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miércoles, 25 de noviembre de 2009

Capitulo- LVII- VALKIRIAS

Partido y fiesta, esto es mucho mejor que la Champions Leage XD


KAI
Llegué a la sala de mandos y paré a escasos centímetros de Neo.
-Desciende la nave, hay unos civiles y nos los tenemos que cargar como buenos rebeldes que somos. –le di una palmada en el hombro y salí.
-Lo que no sé es como han vuelto tan rápido…


NEO
No me enteré ni de la mitad, pero algo de descender había dicho, así que nada…
Me senté en mi sillón y descendí la nave hasta que aterrizó sobre la arena del desierto.
-Madre mía, que calor…- Me despojé de la camiseta y la tiré por ahí. Me levanté y avisé a los demás de que ya había aterrizado.


KARA
Me armé con mis dos gemelas y las gafas de sol y abrí la compuerta.
-Ahh… -dije feliz- No hay nada como un poquito de calor desértico, mmm. –dejé que me diese el sol en la piel.
-Como adoro el desierto… -vi a lo lejos correr hacia nosotros a dos personas, un hombre y una mujer, huían de los civiles.
-Yuju, vamos a darles caña. –cargué las pistolas.


NEO
Salí detrás de Kara. El sol abrasaba, pero no me importaba, me había criado en lugares bastante cálidos.
Me armé con las ametralladoras y miré a Kara colocándome una tras la cabeza.
-Ya era hora, un poco de acción.


KARA
Le miré de arriba abajo.
-Cabrón, así no hay quien se concentre. –me mordí el labio y volví a mirar al frente.
-¡Ay, omá que rico! –disparé. La bala atravesó todo el camino entre nosotros y los perseguidos, pasó entre ambos y dio en la frente a uno de los soldados, soplé la boca de la pistola.
-Oh, yeah.



NEO
Aún quedaba un perseguidor, pasó muy cerca de nosotros, le agarré por detrás de la camiseta y le miré de frente con cara de mala hostia.
-¿Te parece bonito andar correteando por el desierto y encima persiguiendo a la gente con este calor? Los tipos como tú me dan asco.- Le di un cabezazo haciendo que se tambalease, le di la vuelta y hundí su cabeza en la arena.
Me sacudí las manos.
-Ala.


KARA
-¡Guo! –vitoreé a Neo.
-¡Ese es mi hombre! –guardé las armas y miré a los que corrían, se habían parado a unos metros de la nave, parecían agotados, se acercaron. Me fijé en que eran enormes, podían medir perfectamente los dos metros cada uno.
-Coj… Hola.



NEO
Alcé la cabeza con la boca abierta.
Mire al hombre.
-Perfecto, si no te mueves de ahí evitas que el sol me de en los ojos.- Me crucé de brazos.
-Soy Neo, ella es Kara… ¿vosotros… como coño sois tan grandes?


KARA
Me iba a dar tortícolis si seguía mirándoles a la cara mucho rato.
-Pertenecemos a la raza de las Valkirias… -dijo la mujer, tenía un buen chorro de voz.
-Gracias por ayudarnos, llevábamos bastante rato huyendo de ellos… -esta vez fue el hombre quien habló.
-Ohm, ha sido un placer, lo hacemos continuamente…



NEO
Miré a Kara de reojo y sonreí.
-Si bueno… si ella lo dice la creeré…- Miré hacia atrás, Saya salía de la nave, verás que susto se iba a llevar cuando viese a los gigantes…



SAYA
Salí fuera, el sol picaba y achicharraba…
-Dios… ¿sé puede saber quién ha encendido…- Abrí los ojos ampliamente cuando vi a dos personas, eran enormes, muy altas y grandotas.
-… el horno?


KAI
Salí tras Saya. Resultó ser que habíamos rescatados a unos Valkiria.
-Oh, genial… Hola… -miré los cadáveres, no había hecho falta ni que saliese de la nave.
-Parece que hemos acabado aquí…



KARA
Kai y Saya salieron detrás de nosotros.
-Queremos agradecéroslo de alguna manera. –sonreí y me quité las gafas.
-Qué guay, ¿y qué nos dais?
-Es costumbre en nuestra cultura realizar un juego como recompensa, si ganáis, os invitaremos al banquete que realizamos esta noche.
-Va-vaya, va con impuestos indirectos.


NEO
-Ohm… un partido…- Asentí.
-¿De qué? ¿Baloncesto, futbol, balonmano...?- Sonreí y miré a Kara de reojo.



KARA
Pues como tuviésemos que competir en un partido contra esos bigardos íbamos listos si queríamos cenar, volví a mirar a Neo, Dios, este hombre sin camiseta podía conmigo…
-Por mí… lo que diga el Jefe…



KAI
Abrí los ojos como platos.
-¿Qué? Bueno… si queréis jugar, bueno, pero os digo desde ya que nos vamos a quedar sin banquete…



KARA
-Bueno, pero tiene pinta de ser divertido, ¿eh? –sonreí y volví a ponerme las gafas.
-Yo voto sí.


NEO
Suspiré y les miré.
-A mí me da lo mismo, vosotros mandáis, yo solo soy el piloto.- Me crucé de brazos y les miré.



SAYA
-Yo me apunto…- Sonreí.
-Suena tentador y no estaría de más darle un descansito a Kara con la cena. Yo digo que si.


KAI
Negué con la cabeza.
-Vamos a palmar… -los Valkiria sonrieron.
Nos dirigieron en la nave hasta donde estaba instalada su tribu y nos llevaron hasta una “pista” de fútbol elemental que tenían montado.
-Mira, Kai, arena por todas partes… nada parecido a casa, ¿eh?



KAI JR
Me encogí de hombros.
-Si, bueno, no está mal.- Salí corriendo hasta donde estaba mi madre que me subió a caballito.


SAYA
Cogí a mi hijo a caballito. Sonreí y seguí a los Valkiria hacia su tribu.
Todos eran igual de altos, algunos un poco más pequeños, pero un par de centímetros más bajitos que los demás…
Nos llevaron ante su Jefe, estaba sentado encima de una roca rodeado de mujeres y niños… para ser niños eran muy altos y grandotes.
-¡Visitantes!- Se levantó y se acercó hasta nosotros. Era más grande que los otros, iba sin camiseta, como los hombres Valkiria e igual de buenorro…
-Bienvenidos, me alegro de que halláis aceptado participar como equipo contrarío en nuestro partido de Balón-Elemental.


KAI
Miré a todos tipos altos de raza Valkiria, eran realmente grandes, más de lo que me había imaginado.
Miré a Kara y Neo que conversaban con otra gente, me preguntaba si Erika y James jugarían al partido…



SAYA
Dejé a Kai en el suelo acariciándole la cabeza.
-Os explicaré de que va el juego, después, puede empezar el partido.- Nos sentamos sobre el césped, por serte, estos tipos vivían en un oasis y se estaba más fresquito.
-El juego consiste en lo siguiente: Hay que meter gol en la portería del contrario, de cualquier manera, con el pie, con la mano, con la cabeza, de cualquier modo. La pelota es especial, cambia dependiendo del elemental que la sostenga, eso ya lo veréis cuando empecéis a jugar.- Miré al Jefe, parecía interesante… aunque yo careciese de elemento, pero al menos me divertiría.
-El equipo ganador será premiado con un lujoso banquete, comida gratis sabrosa y si después tenéis ganas de pasar la noche aquí, pues hospedaje y buenas compañías.- Me reí levemente cuando dijo eso ultimo… no estaría mal…


KAI
Miré a Saya de reojo.
-Te leo el pensamiento, salida. –la di un toque en la oreja y me fui de su lado. Ya vería si no nos daba problemas esto…


SAYA
Miré a Kai y le saqué la lengua.
Al rato estábamos en el campo. El equipo contrario estaba compuesto por siete jugadores, enormes y… madre mía, nos iban a barrer…

-¿Tenéis elegidos a vuestros jugadores?- Miré a Kai.
-Oye… ellos son siete y nosotros solo seis… a no ser que James se apunté.


