened cuidado… -retrocedí dejándoles espacio, posiblemente querrían irse ya a buscar a Kai enseguida, no conocía el motivo por el que le habían secuestrado, pero esperaba que lo trajesen a salvo.



JIMMY
Miré a Ánima y asentí.
-Si, lo tendremos…- Agarré la mano de Saya y suspiré concentrando mi cuerpo y el de ella.
En un instante estábamos en el bosque y de repente nos situábamos en la bodega del braco en el que estaba Kai.
Y, efectivamente, allí estaba. Encadenado a la pared y con los ojos vendados.
EL carcelero que le custodiaba se abalanzó contra nosotros armado con un puñal.
Saqué mi espada incrustándosela en el estómago y atravesándole por la espalda haciendo que el suelo se encharcase por la sangre que le caía.
Saqué la hoja de mi espada de su interior dejando que el carcelero cayese al cuelo muerto.
Miré a Saya.
-Yo vigilaré mientras tú le desencadenas.- La lancé las llaves que tenía el carcelero.



SAYA
Nos tele transportamos a una bodega. Supuestamente esta era al barco donde estaba Kai.
Giré la cabeza y le vi encadenado a la pared, con heridas en la cara y en el torso.
Justo cuando iba a acercarme, salió un carcelero, pero Jimmy fue más rápido y se ocupó de él.
Una vez muerto, Jimmy me pasó las llaves mientras se acercaba a la puerta para vigilar que no viniese ningún tripulante más.
Me acerqué hasta él y le desencadené de la pared.



KAI
No podía ver por culpa de la venda en mis ojos, pero oí una voz conocida… James había venido hasta aquí para rescatarme, y no iba solo, ¿sería Saya la que venía con él? Me empezaron a desatar, noté las manos de Saya, era ella.
-Saya… -cuando me desató sentí que me caía, no pude tenerme en pie, caí encima de ella en el suelo.
Me llevé la mano a la venda de los ojos y me deshice de ella para mirar a Saya, aunque me costó un poco enfocarla.
-Saya… -pestañeé un par de veces.
-Lo siento, no llevaba mi espada encima y me cogieron… -me aparté de encima de ella.
-Saya, tenemos que irnos, te busca a ti.


JIMMY
Saya desató a Kai, por suerte no nos pilló nadie, estaban demasiado ocupados allí arriba.
Me acerqué envainando mi espada y ayudé a Kai a sostenerse en pie haciendo que pasase unos de sus brazos por detrás de mis hombros.
-Me ocuparé de llevarle al bosque, solo puedo tele transportar de uno en uno, así que, Saya, espera aquí, en seguida vendré por ti…- Asentí y agarré bien a Kai para evitar que cayese al suelo.



KAI
-No… -me solté mirando a Saya.
-Ella no puede quedarse aquí, James, su hermana la está buscando y no puedo dejar que la encuentre… -no aparté la mirada de ella, sabía que Sharon llegaría de un momento a otro y la encontraría, intentando apartarla de mí.


SAYA
Miré a Kai y fruncí el ceño.
-¿Qué? ¿Mi hermana? Pero que dices, Kai, mis hermanas están muertas, es imposible que alguna de ellas esté aquí, te habrás confundido…- Le agarré.
-Vamos, Kai, vete con Jimmy, volverá después a por mí. Estás mal herido, no puedes estar más tiempo aquí metido.- Jimmy le volvió a agarrar dispuesto a transportarse en cualquier momento.



KAI
-Que no, Saya, joder… James, es… -hizo que nos tele transportáramos al bosque, dejando allí a Saya.
-No, ¡joder! Su hermana está viva, y quiere llevársela, vuelve allí ahora mismo, James, no podemos dejarla sola.


