¡Busca por capítulos!

Dejad vuestros comentarios

Nos gustaría saber la opinión de los lectores de esta historia, por favor, dejad comentarios, y si tenéis alguna duda, no dudéis en preguntar ^^

Para el que no sepa hacerlo: Al final del capítulo hay un apartado donde pone "X comentarios", pinchad ahí y os dará la opción de comentar ;)

viernes, 26 de febrero de 2010

Capitulo- LXXXVI - LA ISLA DE DRACO

SAYA
Seguíamos perdidos en medio del mar, sin nada más que agua a nuestro alrededor, ya ni siquiera sabíamos donde se encontraba la isla de Draco y ningún barco pasaba por allí para poder ayudarnos…
La tarde empezó a caer sin señal de ayuda. Pensamos en la idea de que Jimmy nos tele transportase, pero estaba demasiado cansado y serían muchos viajes los que tendría que hacer, así que, lo descartamos…
La noche se nos empezó a echar encima, y aún no sabíamos que hacer y para donde tirar… estábamos perdidos.
Al menos Jack decidió irse y no tocar más las narices… un punto a nuestro favor…



EDWARD
Suspiré mirando al resto, tenía frío y ellos estaban calentitos junto a Axel…
-¡Me siento solito! –ni siquiera Saya estaba con ellos, pero siempre me quedaba aislado, mi elemento y el agua…
-¡Oye, Kai! ¿Por qué no congelas el agua y nos vamos patinando? –me miró de soslayo.
-Coño, soy el único que ha dado una idea…


JIMMY
El día se me hacía larguísimo, estábamos mojados y hacía frío, aun que, gracias a Axel, el frío era lo que mejor llevábamos… Nos sonaban as tripas, ya que desde el desayuno no tomábamos nada. No pasaba ningún braco y si seguíamos así un par de días más, sin comida ni agua, nos moriríamos fijo…
Giré la cabeza cuando, por el rabillo del ojo, me pareció distinguir un par de velas blancas.
-¡Mirad!- Era un barco, al fin pasaba un maldito barco por aquí.
Miré a Axel, que prendió fuego a su camiseta atada a un pedazo de madera. Hizo señas para que el barco nos viese y se acercase a recogernos, después de todo, no estábamos perdidos.



ÁNIMA
Estábamos helados, teníamos hambre y yo ya perdía la esperanza de ser rescatados cuando Jimmy divisó un barco y Axel empezó a hacer señales, si nos veía, estábamos salvados.
Me levanté haciendo señas con los brazos para ayudar a Axel a llamarles la atención.
-Nos verán, ¿verdad?



SHARON
Estaba frente al timón, me gustaba contemplar el océano cuando era de noche, el agua estaba tranquila y la brisa corría fresca con un suave olor a salitre.
Fruncí el ceño cuando divisé en el horizonte una pequeña antorcha… ¿fuego en medio del mar? Eso solo podía ser una cosa…
-¡Aminorad la marcha y poner rumbo a estribor!- Mis hombres obedecieron poniendo el rumbo hacía los náufragos.
Cuando los alcanzamos mandé lanzar cuerdas para poder subirles a bordo. Había restos de cañones y madera de otros barcos…
Me acerqué al extremo del barco y alargué la mano para ayudar yo también.
Cuando sentí que me agarraban, tiré…
-¿S-Saya?- Era Saya la que estaba frente a mí, empapada y helada de frío.
-¡Traedme una toalla para Saya en seguida!- Ordené y al momento me trajeron lo que pedí.
Cubrí los hombros de Saya con la manta frotándola los brazos.
-Será mejor que entres en calor.- Me acerqué de nuevo al extremo del barco para ayudar al último que queda y era…
-No… tu no…- Cerré el puño y lo descargué en la cara de Kai haciendo que cayese al agua de nuevo.
-¡Ni muerta dejaré que subas a mi barco!



KAI
Cuando estaba a punto de subir, Sharon, que fue la que me ayudó, me dio un puñetazo haciéndome caer al agua de nuevo.
-¡Pero serás hija de puta! ¡Déjame subir! –volví a subir por la cuerda, con lo que me había costado con el hombro jodido…
-Egoísta, zorra, mamarracha, ya podría haber aparecido cualquiera menos tú. –cuando alcancé el borde del barco tropecé cayéndome sobre ella.


SHARON
Suspiré y alargué de nuevo la mano para que la agarrase, pero se me adelantó subiendo por la cuerda. El muy torpe tropezó cayendo encima de mi… no podía caer sobre el suelo y partirse los morros, no… tenía que caer encima de mí.
Mi espalda dio de lleno contra el suelo mientras él dejaba caer todo el peso de su… cuerpo, encima de mí.
-Joder…- Nos quedamos mirándonos un momento… Dios… que ojos, ¿no?
Carraspeé y le aparté de mí se un empujón.
-¡Quítate de encima, salido!- Me levanté colocándome la camisa.


KAI
Me… ¿me estaba mirando? ¿¿Qué coño miraba?? Me apartó de un golpe.
-¿¿Salido?? –me aparté.
-Salida tú que te me has quedado mirando como si fuese un cacho de carne con ojos. –me levanté revolviéndome el pelo mojado, ya podría habernos salvado otro barco, pues no, en el que iba esa tía tenía que ser…



SHARON
Miré a Kai de soslayo colocándome el pelo, ya que el muy cabrón me había mojado entera.
-Más quisieras que yo me sintiese atraída hacia ti, pero tranquilo, para mí no eres un pedazo de carne con ojos, pero tal vez para los tiburones si lo seas.- Esbocé media sonrisa mirándole.
-Estás de suerte, ojazos, me has pillado de buen humor. Mandaré a mis hombres que os den comida y ropa seca.


KAI
Solté una risotada.
-¿Esperas que te de las gracias? –me fui con Saya, tenía frío pero con la manta entraría en calor. Me mantuve a su lado solo para joder a Sharon, Saya estaba mosqueada y no me quería a su lado, pero tampoco me iba a alejar porque sí.
-¿Estás bien?


SHARON
Me acerqué a Saya pasando mi brazo por detrás de sus hombros.
Sonreí y la miré.
-Pues claro que está bien, ahora que está aquí conmigo estará muy bien.- Miré a Kai.
-Yo me encargo de las chicas, si nos disculpas…- Me llevé a Saya junto con las otras chicas. Si Kai pensaba que estando todo el día con ella eso me iba a fastidiar iba claro, él sería el que acabaría tirándose de los pelos por estar un ratito a solas con su Saya.



ÁNIMA
La hermana de Saya nos llevó con ella a las tres después de darnos unas mantas. Estábamos a salvo ya, pero no me fiaba de que saliésemos todos ilesos con lo mal que se llevaban ella y Kai…
Miré a Jimmy, no quería dejarle solo, así que dejé que Saya y Eri fuesen con Sharon, yo volví con Jimmy y le abracé.



JIMMY
Miré a Ánima cuando me abrazó.
Sonreí alzando una ceja.
-Vamos, ¿qué haces abrazándote a mi estando tan mojadita? ¿No ves que levantas pasiones?- Solté una risotada agarrándola de los hombros.
-Ve y cambiarte de ropa, cuando estés más seca podrás abrazarme todo lo que quieras, lo que faltaba ahora es que te me pusieses mala…- Esbocé media sonrisa mientras cogía la ropa que me ofrecía uno de los hombres de Sharon.
-Uy, mira, yo ya tengo mi ropa.- Miré a mi alrededor y sin pensármelo dos veces, me quité el pantalón delante de Ánima.



ÁNIMA



Me quedé mirando como una idiota todo el… potencial de Jimmy, ¿¿por qué se desnudaba así sin más??
Mi cara se puso como un pimiento. Desvié la mirada.
-J-J-Ji-mmy… po-podrías esperar a que me diese la… la vuelta… -me tapé la boca, sentía cómo me subía la temperatura, sobre todo de la cara.


JIMMY
Solté una risotada y dejé la ropa encima de un barril que tenía a mi lado.
Me acerqué un par de pasos hacia Ánima y la agarré de la cadera con mis manos.
-Oh, vamos, cervatilla, aquí no hay nada que no hayas visto antes.- Sonreí y la besé por el cuello atrapando su piel entre mis labios.
Su cara estaba ardiendo, o era fiebre o que…
Solté otra risotada y agarré los pantalones que me habían prestado poniéndomelos.
-Vale, vale, ya no te molesto más…- La miré de reojo.



ÁNIMA
Le miré de reojo mientras se vestía, pero los pantalones le quedaban muy grandes y le llegaban hasta debajo de la pelvis, casi viéndosele todo.
Creo que en ese momento me mareé o algo porque caí de culo al suelo.
No sabía si era peor desnudo o provocando de esa manera, tendría que haberme ido con las chicas… qué puñetas…



JIMMY
Me puse el pantalón.
-Vaya… esto… me quedan dos o tres tallas más grandes…- Suspiré encogiéndome de hombros… era lo que había, no podía quejarme.
Me giré para mirar a Ánima, pero estaba… en el suelo, sentada de culo.
-Ánima… ¿qué haces ahí tirada?- Me reí y me agaché delante de ella.
-¿Estás bien?- Sonreí apartándola el pelo de la cara, estaba muy colorada.



ÁNIMA
Enterré la cara en su pecho.
-Esto es todo por tu culpa, capullo. –sentía que cada vez estaba más roja, si me iba a casar con él iba a sufrir muchos infartos a lo largo de mi vida…
-¿Por qué me haces esto?



JIMMY
Me reí de nuevo posando mis manos en su cabeza.
-Pero mujer, que no es para tanto, cosas peores se han visto…- Solté una risotada y pasé mi brazo derecho por detrás de su espalda y el izquierdo por debajo de sus piernas alzándola en brazos. La senté sobre el barril y apoyé las manos en sus piernas.
-¿Te vas ha poner roja cada vez que me veas denudo?- Sonreí alzando las cejas.


ÁNIMA
Tragué saliva mirando sus ojos profundos, era un maldito torturador…
Cerré los ojos, le agarré de la cara y le besé en los labios acariciándolos con los míos, le miré con mi nariz pegada a la suya.
-Por el momento es normal, si te molesta, no me mires. –rodeé su cuello con mis brazos y le volví a besar, seguro que se le caerían los pantalones.


JIMMY
Tuve que agarrarme bien los pantalones para que no se me volviesen a caer mientras Ánima me besaba.
Sonreí y la agarré de la cintura bajándola del barril.
-Bien, ya es hora se que vayas ha cambiarte, vamos.- La empujé suavemente hacia los camarotes.
-Y no rechistes, sé buena chica.- La di un golpecito en el culo y volví para coger mi camiseta, la cual también… me quedaba grande…



ÁNIMA
Le miré sonriendo mientras me echaba para que me cambiase de ropa, me bajé el tirante de la camiseta mientras caminaba.
-Seré una chica buena y me iré ya… -me acerqué y le rodeé la cintura poniéndome de puntillas para susurrarle al oído.
-Si me prometes que cuando estemos a solas me harás el amor. –le besé en la mejilla y volví sonriendo para cambiarme de ropa con las chicas.



JIMMY
La miré y esbocé media sonrisa mirándola mientras se iba.
Me froté la nuca resoplando… ahora al que le había subido la temperatura era a mí…
-Madre mía… espero que ese momento llegue pronto…- Dije para mí mismo, aun que seguro que me habían oído los demás, ¿y qué importaba?



KAI
Como no, la ropa que me habían dejado me quedaba grande, ¿pero qué tallas usaban en ese maldito barco? Tenía que agarrarme los pantalones con la mano para que no se me cayesen hasta las rodillas, menuda hospitalidad…
Y para colmo Sharon se había llevado a Saya con ella y a las demás chicas, seguro que ahora las estaba comiendo el coco, maldita loca…
Me senté en uno de los barriles que había, así al menos no se me caían los pantalones.
-Qué asco de barco.