KAI
-Que se apunte quien le dé la gana, vamos a perder de todas maneras, lo único que hace esta tribu es jugar a esto. –suspiré, aunque estuviésemos en un oasis seguía haciendo calor.
-¡Al campo! –dije a James haciéndole una señal de que se acercase.


JAMES
Miré a Kai cuando me llamó para que jugase junto a ellos…
Aún seguía herido, no me había curado del todo, pero jugar un partido no me haría daño.
Sonreí y me acerqué a Kai.
-¿Seguro qué quieres que juegue?


KAI
-Claro, debes ser bueno por eso de que puedes tele transportarte y todo eso. Tú juega por el centro del campo y ataca. Erika estaría bien de defensa, Neo de atacante y los demás os repartís como os de la gana. -suspiré, saldría con la nariz rota, como la otra vez que jugué hacían ya diez años.


JAMES
Sonreí y asentí.
-Al ataque.- Me coloqué en mi puesto al igual que los demás. Miré a Erika que se colocó a mi lado, me quedé un poco embobado al ver que iba algo ligera de ropa: pantaloncito muy cortito y una camiseta que le cubría apenas más allá del ombligo. Sonreí.
-Erika, estás muy sexy.- Me rey, seguro que el ricitos me decía alguna cosa.



JIM
Oí a James tirarle los trastos a Erika. No dije nada, ni siquiera les miré. Erika sabía defenderse si la molestaba, y si no lo hacía yo no tenía que meterme ahí. No estaba a gusto con esa situación pero tampoco podía hacer nada. Me coloqué frente a la portería, nadie había querido hacer de portero, así que me puse yo, no me apetecía mucho jugar así que el lugar en el que estuviese me daba igual.
Cuando Erika me miró la dediqué una sonrisa, no quería que se preocupase.



NEO
Me puse delante de los demás.
-No os preocupéis, yo me encargo de cubrir.-Miré a Kara y sonreí.
-El gran oso no dejará que ninguna pelota se cuele.- Me pinté dos marcas en cada mejilla con pintura negra.



KARA
Me reí.
-Mi oso nos defenderá, por muy grandes que seáis mi marido os va a barrer a todos. –dije señalando a los tipos de dos metros.
-¿Cuál de ellos?
-¿Eh? –fruncí el ceño- ¿Qué… cuál de ellos?
-¿Cuál de tus maridos? –me reí.
-El único que tengo… -dije señalando a Neo.
-Ohm… sólo uno… -dijo una de las mujeres, entonces todos empezaron a reírse.
-Va… vale… ¿qué he dicho?


SAYA
Me reí poniéndome al lado de Kara.
-Las Valkirias tienen muchos maridos. El Jefe, por ejemplo, tiene trece mujeres…- Alcé las cejas y me reí de nuevo.
-A mi también me gustaría tener más de un marido… - Miré a Kara.
-¿Qué? Seria divertido…- Miré a mí alrededor.
-Pero que esto quede entre tú y yo… como se entere Kai me a lía.



KARA
Asentí.
-Desde luego… -miré hacia atrás, Erika estaba hablando con James y Jim estaba en la portería.
-Pobrecillo, está allí marginado. –fruncí el ceño.
-¿Es tonto? Es el único con la camiseta puesta, le va a dar una insolación. –negué con la cabeza.
-A ver cuando empieza esto, que me aburro de contemplar pechos varoniles desnudos… -me reí, Neo me miraba.
-¿Qué? Como si tú no estuvieses mirando a las mujeres.



NEO
Sonreí y la miré.
-Yo solo contemplo a una mujer, mi mujer de fuego.- La guiñé un ojo y volví la mirada al frente. Un tío grandote, tenía pinta de ser el capitán, se acercó hasta mí con el balón en la mano. Me lo entregó.
-Los canijos sacan primero.- Le miré frunciendo el ceño.
-Perdona, ¿los canijos? Pues este canijo te va a dar una patada en tu enorme y blando…- No me dejaron terminar de insultarle, escuché a mis compañeros decir mi nombre en coro, todos a la vez.
-Vale, vale…


KAI
Nos pusimos en posición, Neo iba a sacar y tendríamos la oportunidad de acercarnos hacia la otra portería, pero como era de esperar, el portero era el más grande de todos, alcé la mirada al cielo.
-Señor, y la vírgen



NEO
Los de mi equipo subieron al campo contrarío… Suspiré.
-Bien… esto va ha empezar…- Miré al pelota, era blanca… bastante normal. Miré al compañero más próximo, ese era Kai. En cuanto el Jefe de los Valkiria dio la señal yo le lancé el balón a Kai con potencia. El partido ya había comenzado.
Eché a correr hacia la portearía, los del equipo contrario me obstaculizaban el paso y la vista… tendría que apañármelas de alguna manera.



KAI
Tenía el balón entre mis manos, de repente se convirtió en una bola de hielo, alcé una ceja
-Interesante... -ascendí por el campo casi hasta el final cuando una mujer estuvo a punto de placarme, dejé caer el balón de entre mis manos lanzándolo con el pie hacia James, que estaba cerca de la portería.



JAMES
Me giré hacia el balón. Venía directo hacía mí. Uno de los Valkiria se interpuso entre en balón y yo, ¿iba a quitármelo? Esbocé media sonrisa y usando la tele trasportación, me situé justo debajo del balón. Lo agarré, esté, al contacto con mi piel, se trasformó en una bola de energía negra. Me tele transporté de nuevo, una y otra vez esquivando los placajes.
Justo cuando tenía la portería en frente, el defensa de los Valkirias se me echó encima, salté hacia atrás, me impulsé y me subí encima de los hombros del defensa, salté hacia delante y lancé el balón metiendo el primer gol.



KARA

-¡Joder! –no habíamos tocado el balón ni la mitad de los jugadores y el cabrón de James ya había metido un gol.
-¡Ja! ¡Mirad que bien empezamos! –les saqué la lengua haciéndoles una mueca.
-¡Así se hace, Jimmy!



SAYA
Pegué un grito cuando vi a James meter aquel golazo.
-¡¡¡Wuuu!!! ¡Si, así se hace!- Aplaudí y corrí hacia mi campo, ahora le tocaba sacar a las Valkirias.
-Muy bien, muy bien chicos, empezamos de puta madre, vamos, si seguimos así tal vez ganemos.

KAI
El equipo contrario sacó y no iban en plan broma, no nos dejarían ninguna ventaja. Corrí hacia el que tenía el balón, pero se lo pasó a otro tipo antes de que pudiese pillarle.
Corrí de nuevo, tenía a Erika detrás.
-¡Erika, cógela! –me acerqué a toda velocidad para hacerle retroceder.


ERIKA
Corrí detrás del que poseía el balón en estos momentos. No podía placarle desde ningún punto… excepto…
Sonreí y me dejé caer al suelo, cogí impulso con las piernas y me colé entré las piernas del Valkiria. Hice que soltara el balón con una ráfaga de viento. Agarré la pelota y se la pasé a Kara con fuerza.



KARA
Cogí la pelota casi de improviso, creándose así una gran bola de fuego. Miré a tres tías que se me venían encima.
-¡Joder! –corrí con la pelota bajo el brazo hacia la portería, pero me pisaban los talones.
-¡¡Saya!! –con una llamarada impulsé la pelota hasta Saya, una de las Valkirias se me tiró encima aplastándome.
-Ala… Tía, pesas mucho, me cortas la respiración…



SAYA
Me giré hacia Kara cuando me lanzó el balón, pensé que en cuanto tocase el balón me quemaría, pero este se volvió normal, el mismo balón blanco que antes. Suspiré aliviada y corrí hacia la portería. A la hora de correr era muy rápida, pero las Valkirias que me perseguían lo eran aún más. Una de ellas se colocó delante de mí, bloqueándome el paso y por lo tanto la vista para poder pasársela a alguien.
-Joder…- Lancé la pelota por encima de la cabeza de la Valkiria, la esquivé y miré el balón. Me puse de cara a él y cuando lo tuve a mi altura, me impulsé hacia atrás propinándole una chilena con el pie. Caí al suelo de espaldas. Me giré y vi que la pelota había sido parada por el portero contrario.
-…mierda…- Dejé caer la cabeza en el césped.