JIMMY
Miré a Kai dejándole sobre el suelo con cuidado, parecía muy alterado y no dejaba de decir que la hermana de Saya planeaba llevársela… Así que esa tía tan peligrosa… ¿era la hermana de Saya?
-Está bien, Kai, iré a por ella…- Me separé levemente tele transportándome de nuevo hasta la bodega donde esperaba Saya.
-Vamos…- La agarré del brazo apareciendo de nuevo en el bosque… me dejé caer al suelo sentándome… me había quedado a penas sin energías…



KAI
Miré a Saya cuando James volvió con ella, por suerte no la había alcanzado… James cayó al suelo por el esfuerzo, pero parecía que había perdido la energía muy rápido…
-James, ¿estás bien? –le tendí la mano para ayudarle a levantarse.



JIMMY
Miré a Kai y sonreí con algo de esfuerzo.
-Sí, tranquilo… solo necesito descansar un poco, esto de estar de un lado para otro marea un poco y mis energías están algo oxidadas…- Sonreí de nuevo apoyándome en un árbol.
-Voy a quedarme un poco aquí sentado a ver si me repongo un poco…


KAI
Asentí y miré a Saya, me alegraba que hubiésemos vuelto antes de que Sharon apareciese allí, aunque probablemente ya estaría buscándonos por el bosque…
Oí voces a lo lejos, los demás estaban por ahí.
Miré a James.
-Descansa, no nos iremos sin ti. –Saya y yo volvimos con los demás.


ÁNIMA
Saya y Kai volvieron, era un alivio ver que Kai estaba bien, aunque se notaba que le habían zurrado…
-Vaya, me alegro de que estéis bien, dentro de lo que cabe, claro… -Jimmy no estaba con ellos…
-¿Do… dónde está Jimmy? –me temía lo peor, ¿no habrían sido capaces de abandonarlo allí?
Kai señaló el camino del que vinieron, asentí y lo seguí, al poco rato vi a Jimmy sentado con la espalda en el tronco de un árbol, parecía agotado.
-Jimmy… -me acerqué y me agaché delante de él mirándole, no parecía herido, pero si cansado.
-¿Qué ha pasado?



JIMMY
Vi como Kai y Saya se alejaban por el bosque hacía donde estaban los demás.
Suspiré cerrando los ojos. Necesitaba recuperar fuerzas si quería seguir camino.
Fruncí el ceño con fuerza llevándome la mano el pecho…
Solté un pequeño gemido cuando noté un fuerte pinchazo…no… otra vez no, ¿pero qué coño me pasaba?
En ese momento apareció Ánima… joder…
La miré con cara de dolor cuando se acercó y se agachó ante mí.
-… estoy bien… pero vete de aquí… necesito estar solo…- Cogí aire de manera audible.



ÁNIMA
No… no, otra vez no podía estar pasándole…
-Jimmy… -le cogí de la cara para que me mirase, lo que le pasase le estaba haciendo sufrir, y no me quería a su lado.
-No, esta vez si que no pienso irme hasta que me digas qué te ocurre, Jimmy, estás sufriendo, ¿qué te pasa?


JIMMY
Apreté los dientes clavando una de mis manos en el suelo agrietando la tierra.
Me incliné hacía delante con mi otra mano en el pecho.
Ánima seguía allí… yo no quería que me viese así, es más corría peligro…
-Ánima… por favor… vete…- Posé mi otra mano de golpe encima de una de sus piernas inclinándome aún más hacia delante.
Ahogué un alarido presionando con fuerza mi mano sobre su piel… Acabaría haciéndola daño y eso era lo último que deseaba…



ÁNIMA
Jimmy se agarró a mi pierna, estaba sufriendo mucho…
-Jimmy… -le agarré de los hombros.
-Dime qué te ocurre, habrá algo que pueda hacer, si hace falta desahógate conmigo, no te contengas, sé que te duele… -abracé su cabeza contra mi pecho besándole en el pelo, no sabía cómo ayudarle, sólo que podía estar ahí con él, si hacía falta, compartiendo su dolor.


JIMMY
Cerré los ojos con fuerza apretando con intensidad su pierna con mi mano.
-…n-no… no quiero… no quiero hacerte daño…- Posé mi mano sobre la tierra para evitar hacerla daño…
Apoyé la espalda en el tronco cerrando los ojos y notando como las estrías negras subían por mi cuello hacía mi mentón.
Apreté los dientes jadeando de manera rápida y frunciendo el ceño a causa del dolor.