AXEL
Me cambié de ropa, por suerte, la ropa me quedaba bien, los hombres del barco eran bastante grandotes y parecía que utilizábamos la misma talla.
La verdad es que, con mi calor, me sequé en seguida, pero no me venía nada mal cambiarme de ropa…
Miré a Kai sentándome a su lado encima de otro barril.
-Vamos, no te quejes, ¿habrías preferido quedarte en medio del mar muriéndote de hambre?... espera, no hace falta que contestes, ya sé cual es tu respuesta…


KAI
-No entiendo por qué ha tenido que ser ella de toda la gente que hay en este maldito mundo, si me he librado de ella hace un día… -resoplé pasándome la mano por el pelo mojado.
-Quiero volver a casa ya…



AXEL
Miré a Kai de reojo y le agarré de la cabeza haciendo que la apoyase en mi hombro.
-Pobrecillo él, que quiere volver a casa, ea, ea, ea… ya pasó nenito de papá, ya, ya…- Me reí mientras le acariciaba la cabecita como a un bebé.



KAI
Puse los ojos en blanco y le pellizqué en un pezón para que me soltase y me alejé.
-No me toques, Axel, te lo advierto, estoy de mala hostia y no quieras que te meta un puñetazo en la boca. –me levanté y me senté dos barriles alejado de él, ese maldito Piro a veces era muy gay.


AXEL
Miré a Kai cuando se alejó de esa manera…
-Joder, Kai, estás de un desagradable… normal que Saya esté cabreada, cojones.- Me levanté y le miré frunciendo el ceño.
Uno intentaba animar al personal y solo recibía patadas y malas maneras, pues que le jodan…
Sharon volvió con las chicas ya cambiadas. Las miré apoyando la espalda en la barandilla del barco cruzándome de brazos.


ERI
Salimos con ropa seca y limpia, los chicos también se habían cambiado. A Jimmy le dieron ropa que le quedaba grande, estaba tan mono… a… a Kai también le dieron ropa grande…
Empecé a reírme cuando le vi agarrándose los pantalones.
-Ay, qué gracioso…


SHARON
Salí junto con Saya, a la cual la había prestado algo de ropa limpia. La verdad es que ella y yo habíamos utilizado siempre la misma talla, éramos muy parecidas en el físico, así que, no había problemas con la talla.
Me llevé la mano a la boca aguantándome la risa cuando vi las pintas que llevaba Kai.
-Lo siento, pero es que te queda enorme.- Cogí aire y les miré.
-Supongo que tenéis hambre, venid conmigo, la cena está lista.- Entré de nuevo en el interior del barco conduciéndoles hacia al cocina. Se podía apreciar el olor del estofado desde los pasillos.



ÁNIMA
El vestido que Sharon me había prestado me quedaba algo grande, sobre todo largo, pero estaba seco y me mantenía calentita. Me reí cuando vi a Kai con esas pintas y fui de nuevo a reunirme con Jimmy, al cual agarré de las manos y me posé sobre él.
-Recuerdas el trato, ¿verdad? –le besé.


JIMMY
Miré a Ánima mientras se acercaba. El vestido que llevaba le quedaba algo grande, pero resultaba estar muy mona.
Sonreí cuando se acercó a mí y me besó.
La agarré de la cintura y la di suaves besos por el cuello.
-¿Cómo olvidarme de ello?- Sonreí de nuevo y la besé en los labios.
-Pero ahora es hora de cenar algo, así que, vamos a llenar la panza.-
Me bajé del barril quedándome muy pegado a ella.



ÁNIMA
Sonreí y le mordí la barbilla, acto seguido volví a besarle, esperaba que esa noche tuviésemos una habitación para nosotros solos o sería una verdadera faena estar tan acaramelados y no poder hacer nada…
Le cogí de la mano y tiré de él para irnos a cenar, por el camino no dejé de besarle, me daba igual que todos me mirasen.



JIMMY
Sonreí y la seguí sin soltar su mano. Ánima no paraba de besarme, cosa que no me desagradaba en absoluto.
Llegamos a la cocina, en la mesa había varios platos con cubiertos, bastante lujosos para ser un barco.
Entré y me senté en una silla situando a Ánima a mi lado en otra silla.
Los demás entraron y se sentaron al igual que nosotros.
Me sonaron las tripas, y no solo a mí, era bastante normal después de un día entero sin comer.


KAI
Me senté en una de las sillas y comencé a comer, eso sin apartar la vista de Saya y sobre todo de Sharon, que estaba muy cerca de ella y no paraba de hablarla, a saber qué la estaría diciendo.
Seguro que la comida de mi plato estaba envenenada…
Cogí la cuchara mirándola con detenimiento de que no tuviese truco y se filtrase el caldo o lo que tuviese la comida.



SAYA
Sharon me había prestado algo de ropa, unos pantalones largos bastante pegados y una camisa blanca la cual estaba debajo de un corsé rojizo bastante cómodo. A ella siempre le había gustado vestir así.
Habíamos estado hablando incluso ella me había pedido perdón por el comportamiento que había tenido tanto conmigo como con Kai, pero tenía miedo de perder a su única hermana y eso en el fondo… también me daba miedo a mí…
Mientras escuchaba lo que me decía Sharon, me di cuenta de que Kai miraba su plato de comida algo desconfiado. Levanté un momento la mano para indicarle a Sharon que me dejase un momento.
Me incliné hacia Kai y le miré.
-¿Qué pasa? ¿No te gusta el estofado?- Entrecerré los ojos.
-Ohm… ya entiendo…- Cogí su cucharada de su plato y me lo llevé a los labios.
Me quedé un momento, pensativa, para después mirarle de nuevo entregándole la cuchara.
-Tranquilo, puedes cenar a gusto, la cena no está envenenada, si es lo que pensabas.- Esbocé una sonrisa y volví a sentarme en mi sitio.



KAI
La miré entrecerrando los ojos y comí.
-Cualquiera se fía… -seguí comiendo, tenía hambre y la maldita pelea me había dejado exhausto, necesitaba reponer fuerzas.
Las miré cuando volvieron a hablar, eran igualitas… Meneé la cabeza y seguí a lo mío.


SHARON
Me reí cuando Saya me contó lo que acababa de pasar con Kai.
Le miré y sonreí.
-Ooooh, pero como piensas que he podido envenenar tu cena, ojazos, con lo… adorable que eres tú.- Me reí de nuevo, aún que Saya me dio un leve codazo.
-Vale, lo siento, lo siento.- Miré a Kai de nuevo.
-Sigue comiendo sin miedo, yo no soy tan cobarde como otros, si quisiese matarte lo haría de frente y sin juegos sucios.- Sonreí de manera angelical volviendo la mirada a Saya.



KAI
Puse los ojos en blanco, maldita zorra, encima se hacía la chula…
-Me parece que se me está quitando el hambre… -iba a decir que por ver su cara, pero Saya se enfadaría y me pondría los morros del revés.
Suspiré.


SHARON
Le miré y sonreí.
-Venga, cuñadito, no seas así de amargado, sabes que la tita Sharon va de broma, tan solo… juego.- Me reí y miré a Saya que no decía nada.
Suspiré y miré mi plato.
-Vamos, llena esa barriga cervecera y calla ya de una vez. Luego podrás irte a dormir la mona mientras Saya y yo nos tomamos unas buenas copas, por los viejos tiempos.- Eso le cabrearía más… sería divertido.


KAI
Apreté los dientes y la cuchara, haciendo que se doblase ligeramente hacia atrás. Me estaba conteniendo por Saya, pero como siguiese así iba a meterle le cuchara entre los ojos y dejarle las cuencas vacías.
Dejé la cuchara doblada en la mesa y bebí un poco de agua, una más y le soltaría una buena perla…



SHARON
Miré a Kai cuando dobló la cuchara de aquella manera.
-Kai, no te enfades, ya te he dicho que estoy de broma.- Me reí y pasé mi brazo por detrás del hombro de Saya.
-Esta noche montaremos la juerga padre, ¿verdad?


SAYA
Miré a Sharon y esbocé un a leve sonrisa.
-Si, bueno… verás, Sharon, estoy cansada y no me apetece nada más que meterme en la cama, lo siento, pero, ya montaremos la juerga otro día… si eso…- Volví la mirada a mi plato…
Kai y Sharon seguían peleando y lo malo es que yo estaba por medio y no sabía de que lado ponerme… si defendía a Sharon, Kai se cabrearía, si era al contrario, pasaría igual… yo ya no sabía que hacer.


ÁNIMA
Kai y Sharon no paraban de pelear, saltaban chispas entre ellos y Saya estaba entre los dos… Si la pobre no acababa mal sería milagro.
Suspiré y cogí la jarra de agua para llenar mi vaso, pero chocó contra el vaso de Jimmy cayéndose el líquido sobre sus pantalones.
-Uy… -me llevé la mano a la boca, le había puesto perdido.
-Perdona, Jimmy, lo siento… -cogí mi servilleta y la pasé por sus pantalones para limpiarle.


JIMMY
Miraba atento como Kai y Sharon mantenían una pelea de cuñado a cuñada… lo más seguro es que acabasen dándose de hostias y la pobre de Saya loca de atar…
Suspiré y negué con la cabeza dedicando mi atención a la cena, tenía bastante hambre y la cena estaba muy buena.
Fui a meterme una cucharada en la boca cuando sentí que un líquido frío mojaba mis pantalones.
Mi vaso estaba derramado… miré a Ánima, había dado sin querer a mi vaso con la jarra haciendo que toda el agua mojase mis pantalones.
-Jo… lo que me faltaba, ya de por sí son enormes los pantalones para ponerle más peso con el agua…- Suspiré y agarré mi servilleta, pero Ánima se me adelantó y empezó a… secarme…
-Á-Ánima… no hace falta que…- Cogí aire apretando los labios… me estaba secando y…
Agarré su mano y la aparté sin brusquedad.
-Ya… ya me seco yo…- Tragué saliva… con tanto frota-frota me había puesto… joder….



ÁNIMA
Cuando me apartó la mano se me cayó la servilleta al suelo.
-Lo siento, Jimmy… -me agaché para cogerla, al levantarme vi que…
-Dios, Jimmy… -me senté sonrojada, ¿yo le había hecho eso con la servilleta? Le miré y me mordí el labio desviando la mirada intentando no reírme.
-Perdóname, Jimmy… -me llevé la mano a la boca y le miré.



JIMMY
Miré a Ánima frotándome la boca con la mano mientras que con la otra intentaba tapar… el desliz…
-No pasa nada…- Miré a los demás, menos mal que estaban a otras cosas y no se habían dado cuenta… o eso quería pensar yo…
Me levanté.
-Yo… me retiro ya, la cena estaba muy buena, gracias, eh, de verdad… pero yo ya estoy cansado y necesito dormir un poco.- Sharon asintió ante lo que dije sin poner mucha atención.
Suspiré y salí de la cocina a toda leche.
Cuando me encontraba en los pasillos, por suerte no pasaba nadie, me apoyé en la pared y aparté el pantalón para poder ver el Kinder Sorpresa que tenía debajo.
-Joder… baja de una vez, cojones…


ÁNIMA
Me mordí el labio apurada, menuda había liado… Miré al resto, que estaba bastante ocupado.
-Yo… me voy con él, creo que se… -nadie me escuchaba, así que me fui sin más, le busqué y le encontré en el pasillo mirándose el pajarito debajo de los pantalones. Aún algo sonrojada me acerqué a él.
-Lo siento… ¿en serio te he hecho eso con la servilleta? Si llego hacerlo sin ella no quiero ima… -me callé, no quería meter más la pata.
-Perdona… -le besé en la mejilla y contemplé el panorama.
-Habrá que hacer algo para solucionarlo, ¿no?