JIM
Por el momento no había hecho falta que tocase el balón, pero aún quedaba mucho tiempo del partido.
Sentía que me sudaba toda la espalda, y eso que no estaba moviéndome.
El balón venía de nuevo hacia aquí, así que me posicioné.


KAI
El balón avanzaba muy deprisa, nos habían pillado desprevenidos.
-¡Parad ese balón! –corrí detrás de la mujer que lo llevaba con el pie, eran bastante rápidos, aunque por suerte no me sacaban mucha ventaja.
Metí el pie entre sus piernas dándole una patada al balón que fue a parar a manos de Jim, el cual se la pasó a Neo.



NEO
Agarré el balón entre mis manos sin dificultad, una Valkiria intentó arrebatármelo, pero la vacilé y la esquivé.
-Bota, bota, mi pelota.- Me reí y seguí corriendo. Paré y se lo pasé a James.
-¡Vamos chico, a por el segundo!


JAMES
Un Valkiria agarró el balón antes de que llegase a mí. Fruncí el ceño y salté sobre él haciendo una voltereta en el aire. Le quité el balón y caí al suelo sobre una de mis rodillas, me levanté y corrí a toda velocidad hacia la portería contraria. Me tele transporté y aparecí en la portería, detrás del portero.
Le silbé, cuando se giró yo ya había depositado el balón en el suelo, tocando la red.
-Gol.- Sonreí y salí de la portería. La gente en las canchas o se reían, gritaban Gol o me llamaban tramposo, pero lo importante es que íbamos ganando.
Miré al Jefe de los Valkiria y me encogí de hombros.
-Vale todo, ¿no?- Sonreí y abracé a Erika cuando está se abalanzó sobre mí.


ERIKA
-¡Vamos ganando! ¡Eres muy bueno, James!- Corrí hasta él y le abracé subiéndome encima suya. -Si seguimos así seguro que ganamos.- Me bajé sonriendo y corrí a mi puesto.


JIM
Miré cómo Erika abrazaba a James. Sabía que no tenía por qué ponerme celoso, pero no podía evitarlo, era mi chica, la mujer que amaba, abrazando a otro hombre…
Fruncí el ceño, noté como mis brazos se cargaban de energía cinética e intenté que no se desatase contra alguien.
Bajé la cabeza para no mirarles y me concentré en que era el portero, alcé la cabeza de nuevo y ya estaban de nuevo en su puesto, suspiré, el balón venía aquí otra vez.



ERIKA
Corrí detrás del Valkiria que poseía el balón en esos momentos. No era muy rápido, pero si musculoso… Aceleré y le golpeé haciéndole un placaje. Le tiré al suelo, pero yo me jodí todo el hombro… que duros estaban.
Desde las gradas, el Jefe de los Valkiria se moría de la risa ante mi placaje.
-¡Vamos nenaza, te ha bloqueado una chiquilla que no mide ni medio metro!- Empezó a reírse de nuevo… ¿chiquilla? ¿Medio metro? Entrecerré los ojos agarrando el balón, miré al Jefe Valkiria y le lancé el balón golpeándole en toda la cara.
La gente de la grada se asombró… me llevé las manos a la boca.
-Ahí va….- Tragué saliva…
-Creo que me he pasado… un poco…- Madre mía, se iba a liar una buena.
El Jefe apartó el balón y me miró, acto seguido empezó a reírse de nuevo seguido de los espectadores.
-¡Vaya genio tiene la chiquilla!- Me devolvió el balón.
-¡Al partido!


KAI
Me llevé la mano a la cara cuando Erika tiró el balón a la cara del Jefe, por suerte se lo tomó a broma.
Les tocó sacar de nuevo a los Valkirias, esta vez mosqueados iban a gran velocidad y directos a la portería. Seguí al que estaba con la posesión del balón, por suerte pude alcanzarle, pero le pasó el balón a otro tipo que lo manejó con el pie, estaban casi en el área de defensa y Jim no parecía muy centrado.
Aumenté la velocidad y fui a hacerle una finta. No calculé muy bien y el Valkiria se giró en el momento indicado para atizarme con el codo en la nariz. Caí al suelo boca arriba.
-No… otra vez no… -me llevé la mano a la nariz, cómo no, rota. Suspiré y alcé el pulgar para advertir a mi equipo de que estaba bien.



SAYA
Kara y yo nos llevamos las manos a la boca cuando vimos el codazo que le asestaron a Kai en toda la cara… Me acerqué corriendo hasta él y le miré.
-Pero bueno, ¡¿Te han vuelto a romper la nariz?!- Me incliné para mirarle más de cerca, le salía sangre de las fosas nasales. Suspiré y pedí tiempo muerto.
-Esperad un momento.- Dije mirando al arbitro que asintió ante mi tiempo muerto.
Miré a Kai de nuevo.
-¿Puedes levantarte?


KAI
-Claro… -me senté mirando hacia el cielo para evitar que sangrara mucho, me levanté apoyándome en Saya.
-Cómo me gusta jugar a esto…
-Ha sido un accidente… -dijo el jugador disculpándose.
-Tranquilo, estoy acostumbrado. –me agarré el tabique y me lo coloqué sin pensar. Me dio un escalofrío.
-Listo. –me puse la mano bajo la nariz.
-Creo que voy a limpiarme esto un poco, digo yo que de momento os las apañáis sin mí.



SAYA
Miré a Kai esbozando media sonrisa.
-Pues claro, tú ve y límpiate, parece que acabas de salir de una película de terror.- Sonreí.
-Además, tenemos a James.- Sonreí de nuevo y volví al campo junto con los demás.



KAI
Me quedé mirando a Saya mientras se marchaba.
-Qué rápido me han reemplazado… -negué con la cabeza poniendo los ojos en blanco y salí del campo para limpiarme la sangre y hacer algo con esta nariz mía…


JAMES
Vaya hostión le habían pegado a Kai, se había roto la nariz… pues nada… a jugar sin el reycito de hielo, total, no estaba haciendo mucho…
El partido siguió, quedaba poco para que terminase y podíamos meter algún gol más…
Miré al encargado del tiempo en el partido, quedaban diez minutitos, pues nada, a aprovecharlos. Nos tocaba sacar a nosotros, agarré la pelota y miré a mis compañeros. Erika estaba demasiado marcada… Saya bastante lejos, Neo preparado al lado de la portería contraria y Kara daba saltitos detrás de un Valkiria…
Suspiré… que equipo…
Le pasé el balón al portero, osease a Jim.



JIM
Vaya, si me había pasado el balón, al menos así lo tocaba alguna vez en todo el partido…
Miré el balón y analicé la situación, el único desmarcado era James, por lo que no tenía otra opción que devolverle el balón una vez estuviese más cerca de la portería.
Dejé caer la bola eléctrica que sostenía entre mis manos al suelo, y antes de que lo tocase, descargué mi pie contra ella, lanzándola lo más fuerte que pude hacia James.


JAMES
Jim me mandó de vuelta el balón, iba con bastante fuerza y perfectamente hacia la portería. Salté hacia el balón y rematé con la cabeza metiendo el tercer gol. Le pegué tan fuerte que atravesó la red rompiéndola.
-Uy…- Miré al portero contrario aguantándome la risa.
-Lo siento, colega… si quieres la pago.