ÁNIMA
Cerré los ojos sintiendo sus uñas clavadas en mi pierna, pero apartó la mano, le miré, estrías negras volvían a subir por su cuello.
-Jimmy… -eso debía ser lo que le hacía retorcerse de dolor, le cogí de la mano apoyando mi frente en la suya.
-Tienes que ser fuerte… debes luchar contra la oscuridad, yo estoy contigo… -miré de nuevo las estrías, cada vez ascendían más, la oscuridad estaba consumiendo su cuerpo humano…


JIMMY
Alcé la cabeza apoyando la nuca en el tronco.
-¿Qué sea fuerte?... llevo luchando y… sien…do fuerte desde que… nací… dime…- La miré agarrándola de la muñeca y acercándola a mí. La miré a los ojos.
-¿Por cuánto más tiempo… tengo que seguir… luchando?


ÁNIMA
Le miré a los ojos, no podía verle sufrir así, sentía en lo fuerte que me agarraba la muñeca lo mucho que le dolía eso. Posé mi mano libre en su rostro, tenía razón, ¿por cuánto tiempo más tendría que estar luchando?
-Jimmy… -tragué saliva.
-Eres muy fuerte, siempre has estado luchando, debes mantener el control de ti mismo, yo sé que puedes, la bestia nunca vencerá a la persona que eres… lo sé, porque te conozco y… sé que harás lo posible por seguir aquí… -le miré directamente a los ojos, no podía verle así…
Acerqué mis labios a los suyos y le besé con fuerza agarrándole de la nuca.



JIMMY
Cerré los ojos con fuerza cuando me besó… chica estúpida, así solo corría el riesgo de que la hiciese más daño…
Solté su muñeca y la agarré de los brazos con mis dos manos acercándola más a mí mientras me besaba.
Mis labios presionaban los de ella con bastante fuerza, pero aún así ella no paraba ni se quejaba.
Sentí que poco a poco las estrías iban desapareciendo, aflojé el agarre de sus brazos y el dolor en el pecho cesó.
Me separé levemente sin soltar sus brazos. Bajé la cabeza respirando con fuerza.



ÁNIMA
Aflojó el agarre, cosa que agradecí, además de que parecía estar mejor, agotado, pero no mostraba signos de dolor.
Le cogí de la cara mirándole, parecía que se había pasado, las estrías ya no cubrían su cuello.
-Menos mal… -abracé su cabeza contra mi pecho apoyando mi mejilla sobre su pelo, por el momento, estaba bien…



JIMMY
Suspiré apoyando la frente en su pecho. Deslicé mis manos por sus brazos amoratados por la fuerza que había ejercido en ellos.
Cerré los ojos acariciándola con suavidad… me sentía tan mal, tan inútil y débil…era la segunda vez que me pasaba esto y no había podido controlarlo…



ÁNIMA
Suspiré aliviada, sentía el escozor en los brazos, pero me daba igual mientras que Jimmy estuviese bien. Le acaricié la nuca con suavidad.
-Todo saldrá bien, estoy segura de que pronto encontraremos el remedio para ello… -cerré los ojos, tan segura no estaba, porque no sabía nada del poder de la oscuridad, era un poder muy fuerte y abstracto para poder entenderlo y yo, no sabía cómo ayudarle…



JIMMY
Asentí levemente, no quería preocuparla más.
Mi verdadero cuerpo no soportaba más estar dentro de este y no sabía como iba a acabar esto y que sería de mí una vez destruido Draco… lo mejor era que yo también desapareciese…



SAYA
Nos habíamos reunidos con los demás. Kai tenía muy mal aspecto y era mejor curarle antes de que pillase una mala infección.
Kai estaba sentado en el suelo mientras yo me encargaba de desinfectarle la herida de la nariz.
-Por Dios, Kai, estate quieto y deja de quejarte, lo hago lo más suave que puedo…- Suspiré y seguí con lo mío.
-¿Por qué coño me has dicho antes lo de mi hermana? ¿Me estás tomando el pelo o qué?-Le miré seria. Ese tema era muy doloroso para mí, ya que mi hermana pequeña había fallecido por mi culpa y mi hermana mayor había desaparecido y según tenía entendido también estaba muerta.