JIMMY
Ánima se acercó hasta mí pidiéndome perdón.
Suspiré y la miré.
-Ya te he dicho que no pasa nada… ha sido un accidente…- Apoyé la nuca en la pared alzando la cabeza y suspirando de nuevo.
La miré de reojo cuando dijo la última frase.
-Si… me imagino que tendremos que hacer alguna cosa…- Me froté la nuca y miré hacia el pasillo. Sharon nos prestó un par de habitaciones, el barco era pequeño, pero estaba muy bien repartido.
Miré a Ánima de nuevo.
-Vamos al cuarto…- Me agarré los pantalones y seguí caminando hasta llegar a la habitación que nos habían dado.


ÁNIMA
Sonreí siguiéndole de cerca, el pobrecito estaba avergonzado y… bien armado… Abrí la puerta para que no tuviese que soltar los pantalones y le hice entrar. Cerré la puerta sonriendo y me apoyé en ella mirándole mientras se quitaba la camiseta…
Puse los ojos en blanco deslizándome por la puerta hasta acabar en el suelo sentada, me levanté rápidamente, me mordí el labio.
Me acerqué mientras estaba de espaldas y… posé mis manos en lo mojado.
-¿Cómo solucionamos el desliz?



JIMMY
Me quité la camiseta en cuanto entramos en el cuarto, me quedaba demasiado grande y me estorbaba.
La dejé caer sobre la cama y suspiré de nuevo.
Alcé la cabeza cuando sentí las manos de Ánima posarse justamente en el Soldadito de Plomo…
Cogí aire… madre mía de mi vida y de mi corazón… estaba para atravesar paredes y encima Ánima metía más caña….
Me giré rápidamente y la agarré de los hombros haciendo que caminase hacia atrás hasta que su espalda dio de llenó contra la pared.
La miré a los ojos de manera penetrante posando mis manos en la pared, a cada lado de su cabeza.
-¿Qué como solucionamos el desliz? Pensaba que habíamos quedado en que serias buena hasta que estuviésemos a solas, ¿no?


ÁNIMA
Cogí aire cuando me acorraló contra la pared de esa manera. Al principio me pareció hasta que se había enfadado conmigo, es más, me estaba echando una pequeña reprimenda por portarme mal…
Me quedé totalmente embobada mirándole, sentí que toda yo me caía al suelo.
-Yo no dije nada de eso… Dije que me portaría bien yéndome a vestir y lo hice… -tragué saliva.



JIMMY
Entrecerré los ojos acercando aún más mi rostro al de ella.
-No pongas excusas, cervatilla.- Esbocé media sonrisa y bajé una de mis manos por su cintura y seguí bajando hasta el extremo de su vestido. Introduje la mano bajo la falda acariciándola el muslo ascendiendo hacia su cadera.


ÁNIMA
Cerré los ojos cuando Jimmy metió la mano debajo del vestido, él lo que quería era venganza… Le miré agarrando su mano.
-Eres un rencoroso… -le empujé hasta tumbarlo en la cama.
-Tú lo único que quieres es vengarte por lo que te he hecho. –me senté sobre sus piernas apoyando mis manos a cada lado de su cabeza.
-Esta cervatilla no se va a portar bien contigo.



JIMMY
La agarré de los muslos cuando se sentó encima de mí. Alcé una de mis cejas subiendo mis manos y metiéndolas bajo el vestido de nuevo. La acaricié las piernas y los cachetes hasta alcanzar su cintura.
-Yo no te he pedido que lo seas ahora.- Sonreí y rodé sobre la cama hasta tumbarme encima de ella.
La besé en los labios con fogosidad tirando de sus labios que se quedaban pegados a los míos. Sonreí de nuevo y la volví a besar, esta vez buscando mi lengua con la suya.



ÁNIMA
Le rodeé el cuello con mis brazos y le acaricié la nuca agarrando el vello que tenía en ella siguiendo su fogoso e intenso beso.
Rodeé su cintura con mis piernas, ya que no dejaba de meter la mano debajo del vestido, buscaba guerra…
Le mordí el labio y le miré pícara.



JIMMY
Sonreí mirándola. Agarré el vestido dispuesto a quitárselo.
La miré de nuevo y esbocé media sonrisa.
Empecé a quitarla el vestido hasta que la despojé enteramente de él dejándola tan solo con las braguitas.
Acaricié su cintura con mis dos manos mientras me acercaba de nuevo y la besaba igual que antes.



ÁNIMA
Sonreí cuando me deshizo del vestido y posé mis manos en su espalda cuando me volvió a besar. Descendí mis labios por su cuello acariciando cada músculo de su espalda hasta que llegué a la cicatriz. Por un momento no supe si pararme por si le hacía daño, pero le acaricié con suavidad, mimándole, y seguí besándole.



JIMMY
Cerré los ojos cuando me besó por el cuello y me acarició la espalda hasta llegar a la cicatriz. Fruncí el ceño levemente cuando pasó sus manos por ella… sentí un leve escozor, pero no le di importancia.
La agarré de la nuca volviendo a unir nuestros labios mientras que con mi mano libre me encargaba de quitarla las braguitas.



ÁNIMA
Cerré los ojos respirando fuerte cuando me dejó completamente desnuda. Le miré y retiré el pantalón suyo con facilidad, ya que le quedaba muy grande. Seguí besándole juntando nuestros torsos a cada roce.
Le agarré de la nuca y le miré intensamente.



JIMMY
Jadeé con fuerza mientras la besaba. Cerré los ojos y penetré con intensidad soltando un gemido. Rodeé su cintura con mis brazos penetrando de nuevo. Gemí jadeando mientras me movía con garbo.
Me sentía muy excitado, por lo que los movimientos eran constantes pero suaves, no quería sobre pasarme.



ÁNIMA
Gemí con fuerza cuando penetró y me mordí el labio abrazándole con fuerza. Al final ese pequeño desliz me había venido realmente de perlas, ahora estaba en la gloria. Le besé con ganas, enredando nuestras lenguas.
Clavé mis uñas en su espalda sin usar mucha fuerza a causa de la excitación.



JIMMY
Jadeé sin dejar de moverme. Agarré sus muslos clavando mis dedos en su piel.
Gemí alzando la cabeza y me atreví a acelerar un poco más la marcha. El cuerpo me lo pedía y no podía resistirme.
Gemí con más intensidad agarrando con más fuerza sus muslos.


ÁNIMA
Gemí con fuerza agarrándome a las sábanas, nunca se había puesto así, esto había sido por provocarle, seguro…
Me agarré de su nuca cerrando los ojos y jadeando cerca de su oído. Le besé con fuerza apretando los dedos contra su espalda concentrándome en no hacerle daño en la cicatriz.



JIMMY
Jadeé posando las manos en las sábanas mientras seguía con las penetraciones, cada vez más rápidas e intensas.
Cerré los ojos con fuerza, ya no podía aguantar más. Nunca antes me había sometido a tanta presión y estaba muy, muy excitado.
Alcé la cabeza levemente y dejé escapar el orgasmo.



ÁNIMA
Cerré los ojos cuando sentí el orgasmo. Esta vez había sido bastante corta, pero muy intensa, tanto que me sentía agotada a pesar de haber estado poco tiempo.
Miré a Jimmy, el pobre debía estar agotado, y más habiendo peleado ese mismo día contra Dark…
Le besé en los labios y le tumbé sobre mi pecho acariciándole la nuca. Todo había empezado como un juego, y ahora…



JIMMY
Respiré con fuerza cerrando los ojos apoyando la cabeza sobre su pecho.
Rodeé su cintura con mis brazos suspirando. Sentí las gotas de sudor por el cuello y la espalda. Me froté el pelo volviendo a rodear su cintura de nuevo. Estaba cansado pero en la gloria. Sonreí y me achuché más a ella… estaba tan cálida y tan suave.



KAI
Sharon seguía hablando con Saya y de vez en cuando intentando picarme, me estaba dando la cena, y como no, Saya en el medio, sin decir nada, no quería ponerse de parte de ninguno, y la comprendía, sería algo que la haría ponerse entre la espada y la pared, pero aún así Sharon no dejaba de hablarla y todos oíamos la maldita conversación. Suspiré y me levanté.
-Ya he terminado de cenar, me voy…


SHARON
Miré a Kai metiéndome en la boca un pedazo de pan.
-¿Ya te vas?- Sonreí cruzándome de piernas.
-Que pronto, con lo bien que lo estábamos pasando, ¿eres un poco aburrido, no?- Solté una risotada y suspiré mirando a Saya.
-No sé como has acabado con un hombre tan soso con lo divertida y marchosa que eres tú.


KAI
Miré a Sharon.
-Es una pena que sea así, ¿verdad? Ha echado toda su vida a perder a mi lado, esa es tu posición, ¿no? Pues mira, si tan mal lo pasa ella es libre de hacer lo que quiera, así que, te agradecería que dejases de tocarme las narices hoy por el momento, estoy algo cansado de ti y no me apetece pelear más, ¿entiendes? –le encantaba meterse donde no la llamaban, estaba claro, no aguantaría ahí dentro mucho tiempo si seguía en ese plan, cada vez la odiaba más.



SAYA
Cerré los ojos resoplando. Kai y Sharon no paraban de pelear. Dejé el vaso sobre la mesa golpeándolo fuertemente, no llegó a romperse, pero por casi…
Me levanté retirando la silla y les miré.
-¿Queréis dejar de hablar como si yo no estuviese aquí?- Fruncí el ceño.
-Estoy harta de que decidáis por mí, tanto tú como tú, me da igual. Soy bastante mayorcita como para decidir y pensar por mi misma…- Suspiré y salí de la cocina sin mirar a ninguno de los dos, ya me estaba cansando de tanta tontería. Salí fuera, a la cubierta, necesitaba un poco de aire fresco.



SHARON
Miré a Saya cuando golpeó la mesa con el vaso. Se marchó cabreada… esto no marchaba bien, quería que se cabrease con Kai, no conmigo… si quería que se quedase aquí conmigo no ayudaría nada que se enfadase conmigo…
Miré a Kai y fruncí el ceño.
-Es imposible que ella esté con una persona que no la comprende en absoluto, Kai, soy su hermana y sé lo que ella quiere…


KAI
Miré a Saya cuando salió…
Suspiré y miré a Sharon con el ceño fruncido.
-No, no tienes ni puta idea de lo que ella quiere, Sharon. Déjala en paz de una vez, ella es la que debe elegir, si quiere irse contigo lo respetaré a mi pesar, pero si ella quiere estar conmigo déjala que haga lo que ella quiera. –resoplé, me estaba cabreando mucho y no quería pelear con nadie más ese día.



SHARON
Miré a Kai frunciendo el ceño desafiante.
-Ya veremos con quien quiere estar ella, ¿quién crees que la conoce mejor, Kai?- Dije antes de marcharme.
Kai no sabía con quién estaba jugando, yo conocía muy bien a Saya y sabía que era lo mejor para ella, y era que se quedase conmigo, aquí.


KAI
Negué con la cabeza, creía que sabía mucho cuando no tenía ni idea, ni siquiera le había preguntado a Saya lo que ella quería.
Miré al resto, que estaban algo extrañados. Salí de allí, no aguantaba más a esa tía, y encima seguro que no me dejaba dormir con mi mujer.