KARA
James había metido ya el tercer gol, teníamos suerte de tenerle en el equipo, era bastante bueno, y aunque el resto fuéramos unos paquetes, él fácilmente lo compensaba.
-Creo que esta noche no cocino. –canturreé mirando a dos mujeres que habían estado marcándome todo el partido. Me acerqué a Saya y choqué los cinco con ella.
-Menuda comilona me voy a pillar esta noche…



SAYA
Sonreí y choqué los cinco con Kara.
James era un máquina comparado con nosotros… yo casi marco un gol pero él ya llevaba tres...
Miré a las mujeres Valkirias.
-Puede que vosotras tengáis más de un marido pero nosotras vamos ganando con un solo hombre mientras que vosotras necesitáis al ejército entero.- Me reí apoyando el codo en el hombro de Kara.
El partido estaba a punto de terminar.

-Bien, acabemos con esto.


KARA
Sonreí y cada una se colocó en su posición. Para ser tan buenos, Jim sólo había tocado el balón porque se lo había pasado James, debía estar más aburrido que una tarde en casa de la abuela…
-¡Vamos a patearos el culo! –dos tíos enormes se me posicionaron delante haciendo sombra al sol.
Sonreí.
-¿Qué? El balón está por allí. –señalé la posición del portero, ellos dirigieron la mirada hacia allí, hecho que aproveché para correr hacia aquel sitio e intentar parar el balón, aunque pasó a medio metro por encima de mí por lo que no pude hacer mucho.
-¡Lo hacéis aposta!



SAYA
Salté sobre el que tenía el balón haciendo que se comiese el suelo, Le quité la pelota.
-Si Kara quiere el balón.- Le entregué el balón a Kara.
-Se lo dais.- Sonreí y me bajé de la espalda del Valkiria al que había tumbado.
-Las damas primero.- Corrí junto con Kara la cual tenía el balón.


KARA
Me reí mientras corría de nuevo hacia la portería, tuve que esquivar a un par de tías que se me venían encima, pronto acabé rodeada de nuevo. Miré a Saya, que estaba desmarcada, lancé la bola contra el suelo haciendo que rebotase hacia ella, esperaba que al menos pudiese meter un gol una mujer del equipo, los demás se los había marcado James.



SAYA
Agarré el balón y corrí con él esquivando a los del equipo contrario.
Una vez estuvo Kara desmarcada, le pase de nuevo el balón.
Me paré delante de los que perseguían a Kara.
-Uf… ¿aquí hace calor o soy yo?- Dije con voz sensual mientras me subía la camiseta lentamente. Los hombres del equipo contrario se quedaron mirando mientras Kara seguía corriendo hacia la portería, tenía vía libre.


KARA
El pase de Saya era perfecto, esperaba no cagarla, aunque no podía asegurar que iba a marcar, el portero ocupaba la mitad de la portería.
-Ala… -coloqué el pie detrás de mí y cuando el balón estuvo justo delante le propiné una patada bastante fuerte en mi opinión, y al ir aún rodeado de fuego, quemó ligeramente la mano del portero y chocó contra la red.
-Ala… -empecé a saltar.
-¡¡Guao!! ¡He metido gol! ¡Yo! –seguí dando saltos, me sentía como una cría.


SAYA
Grité y di un salto cuando Kara metió gol y en último minuto.
-¡Si! ¡¡Muy bien!!- Habíamos ganado, la gente de las gradas empezó a aplaudir y a gritar de emoción.
-Pero que buenos somos.


KAI
Volví cuando el partido ya había terminado, la muy burra de la curandera casi me vuelve a partir la nariz al colocarme la sujeción del tabique. Habíamos ganado cuatro a cero, menos mal que la última vez perdí de ocho…
Me acerqué al centro de la pista, las más emocionadas eran Kara y Saya, sonreí.



SAYA
Corrí y me subí encima de Kai aún gritando de emoción. Sonreí y le abracé por el cuello.
-Hemos ganado, el último gol lo ha metido Kara, ¡ha sido alucinante!- Le volví a abrazar dándole besos por la cara.
-Oh, perdona.- Me reí.
-¿Cómo está tú nariz?


KAI
Sonreí.
-Bastante peor que tu ánimo, pareces muy contenta. –negué con la cabeza.
-Has disfrutado, por lo que parece, que pena no haber estado delante para ver al menos el último gol. –sonreí de nuevo y la besé intentando no juntar mi nariz con la suya.



SAYA
-Si bueno…- Me separé y llevé mis manos detrás de mi espalda como una niña buena.
-Aunque no te hubiera gustado ver lo que he hecho para evitar que esos grandullones persiguiesen a Kara…- Desvié la mirada silbando.
-Voy con loa demás, nos vemos, amor.- Le besé en la mejilla y me retiré antes de que Kai empezase a interrogarme.


KAI
Fruncí el ceño, seguro que había hecho alguna guarrada.
-¡Eh! ¡No huyas, mona! ¿Qué guarrada has hecho en mi ausencia?
No te habrás insinuado en mitad del campo, ¿verdad? –
abrí los ojos ampliamente.
-Dios, Saya, ven aquí… -la seguí.


SAYA
Apreté el paso.
-No he hecho nada que no haya sido para ayudar a Kara.- Mire hacia atrás.
-Somos un equipo, ¿no?- Me reí y eché a correr para que no me diese alcance.



KAI
Fruncí el ceño, definitivamente había hecho una guarrada.
-¡Eso, tú corre! –me reí, seguramente se habían quedado embobados con ella y eso habría dado oportunidad a Kara de meter gol, me crucé de brazos, estas mujeres hacían lo que querían con nosotros…


NEO
Corrí hasta Kara y la cogí en brazos.
-¡Esta es mi mujer! ¡Mi mujer de fuego!- Sonreí y la besé.
-Vaya pedazo de gol has metido, eres la mejor.


KARA
Me eché la melena hacia atrás con chulería.
-Tsk, lo sé. –me reí y le besé.
-Ha sido alucinante, no veas que subidón de adrenalina, nene. -le miré.
-Tú sí que has jugado bien, lo mío ha sido la suerte del pase tan bueno que me ha hecho Saya… ¡Qué va! Soy la mejor, quiero un pedestal. –me reí de nuevo y le abracé.
-Ay, oso, menudo partido.



NEO
Sonreí de nuevo con Kara aún entre mis brazos. Miré al Jefe de los Valkiria acercarse hasta nosotros con una gran sonrisa.
-¡Es impresionante! Nadie ha sido capaz de ganar a mi equipo, excepto vosotros. Cumpliré mi promesa, esta noche un banquete en honor a los ganadores.- Asentí y miré a Kara aún sonriendo.


KARA
Alcé los brazos.
-Sí… hoy no cocino para seis… -cogí a Neo de la cara y le besé bajándome de sus brazos.
-¡Que corra la cerveza!



NEO
-¡Si!- Me reí.
-Uh, cerveza.- Sonreí y nos reunimos con los demás.
Al rato, estábamos reunidos alrededor de una mesa, toda llena de manjares y de cerveza, por supuesto.
Aunque ganamos, parece que los del equipo contrario no nos guardaban rencor.



KAI
Sonreí, habían organizado una buena cena a pesar de haber perdido, eran gente bastante sociable y su líder era muy amigable.
Me quedé cerca de Saya mientras empezamos a comer, busqué a Kai con la mirada, hacía rato que no le veía, aunque sabía que estaba con los niños Valkiria.
-Kai se adapta mejor que nosotros a cualquier sitio… -sonreí.



SAYA
Miré a Kai mientras me metía en la boca una cereza.
-Es un niño que juega con otros niños, aunque estos son el triple de grandes que él.- Me reí y le miré ofreciéndole una cerecita.
-Toma, come y disfruta.- Sonreí.



KAI
Sonreí y cogí la cereza con los dientes directamente de sus dedos.
-Sabes que prefiero las fresas. –sonreí malicioso y empecé a buscarlas con la mirada por la mesa, aunque…
-No hay… -la miré entristecido.
-No hay fresas…



SAYA
-Ohm, pobrecito mío, mi hombre de hielo no tiene fresas.- Sonreí y me acerqué. Le besé.
-Ya me encargaré yo de echarle una buena bronca al Jefazo.- Le di otro beso.
-Le ataré las manos y me liaré a latigazos con él, ¿te parece bien?