KAI
La miré serio.
-¿Te crees que es un juego, Saya? ¿Crees que quiero tomarte el pelo? Esa tía va detrás de ti, apelando que deberías volver a tu antigua vida como ninfa, que yo te llené la cabeza de tonterías y te llevé conmigo a la fuerza, me capturaron sus hombres y me ha torturado con la intención de hacerme cantar dónde te encontrabas, ¿te crees que me lo he inventado? ¿Por quién me tomas? –cerré los ojos cuando me curó la nariz.



SAYA
Le miré sin saber que decir…
Negué con la cabeza bajándola levemente.
-No, joder, no, no me lo creo…- Me levanté aún negando.
-Ellas están muertas, no pueden ser ninguna de ellas dos…- Me giré y le miré.
-Yo vi morir a mi hermana pequeña, murió por mi culpa, así que ella no puede ser y Sharon… desapareció… joder…


KAI
-Eh. –posé mi dedo en sus labios.
-Que una cosa te quede muy clara, tu hermana no murió por tu culpa, ya lo hemos hablado así que no sigas con el tema. –aparté mi dedo de sus labios.
-Y Sharon está más que viva, ella misma me ha roto la nariz, tú misma has dicho que desapareció, no que haya muerto, Saya, está viva, y te está buscando. Intentará llevarte con ella en contra de tu voluntad, porque… no… quieres volver, ¿cierto?



SAYA
Le miré quedándome bloqueada cuando me preguntó aquello.
-… ¿volver con Sharon?...- Me quedé pensativa.
-Hay… hay una parte de mí que tal vez quiera eso, pero… creo que no, no volvería con… ella…- Bajé la cabeza desviando la mirada… me estaba metiendo en terreno minado y ahora mismo mi cabeza estaba echa un lío.



KAI
La miré incrédulo, Saya estaba dudando… No sabía si quería estar de nuevo con su hermana la que la había engañado ejerciendo de nuevo de ninfa, cosa que la quitaba la libertad, cuando a penas un tiempo atrás me había dicho que no quería quedarse con la Aldea de Agua…
Desvié la mirada, ¿acaso ya no quería pasar el resto de sus días a mi lado?



SAYA
Suspiré y le miré.
-No es fácil para mí, Kai… reencontrarme con una de mis hermanas después de tanto tiempo es algo increíble para mí ya que prácticamente fue Sharon la que me crió… desapareció justo después de que yo abandonase mi cometido como ninfa, eso… la cabreó bastante, la verdad, pero ella debe entender que fue mi elección y por eso no tiene derecho a secuestrarte y maltratarte de esta manera echándote a ti todas las culpas…- Me rasqué la nuca sin saber que más decirle, lo más seguro es que se sintiese decepcionado…


KAI
Bajé la mirada.
-Entonces estaba en lo cierto, eso de que yo te arranqué de tu mundo y de tu cometido era verdad, tú siempre has estado pensando en eso, ¿verdad? –suspiré levantándome, quizá era lo que verdaderamente debía hacer, volver con su hermana, yo no era quien para decirle qué debía hacer.
-Supongo que al fin y al cabo ha sido así siempre, te dejaste llevar y ahora simplemente estás atada a mí, eso y el niño es lo único que te frena para no volver, ¿no?