AXEL
No abrí la boca en toda la cena, nada más que para comer… la cosa estaba que ardía y no sería adecuado que nosotros nos metiésemos en sus problemas, pues no pintábamos nada…
Bebí un poco de agua mientras contemplaba el panorama… Saya se levantó y se fue, Sharon se levantó y se fue y Kai… se marchó cabreado… todo el mundo era feliz…
Suspiré y apoyé la espalda en el respaldo de la silla cruzándome de brazos.
Era mejor dejarlo pasar…



KAI
Salí a la cubierta y miré a Saya. Suspiré y me acerqué, me situé a su lado apoyando los brazos en la barandilla.
-Siento todo esto, cielo… -la miré.
-Intentaré no dirigirle la palabra más para no meter baza… -suspiré, me acerqué y la besé en la mejilla.
-Voy a dar una vuelta por aquí, si me necesitas estoy fuera. –me fui por el otro lado.



SAYA
Estaba apoyada en la barandilla cuando Kai llegó.
No le miré ni le dije nada, no quería escucharle más, ni a él ni a Sharon, estaba hasta los cojones de ellos.
Mantuve la miranda fija en el mar incluso cuando me besó en la mejilla y se marchó.
¿Qué si le necesitaba? En esos momentos no le necesitaba para nada…



SHARON
Salí a la cubierta cruzándome con el aburrido de Kai, nos dedicamos una mirada asesina el uno al otro, pero yo simplemente pasé de él.
Me acerqué a Saya y pasé mi brazo tras sus hombros.
-Hola, hermanita del…- No terminé la frase, Saya me apartó bruscamente.
-Oye, ¿qué demonios te pasa? No me lo digas, es por tú “dulce” Kai, ¿no? Oh, vamos, ¿cómo puedes dejarte engatusas por ese borde? Deberías quedarte aquí conmigo, te lo pasarías mucho mejor.


SAYA
Me giré y la miré frunciendo el ceño.
-Sharon, vete a la mierda, ¿quieres?- Me largué de la cubierta. ¿Es qué no había ningún lado en ese puñetero braco donde poder estar tranquila?
Me metí en el interior del barco dirigiéndome a las habitaciones, a ver si allí conseguía un poco de paz…


JACK
Me encontraba de nuevo en la base de Draco, me estaba curando las heridas cuando Draco entró a echarme la bronca por mi imprudencia y bla bla bla…
-Oye, mira, hicimos un trato; Vosotros me devolvíais la vida y me prestabais vuestro poder a cambio de entregaros a Kai, pero en ese trato no decía nada de que tuviese que hacerlo en dos segundos. Sólo necesito más tiempo.



DRACO
Miré al chico con el ceño fruncido.
-¿Tiempo? De eso es exactamente de lo que carezco, ¿sabes, Jack? No tengo nada de tiempo, sólo es cuestión de TIEMPO que me encuentren y la líen otra vez, se han cargado mis bases y esta es la última, la única que me queda, si no me traes a Kai, tráeme a cualquiera pero que sea tan efectivo como él, los necesito a todos, indefensos, ¿entiendes ahora, niño?


JACK
Le miré de soslayo.
-Sí, señor, lo entiendo perfectamente. –me levanté y le miré cara a cara.
-Llevo muerto casi ocho años, si me matas ahora no me importa, lo único que necesito es que me dejes matar a Kai.


DRACO
-Ya hemos hablado de eso y te he dicho que no puede ser, ¿oído? Necesito a los cinco elegidos vivos, y como mates a Kai te mantendré vivo, pero te torturaré el resto de tus días, no te gustaría comprobar cómo es. –me di la vuelta para salir de allí.
-Tú encárgate de atraerlos hasta aquí, sabes que te verás beneficiado.



JACK
Suspiré cuando Draco se tele transportó fuera, ese hombre no acostumbraba a usar las puertas.
Si no podía vengarme de Kai, ¿de qué me servía ahora estar vivo y tener esos poderes? No tenía sentido que me devolviesen a la vida para esto…


EDWARD
Axel y Eri ya se habían marchado a dormir, o al menos ya se habían retirado de la cocina. Salí a la cubierta, hacía viento, por lo que hacía bastante fresco. Me apoyé en la barandilla colocándome el pelo un poco, con el aire me había despeinado.
Miré al mar, estaba algo revuelto. Suspiré, no sabía si saldríamos vivos de todo aquello, y echaba de menos a mi Xan y mi Eddie…
Entré de nuevo y busqué un cuarto libre para echarme un rato…
Abrí la puerta que supuse era de mi habitación, pero me encontré con la hermana de Saya.
-Oh, oh, perdón, perdón… -cerré la puerta, se me olvidan las normas de cortesía fuera de casa…
-Buscaré una habitación vacía… -fui a lo largo del pasillo, pero en todas las habitaciones oía algo…


SAYA
Aún seguía dando vueltas por el barco, a pesar de haber estado prácticamente el día entero en el agua ya encima haber utilizado mi poder tanto tiempo, no me apetecía dormir ni nada por el estilo, me apetecía más caminar para poder pensar o… olvidar.
Me había puesto encima de los hombros una manta que me había dejado Sharon, hacía algo de fresco.
Caminaba a lo largo del pasillo a paso lento cuando me crucé con Eddie.
-Hola, rubio.- Le saludé sin muchos ánimos.



EDWARD
Me giré sobresaltado cuando oí a Saya llamarme.
-E-eres tú… Pensaba que eras tu hermana que venía a tirarme algo a la cabeza por entrar en su habitación sin llamar… -me reí.
-Eh, que no lo he hecho adrede, ha sido sin querer, pensaba que estaba vacío y… -solté una pequeña risita y vi que estaba muy seria. Suspiré.
-No sé si lo necesitas, pero te voy a dar un abracito. –me acerqué y la abracé contra mi pecho.
-Malditos capullos que no te dejan tranquila… -la acaricié el pelo.


SAYA
Sonreí y apoyé la cabeza en su pecho rodeando su cintura con mis brazos.
-Bueno, un abrazo nunca viene mal…- Cerré los ojos dejándome acariciar por Eddie… como me alegraba de que estuviese ahí, era un gran amigo…
-Quiero pedirte algo, pero no sé si querrás…- Dije sin separar la cabeza de su pecho.
-¿Podría dormir contigo? No me apetece para nada escuchar los refunfuños de Kai… si no te molesta…


EDWARD
Puse carita de perrito abandonado.
-Por fin alguien quiere dormir con el enorme osito Eddie. –sonreí y la abracé de nuevo.
-Claro que dormiré contigo, princesa, si quisieses te cantaba una nana y todo. –me reí y la besé en la cabeza.
-Pero tendrás que decirme dónde porque estoy perdido… -sonreí y la rodeé los hombros con mi brazo.


SAYA
Sonreí y me separé.
-Claro, vamos…- Le agarré de la mano y le guié por el pasillo hasta llegar a un cuarto vacío. Por suerte la cama era bastante grande para los dos.
Las demás habitaciones estaban ya ocupadas y esta era la única que quedaba libre.
Me acerqué a la cama y me senté a los pies cubriéndome con la manta. Suspiré y me quedé mirando al suelo… esto me estaba afectando… y mucho.
-Tú duerme tranquilo… no creo que yo pueda conciliar el sueño…


EDWARD
-Eh… no me digas eso… -me senté a su lado y la miré, estaba muy decaída.
-No me gusta esa carita, princesa… -pasé mi brazo por sus hombros y la besé en la sien.
-¿No quieres hablar? Sabes que estoy dispuesto a escucharte y si hace falta que me quede despierto toda la noche lo hago, ¿vale?


SAYA
Le miré y negué.
-No… estás cansado y no quiero llenarte la cabeza con mis cosas…- Suspiré y le miré acariciándole la mejilla con el reverso de mi mano.
-Pero gracias de todas maneras.- Sonreí y le di un suave beso en la mejilla apoyando después la frente en ella.



EDWARD
Suspiré.
-Anda, venga, creo que te sentirás mejor si me cuentas cómo te sientes, qué más da si me duermo antes o después, prefiero que me lo cuentes y te sientas mejor y al menos pueda intentar ayudarte a que te quedes así sumida en tus pensamientos y no puedas descansar… -la abracé.
-Cuéntame al oídoooo. –la miré y esbocé una sonrisa.



SAYA
Solté una risotada cuando canturreó.
Suspiré y apoyé la cabeza en su hombro.
-No sé que hacer, Edward. Me siento perdida y acorralada entre la espada y la pared… Sharon y Kai no se soportan y quieren lo mismo… los dos quieren tenerme pero ninguno piensa en lo que quiero yo, no me dan oportunidad de opinar y siempre hablan como si yo no estuviese ahí… es frustrante y me hace sentir inútil…- Suspiré de nuevo.



EDWARD
Suspiré y la miré, la pobre estaba hecha un lío.
-Yo creo que deberías pasar de ellos, la lucha es entre ellos porque ambos tienen miedo de perderte, Saya. Kai te quiere más que a nadie y lo sabes, y le dolería muchísimo si decidieses irte, pero como “sabe” que no quieres, mantiene esa postura, y tu hermana está segura de lo contrario, por eso no debes preocuparte tú, porque tú sabes lo que quieres, y es lo que importa. –la besé en la sien.
-Los dos te quieren mucho, pero debes dejarles claro lo que tú quieres, quizá así dejen de pelear y te dejen tranquila de una vez. Aunque ya lo sepan, díselo a los dos bien claro. –la senté sobre mis rodillas abrazándola.
-Te dejarán en paz, o iré yo y les convenceré, ya sabes cómo.


SAYA
Negué.
-No, no quiero que nadie más se meta en esto… tengo que ocuparme yo… pero ya mañana…- Me levanté y me tumbé a un lado de la cama tapándome con la manta.
-…ahora quiero descansar.- Le miré y sonreí indicándole que se tumbase a mi lado. Cuando lo hizo, apoyé la cabeza en su pecho y cerré los ojos, esperaba poder dormir un poco.



EDWARD
Suspiré y la abracé contra mi pecho.
-A ver si mi niña duerme un poquito y mañana está mejor. –la besé en el pelo y apoyé mi barbilla en su cabeza cerrando los ojos, intenté dormir un rato con ella. Ahora el que dormiría solo sería Kai, pero él lo llevaría mejor que Saya…


SAYA
Sonreí cerrando los ojos. Suspiré y me abracé a él. Estaba calentito y me gustaba su compañía… era el segundo hombre con el que me “acostaba” en toda mi vida. Siempre había dormido junto a Kai, pero esta vez… tendría que dormir solo… no por que quisiera yo… necesitaba estar un poco aislada y desconectar de los problemas, ya teníamos bastantes como para sumar este a la lista…


KAI
Saya no quería estar con ninguno de los dos, por lo que pasé la noche en la cubierta del barco, oliendo el suave aroma del mar y sintiendo como me azotaba el aire de tormenta. Esperaba llegar pronto a la isla y perder de vista a Sharon…


SAYA
Me desperté bien alcanzada la mañana. Se oía alboroto fuera, señal de que los demás ya estaban despiertos.
Abrí los ojos y miré a Edward, que aún seguía dormido. Sonreí y aparté su enorme brazo de encima de mis hombros. Me senté sobre la cama buscando mis botas por el suelo.
La verdad, es que había dormido bien y del tirón pero… aún me sentía mal… triste y confusa…
Suspiré y me eché el pelo hacia atrás… ¿cómo habría pasado Kai la noche?


EDWARD
Me desperté y miré el reloj, era bastante tarde.
-Mmm, buenos días, Eddie, oh, buenos días, Eddie. Qué vida más triste. –me froté los ojos y vi a Saya en la cama.
-Es verdad, hoy he sido un hombre afortunado y he dormido acompañado. –sonreí y la besé en la cabeza.
-Buenos días, princesa. –bajé la mirada, tenía visita del pequeño Eddie, me tapé con la mano.
-Lo siento… -me levanté con la mano tapando el panorama.
-Voy a darme una duchita… -sonreí.