KAI
Fruncí el ceño.
-Eh, eh… ¿Desde cuándo te gusta eso? ¿Y desde cuándo quieres hacértelo con él? –negué con la cabeza y la besé.
-Tú llevas queriendo serme infiel desde que has llegado, ¿verdad? –alcé las cejas.



SAYA
Me mordí el labio acariciándole la barbilla con mis dedos.
-¿Serte infiel?- Volví la mirada hacia el Jefe de los Valkirias. Miré de nuevo a Kai.
-
Sería imposible serte infiel, eres demasiado irresistible como para montármelo con otro.


KAI
Me reí.
-¿Sabes? Eso me gusta. –la agarré de la cintura y la besé haciendo que se inclinase levemente hacia atrás.
-Tú también eres muy, pero muy irresistible, sobre todo con este vestidito que te han prestado, aunque me gustó más el que te prestaron las hadas. –sonreí.



SAYA
Me reí.
-Aún te acuerdas, me sorprendes.- Me mordí el labio de nuevo mirándole a los ojos.
-Creo que hoy no te escaparas de mí, hombre de hielo.- Alcé una de mis cejas.
-Y más… así.- Miré su torso totalmente desnudo.


KAI
Me reí de nuevo.
-Cómo te gusta aprovechar la situación… -dije acercando mi rostro al suyo.
-Como a mí. –agarré uno de sus cachetes mientras la besaba.



SAYA
Me reí cuando agarró mi cachete.
-Haces que se me suba la temperatura, pirata y ya bastante calor hace.- Le besé de nuevo y volví a sentarme en mi sitio.



KAI
Sonreí y me acerqué, cogí una jarra y le llené el vaso de cerveza.
-Vamos a brindar. –llené el mío.
-Aunque no se suele brindar con esto, pero bueno, un día es un día… Chin, chin. –choqué mi vaso con el suyo.



SAYA
-Chin- chin.- Sonreí y bebí de mi vaso.
El Jefe de los Valkiria encendió una gran hoguera mientras unos cuantos empezaban a tocar música. Sonreí. Se me acercó un Valkiria, por su cara parecía tener no más de dieciocho o diecinueve años.
-¿Te apetece bailar conmigo? Sería un gran placer para mí.- Sonreí y miré a Kai. Agarré la mano del chico y me levanté.
-Claro.- Miré de nuevo a Kai.
-Si me disculpa, majestad.


KAI
Me encogí de hombros.
-Ya te dije que eras irresistible, Saya, baila con quien quieras, yo miraré desde aquí. –sonreí y la besé la mano antes de que se fuese, mientras se alejaba no aparté la mirada de ella con una sonrisa.


SAYA
Miré a Kai mientras me alejaba con el chico Valkiria. Volví la mirada hacia donde me dirigía con él. Había más gente bailando, entre ellos Kara con Neo, se partían de la risa, pero se lo pasaban bien.
La danza era muy divertida y fácil de seguir, me recordaba a los bailes que normalmente se hacen el los palacios medievales. En medio de la danza tenías que cambiar de pareja, una de las veces me tocó bailar con Neo… me pisó un pie.



KAI
Me reí cuando Neo pisó a Saya, me tapé la boca.
-Neo, por Dios, como me la dejes coja voy a por ti. –sonreí y bebí un trago de mi vaso, se lo estaban pasando de maravilla con tanto baile, esperaba que Saya no me sacara a bailar.


SAYA
Me reí cuando Neo me piso aunque me quejé bastante, tenía unos pies enormes y encima descargó sobre mí todo su peso.
Me acerqué a donde estaba Kai cuando terminó el primer baile, estaba sedienta, entre el calor y el bailecito…
Agarré mi vaso y empecé a beber de él… y a beber… a beber… y a beber… como si fuese agua. Miré a Kai.
-¿Qué? ¿Crees que una chica como yo no sabe beber?


KAI
Me quedé mirando a Saya mientras tragaba todo ese alcohol de golpe.
-Creo que me vas a dar la noche… -agarré mi vaso para que no bebiera de él.
-¿Por qué no bailas otra vez con Neo? Creo que le ha gustado como te mueves. –sonreí mirando como hasta Kai se ponía a bailar con una niña Valkiria.
-¿Qué? ¿Quieres más?



SAYA
Sonreí y le miré mientras dejaba mi vaso vacío encima de la mesa.
-Me gustaría que bailases conmigo, pero sé que te vas a negar, siempre has resultado ser un aburrido en estas cosas…- Llené mi vaso de nuevo.


KAI
-Ya verás… No soy un aburrido, simplemente no me gusta el baile, sabes que soy un vago y todos esos insultos que me propinas de vez en cuando. –me apoyé en el respaldo de la silla, también estaba el factor de que sólo sabía bailar lo que me enseñaron desde pequeño y desde luego no era esto.


SAYA
Me reí y bebí de mi vaso.

-Ya, lo que te pasa es que eres un aburrido y te haces mayor, tu cuerpo no está para esto trotes.- Aguanté la risa como pude
Le miré de reojo.


KAI
-Eso será, los treinta están cerquita y quieras que no eso empieza a pesar sobre los riñones… -sonreí, no me iba a hacer picar en sus tetras.
-No querrías verme bailar eso, te lo aseguro.


SAYA
-Por supuesto que quiero ver como bailas y quiero que bailes conmigo.- Sonreí y me acerqué, agarré uno de sus mechones.
-¿Esto es una cana, abuelote?


KAI
Puse los ojos en blanco.
-Vale, vale, ya voy… -me levanté y dejé que me llevase hasta donde estaba bailando el resto de la gente.
-Ya me dirás tú cómo se hace…



SAYA
Sonreí y le agarré de la mano mientras le guiaba hasta un sitio donde estuviésemos alejados del fuego y no hubiese tanta gente.
-¿Yo?- Me reí y me puse frente a él.
-No tengo ni idea de cómo se baila, lo único que tienes que hacer es dejarte llevar por la música.- Sonreí y le miré.
La música empezó a sonar de nuevo, esta vez era más lenta que la anterior, pero sin llegar a ser aburrida.
-El único secreto que hay es que tenemos que estar muy juntos.- Me acerqué a él a una distancia en la que mi cuerpo tocaba el suto.
-Hasta ahí ninguna queja, ¿o si?


KAI
La agarré de la cintura.
-¿Te había dicho alguna vez que estás como una cabra? –la besé bajo la oreja mientras dejaba que me llevase ella como quisiera.



SAYA
Sonreí y asentí.
-Creo que alguna vez lo has insinuado.- Me reí y le “enseñé” a bailar, parece que lo cogió a la primera.
Estuvimos un rato bailando y bebiendo… bueno, la que más bebía era yo… pero lo importante es que nos lo pasábamos bien.



JAMES
Montaron una buena fiesta, la gente bailaba y se divertía de lo lindo… yo nunca antes había estado en una celebración así, tan solo en ejecuciones y juicios pero en eso ni se baila ni se come ni uno se lo pasa pipa…
Estaba sentado en mi sitio, viendo como los demás se divertían, la verdad es que me encontraba a gusto…
Vi que en la otra punta de la mesa se encontraban Jim y Erika… ella estaba preciosa, la habían prestado un vestido de color naranja a juego con su pelo. Realzaba su figura y su belleza…
Sonreí y desvié la mirada cuando Jim me pilló mirando a “su chica”.


JIM
James no apartaba la vista de Erika, ¿por qué no se iba a bailar con todas las chicas que había por ahí? Tenía que mirar a Erika…
Suspiré y la miré.
-¿Te apetece bailar?


ERIKA
Miraba a los demás como bailaban. Suspiré y miré a Jim cuando me llamó.
-Pues…- Sonreí y me levanté.
-Está bien, vamos.- Extendí mi mano aún sonriendo.



JIM
Sonreí y me levanté cogiéndola de la mano, la llevé hasta donde la multitud se marcaba bailes un poco lentos, la cogí de la cintura y la miré a los ojos.
-¿Te lo has pasado bien en el partido?