SAYA
Miré a Kai frunciendo el ceño.
-¿Tú eres tonto o qué? ¿Pero que coño dices? Estás montando una montaña de un grano de arena, Kai. En ningún momento he dicho que me vaya a ir con Sharon, solo he dicho que una parte de mí si quiere ir, volver a sus raíces, pero esa parte ya casi ni existe, ¿cómo coño te sentirías tú si te enterases de que tienes un hermano por ahí desaparecido y que te está buscando? Seguro que no sería fácil para ti asimilarlo todo de golpe…


KAI
La miré.
-Pues no sé cómo me sentiría, Saya, pero sé que de algún modo te he cambiado la vida y en algunos aspectos creo que a peor… -miré al suelo, ¿y si Sharon lograba convencerla de que volviese? Por supuesto, iría detrás de ella de cabeza, aún así…


SAYA
Me crucé de brazos y le miré seriamente.
-Pues si, Kai. Cambiaste mi vida rotundamente, dio un giro brusco, pero a mejor, y lo sabes… no me canso de decírtelo. Siendo ninfa solo me sentía una esclava más, no podía salir del templo y ni siquiera podía tener contacto con nadie, abrazar a la gente que quería… eso era algo que no podía soportar, si, lo admito, había cosas que me gustaban, pero a lo referente a mi elemento. Podía curar enfermedades graves y me mezclaba con el entorno como a mi me gustase.- Suspiré y le miré acercándome un par de pasos.
-Tú fascinación hacía mí era simplemente por lo que era, por lo que podía hacer con mi elemento, pero ahora soy una simple humana, Kai, pero no me arrepiento… no quiero mi antigua vida, Sharon no me convencerá de lo contrario.



KAI
La miré suspirando.
Me acerqué a ella y la abracé, lo que más temía era que volviese a apartarse de mi lado, y encima que se fuese con… esa…
-Lo siento… -la besé en la mejilla, aunque cerré los ojos ya que me choqué con la nariz.



SAYA
Puse los ojos en blanco y suspiré.
-No te disculpes si no has hecho nada malo….- Posé mis manos en su pecho y le miré.
-Te has vuelto un blandito, no recuerdo que lo fueses tanto.- Sonreí levemente, este hombre se angustiaba con cualquier cosa…



KAI
Desvié la mirada.
-Ha sido todo culpa tuya, he pasado de ser el hombre de hielo a ser el peluche del grupo, soy incluso más sensible que Edward, y eso que le llamáis “Eddie”. –la miré de reojo.
-Pensé que preferías que fuese dulce a un seco amargado.



SAYA
Puse los ojos en blanco separándome de él.
-Yo no he dicho nada de eso, solo te he dicho que te has vuelto muy blandito…- Me agaché y recogí las vendas, al agua oxigenada y todo lo que había utilizado para curar a Kai.
-Sabes muy bien que cuando me enamoré de ti no es que fueses precisamente un bomboncito o un osito de peluche…


KAI
Asentí, la verdad es que entonces sí que era un palo seco… “Te quiero, Kai” “Vale”…
-¿Qué le voy a hacer? Soy un frío, mi padre, en vida, me enseñó así, y así he seguido, siendo un hombre frío. –me encogí de hombros.
-Lo que no llego a comprender, es que viste en mí…



SAYA
Sonreí y me levanté acercándome con una tirita en las manos.
-Pues no te lo pienso decir.- Le coloqué la tirita en la nariz con cuidado.
-Es todo un misterio, tendrás que vivir con la incógnita.- Presioné con suavidad la tirita para que se quedase bien pegada y evitar que se infectase la herida.



KAI
La cogí de la muñeca mirándola directamente mientras me ponía la tirita.
-Fue al principio por mi mirada, ¿no? –esbocé media sonrisa.
-Hasta que me viste sonreír por primera vez pasó más de un año, y siempre eras tú la que me hacía sonreír. –no aparté la mirada de sus ojos.


SAYA
Alcé una ceja mirándole a los ojos.
-Kai, sabes que al principio tus ojos me daban miedo, no creo que fuese por eso, pero bueno, creo que tú mirada ayudó en gran parte.- Sonreí y le limpié un corté que tenía en la mejilla.
-Y respecto a tu sonrisa, digamos que sí, me impresionó bastante verte sonreír, sinceramente, no te veía capaz de hacerlo… siempre ibas muy serio.- Fruncí el ceño levemente intentando imitarle.


KAI
Sonreí y la aparté las manos para besarla, sabía que los besos desprevenidos la volvían loca…
-Porque no tenía motivos para sonreír hasta que te conocí. –la volví a besar posando mi mano en su baja espalda.