SAYA
Miré a Edward y me reí.
-No pasa nada, no haré ningún comentario.- Me terminé de poner las botas y me levanté cogiendo el corsé, el cual me coloqué alrededor de la cintura.
-Yo voy a desayunar.- Salí del cuarto atándome el corsé como podía aunque era un poco chungo.



EDWARD
Sonreí y salí, tiré de Saya hacia dentro de la habitación.
-Ven aquí, nena, que voy a… -susurré a su oído.
-Ayudarte a atarte el corsé. –cogí las cuerdas del corsé y comencé a atarlas, para ponérselo solo era algo chungo.
-Listo. –la di un toque en el culo y sonreí.
-Y no te preocupes. –la guiñé un ojo y entré en la ducha.


SAYA
Sonreí.
-Gracias.- Asentí y salí del cuarto de nuevo colocándome el corsé.
Suspiré y seguí caminando por el pasillo hasta llegar a la cocina, aun que salí a cubierta primero, me apetecía tomar un poco el aire. Allí estaba Kai, le miré pero no le dije nada. Me crucé de brazos y caminé hasta apoyarme en la Proa del barco, el mar estaba en calma, aun que por la noche hubo tormenta.



KAI
Saya salió a la cubierta. No me dirigió una triste palabra, por lo que no me acerqué a ella, no quería saber nada de mí…
Suspiré apoyándome en la barandilla, llevaba toda la noche allí sin dormir y tenía sensación de cansancio.
La miré de reojo, deseaba volver a abrazarla, pero iba a ser peor, porque o me apartaría o se comportaría como una estatua de hielo…



SHARON
Salí a la cubierta después de tomar una buena ducha. Kai y Saya estaban allí, aun que, apartados el uno del otro…
Sonreí, esta era la mía.
Me acerqué y abracé a Saya por detrás.
-Buenos días hermanita querida, ¿qué tal has dormido? Espero que bien, por que de esta noche no pasas, nos vamos a montar una buena juerga tú y yo, solitas o… bueno, tal vez con un par de mis hombres, ¿qué te parece?- Sonreí abrazándola con más fuerza.


SAYA
Giré la cabeza cuando escuché la voz de Sharon detrás de mí… me abrazó, lo que me puso de más mala leche… ¿es qué no la importaba nada? Estaba cabreada con ella, ¿es qué no lo entendía?
Me separé de ella y la miré suspirando.
-Pues, lo siento, pero conmigo no cuentes…- Me aparté de ella apoyándome de nuevo en la barandilla.


SHARON
Miré a Saya… seguía cabreada conmigo… menuda mierda, ¿y ahora qué hacía? Seguir insistiendo, era lo mejor.
-Oh, Saya, vamos, hermanita.- Me acerqué de nuevo y apoyé mi mejilla en la de ella.
-No seas así, que tú marido no te de sexo pero si se lo de a otras mujeres nos significa que tengas que pagarlo conmigo, ¿no crees?-Miré a Kai de reojo, seguro que lo había escuchado.



SAYA
Cogí una gran bocanada de aire cuando Sharon me soltó eso… ¿cómo sabía ella qué…? La miré con los ojos abiertos de par en par. Mantenía una sonrisita malévola. Fruncí el ceño y descargué mi mano abierta en su mejilla.
Acto seguido la empujé apartándola de mí y caminé de nuevo al interior del barco.
Lo que me faltaba… no solo discutían, ahora Sharon me picaba a mí con temas dolorosos, ¿qué cojones pretendía?



KAI
Fruncí el ceño cuando le dijo eso a Saya, ¿es que habían hablado de ello? No, a Saya no le gustaba nada ese tema como para ir hablándolo así porque sí. Me acerqué a Sharon.
-¿Se puede saber qué haces? La pelea es conmigo, no con Saya, ¿te enteras? Déjala en paz, el problema es entre tú y yo, a ella no la toques más las narices, no se merece esto. –negué con la cabeza.
-Como se nota que lo único que intentas es separarnos.



SHARON
Entrecerré los ojos y me acerqué colocando mis manos, una a cada lado de mi cintura.
-Pues mira, sí, es lo que intento, pero no solo separaros, si no, abrirle los ojos a Saya, o, ¿a caso es mentira eso de que te dedicas a darles a otras mujeres lo que a Saya no le das?- Esbocé media sonrisa mirándole de arriba abajo con asco.
-Todos los hombres sois así, juráis por vuestra vida amar a una mujer pero en realidad lo único que salen de vuestras bocas son mentiras…- Le miré a los ojos.
-Para Saya no eres más que un parásito que la está devorando por dentro. Recuerdo como era ella entes de conocerte y verla en lo que se ha convertido ahora… da lástima, pero no la culpo. El único causante eres tú. Te escupiría a la cara, pero mi saliva vale incluso mucho más que tú.


KAI
Fruncí el ceño, no hacía más que tocar temas que me afectaban de verdad, y ya estaba muy harto de tanta gilipollez.
Me di la vuelta, cuando supe que ella ya tenía en su mente la victoria, me giré y di con mi izquierda un buen puñetazo en su cara, haciéndola retroceder. El hombro me escoció a horrores, pero el gusto de haberle abofeteado lo aliviaba.
-Eres una sucia pécora y veo más que normal que Saya te dijese aquel día que no te consideraba su hermana, no os parecéis en nada, ¡en nada! ¿Me oyes? Y que te quede bien claro: Saya es mi mujer y la quiero, hasta que ella decida estar conmigo la tendré a mi lado y tú no eres nadie para apartarla de mí, ¿me has oído bien? Deja a Saya en paz y no vuelvas a dirigirme la palabra, zorra. –me di la vuelta para irme. Aún seguía con ganas de seguir abofeteándola, pero no iba a sobrepasarme.


SHARON
Me llevé la mano a la cara cuando Kai me golpeó haciendo que me desequilibrase y que casi cayese al suelo.
Le miré con el ceño fruncido y con el labio sangrando. Escupí la sangre a un lado y me acerqué a él a paso ligero.
-¡Eh, mamón!- Cuando se giró, fui a devolverle el golpe, pero su mano frenó la mía… era muy… rápido.



KAI
Agarré su puño cuando fue a golpearme, la miré a los ojos, los míos brillaban por el cabreo que tenía.
-Yo no haría eso. –la empujé haciéndola caer al suelo. Me agaché y la cogí de la pechera y la alcé para mirarla.
-Déjanos en paz, si quieres saber lo que Saya realmente quiere; pregúntaselo, de otra manera no vas a conseguir nada de ella. –la solté.
-No vuelvas a acercarte a mí. –me giré y entré en la nave.


SHARON
Miré a Kai cuando me tiró al suelo de un empujón. Apreté los puños mientras se iba. Ese cabrón había logrado intimidarme, pero… ahí no quedaría las cosas…
Me levanté y respiré hondo varias veces intentando clamar mi ira… por una vez en la vida, sentía que no estaba haciendo lo correcto…
-¡Tierra a la vista, mi señora!- Alcé la cabeza. Uno de mi hombres señaló al frente… había una isla… el final del trayecto para Saya… aquí nos separaríamos…



ÁNIMA
Estaba tomándome un café cuando oí que habían divisado tierra. En ese momento sentí que el estómago se me contraía. Dejé la taza sobre la encimera y miré a Jimmy, no sabía cómo le afectaría el haber llegado hasta ahí ya.
Le cogí de la mano.


JIMMY
Me quedé mirando el café cuando oí que habían divisado ya la isla de Draco…
En ese momento sentí como mi corazón dejaba de latir por un instante y a mi mente volvían imágenes del pasado… tragué saliva y entonces fue cuando sentí que la mano de Ánima agarraba la mía.
La miré y suspiré.
-Ya falta poco…- Esbocé una leve sonrisa.
-No te haces a la idea del miedo que tengo ahora mismo.- Solté un pequeña risotada volviendo la mirad a mi café… no solo tenía miedo… estaba aterrado…


ÁNIMA
Cerré los ojos suspirando y le abracé acariciando su nuca con mis dedos.
-Yo voy a estar contigo todo el tiempo, mi vida, no dejaré que te pase nada malo. –le besé en la mejilla, estaba muy asustado.
Desde un momento pensé en que él no tendría que haber venido, pero para su corazón era un deber y no podía evitarlo.
-En el momento que tú me digas que demos la vuelta o que paremos lo hacemos, ¿de acuerdo?


JIMMY
Me reí y miré a Ánima.
-Sabes que no lo haré, tengo miedo, pero debo enfrentarme a ello…- Suspiré y me separé de ella con suavidad.
Salí a la cubierta, allí estarían los demás a esperas de que el braco atracase…
Miré la isla, a medida que nos acercábamos era más grande… en medio de la isla había una gran montaña puntiaguda… allí es donde se escondía Draco.



KAI
Nos reunimos en la cubierta, pronto llegaríamos a la isla donde encontraríamos a Draco, poco faltaba para la batalla final, aunque me seguía preguntando dónde había podido esconderse ahora Jack, no me gustaba nada eso de que se esfumase sin más…
Miré a los demás, me preguntaba si estaban ya preparados para esto.


JIMMY
Miré a Kai cuando salió. Me acerqué a él colocándome a su lado.
-Antes de ir a la guarida de Draco os llevaré a un viejo almacén que tenía escondido, ya no lo utiliza, pero al menos podremos encontrar ropa más decente y armas, a parte de comida y esas cosas…- Miré la isla de nuevo.



KAI
Asentí.
-Eso estaría bien, nos viene muy bien tu ayuda, James, espero que podamos contar contigo el resto del viaje. No quiero presionarte, pero te necesitamos. –miré hacia atrás, Ánima salió también del interior del barco.


JIMMY
Miré a Kai.
-Lo sé…- Miré la isla de nuevo apoyando los codos en la barandilla del barco.
-Por eso no pienso abandonaros… estamos juntos en esto…- Suspiré y bajé la mirada al mar.
No sé que nos esperaba allí, pero debía ser fuerte y no dejarme vencer por el miedo… debía proteger a los cinco elegidos y a Ánima, lo verdaderamente importante en mi vida…
El barco atracó a la hora. Los hombres de Sharon extendieron la pasarela para que pudiésemos bajar directamente a tierra.
Bajé junto con Ánima y seguido de Axel y Eri… incluso la montaña parecía más grande… habían cambiado las cosas y mucho.



KAI
Bajé del barco seguido de Edward, el cual fue con el resto, yo esperé a Saya con las manos metidas en los bolsillos, Sharon no venía con nosotros y Saya querría despedirse de ella, supuse. Aunque esos días habían estado enfrentadas, seguía siendo su hermana, y pasaría tiempo hasta que pudieran volver a verse.


SHARON
Los amigos de Saya empezaron a bajar del barco, pues ese era el trato, les llevaríamos hasta esta isla… la cual me ponía los pelos de punta.
Suspiré y miré a Kai que esperaba al igual que yo a Saya.
Miré hacia el interior del barco cuando la vi aparecer. Sonreí pero ella a mí no, pasó de largo… aún seguía cabreada… no podía hacer nada…
Suspiré y miré al timonel para que diera comienza la marcha, nosotros ya no pintábamos nada allí.
Hice que subiesen la pasarela una vez bajaron todos.


SAYA
Fui la última en bajar, tanto Kai como Sharon me estaban esperando.
Miré a Sharon, esperaba que entendiese que era esto lo que quería… y eso pareció.
Bajé del barco y vi como empezaba a alejarse poco a poco hasta que se perdió en el horizonte… esa sería la última vez que la vería…



KAI
Miré a Saya, no se despidió de Sharon, ni siquiera la dirigió la palabra, verdaderamente seguía enfadada con ella, por lo que conmigo también lo estaría… Suspiré y comencé a caminar, quizá tardaría mucho en volver a hablarme, pero debía dejarla su tiempo. Caminé detrás de James y Ánima que iban en cabeza, Edward se quedó atrás con Saya.