ERIKA
Sonreí con amplitud.
-Demasiado bien, ha sido muy emocionante, aunque a penas haya hecho nada.- Me reí y le miré a los ojos.
-Tú tampoco has tenido que hacer mucho.- Le miré, vi que a diferencia de los demás, era el único que aún llevaba camiseta.
-Oye, Jim… ¿no tienes calor?


JIM
Negué encogiéndome de hombros.
-No, estoy bien. –no quería que viese las marcas de mi torso, y esperaba poder ocultarlas hasta que se curasen, y si las veía al menos tenía coartada, aunque con lo mal que miento es posible que me pille…
-A diferencia de los demás, como tú has dicho, a penas me he movido, así que no tengo calor.


ERIKA
-Ya, bueno, yo tampoco he corrido y estoy muerta de calor… no sé…- Le miré extrañada, sabía que me ocultaba algo…
-Oye, Jim… cuando me preguntaste si había pasado algo en la enfermería con James, te mentí…- Le miré a los ojos.
-Intentó besarme, pero le frené…


JIM
Me dio una punzada en el estómago y desvié la mirada.
-¿Por qué me mentiste? –aquel capullo intentaba por todos los medios estar con Erika sin importarle que estuviese conmigo.


ERIKA
Suspiré sin apartar la mirada de él.
-Porque sabía que si te lo hubiese dicho en ese momento te habrías lanzado a por él.- Bajé la mirada.
-Me dijo que no tiraría la toalla, que conseguiría por todos los medios que me enamorase de él, pero…- Posé una mano sobre su mejilla para que me mirase.
-No quiero, no dejaré que lo consiga, te quiero a ti, Jim.


JIM
La miré, aunque bajé la mirada.
-Sé que me quieres, Erika, pero nadie puede elegir de quién se enamora, y si llegas a enamorarte de él, yo… -suspiré y negué con la cabeza rápidamente para deshacerme de esa idea.
-Olvida ese tema… No… no me importa siempre que no te moleste. –la verdad es que sí me importaba bastante, pero no quería que ella se sintiese mal ni presionada.


ERIKA
Le miré y rodeé su cintura con mis brazos. Apoyé la cabeza en su pecho escuchando los latidos de su corazón. Cerré los ojos y suspiré.
-No voy a separarme en toda la noche de ti… acabarás harto.- Sonreí levemente si apartar la cabeza de su pecho.
-Pienso dormir agarrada a ti y me despertaré contigo a mi lado.


JIM
Suspiré y sonreí rodeando sus hombros con mis brazos, besé su melena rizada y la pegué a mí lo más que pude, no iba a dejar por nada del mundo que se separase de mí aquella noche, y menos por un tipo como James.


ERIKA
Levanté la cabeza para poder mirar sus ojos.
-Jo… estás enorme… y yo soy una enana.- Me reí poniéndome de puntillas para poder morderle el mentón.
-Y encima te has dejado perillita…- Me mordí el labio.
-Estás muy guapo.


JIM
Solté una risotada.
-Eso es porque todavía no me has visto cuando me levanto por las mañanas, parezco Elf, pero peor. –sonreí y la besé agarrándola de la parte inferior de su espalda.



ERIKA
Me reí mientras me besaba.
-Hombre, estabas más mono afeitadito, pero bueno, así también estás muy bien.- Me reí de nuevo.
-¿Qué tal me quedaría a mí la barba?- Sonreí y fui a besarle cuando un chorro de agua nos empapó enteros. Miré hacia atrás. Era Kai Jr. Había cogido una manguera y estaba rociando a todo el que pasaba a su lado.



JIM
Me reí cuando Kai Jr. nos empapó.
-¡Eh! –volvió a enchufarnos, me tapé con el brazo.
-¡Niño, ya puedes correr! –hice ademán de ir a por él y salió corriendo con la manguera enchufando a todo el que pillaba. Me reí mirándola.
-¿Qué? ¿Sigues teniendo calor?



ERIKA
Me reí con ganas mientras me apartaba el pelo mojado de la cara.
-Es hijo de su madre.- Me reí de nuevo secándome las lágrimas.
-Ya está, creo que ya no tengo calor.- Le agarré del brazo, soltó un buen chispazo.
-Leches…- Le miré y me reí de nuevo.
-Tú y el agua…- Negué.


JIM
Me encogí de hombros.
-Lo siento, ya estás avisada, no puedo remediarlo. –sonreí apartando el agua de mis brazos con las manos y escurrí la camiseta, nos había duchado pero bien. Me reí.
-Se te cae el tirante, te vas a quedar en pelotas y mojada.



ERIKA
Sonreí y alcé una de mis cejas.
-Eso te gustaría a ti, ¿verdad?- Me reí de nuevo.
-Voy a cambiarme, y no seas marrano y espíes, que te veo.- Entrecerré los ojos caminando hacia la tienda que me había proporcionado los Valkiria para pasar la noche.



JIM
Alcé las cejas haciéndola entender que iría tras ella, sonreí y me quedé quieto.
Me alejé un poco de la hoguera y me deshice de la camiseta para escurrirla bien, Erika tardaría en cambiarse, por lo que no habría problema.



JAMES
-Y luego soy yo el herido.- Me acerqué al rubito y miré las heridas que tenía en el torso.
-Seguro que esto no se lo has contado a “tu chica”, ¿verdad?- Negué.



JIM
Fruncí el ceño mirándole mientras volvía a ponerme la camiseta.
-Eso no es asunto tuyo, y espero por tu bien que no se lo digas, y que la dejes tranquila, por mucho que insistas ella no quiere estar contigo, y te puedo asegurar que como la vuelvas a molestar te las vas a ver conmigo, y con eso no pretendo más que avisarte.



JAMES
Sonreí y le miré a los ojos.
-Tranquilo, Picachu, no pretendo molestarla ni hacer nada malo, eso quedó atrás, pero a diferencia de ti nunca tiro la toalla.- Me apoyé en una roca.
-Estoy enamorado de Erika y nada puede cambiar eso, no pararé hasta que ella sienta lo mismo que yo, respeto vuestra relación, la cual no durará mucho.- Suspiré y me encogí de hombros.
-Soy así, Erika es lo más maravilloso que me ha pasado en esta vida, gracias a ella he aprendido a olvidar el pasado y a mirar el futuro y mi futuro es ella.


JIM
Fruncí el ceño y adelanté un paso.
-Eso es mentira. Si Erika es la única que te ha hecho algo de caso en la vida es porque ella es una buena chica, pero tú no eres para ella, comprende que ella me quiere a mí, no tienes nada que hacer, déjala en paz. Una cosa es que quieras conseguir el amor de una mujer cuando puedes hacerlo, pero ella ya tiene a alguien, y ese alguien soy yo, no creas que por ser un chulo te va a salir mejor la cosa que a mí.



JAMES
Asentí a sus palabras.
-Si, puede que ella esté enamorada de ti y que te quiera, pero te olvidas de algo. Ella siente algo por mí, me creas o no.- Me crucé de brazos.
-Erika se rendirá tarde o temprano, no le servirá de nada luchar contra sus impulsos.- Sonreí de nuevo.
-Disfruta de la fiesta.- Me retiré dejándole con sus pensamientos.



JIM
Tragué saliva. En eso llevaba razón, pero no podía dejar que eso pasase… tampoco podría hacer nada para evitarlo…
Respiré fuerte y di con mi puño en una de las mesas, algunos se me quedaron mirando, yo no me giré.
Aquel capullo me sacaba de mis casillas y no lo aguantaba más.



NEO
Seguía bailando y cantando también bebiendo… tenía una buena cogorza, pero no me importaba.
Me senté en el suelo riéndome sin parar.
-¡Kara! ¡Te quiero!- La agarré sentándola sobre mí.
-Eres… eres… mi mujer de fuego.- Me reí de nuevo bebiendo de mi jarra



KARA
Me reí, yo había cogido el puntito pero Neo estaba más borracho que en Año Nuevo.
-Cariño, estás muuuy borracho, pero me encanta, sigue diciéndome esas cosas. –me reí de nuevo y bebí de su jarra.


NEO
-Si, estoy borracho…- La miré y fruncí el ceño.
-No, ¿qué voy ha estar yo borracho?- Agarré mi jarra y la alcé.
-¡Qué corra el ron!- Me caí al suelo de espaldas y me reí.
-Creo que si estoy… algo borrachín.


KARA
Se cayó y me llevó con él, tenía una cogorza impresionante, no podría ni ponerse en pie. Me dio un ataque de risa y hasta que pasaron cerca de dos minutos no pude incorporarme.
-Ay, con el puntito todo es mucho más divertido. –tiré de él hasta sentarle.
-Ya verás si no te pegas una hostia, grandullón…



NEO
Miré a Kara y sonreí. Me lancé a por ella, pero lo único que llegué a tragar fue arena. La miré.
-¿Desde cuando tienes una hermana gemela?- Me reí limpiándome la arena de la cara.
-Me he llenado toda la arena de cara.


KARA
-Pero mira que estás tonto… -le limpié la arena de la cara con la mano.
-Pareces un crío grande, sólo que con una cogorza del copón. –sonreí y le besé.
-Qué tonto estás, borracho, Neo… -me reí.



NEO
Me tumbé de lado y la miré.
-Si, creo que estoy borracho.- Sonreí y la miré.
-¿Sabes? Te echaba un polvo ahora mismo, aquí, dándome igual quién nos viese.


KARA
Me tumbé a su lado.
-Y por la mañana, cuando todos se riesen de nosotros con las grabaciones que hicieran intentarías matarlos e intentarías huir del país. –me reí con ganas.


NEO
-Tienes razón, lo que voy ha hacer es beber más cerveza.-Agarré mi jarra.
-Esta vacía.- La tiré por ahí y miré de nuevo a Kara.
-Entonces que, ¿echamos un polvete?- Me reí.


KARA
Sonreí mordiéndome el labio y le besé.
-Muy bien, tú lo has querido, pero aquí no. –me levanté y tiré de él, había muchos mirones y como mínimo iría a la tienda que nos habían asignado.
-Levanta, grandullón, yo no puedo contigo. –dije tirando con fuerza, el tío no pesaba casi noventa kilos de pura fibra por nada.




NEO
Me levanté tambaleándome. Vi al pequeño Kai con una manguera.
-Espera.- Me acerqué y le pedí que me mojase la cabeza. El agua estaba helada a causa de que el crío era de hielo… lógico.
Eché la cabeza para atrás refrescándome un poco y para bajar un poco la cogorza.
-Joder, que fresquita.


KARA
Me mordí el labio.
-Madre de Dios, ven aquí. –le agarré de la nuca y le besé. Entre que llevaba todo el día con el torso al descubierto y ahora se empapaba.
-Tú y yo nos vamos a retirar a la tienda…


NEO
Kara tiró de mí y me llevó a la tienda.
-Con cuidado, nena, que tú te pones muy burra y entre el calor y tu fuego saldremos ardiendo.- Me reí y entré en la tienda con ella. Cerré y la miré. Me quité los pantalones de un tirón.
-Papi ya está listo.

KARA
Abrí los ojos ampliamente.
-No sé cómo lo has hecho, pero me da igual. –me agarré a sus hombros y de un salto rodeé su cintura con mis piernas y le besé.



NEO
-Cuidado, cui…cuidado, que me mato.-Me desequilibré y caí al suelo con Kara encima de mí. Me reí y la miré.
-¿Te importa ponerte encima está vez?- Sonreí.



KARA
-Es lo que pretendía, nene, con la borrachera que llevas no creo que atines ni a darme un beso a derechas… -le besé por el cuello bajando por su pecho desnudo.



NEO
-Qué gustito…-Suspiré y cerré los ojos. Entré la borrachera que tenía y lo bien que estaba en ese momento me dormí.



KARA
-Neo, tú también puedes poner de tu… -le miré, se había quedado dormido.
-Venga ya… -me acerqué a su rostro, ya hasta roncaba. Suspiré poniendo los ojos en blanco y me tumbé a su lado.
-Ya verá este mañana… -le di una patada en la rodilla, aunque con la cogorza ni se inmutaría. Me giré e intenté dormir.



SAYA
Con tanta cerveza había pillado un poco de borrachera, pero sin perder el control. Kai se cansó de bailar y volvió a su sitio, yo sin embargo seguí con la juerga, bailando con Jim y con Erika.
Me acerqué a Kai y la abracé con fuerza.
-¡Kai!- Me achuché a él.



KAI
-Bueno… -Saya me achuchó, y a juzgar por la entonación de su voz estaba un poco pedo.
-Vaya, hola, ¿qué tal llevas la fiesta? Parece que bien.



SAYA
-Kai…- Ronroneé como una gatita acariciando su pecho.
-Es muy aburrido sin ti…- Le mire con cara de pena.
-Quiero divertirme contigo, pero eres un aburrido.


KAI
Puse los ojos en blanco.
-Vaya por Dios, soy un aburrido. –sonreí y la miré.
-Tú eres muy marchosa, no sabía esta faceta tuya, eh. –la agarré de la cintura.


SAYA
Sonreí mordiéndome el labio.
-Pues claro que soy una marchosa.- Le miré.
-Y se me ocurren muchas maneras de animar la fiesta.- Sonreí posando una pierna mía encima de las suyas. Me reí juguetona.



KAI
-Mmm, pero eso es sólo animar mi fiesta, ¿estás segura de que te gustaría irte del guateque que hay aquí montado para estar conmigo? –pasé la yema de mis dedos por sus labios.



SAYA
Sonreí y me separé.
Caminé hacia la tienda sin dejar de mirarle. Alcé una de mis cejas y entré haciéndole saber que quería que me siguiese.


KAI
Sonreí, Jim y Erika parecían los únicos por allí sobrios, así que confié en que ellos vigilarían a Kai. Seguí a Saya y entré en la tienda.


SAYA
Miré a Kai sentada en la cama. Sonreí.
-¿Te has atrevido a venir? Vaya, que valiente.- Esbocé media sonrisa inclinándome hacia atrás posando mis codos sobre el colchón. Separé mis piernas levemente haciendo que la falda del vestido se interpusiese entre ellas insinuante
.


KAI
Solté una risotada.
-Intentas seducir al hombre de hielo… -me acerqué posando mis manos en sus rodillas.
-Eres muy traviesa. –deslicé la yema de mis dedos a lo largo de su rostro.


SAYA
-Kai, no lo intento, lo consigo.- Sonreí y me levanté. Hice que se sentase sobre el colchón.
Me puse de pie delante de él.
-Tengo demasiado calor, este vestido me irrita…- Dejé que uno de los tirantes se resbalara por mi hombro al igual que el otro. Agarré el vestido y me lo bajé a lo largo de mi pecho y mi vientre. Una vez llegó a los muslos lo dejé caer al suelo quedándome tan solo con el tanguita.
-… tengo la piel reseca, espero que puedas hacer algo.


KAI
Sonreí mirándola, tenía un cuerpo perfecto y precioso a parte ya de su belleza como ninfa. Posé mis manos en sus caderas y la besé en el vientre, a la altura del ombligo, transmitiéndola mi frío con cada beso a medida que ascendía.


SAYA
Sonreí cerrando los ojos. Solté un pequeño jadeo cuando sentí el frío por mí vientre.
Me mordí el labio acariciándole la nuca con mis dedos.
Hundí el ombligo riéndome levemente.



KAI
La atraje hasta mí pasando mis labios por sus pechos y ascendiendo hasta su cuello, en el cual me mantuve bastante tiempo ya que era su punto débil. Acaricié sus caderas descendiendo por sus muslos.



SAYA
Descendí mis manos por su espalda acariciándole con suavidad. Volví a su nuca agarrándole del pelo. Hice que me mirase, acerqué mis labios a los suyos y los roce, tanto con los labios como con la punta de mi lengua.
Posé mis manos en su pecho y le empujé lentamente hacia atrás hasta que se tumbó. Me puse encima acariciando su pecho con mis uñas.



KAI
Seguí su beso mientras recorría sus muslos con mis manos, acaricié sus pechos mientras ella arañaba el mío, lógicamente la fiera era ella…
Intensifiqué el beso.



SAYA
Seguí descendiendo mis manos por su abdomen y bajo su ombligo. Le miré mientras rozaba sus labios. Agarré el cordón de su pantalón y tiré de él volviendo a besarle con suavidad pero con fiereza a la vez.



KAI
La agarré de la cintura y la tumbé, cambiando los roles. Seguí su beso y fui descendiendo de nuevo hasta su cuello, acariciando su vientre con mis manos, alternando los besos en el cuello y en los labios.



SAYA
Respiré con fuerza hundiendo el vientre y notando como mi piel se erizaba al contacto con la de Kai. Tuve un escalofrío cuando su aliento helado rozó la piel de mi cuello haciéndome jadear. Le besé con fogosidad debido a las reacciones que me provocaba Kai en mi cuerpo.


KAI
A pesar del calor que hacía y la excitación el cuerpo de Saya estaba frío por culpa mía, aunque no creo que la molestase mucho. La miré a los ojos, volvían a ser los suyos.
La besé con pasión acariciando su vientre.



SAYA
Me contoneé levemente rozando mi vientre con el abdomen de Kai. Presioné la piel de su espalda con mis dedos descendiendo hacia la zona de los riñones, volví a subir, pero esta vez con mis uñas sin llegar a hacerle daño pero si dejando marca.
Jadeé expulsando bao de mi boca, el calor había desaparecido.


KAI
-Como te gusta marcar territorio… -sonreí, mi espalda era un recorrido de arañazos de principio a fin por culpa de Saya, cada vez que la gente lo veía pensaba que me maltrataban o que era masoquista… era divertido.
No quería quedarme atrás en cuestión de marcar territorio, así que besé su cuello de forma intensa dejando una buena marca.



SAYA
Jadeé más fuerte cuando empezó a juguetear con mi cuello. Descendí mis manos por su abdomen hasta llegar a su pelvis, el cual era su punto débil. Me mordí el labio acariciando su punto débil con la yema de mis dedos.


KAI
Respiré con fuerza y la besé en los labios, acaricié sus pechos con suavidad descendiendo mis manos por todo su torso. La besé con más intensidad, jugueteando con su lengua.



SAYA
Su aliento gélido se introdujo por mi boca haciendo que tiritase de frío. Me reí levemente besándole de nuevo, encerrando su labio inferior entre los míos.
Encogí una de mis piernas a la altura de su cintura. Me contoneé de nuevo pegando mi pelvis a la de él.


KAI
Continué su beso y poco a poco, agarrando de la tira de su tanga, fui bajándoselo. Jadeé con sus besos y caricias y dejé su ropa interior a un lado de la cama sin apartar mis labios de los suyos.



SAYA
Sonreí y le mordí el labio con suavidad tirando de él. Agarré la tira de su pantalón una vez le quité el cordón. Se lo quité dejando que cayese al suelo. Rodeé su cuello con mis brazos besándole de nuevo con fiereza.


KAI
Me deshice de los calzoncillos echándolos al otro lado de la cama y seguí besándola con intensidad. Si cada vez que se ponía piripi acabábamos haciendo esto tendría que servirle más vino en las comidas…
La agarré de los muslos y penetré poco a poco, disfrutando del contacto.



SAYA
Arqueé la espalda hacia delante encogiendo una pierna cuando noté que penetraba. Era una sensación excitante, hacía que cada célula de mi cuerpo se alterase.
Respiré con fuerza contoneando mi pelvis haciendo que el contacto fuese mejor, más placentero.
Gemí clavando mis uñas en sus omoplatos. Me mordí el labio gimiendo de nuevo.



KAI
Respiré con fuerza cuando me clavó las uñas, jadeé junto a su oído, soltando bao.
-Vas a acabar matándome. –la besé intensificando los movimientos de cadera.


SAYA
Me reí y alcé una de mis cejas.
-Morirías a gusto.- Gemí de nuevo y con potencia.
-Tu si que me vas a matar a mi…- Cerré los ojos con fuerza echando la cabeza hacia atrás.
-¡Ah! ¡Kai!- Mis gemidos se intensificaban a medida que él intensificaba las penetraciones.


KAI
Respiré fuerte y entrelacé mis dedos con los suyos, haciéndola alzar las manos por encima de su cabeza mientras la besaba manteniendo el ritmo de las penetraciones. Besé su barbilla bajando por su garganta.


SAYA
Gemí bastante alto, no podía evitarlo…
Jadeé y volví a gemir apretando mis manos con fuerza. Cerré los ojos respirando de manera agitada. Rodeé su cintura con mis piernas tensando los muslos moviendo la cadera y la cintura más rápido.



KAI
Gemí echando bao cerca de su cuello, mi cuerpo no estaba acostumbrado a estas temperaturas, posiblemente esto pasaría factura más tarde, y más después del calor que me hacía pasar Saya.
La agarré de la cintura y la besé en el cuello.


SAYA
Miré a Kai, el pobre estaba sudando a gota gorda. Me giré sobre el colchón poniéndome encima de él. Sonreí y le besé por el cuello descendiendo el ritmo para que no fuese tan costoso para él… estas temperaturas no eran buenas para un Frío.
Moví mi pelvis y mi cadera con suavidad y lentitud para que durase más y recuperar fuerzas.
Seguí besándole por el cuello descendiendo por su pecho.



KAI
Cogí aire y la besé mientras acariciaba su cuello con mis dedos, recorrí todo su torso deteniéndome en su vientre, que se contraía al contacto. Volví a subir las manos a su cuello acariciándolo con suavidad, haciendo que se erizase su piel.



SAYA
Bajé la cabeza cerrando los ojos cuando Kai me acarició el cuello. Me mordí el labio sintiendo como se erizaba mi piel. Gemí de nuevo manteniendo el ritmo lento e intenso a la vez. Posé mis manos sobre sus hombros descendiendo hacia su pecho y su abdomen.



KAI
Gemí con intensidad y la besé con más fogosidad que antes, entrelazando nuestras lenguas. Acaricié sus muslos, presionando mis dedos en su piel.



SAYA
Jadeé mientras le besaba, inhalando su aliento helado y acariciando su lengua gélida con la mía. Deslicé mis dedos por su abdomen, bajo el ombligo, acariciándole con suavidad mientras aceleraba el ritmo de mi cadera alternando los movimientos. Alcé la cabeza y cerré los ojos arqueando la espalda hacia atrás.
Jadeé con más fuerza sin dejar de gemir.


KAI
Gemí y la agarré de la espalda pegándola a mí mientras contribuía con el movimiento, pronto llegaría al cénit, la besé con urgencia agarrándola del pelo y la nuca.



SAYA
Seguí su beso con la misma fogosidad y fiereza. Tuve que separar mis labios de los suyos cuando, y de improviso tuve el orgasmo. Agarré con fuerza las sábanas mientras gemía con fuerza.
Jadeé y apoyé mis manos en el pecho de Kai. Estaba sudando y agotada.


KAI
Intenté recobrar el aliento después del orgasmo. Tragué saliva y la miré, estaba tan cansada como yo. La tumbé a mi lado y la abracé, aunque hiciese calor, con el frío que podía proporcionar mi cuerpo, estaríamos bien.
Ahora que podía concentrarme en ello, rodeé mi cuerpo de una fina capa de escarcha. Sonreí la besé en la frente.
-No hay nada como esto.



SAYA
Sonreí y me limpié el sudor de la frente. Tenía mucho calor. Kai se recubrió el cuerpo de escarcha, me arrimé a él y sonreí de nuevo.
-Si… que fresquito.- Me reí y cerré los ojos apoyando la frente en el pecho de Kai.

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