SAYA
Sonreí posando una mano suavemente tras su nuca cuando me besó de manera “inesperada”, aun que ya sabía que haría alguna cosa de esas… llevaba muco tiempo a su lado, ya me conocía de sobra sus tretas.
Le miré y sonreí de nuevo algo ruborizada… bajé la cabeza mirando la gasa con la que le había limpiado la herida de la cara.
-Lo siento… aún me ruborizas, después de tanto tiempo…


KAI
Solté una risotada y la cogí de la barbilla para volver a besarla. Me encantaba verla sonrojada, sobre todo si era por mis besos. Acaricié sus labios con suavidad, pegados a los míos. Antes era más frío, simplemente me acercaba y la besaba, aunque sin ninguna pasión… Ahora era distinto, y esperaba que le gustase más así.



SAYA
Rodeé su cuello con mis brazos alzándome levemente para tener mejor acceso a sus labios…
Antes me moría por los besos de Kai, ahora llegaba a deshacerme en sus manos y esperaba que eso no cambiase nunca.


SHARON
Me adentré con mis mejores hombres, bien armados y preparados, en el bosque. Estaba dispuesta a encontrar a l única familia que me quedaba, costase lo que me costase. Saya era mi hermana pequeña y no la dejaría ir por nada del mundo. Ella debía estar con su verdadera familia…
Por fin la encontré… estaba abrazada a aquel mentiroso y manipulador… la tenía engañada y sometida a todo lo que él desease… ¿por qué has caído tan bajo, Saya?
-¡Oh, no, por Dios! Más te vale lavarte la boca, Saya.


SAYA
Dejé de besar a Kai girando la cabeza cuando escuché una voz muy familiar.
-Sharon…- Allí estaba… después de tanto tiempo, la tenía delante de mí, viva…
Solté a Kai, pero sin separarme mucho, ya que las intenciones de Sharon no eran buenas, si no, ¿por qué aparecería con un grupo de tíos armados hasta los dientes?
Cogí aire y fruncí el ceño. Me separé de Kai y caminé a paso ligero hasta ella. Cuando la tuve en frente, la golpeé la mejilla con mi mano.



KAI
Cuando vi aparecer a Sharon mi propio instinto actuó por su cuenta, haciendo que agarrase con más fuerza a Saya, no quería que se fuese con ella…
Se separó de mí para acercarse a ella, debía comprender que, al fin y al cabo, era su hermana y la había echado de menos…
Cuando estuvo frente a ella la abofeteó, pero… ¿Sería por lo que me había hecho? Ahora Sharon se enfadaría más conmigo… Suspiré mirándola atento.



SHARON
Me llevé la mano a la mejilla cuando Saya se acercó y me abofeteó.
-Vaya… no esperaba este recibimiento por tu parte, Saya…- La miré a los ojos. Estaba enfadada, más bien furiosa y seguro que la razón era por haber aprisionado a ese idiota de hielo.



SAYA
La miré muy seria y con el entrecejo arrugado.
-¿¿Recibimiento?? ¿De qué coño vas, Sharon? ¿Quién te crees que eres para, después de tanto tiempo desaparecida, volver y encima hacerle daño a la persona que más quiero en este mundo? Eres una maldita desgraciada y no te perdonaré en la vida.- Miré a los hombres armados que contemplaban la escena sin decir nada pero preparados por si tenían que disparar a alguien.
-Ya puedes volver por donde has venido, por que nada de lo que me digas significará algo para mí…- Retrocedí un par de pasos.
-Estás tan muerta para mí como lo está Mika…


KAI
Las cosas que acababa de decirle Saya a su hermana no concordaban nada con lo que me había dado a entender antes, pero supuse que se sentía protectora conmigo, por dentro me sentía inútil…
Me acerqué a Saya cuando retrocedió y la cogí de la muñeca, seguro que Sharon ahora usaría su discurso de que la comía el coco…
-Ya has oído, Sharon, Saya no quiere nada de ti.