EDWARD
Abracé a Saya cuando el barco comenzó a irse.
-Ya hemos llegado. –la di un beso en la cabeza y comencé a andar con ella bajo mi brazo.
-¿Estás bien? –susurré con mi frente pegada a la suya.


SAYA
Volví a la realidad cuando Edward me abrazó. Empecé a caminar con él aún abrazándome.
Cerré los ojos cuando pegó su frente a la mía.
-Si, estoy bien… es mejor así… seremos más felices si ella va por un lado y yo por el otro…- Bajé la mirada al suelo mientras seguía caminando.
Se podía escuchar el canto de algunos pájaros…
Alcé la cabeza al cielo, ¿cómo podía ser que en una isla cuyo gobernante es un demonio pudiese tener animales y cosas… “bonitas”?



ÁNIMA
Caminaba de la mano con Jimmy, intentaba que con eso se sintiese mejor, además de que le tenía a mi lado. Mientras caminábamos yo observaba el campo a mi alrededor. La naturaleza era algo que me encantaba, cada ser vivo tenía una pequeña alma en su interior y podía sentir como fluía la energía entre tanta vida, incluso una pequeña flor trasmitía la sensación de energía…
Sonreí al ver dos pájaros que volaban con ramitas en su pico, destinados a llevarlo a la construcción de un nuevo nido, la naturaleza es increíble…
Volví a la realidad cuando me tropecé con una piedra, típico también del campo. Me agarré a Jimmy para no caerme, me reí.
-Perdón, me meto en mi burbuja y no sé ni dónde estoy… -me incorporé.


JIMMY
Agarré a Ánima antes de que se cayese al suelo de boca. La ayudé a ponerse de nuevo en pie y la miré sonriendo.
-Qué chica.- Me reí y seguimos caminando con cuidado de que Ánima tropezase de nuevo y tuviese la mala suerte de caer encima de una pobre ardilla… que cosas…
Nos adentramos un poco más en el bosque hasta que paramos ante un enorme árbol con un tronco muy grueso y cascado. Era un árbol muy viejo, ya tenía sus años.
Me separé de Ánima y me acerqué al árbol apartando el musgo que había crecido en él hasta que encontré una marcha. Coloqué la mano sobre ella haciendo que el suelo se abriese dando paso a unas escaleras.
-Bien, adelante.



ÁNIMA
Jimmy abrió un camino desde un árbol, ¿era acaso un escondite secreto? Le miré cuando nos invitó a entrar y empecé a bajar las escaleras. Los demás me siguieron, aunque no supe quién andaba detrás de mí, porque me concentré en pisar bien en los escalones.



JIMMY
Esperé a que todos acabasen de bajar para poder cerrar de nuevo.
Posé la mano de nuevo en el tronco del árbol y antes de que la puerta se cerrarse, entré. Nos quedamos a oscuras ahí abajo.
-Esperad, no os mováis, no vaya a ser que os tropecéis.- Palpé por la pared hasta encontrar el interruptor general de la cueva. Presioné la palanca hacia abajo, aun que me costó un poco, estaba algo oxidada… normal, no entraba aquí desde hacia años.
Cuando por fin logré conectarlo, la cueva se iluminó dejando ver un enorme almacén lleno de estantes con armas, alimentos, trajes especiales e infinidades de cosas.
Los demás se quedaron con la boca abierta. Me acerqué y sonreí.
-A mi también me impresiona, después de tanto tiempo, no pensaba que esto siguiese aquí abajo.- Les miré indicándoles con la cabeza que me siguiesen.
-Vamos.


KAI
Aquella cueva tenía un buen arsenal y subsistencias, suponía, en buen estado. Era un lugar preparado y nos serviría de gran ayuda.
-Esto está muy bien, James… -había polvo, pero era normal, parecía que llevaba cerrado mucho tiempo, tampoco supondría un problema, nadie de nosotros era alérgico, o eso supuse hasta que vi a Edward estornudar…
Le miré y sonrió cuando me enseñó una lata de comida que había soplado, negué con la cabeza sonriendo y caminé detrás de James.



JIMMY
-Está muy bien, si. Tenemos armas, alimentos y lo mejor de todo.- Me acerqué a un estante el cual agarré y tiré hacia mí mostrando una fila llena de chalecos.
-Chalecos antibalas. Draco nos esperará con sus hombres y esto nos vendrá muy bien, ¡oh! Y otra cosa.- Me agaché y abrí una caja. Cogí un par de guantes y se los enseñé a Kai. Agarré una de sus manos y le puse el guante, el cual solo cubría la palma de la mano.
-Estos guantes son muy especiales, solo para elementales. Canalizan tú energía y cada vez que utilices tú elemento este se regenerará dentro de tu cuerpo evitando que te quedes sin energías, es… como si no hubieses gastado ni una gota.- Le miré mientras contemplaba los guantes.



KAI
Me quedé boquiabierto al escuchar lo que aquellos guantes podían hacer.
-¿No tiene efectos secundarios ni nada por el estilo? –alcé mi mano frente a mí y creé una estaca de hielo. Sentí cómo el frío salía de mi cuerpo pero no la energía, era como si no se gastase nada.
Sonreí.
-Eres un genio, James… -le miré por si tenía algo más que enseñarnos.



JIMMY
Esbocé media sonrisa.
-Sabía que te iba a gustar.-Miré a Eri y la señalé.
-Y para la dama rubia.- La indiqué que se acercase con el dedo. Acto seguido abrí otro estante y cogí una funda, la cual abrí sacando de él un arco.
-Este arco es especial para “francotiradores”. Como ves, es muy moderno, con una mira telescópica y se adapta muy bien a las manos. Las flechas están hechas de un material muy parecido al diamante, son muy duras, pero ligeras, capaces de atravesar una pared con un grosor de 5 metros.- Dejé que cogiese el arco y las flechas.


ERI
Cogí el arco cuando Jimmy me lo ofreció y cogí una flecha, le miré pidiéndole vía libre para probar ese arco tan sofisticado.
Miré un lugar libre para disparar y apunté a un trozo de pared vacía. Me resultó muy fácil y rápido adaptarme al punto de mira, disparé y pude comprobar que, como Jimmy dijo, la flecha había atravesado la pared, no llegué a saber la profundidad, pero era una pasada…
-Va-vaya… -me acerqué y metí el dedo en el agujero que había dejado.
-Esto es mortal…


JIMMY
Sonreí y asentí.
-Si, aquí hay muchas armas buenas, desde un simple cuchillo hasta misiles para naves.- En cuanto pronuncié la palabra “cuchillo”, a Saya se le iluminó la cara. Abrí otro estante y cogí un estuche, el cual se lo entregué a Saya.
-Toma, también hay para ti.


SAYA
Jimmy me entregó un estuche, el cual abrí viendo tres filas de navajas, todas idénticas. Saqué una del estuche y miré la hoja, estaba muy bien afilada. Me giré y la lancé con la intención de clavarla en la pared, pero el muy tonto de Axel pasó por delante y la navaja se le clavó en el muslo.
Alcé las cejas y me encogí de hombros.
-Lo siento, pero eso te pasa por tonto.- Cerré el estuche de nuevo.



AXEL
Estaba embobado mirando el almacén lleno de armas y de comida y más comida y más armas… cuando sentí que algo se me clavaba en el muslo izquierdo.
Bajé la mirada y vi que era un cuchillo.
Miré a Saya.
-… Ay…- Señalé la navaja.
-Joder, tía… me… ¡me has clavado un cuchillo a lo psicosis!- Los demás empezaron a reírse de mí.
-Si, eso, vosotros descojonaros, no os reiréis tanto cuando os meta el cuchillo por el culo.- Claramente iba de broma. Agarré el mango de la navaja y la extraje de un tiró. Me mordí el labio sin decir nada y caminé hasta ellos cojeando.
-Ay, ay, ay, ay, ay…- Miré a Saya y le entregué el cuchillo
.-…tome usted… ay, ay, ay, ay, ay…


ERI
Vi cómo el cuchillo de Saya aterrizaba en el muslo de Axel, me reí un poco cuando los demás lo hicieron también, podría haberle hecho más daño, pero por suerte no fue así.
Me acerqué cuando Axel le devolvió el cuchillo a Saya y le abracé por la cabeza.
-Pobrecito que le han atacado… -miré la herida, por suerte no era nada.
-Mi niño… -le besé en la mejilla.



JIMMY
Miré a Axel aún riéndome, al principio pensé que iba a liarla parda, pero Axel conservaba un buen humor.
-Vamos, os enseñaré donde esta la ropa, para que os podáis cambiar.- Caminamos entre los estantes llenos de cosas, sobre todo armas.
-La única ropa que hay son los “uniformes” de los soldados de Draco, pero…- Abrí cuatro estantes llenos de ropa.
-… mejor que nada, ¿no?- Me encogí de hombros.
-Para las chicas está un poco más crudo, porque no hay uniformes para mujeres, Draco solo tiene hombres en sus filas, pero… creo que buscando alguna talla pequeña os valdrá…- Miré entre los uniformes alguna talla pequeña.
La cogí y se la entregué a Ánima. La miré a ella primero y después la ropa.
Hice una pequeña mueca.
-No… creo que es grande…-Seguí rebuscando mientras los demás buscaban también sus tallas.
-A ver esta…- Miré el torso de Ánima y después la camiseta, que era muy sencilla: de color negra y manga corta.
Sonreí.
-Si, creo que esta te irá bien.- Sonreí de nuevo y se lo entregué.



ÁNIMA
Cogí la camiseta que Jimmy me ofreció y la miré. Para ser de hombre era bastante pequeña, ¿Draco tendría chicos muy jóvenes en sus tropas?
Suspiré, los demás estaban a lo suyo, así que me bajé el vestido hasta la cintura, colocándome la camiseta sobre el torso. Me quedaba bien, sonreí a Jimmy.
-Soy una chica mala…


JIMMY
Esbocé media sonrisa.
-Si, muy mala.- La entregué los pantalones, que eran de la misma tela y color, aunque largos.
-Toma, anda, chica mala.- Cogí del estante otro uniforme de mi talla. Me quité la camiseta grande que llevaba dejándola caer en el suelo.
Cogí la camiseta del uniforme y me la puse, menos mal, una camiseta que me quedaba bien.
A continuación me quité los pantalones, menos mal que los demás se habían ido cada uno detrás de un estante para cambiarse, así no tendrían que verme desnudo.
Agarré los pantalones, los cuales me puse y me abroché.


ÁNIMA
Miré a Jimmy mientras se vestía con el uniforme negro. Cuando lo tuvo puesto, me recordó al James asesino hijo de Draco, pero evité que él lo notase, sonreí.
-Estás muy apuesto con el negro. –le rodeé mirándole bien, con su cara de bueno era completamente imposible pensar en él como aquella persona…
Me coloqué a su lado y me reí.
-Vaya, si vamos todos conjuntados.



JIMMY
Me reí y la miré mientras me rodeaba contemplando como me quedaba el uniforme.
-Si, es verdad, parecemos una banda de rock, solo nos falta la batería, la guitarra, el bajo y todo eso.- Me reí de nuevo.
-Vamos a comer algo, a ver que hay por aquí.- Sonreí de nuevo. Nosotros dos ya nos habíamos vestido, solo faltaba que acabasen los demás, mientras, Ánima y yo iríamos a buscar comida.



SAYA
Cogí un uniforme pequeño y me aparté un par de estantes alejada de los demás para poder vestirme con más intimidad.
Me quité el corsé y la ropa que me había prestado Sharon para a continuación ponerme la camiseta y el pantalón del uniforme negro.
Había tenido suerte, me quedaban bien, ni muy grande, ni muy pequeño y eso que yo siempre había sido un palo…
Suspiré y aparté la ropa de Sharon a un lado. Me acerqué a un estante y miré las cosas que había allí, planos de los reinos, armas… ese almacén era todo un arsenal.
Miré hacia abajo cuando sentí algo correr entre mis piernas. Me asusté al ver algo negro y peludo haciéndome retroceder. Posé una mano en el estante, pero la aparté rápidamente cuando sentí un escozor en la palma de la mano.
Me había cortado con una botella rota.
-… Au… joder…- Me agaché y cogí la camisa para poder taparme la herida y que dejase de sangrar. Miré al animal que tenía a mis pies… era una simple rata.
Suspiré y la miré mientras se iba corriendo.
Me destapé la mano para verme la herida… me había rajado toda la palma y parte del dedo índice.
-… vaya mierda… seré torpe…- Las cosas empezaban mal…



KAI
Me miré cuando tuve el uniforme de color negro puesto, me recordaba a mi forma de vestir en mi adolescencia, siempre de negro. Solté una risotada, me traía recuerdos el vestir así.
Miré en la dirección por donde Saya se había marchado y la seguí. Poco antes de encontrarla una rata pasó entre mis piernas. Miré hacia atrás cuando la vi dirigirse a donde estaban los demás, enseguida oiría gritar a Eri…
Encontré a Saya mirándose la palma de la mano, estaba sangrando.
-¿Estás bien? –me acerqué y la cogí de la mano con suavidad para no hacerla daño.


SAYA
Me limpiaba la sangre con la camisa cuando escuché unos pasos acercarse hasta mí.
Alcé la cabeza y vi a Kai que me cogió de la mano para ver la herida.
-…no es nada… me he cortado con una botella rota…- Bajé la mirada a mi mano.
-Es solo un rasguño… una rata me ha asustado y bueno…- Me encogí de hombros.



KAI
La miré y volví la mirada a su mano.
-Sí, la he visto. –acerqué mis dedos a su herida y comencé a aplicar frío hasta que la herida casi estuvo curada. Posé mis labios en lo que quedaba y transmití el frío que le faltaba para cicatrizar del todo.
Sonreí, aunque no sabía si eso le iba a molestar después de todo lo que había sucedido.



SAYA
Le miré mientras me aplicaba frío en la herida para cerrarla.
Suspiré cuando acercó sus labios a mi mano para terminar de cerrar el arañazo.
Bajé la mirada cuando me sonrió.
-Gracias...- No aparté la mano hasta que él me la soltase… aún seguía molesta, pero… no con él…



KAI
Suspiré y la besé en la mejilla y comencé a observar lo que tenía alrededor, ese lugar era magnífico para las batallas, en la guerra elemental nos habría sido de gran ayuda.
Vi la botella con la que Saya se había cortado, había una pequeña gota de sangre sobre el vidrio.
-Este sitio tiene muchas cosas útiles, no nos va a faltar de nada.


SAYA
Miré a mí alrededor cuando Kai dijo lo de las cosas útiles.
Suspiré y asentí levemente.
-Si…- Cogí la botella rota.
-Pero primero voy a deshacerme de esto… no es nada útil y podría cortarse alguien más.- Me giré y tiré la botella en una papelera que había a un lado junto con la ropa de Sharon. Era lo único que me quedaba de ella y… sinceramente, no quería nada que me recordase a ella…


KAI
Miré a Saya y la cogí de la mano.
-Me gusta mucho como te queda el negro. –sonreí.
-Vamos con los demás, seguramente James quiera enseñarnos algo más que podamos usar. –le enseñé uno de los guantes que llevaba puestos.
-De esto quiero yo en casa.


SAYA
Miré los guantes y después a Kai apartando mi mano de la suya sin brusquedad.
-Vuelve tú con los demás… yo voy a dar una vuelta por aquí…- Le miré esbozando una leve sonrisa.
-A ver que más inventos te enseña…- Me giré y me alejé caminando por el pasillo. Necesitaba pensar un poco y ahora mismo no estaba muy atenta y seguro que no me enteraría ni de la mitad de lo que me dijera Jimmy.



KAI
Suspiré y volví con el resto, Saya quería estar sola…
Cuando llegué, Eri me miró como si fuese la primera vez que lo hacía y se rió, seguro que se acordaba de cuando éramos más jóvenes.
Me acerqué a James para que me enseñase más.



JIMMY
Cuando terminamos de vestirnos, nos reunimos todos, menos Saya, a un lado del almacén. Encontramos, por suerte, sacos y mantas con lo que dormir esa noche.
La verdad, es que el almacén era bastante cálido y seguro, salvo por las ratas… cosa que no preocupaba mucho… bueno… si a la exagerada de mi mujer, pero pronto se le pasaría achuchándose a mí.
Encendí una hoguera dentro de un cubo, el cual utilizamos para calentar la cena.
Había mucha comida en conserva y la podríamos utilizar para nuestros bienes.



ÁNIMA
Me abracé las piernas esperando a que la cena estuviese hecha, no hacía casi frío, ya que estábamos a cubierto y el fuego de Axel nos mantenía calientes.
-Es una suerte que todo siga así desde la última vez que viniste. –dije a Jimmy.
-Es extraño que no se haya desecho de este lugar o que no lo tenga ocupado por sus hombres, pero es un punto a nuestro favor, ahora estaremos preparados para enfrentarnos a él. –sonreí.


JIMMY
Miré a Ánima y me encogí de hombros.
-Dudo de que Draco sepa que este lugar existe, si supiese que está aquí, ya se habría hecho con él…- Suspiré rascándome la nuca.
-Este lugar está bastante escondido, así que, no corremos peligro… nos quedaremos aquí hasta que estemos preparados para la batalla contra Draco…


EDWARD
-Eso está bien. –dije cogiendo mi lata ya preparada.
-Tendremos tiempo entonces para prepararnos sin que él sepa que estamos aquí, supongo… -abrí la lata, olía a gloria.
-Benditas conservas. –le di un beso a la lata y empecé a comer.
-Jimmy, voy a levantarte un altar para rezarte cada día.


JIMMY
Me reí y miré a Edward.
-Si, lo que me faltaba ya… San Jimmy… no, gracias, creo que eso no me va mucho.- Sonreí y negué cogiendo mi lata ya caliente.
-Será mejor que descansemos… no hemos dormido mucho, al menos yo.


KAI
Solté una risotada cuando James dijo que no había dormido nada, yo tampoco lo había hecho, y tenía razón al decir que debíamos descansar, yo al menos necesitaría unas cuantas horas para reponerme un poco, estaba molido de pasar la noche en vela.
Miré por donde Saya debía estar, no sabía si cenaría, estaba muy distante de todos.



AXEL
Cuando terminé de cenar, me metí directamente en mi saco. Tenía bastante sueño, no había descansado muy bien en ese barco, rodeado de agua… al menos aquí estábamos en tierra y no había agua…
-Buenas noches.- Bostecé tumbándome sobre el saco.


ERI
Sonreí cuando Axel se metió en el saco nada más terminar de cenar, le acaricié el pelo del flequillo cuando de repente volví a oír a esa infernal rata que merodeaba por ahí. Cómo odiaba a los bichos y ese tipo de animales…
Me acerqué a Axel con mi saco y me pegué a él lo más que pude.
-Yo también me acuesto ya… hasta mañana… -me quedé a su lado sintiendo su calor y sintiéndome más protegida con él a mi lado.



JIMMY
Miré a Eri y sonreí, esta chica y sus miedos…
Negué aún sonriendo y apagando el fuego del cubo, ya que habíamos terminado de cenar… bueno, aún faltaba Saya, pero supuse que estaba dando un paseo, así que, apartamos su cena a un lado, ya cenaría cuando volases…
Me metí en mi saco dejando espacio para Ánima. El saco era demasiado grande para los dos.
-¿Vienes al saco conmigo, cervatilla?


ÁNIMA
Sonreí y me acerqué hasta su saco, me metí dentro abrazándole por la cintura. Cabíamos los dos, pero teníamos que estar bien juntitos, y me encantaba tenerle tan cerca y no poder separarnos. Apoyé la frente en su pecho sin dejar de abrazarle.
-Tendría que estar muy borracha para no querer dormir contigo.



JIMMY
Sonreí y me tumbé a un lado dejando que Ánima se tumbase a mi lado
La abracé por la cintura acercándola del todo a mi cuerpo.
La besé en la frente y cerré los ojos acariciándola la espalda con suavidad mientras esperaba que el sueño me invadiese, que no tardó mucho, estaba cansado y era muy normal que me durmiese en seguida, eso si, sin soltar a Ánima.


ÁNIMA
Le acaricié la frente y el flequillo hasta que consiguió dormirse. Estaría con él en todo momento y, si podía, evitaría que le hiciesen daño, o al menos eso quería.
Le besé en la frente una vez se quedó dormido y le abracé por la cabeza intentando dormirme yo también.



SAYA
Aún seguía “perdida” por el almacén mirando las cosas que contenía… no me apetecía mucho estar con los demás, siempre había sido una mujer bastante solitaria y cada vez que algo me angustiaba prefería mantenerme alejada y poder pensar…
Caminaba entre dos filas de estantes cuando vi que la luz de la hoguera que había encendido Axel se apagaba quedándonos a oscuras, salvo por la tenue luz que entraban por unos pequeños ventanales.
Suspiré y seguí caminando sin poder pensar en otra cosa que en Sharon y Mika… sobre todo en Mika… ese sentido de culpabilidad no se iría nunca aun que intentasen convencerme de lo contrario… nadie sabía como me sentía y nadie de los que estaban hoy aquí, en ese almacén, no estuvo ese día para comprobar la desgracia que cometí…
Miré hacia donde estaban todos, ya dormidos en sus sacos. Vi el mío y al lado mi lata con la comida caliente…
Me rasqué la nuca y me acerqué quitándome las botas quedándome descalza y así no hacer ruido al caminar. Me senté encima de mi saco y cogí la lata de comida aún caliente, la cual empecé a comerme sin muchas ganas, la verdad.
Encogí las piernas y miré a los demás como dormían, estaban destrozados los pobres y necesitaban descansar.
Miré a Kai que también se había acostado ya…
Estaba siendo injusta con él apartándome de esa manera, pero no quería que él también se angustiase con mis problemas, por eso, prefería mantenerme un poco alejada hasta que se me pasase o hasta que él se hartase y me mande a la mierda… todo puede ser posible.



KAI
Había conseguido dormirme sin esperar a Saya por culpa del cansancio, pero me desperté al poco y pude verla sentada en su saco, estaba destrozada con el tema de sus hermanas y lo veía en su cara.
-Saya… -susurré, para no despertar a los demás.
-¿No… piensas dormir hoy tampoco conmigo? Sé que no es lo mismo que una cama, pero… -me encogí de hombros, quizá sólo quería estar sola.


SAYA
Giré la cabeza cuando escuché la voz de Kai.
Suspiré ante lo que me dijo y negué levemente mirándole.
-Lo siento… pero quiero dormir sola…- Bajé la cabeza mirando la lata, la cual tiré al cubo cuando el fuego se extinguió del todo. Suspiré y le miré de nuevo.
-Lo siento…


KAI
Suspiré y bajé la mirada al suelo.
-Sé que no soy tan majo ni tan bueno como Edward… pero si necesitases hablar ya sabes que yo te escucho… -supuse que no iba a cambiar de idea por lo que volví a tumbarme. -Si necesitas algo… no me moveré de aquí… -posé mis manos bajo mi cabeza.