SHARON
Miré a Saya sin acabar de creerme lo que me había dicho…
Miré a Kai que se acercó a ella agarrándola de la muñeca.
-Tú cállate y deja de hablar como si ella no estuviese aquí presente…- Volví la mirada a Saya.
-No sé como eres capaz de decirme esas cosas después de todo lo que he hecho por ti. Yo te crié y cuidé de ti cuando mamá y Mika murieron, yo fui la que estuvo a tu lado hasta que te proclamaron ninfa, aún así no me separé de ti… ¿vas a abandonar todo lo que teníamos por… eso? ¿Y qué me dices de Nidy? ¿Ya no te acuerdas de esa cría?


SAYA
La miré y negué.
-No, Sharon, no digas mentiras, nunca estuviste a mi lado, estabas más ocupada con tus entrenamientos que del cuidado de tu hermana… yo tan solo era un estorbo para ti… y sobre el tema de Nidy, no te preocupes, está en buenas manos….- Desvié la mirada… me estaba resultando muy difícil decirle todas esas cosas a mi única hermana, pero la verdad… siempre he estado sola, nunca me ofrecía su apoyo…


SHARON
-No, no es verdad… yo siempre cuidé de ti, veo que no lo valoras, tan solo valoras lo que este idiota te ha dado, ¿y qué te ha dado? Una mierda de vida, una vida sacrificada, con un crío sumado al deber de madre y de reina, si me permites añadir, ¿eso es lo que verdaderamente quieres?...


SAYA
Miré a Sharon de nuevo.
-Esta es la vida que he elegido, y a ti no te incumbe el saber si me hace feliz o no…- Bajé la cabeza de nuevo girándome y dándola la espalda.
-Vete de una vez, estás perdiendo el tiempo…


SHARON
Miré a Saya sin poder creérmelo… me estaba dando de lado, me abandonaba…
-¡Saya, soy tu hermana, no puedes hacerme esto!- Grité apretando los puños y frunciendo el ceño… no, no dejaría que se fuese así sin más.


SAYA
Me giré y la miré.
-¡No!... yo no tengo hermanas, ¡vete de aquí!- No dije nada más, esperaba que le quedase claro. Me giré de nuevo y empecé a caminar alejándome de ella. No quería verla, no quería saber nada más de su vida… para mí, toda mi familia había desaparecido, incluida ella.



SHARON
No supe que decir… Saya se marchó después de dejarme claro que yo ya no existía para ella…
Miré a Kai y fruncí el ceño. Levanté la mano y automáticamente, mis hombres se fueron retirando hacía el muelle… ya no tenía nada más que hacer ahí.
-Tú, no sé que coño has hecho para cambiarla de esa manera, pero…si es verdad que ella quiere estar contigo, más te vale no darla de lado o te juro que volveré y me la llevaré, entonces si que no volverás a verla en lo que te queda de vida.


KAI
-No es necesario que me amenaces, Sharon. Yo sé que Saya ha renunciado a muchas cosas en su vida, incluyéndote a ti, pero creo que sería sensato escucharla para saber lo que ella quiere. He luchado mucho por mantenerla a mi lado, hemos peleado miles de veces y no sabes lo que nos ha costado mantener una relación estable, pero la tenemos, y ahora su vida está a mi lado, si ella decidiese marcharse nadie podría evitarlo, pero por el momento, mientras ella no quiera, no la dejaré ir, que te quede bien presente. –me di la vuelta para volver con Saya, sabía que para ella había sido muy duro renunciar así a su hermana, debía estar con ella.



SHARON
Baje la mirada cuando se marchó… las palabras de Kai tenían parte de razón, pero… había removido cielo y tierra para encontrarla y… una vez la había encontrado y la tenía en frente… se volvía a marchar…
Suspiré llevándome las manos a la cara, era mi hermana pequeña y siempre la querría, pero ella había decidido seguir un camino diferente al mío… era su elección y no podía hacer nada, aún que siempre estaría cerca para lo que necesitase…
Me giré y me fui de regreso a mi barco, era mejor dejas las cosas cono estaban…

No hay comentarios:

Publicar un comentario