SAYA
Miré a Kai y asentí.
-Gracias… - Encogí de nuevo las piernas contra mi pecho y miré al frente.
Suspiré de nuevo sin poder sacarme de la mente esas imágenes. Me llevé las manos a la cara frotándome los ojos.
Giré la cabeza de nuevo hacia Kai.
Me acerqué hasta su saco y me metí dentro con él. Si que quería dormir con él y que sus fuertes brazos me rodeasen de tal manera que me sintiese segura… lo que pasaba es que no quería que a él también le afectase, pero, si no obtenía la ayuda y el apoyo de él, ¿de quién si no?
Me acurruqué a su lado agarrándole de la camiseta y apoyando la frente en su pecho.
-No eres tan bueno como Edward…- Alcé la cabeza y le miré.
-Eres mucho mejor.- Sonreí.



KAI
Miré a Saya, sonreí y la abracé fuerte contra mi pecho, la besé en la frente acariciándola la espalda.
-Me alegra saberlo. –la abracé más fuerte, sabía que podía notar mi aliento gélido en el pelo, esperaba que no tuviese frío.



SAYA
Agarré su camiseta con más fuerza entre mis dedos mientras Kai me rodeaba son sus brazos. Sonreí y suspiré disfrutando de su olor. Sentía su aliento frío sobre mi pelo, cosa que me erizo el vello de la nuca, aun que no le di mucha importancia, era la reacción que siempre tenía mi cuerpo cuando entraba en contacto con el de Kai.
Apoyé la mejilla en su pecho escuchando el latir de su corazón mientras metía una de mis manos bajo su camiseta hasta que la posé en su espalda la cual acaricié con la yema de mis dedos. Sentí como mi cuerpo se relajaba poco a poco sin dejar de acariciar a mi hombre, hasta tal punto que empecé a caer en la inconsciencia y en el sueño.



KAI
Por suerte se había relajado un poco.
La acaricié el pelo de manera continua recogiendo los cabellos entre mis dedos, la había echado de menos en cierto modo, ya que habíamos estado algo distanciados.
La besé en la frente tapándola bien, con mi contacto no se podía entrar en calor, pero al menos eso dejaría que no se quedase helada.
Tenía que evitar a toda costa que pensase en Mika, sólo la hacía más daño, y la había dicho mil cosas para que no se sintiese culpable, pero nunca iba a poder hacerla cambiar de idea, pero, por suerte, sí evitar que pensase en ello, debía tenerla distraída.
Cerré los ojos una vez estuve seguro de que estaba dormida, e intenté dormirme yo también, no me vendría nada mal.



JIMMY
Me desperté antes que los demás. Salí fuera a por algo de agua y fruta, ya que de eso escaseaba el almacén.
Tuve cuidado por si algún soldado de Draco hacía ronda por el bosque y me veía, pero al parecer, esto estaba más muerto que muerto… mejor para nosotros. Como pensaba, Draco no tendría ni idea de que este sitio existía, ni si quiera creía que fuese almacén de los hombres de Draco…
Después de llenar unas cuantas garrafas de agua y recoger fruta, volví dentro del almacén cerrando bien la puerta al entrar.
Me acerqué al grupo y dejé las garrafas y la fruta en medio para cuando se despertasen. Yo cogí un melocotón y empecé a pelarlo con una de mis navajas.


ÁNIMA
Me desperté y abrí los ojos al sentir algo de frío, normal, Jimmy no estaba a mi lado dándome mi ración de su calor…
Me senté removiéndome el pelo, necesitaba un cepillo, últimamente no me arreglaba mucho…
Miré a mí alrededor, Jimmy nos había traído el desayuno…
Ay, mi hombre…
Me acerqué y le abracé por el cuello, le besé en la mejilla.
-Qué rico… -di un mordisco al melocotón que estaba pelando.
-El melocotón también. –sonreí.



JIMMY
Ánima se despertó y… mordió de mi melocotón…
La miré alzando una ceja. Sonreí y volví la mirada a mi melocotón…
-Que morro tienes, este melocotón me lo iba a zampar yo…- La miré de reojo.
-Devuélveme mi cacho.- Dije agarrándola de los hombros y tumbándola de nuevo en sus caso conmigo encima.
Esbocé media sonrisa traviesa y me incliné agarrando el cuello de su camiseta, el cual bajé un poco hasta que parte de la piel de su pecho estuvo a mi alcance. Esbocé de nuevo mi sonrisita y acerqué mis labios hasta que pude atrapar la piel entre mis dientes sin hacerla daño… ¿daño? Eso la volvía loca y a mi me gustaba que se volviese loca.
-Ñam… creo que me he quedado con hambre.- Me incliné de nuevo y la volví a morder, esta vez un poco más cerca del pecho en sí.


ÁNIMA
Cerré los ojos mordiéndome el labio cuando me mordió en el pecho.
-No creo que así recuperes tu melocotón. –me reí, me torturaba como él quería y más. Le agarré del vello de la nuca y tiré ligeramente de él para poder mirarle.
-Juegas conmigo como quieres… -sonreí y le besé con pasión.


JIMMY
Sonreí siguiendo su beso.
-Está bien, te dejaré tranquila.- Me levanté agarrando de nuevo mi melocotón, el cual me llevé a la boca después de terminar de pelarlo.
La miré de reojo y arqueé una de mis cejas.
-Come algo, anda.


ÁNIMA
Sonreí y cogí una manzana roja entre las piezas de fruta que había traído y me tumbé apoyando la cabeza en sus piernas, sonreí y mordí la manzana.
-Mmm, si caigo envenenada vas a tener que rescatarme de mi sueño profundo con un beso… -esbocé media sonrisa y le acaricié la barbilla.



JIMMY
Miré a Ánima y solté una risotada.
-Bueno… no estaría mal, aun que yo considero que el cuento de Blancanieves es algo pijo y muy ñoño, prefiero besarte estés sumida en un sueño profundo o no.- Alcé las cejas y la di un pico en los labios.


ÁNIMA
Sonreí y le cogí de la nuca para volver a besarle, por un momento olvidé que no estábamos solos, Jimmy me hacía perder la noción del tiempo y el espacio.
Sonreí de nuevo dándole un par de besos cortos más después del anterior y volví a morder la manzana para dejarle comerse su melocotón tranquilo.


JIMMY
La miré y sonreí mientras que acariciaba su barbilla con mis dedos. Estaba tan guapa recién levantada… bueno, estaba guapa siempre, pero me gustaba verla recién levantada, la veía tan frágil y tan vulnerable…
Sonreí de nuevo y mordí el melocotón sin dejar de acariciarla.
Esperaría a que los demás de levantasen, teníamos que ponernos en marcha y preparar una estrategia para atacar a Draco…


KAI
Abrí los ojos y volví a la realidad después de dormir toda la noche. Sentía el brazo derecho dormido, y es que aún tenía a Saya entre mis brazos durmiendo, me alegraba saber que seguía conmigo.
La besé en la frente intentando no despertarla, lo mejor era que descansase tranquila hasta que ella quisiese.



JIMMY
Miré a Kai cuando se despertó. Le saludé con la mirada, sin decir nada. No quería despertar a los demás.
Cogí otro melocotón el cual empecé a pelar con Ánima aún apoyada en mis piernas. Tiré la piel del melocotón en el cubo con las cenizas de la noche anterior. Suspiré y mordí el melocotón sin hacer ruido.



ÁNIMA
Jimmy y yo terminamos de desayunar cuando Eddie se despertó junto con su estómago que rugió de manera exagerada.
Desayunó y le llevé a Kai una manzana que se comió sin moverse del lado de Saya, parecía que ya no estaban enfadados, por lo que se veía…
Volví al lado de Jimmy y miré todas las cosas que había a nuestro alrededor, no hacían más que recordarme que pronto lucharíamos contra Draco y no sabía cómo acabaría todo aquello…



AXEL
Me desperté con los murmullos del estómago de Edward… madre mía, ese hombre no tenía estómago, tenía un león ahí metido…
Me senté estirando la espalda y frotándome un ojo.
-Buenos, días, peña.- Dije con un bostezo. Abrí los ojos y miré la fruta.
-Guo… comida.- Sonreí y alargué la mano cogiendo un platanico.
-Uuh, que ico ^^


KAI
Me levanté sin despertar a Saya y me estiré despertando los músculos que se habían quedado agarrotados al dormir en la misma postura.
Tapé bien a Saya y me acerqué al resto.
-Voy fuera… -alcé mi mano para mirar los guantes que James me había dejado.
-A probar esto… -salí fuera, no quería destrozar nada que pudiese haber en el interior, todo tenía mucho valor.


JIMMY
Miré a Kai y me levanté corriendo cuando dijo que salía fuera.
-Eh, eh, eh… Kai.- Le agarré del brazo y negué.
-No puedes salir fuera… estamos en territorio enemigo, podrían vernos y entonces despídete de nuestra seguridad…- Solté su brazo y me separé un par de pasos.


KAI
Suspiré.
-La isla entonces pertenece toda a Draco, está toda custodiada, ¿no? –suspiré mirando los guantes, debía probarlos otro momento.
-De acuerdo, no saldré hasta que nos vayamos.


JIMMY
Suspiré… tal vez estaba exagerando…
-Está bien… creo que puedes salir, pero no puedes llamar la atención, Kai. No creo que vayan a pasar por aquí…- Señalé la salida con la barbilla.
-Sal…y de paso deja la puerta abierta, para respirar un poco de aire fresco…


KAI
Miré hacia la salida.
-Creo que eso puedo hacerlo, me alejaré de este lugar por si me encuentran, que no encuentren este sitio ni a vosotros. –agarré mi espada y salí fuera, obedecí a James y dejé la puerta abierta, aunque intenté que quedase disimulada entre las plantas, por si acaso.



JIMMY
Miré a Kai mientras salía. Suspiré y me llevé la mano a la nuca.
Estaba exagerando, si Draco no había encontrado este lugar en tanto tiempo, no iba a encontrarlo ahora…
Me sentía intranquilo, pero aún así, tenía que ser confiado.
Me giré y volví con los demás.



KAI
Me alejé lo suficientemente lejos como para que, si me encontraban, no dudasen de que estaba cerca de alguna base, aunque si descubrían quién era ya sabían que no iría solo…
Llegué hasta un lago, en el cual se respiraba paz, parecía una zona que no había sido tocada por el hombre.
Me acerqué hasta llegar a la orilla.
Cerré los ojos y extendí las manos delante de mí.
Comencé a extender el frío desde mis manos por todo mi cuerpo hasta el lago, cuya agua comenzó a congelarse. No sentía la energía agotarse, por lo que extendí el hielo más rápidamente por todo el lago hasta cubrirlo en su totalidad.
Abrí los ojos, quedaba de aquel lago una escena del País del Hielo, y lo había conseguido sin gastar una gota de energía. Sonreí mirando los guantes, si eso no nos hacía vencer a Draco no habría manera.


JIMMY
Kai se dedicó a entrenar mientras los demás nos dedicábamos a buscar armas que nos sirviesen contra Draco y su ejército.
Draco nos estaría esperando… me parecía raro que no supiese ya que estábamos aquí… o era muy tonto o… jugaba con nosotros…
Fuese lo que fuese, teníamos que estar muy preparados para todo, para cualquier cosa.
Antes de poder llegar hasta él tendríamos que luchar contra sus hombres bien armados, y seguro que también estarían esas brujas vampiresas… a parte de Dark… todos esos contra siete monos…
Aún así, no perderíamos la esperanza, ganaríamos seguro… o moriríamos en el intento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario