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sábado, 28 de noviembre de 2009

Capitulo- LVIII- JIMMY

KARA
Me desperté no muy tarde, Neo estaba dormido a mi lado, con la cogorza que llevaba anoche tendría una resaca de cine. Me senté y me aireé un poco el pelo, me di cuenta de que Neo sudaba a gota gorda. Normal, con el calor del ambiente y mi calor corporal…
Suspiré y salí de la tienda, al menos así tendría menos calor y no le molestaría tanto si estaba él sólo con su resaca.


JAMES
Había pasado la noche fuera, la verdad es que nunca dormía, excepto cuando estaba herido y perdía el conocimiento…
Los demás roncaban aún, yo estaba recostado sobre una roca quitándome el vendaje del costado, con el calor que hacía se me estaba escociendo la piel.
Tenía una cicatriz en el costado derecho, estaba bien cosido pero lo tenía demasiado irritado.


KARA
Cuando salí al primero que vi fue a James, estaba mirando la herida cosida que tenía en el costado.
-Este calor no es bueno tampoco para ti, ¿eh? –me senté en el suelo a un par de metros de él.



JAMES
Miré a Kara cuando salió de su tienda y negué.
-No, la verdad es que las altas temperaturas no son lo mío.- Sonreí.
-Soporto cualquier cosa, pero lo que se dice el calor…- Agarré una jarra de agua que había en la mesa y me la eché por el costado. Fruncí el ceño al sentir el escozor.


KARA
Fruncí el ceño, aún no sabía cómo se había hecho eso.
-Oye… ¿cómo te has hecho esa herida? Parece muy fea como para ser accidentada. –le miré a la cara, se notaba que le dolía.


JAMES
La miré esbozando una mueca de disgusto.
-Bueno, los hermano mayores suelen ser unos abusones…- Sonreí aún con cara de dolor.
-No todos los hermanos, claro, pero si te toca tener un hermano como Dark estás jodido…- Suspiré y apoyé mis codos en mis rodillas.
-Llevo huyendo de Dark desde que volasteis el cuartel de mi padre. Me encontró y me dejó como regalo esta herida…


KARA
Fruncí el ceño de nuevo.
-Ese tío es un cabrón de cuidado, debería morirse lenta y dolorosamente, no me importaría torturarle, la verdad. –suspiré, parecía algo afligido.
-Y eso de que los hermanos mayores somos unos abusones es mentira, los pequeños sois unos mimados, siempre os lo dan todo a vosotros y de nosotros esperan cosas que ni podemos imaginar, no creas que a él le irá de rositas. –intenté no parecer seria, sentía que debía animarle.


JAMES
La miré y sonreí.
-Ya, a mi también me gustaría torturar a Dark, pero antes de intentar torturarle él ya me habría matado, yo y cualquiera… es muy poderoso, más que mi padre.- Suspiré y me mojé de nuevo la herida. Miré hacia la tienda de Erika, a estas horas estaría durmiendo con Jim… Bajé la cabeza suspirando de nuevo más aplomado.


KARA
-Oye, pero bueno… -le di un toque en el hombro izquierdo.
-Tú aparentas ser un tipo duro pero en realidad eres un tipo blando y sensible, ¿qué es eso de estar tan de bajón? Si ha mejorado tu vida. Mira, aquí te lo has pasado pipa, tienes gente que te cuida, lo más seguro es que acabemos apreciándote por mucho que nos cueste pero… ¿Dónde vas a estar mejor que aquí, eh?



JAMES
Me reí levemente y asentí.
-La verdad es que separarme de mi padre es lo mejor que he hecho nunca…
Pero… no sé, notó que no encajo…-
Desvié la mirada.
-Kai me odia y Jim me tiene en el punto de mira… supongo que tienen razones…


KARA
-Oh, nene, todos tenemos razones aquí, pero tú ten en cuenta esto: Kai es un cabrón, pero es más blando que tú todavía, si Saya le pide algo él lo hace bailando un tango si hace falta, de modo que enseguida te dejará en paz. Jim ya es otra historia, estás intentado arrebatarle a su chica, y por muy tonto que sea, se siente amenazado y no dejará que ocurra tan fácilmente aunque te parezca lo contrario. Él la quiere mucho más de lo que crees. –me encogí de hombros.
-No sé tú, pero si quieres integrarte y tener una vida plena yo dejaba de ir tras Erika…



JAMES
Sonreí y la miré de nuevo.
-No puedo hacer eso, sé que me puedo meter en un buen lío, pero… Erika es lo mejor que me ha pasado… ella me ayudó y me hizo ver cosas que yo pensaba que no existían… tal vez eso me dio esperanzas y poco a poco me fui enamorando de ella hasta hoy…- Suspiré cruzándome de brazos. -Será muy difícil dejar de ir detrás de ella…- La miré de nuevo.
-… pero lo intentaré.


KARA
Negué con la cabeza pasando por delante de él hasta la mesa.
-No, no lo harás. –me senté a su lado y miré su herida.
-Dices que lo vas a intentar, pero si la quieres no lo vas a hacer, porque lo que deseas es que esté contigo y bueno… -le miré.
-Ya te sabes el resto. –cogí un cuchillo de la mesa.
-¿Quieres que te cauterice la herida? Se curará más rápido.



JAMES
Miré el cuchillo y después la miré a ella. Asentí.
-Claro…- Aparté mi mano para dejar que me curase. Me quedé pensativo mientras Kara calentaba la hoja del cuchillo. Suspiré y la miré de nuevo.
-Gracias.


KARA
-Si aún no he hecho nada. –pegué la hoja del cuchillo a la herida.
-Ohm, te refieres a los consejos. Bah, últimamente hecho de menos a mi hermano y me siento maternal, no creas que se vaya a repetir a menudo. –le miré, se estaría cagando en toda mi familia.
-Sí, ya sé que duele, nene, aguanta un poquitín. –al poco rato retiré el cuchillo, salió un hilito de humo.
-Perfecto. –empapé una servilleta de la mesa con el agua restante de la jarra.
-Ten, te lo pones cuando no arda, o se te pagará a la piel, y no es agradable. –me senté de nuevo.



JAMES
No dije nada, miré al suelo, desde que pegó la hoja del cuchillo al rojo vivo hasta que la retiró. Agarré la servilleta mojada y miré el costado, la cicatriz estaba cerrada.
-Gracias de nuevo.- Sonreí y le miré.
-Menuda cogorza tenía el “oso” anoche, ¿no?


KARA
-Ag, no me hables de ello, me quedé con… -¿qué hacía yo contándole esas cosas a éste?
-Sí, estaba muy borracho, se pasó con el alcohol bastante. –busqué otra jarra de agua por la mesa y la cogí, me eché agua por la nuca.
-Nada como contrarrestar temperaturas… -noté que salía un leve hilo de humo.



JAMES
Sonreí y me mojé la cicatriz con la servilleta que me había dado Kara.
-Jimmy… - Susurré y sonreí de nuevo. Kara me llamó así cuando metí el primer gol en el partido contra los Valkiria…


KARA
-¿Eh? –me pareció oírle decir algo, le miré.
-¿Has dicho algo?


JAMES
La miré y negué.
-Nada es que… parece una idiotez y dirás que soy un blando… tal vez lo sea… pero en el partido, cuando marqué el primer gol… me llamaste Jimmy.- Sonreí y negué de nuevo.
-Ya te he dicho que es una tontería, pero…- Suspiré y la miré.
-Me gustó…


KARA
Me reí.
-Así que te gusta que te llame Jimmy, aunque sea nombre de niño o de… Oh… te gustó porque lo dije con cariño… -me reí de nuevo.
-Bueno, entonces te llamaré Jimmy si eso te hace sentir mejor. Sería como empezar una nueva vida con un nuevo nombre, ¿no crees?


JAMES
Me rasqué la nuca mientras se reía… ¿me había avergonzado?
-Supongo que es por eso… yo no sé lo que significa la palabra cariño, nunca lo he experimentado…- Me encogí de hombros.
-Dicen que las madres son las que te dan cariño, pero yo me crié sin madre… si hubiese tenido una, me hubiera gustado que me llamase Jimmy.- Miré a Kara y me reí, noté que me sonrojaba… vaya mierda…



KARA
Sonreí, era mucho más mono de lo que parecía a simple vista tras esa capa de maldad que aparentaba.
-Jo, qué mono eres dojito… -sonreí ampliamente.
-Pues… yo no tengo edad para ser tu madre, pero puedo llamarte Jimmy y hacerte la comida, eso es algo parecido a lo que hace una madre, ¿no crees? –me reí.


JAMES
Me reí y desvié la mirada.
-No te pido que seas mi madre.- Me levanté.
-Eres demasiado joven para eso.- Me acerqué y la agarré de la cintura.
-Pero cuando tu “oso” se quede dormido y quieras pasar una noche salvaje, llámame.- La solté y me reí cubriéndome la cabeza, seguro que me llevaba una leche…



KARA
Le di una colleja y después una patada en el culo.
-Cabrón mal parido, ya sabía yo que ponerse tierna contigo era algo de tarea imposible, anda y vete a la mierda. –me fui camino a la nave, tenía que prepararlo todo para cuando nos fuésemos.


JAMES
Me reí y la miré mientras se iba.
-¡Kara, espera! ¡Qué era broma!- Corrí tras ella y me metí en la nave para ayudarla.
-No te cabrees, venga, te echaré una mano con la nave.- Sonreí y la miré.


KARA
-No necesito tu ayuda, cerdo. –bajé a las calderas para ir precalentándolas, no sabía cuando nos iríamos, pero por si acaso la nave ya estaría a punto.



JAMES
Suspiré y me crucé de brazos… estás mujeres eran un caso…
-Pues nada… estaré por aquí si… ¡bah! Déjalo…- Me di la vuelta y me fui a lo largo del pasillo.


ERIKA
Me desperté sintiendo el calor de los rayos del sol que se colaban por entre las rendijas de la tienda. Me giré tumbándome boca arriba y miré a un lado. Sonreí al ver a Jim, estaba dormido. Parecía un cachorrillo cuando dormía. Su brazo rodeaba mi cintura. Sonreí de nuevo y le acaricié la mejilla con la yema de mis dedos con suavidad para no despertarle, se le notaba tan a gusto…



JIM
Sentí algo en mi mejilla, no estaba del todo lúcido, sólo sabía que era Erika y que tenía su cintura bajo mi brazo.
Me acerqué más a ella sin abrir los ojos y apoyé la cabeza en su hombro acariciándola la cadera con los dedos.



ERIKA
Sonreí y me acerqué más haciendo que apoyase su cabeza sobre mi pecho. Le besé la frente acariciando su espalda con mis dedos. Agarré la mano con la que acariciaba mi cadera y entrelacé mis dedos con los suyos besándole de nuevo en la frente.



JIM
Agarré su mano cuando cogió la mía y me acomodé sobre su pecho, esa misma situación era el mismísimo cielo, no pensaba separarme de ella ni aunque pasase un huracán por encima de nosotros.


ERIKA
Acaricié sus rizos rubios con la mano que me quedaba libre mientras le daba besos suaves por su rostro. Sonreí y jugueteé con sus dedos.
-Te dije que no me separaría de ti en toda la noche y que despertaría a tu lado.- Susurré cariñosamente.



JIM
-Nunca lo he puesto en duda. –susurré y atraje su mano con la mía y la besé.
-¿Sabes que si el paraíso existiese sería así?



ERIKA
Sonreí de nuevo.
-Entonces…- Le abracé con mis brazos y mis piernas.
-… no quiero salir de aquí, me gusta estar en el paraíso.- Acaricié su espalda.



JIM
Abrí los ojos y la miré, era tan guapa…
-Yo sí que no quiero moverme de aquí. –la besé con ternura, presionando mis labios con los suyos.


ERIKA
Acaricié su nuca con cariño mientras seguía su beso. Sonreí y le miré a los ojos. Tenía una mirada tierna y dulce… Deslicé mis dedos por su barbilla sin apartar la mirada de sus ojos.
Me reí sonrojándome. Bajé la cabeza aún riéndome.



JIM
Solté una risotada.
-¿Qué te hace tanta gracia? –miré hacia arriba haciendo ademán de mirar mi pelo, aunque me era imposible.



ERIKA
Le miré aun sonrojada.
-No es nada… es que me pongo colorada cuando me miras tan fijamente a los ojos… es como si me desnudases con la mirada…- Solté otra risilla y le miré de nuevo.
-Perdona…


JIM
Sonreí.
-Bueno, a lo mejor es que sí que te desnudo con la mirada. –esbocé media sonrisa maliciosa y la besé el cuello subiéndola el vestido poco a poco.



ERIKA
Sonreí y sentí un escalofrío cuando empezó a subirme el vestido.
-Jim…- Me mordí el labio posando mis manos encima de las suyas.
Le miré y sonreí.
-Traviesillo…


JIM
Me reí y la volví a besar agarrándola de la cintura y acariciando sus caderas con los dedos.
-¿Qué pasa? ¿No te gusta que te desnude con la mirada? –la miré con picardía.



ERIKA
-¿Qué dices?- Sonreí.
-Me vuelve loca que me desnudes con la mirada y con las manos… y lo que no son las manos.- Me reí.



JIM
Entrecerré los ojos.
-Pero bueno… yo no sabía eso de ti, eh… -la volví a besar acariciando su rostro.
-¿Tú no te emborrachaste anoche? Yo tengo un poco de puntillo, o me lo parece a mí… -la mordí la nariz sin llegar a hacerla daño.



ERIKA
-¿El puntillo? Tú no bebiste anoche, creo que se te suben a la cabeza otras cosas.- Sonreí y rodeé su cintura con mis piernas. Se me bajó la falda del vestido.
-Uy…- Me agarré el vestido, me quedaba algo grande.



JIM
Me reí.
-¿Uy? ¿Pero quién te crees que soy? ¿Qué me va a pasar por verte las braguitas? –le levanté levemente la falda y enseguida volví a bajarla.
-¡Ah! ¡Dios, qué espanto! –volví a levantársela.
-Ah, no, que pensé que las llevabas mal puestas, me gustan estas vistas, mmm. –besé su vientre quedando mi cabeza por debajo de la falda del vestido.


ERIKA
-¡Jim! Me haces cosquillas.- Me reí y me mordí el labio mirando como besaba mi vientre.
Cerré los ojos disfrutando de sus besos. Contraje levemente el ombligo sintiendo que se me erizaba la piel.
-Me haces cosquillas con la perilla.


JIM
Me reí y la miré.
-¿No te gusta? Me la puedo quitar, aunque creo que me hace más varonil, la verdad… -me acaricié el mentón y sonreí.
-Pues a mí me gusta hacerte cosquilla, fíjate. –la volví a besar en el ombligo.


ERIKA
Sonreí de nuevo y suspiré… si me hacía tiritar cada vez que me besaba en los labios de esa manera, era una experiencia mucho más placentera cuando me besaba por cualquier otra parte de mi cuerpo.
-No te digo que te la quites…- Acaricié su Nuca cerrando los ojos de nuevo.
-Me… Dios, Jim…- Me reí.
-Me gustas mucho así o sin… perilla.


JIM
Sonreí y me coloqué a la altura de sus labios.
-Entonces me la dejo, me encanta torturarte con mis cosquillas. –la besé en los labios.
-Además, sé que con ella o sin ella, no puedes vivir sin mis besos. –sonreí.


ERIKA
Alcé una de mis cejas y me levanté.
-Tal vez yo no pueda vivir sin tus besos pero tú no puedes vivir sin mí.- Me quité el vestido des espaldas a Jim. Le miré de reojo lanzándole el vestido a la cara. Me quedé con el conjunto blanco que me dejó Kara.



JIM
Me reí cuando me tiró el vestido a la cara, me lo retiré y cuando la pude ver me quedé algo traspuesto con el conjunto que llevaba.
-E… Erika… ¿de dónde has sacado eso? –si estaba guapa con el vestido ya no podía describir lo que me parecía con aquel conjunto…


ERIKA
Me giré para que me viese de frente. Sonreí y agarré un mechón de mi pelo haciendo de niña buena.
-¿No te gusta? Me lo ha regalado Kara, pensé que te gustaría.- Me giré de nuevo, llevaba tanga, nunca antes me había puesto uno.



JIM
Intenté no mirarla descaradamente.
-Cl-claro que me gusta… Sólo que… no sé, me ha parecido raro verte así… -me sonrojé, y eso que intenté no hacerlo.


ERIKA
Me reí mordiéndome el labio.
-Jim, tengo diecisiete años, ya no soy una cría, es normal que deje de lado las braguitas de Winnie The Pooh con el top a conjunto y pase a cosas más adultas, ¿no crees?- Me acerqué hasta él y me puse de rodillas delante de él.



JIM
La miré.
-En ningún momento he dicho nada de eso… -mi vista se fue al precioso escote que le hacía aquel maldito picardías, la miré a los ojos.
-Yo sé que ya eres toda una mujer, ¿cuándo he dicho lo contrario?



ERIKA
Sonreí, le agarré del cuello de la camiseta y le besé.
-Si tanto te gusta, ¿por qué no lo estrenamos antes de marcharnos a la nave?- Dije con voz sensual. Le provoqué llevando mis manos a sus ingles.



Respiré con fuerza, me estaba provocando de una manera que jamás había usado y por un lado me desconcertaba, y por otro…
Solté una pequeña risa.
-De repente… te has vuelto muy juguetona…



ERIKA
Esbocé media sonrisa deslizando mis manos por sus muslos y subí de nuevo a las ingles.
-Solo intento seducir a mi chico y llevarle al paraíso como él quiere.- Pasé mi lengua por su cuello. Estaba ardiendo, y no creo que fuese de fiebre.



JIM
Cerré los ojos y la cogí de la barbilla, la besé con más intensidad que antes, ya no eran besos dulces, eran besos lujuriosos.



SAYA
Me desperté algo desorientada por culpa del pequeño pedo que pillé anoche. Miré a mí alrededor, me tapé con la sábana y miré a Kai. Aún dormía. Me llevé la mano a la cabeza, me dolía un poco, pero no tanto para decir que es resaca. Me senté sobre el colchón, una de las piernas de Kai estaban encima de las mías. Me moví con mucho cuidado para non despertarle. Me destapé y me abaniqué con la mano, tenía mucho calor.


KAI
Por un momento me desperté, pero no llegué a abrir los ojos, simplemente me moví en la cama y me volví a quedar roque.



SAYA
Me levanté y me vestí. Sonreí mirando a Kai dormir, salí de la tienda y cerré despacio para no hacer ruido.
Seguía haciendo mucho calor… más que ayer…
La tienda de Erika y Jim estaba cerrada igual que la de Neo. Vi que en la nave estaba James y Kara, así que me dirigí hacia a allí.
-
Buenos días.


KARA
-Buenas… -dije sacando las tostadas de la tostadora.
-Llegas justo a tiempo para una tostadita, estábamos aquí el canijo y yo preparando el desayuno… -unté una tostada con mantequilla y otra con mermelada.



JIMMY
-Gracia por el piropo de “canijo”- La quité una de las tostadas y me la llevé a la boca.
-Esta… ardiendo…- Me quemé toda la lengua.
-Au…


KARA
-¿Ves? Eso te pasa por impaciente, melón, coge una de las que he hecho antes, ay señor… -le quité la que tenía en la boca y le di otra más fría.
-Toma, bruto, te está bien empleado quemarte.


JIMMY
-Si, genial, ya que me he quemado me das otra fría… ahora no me va ha saber a nada, ¡y me escuece la lengua!- La miré y sonreí, me metí la tostada en la boca.
-Mmm, esta buena.


KARA
-Claro que está buena, no está fría, sólo está más fría que la otra, de verdad, parece que no has desayunado en tu vida una tostada. –metí otras dos en la tostadora.
-Coge estas, Saya. –dije ofreciéndole las dos recién hechas.
-Una la ha mordido Jimmy, si te da asco tírala y te hago otra. –le miré de reojo y me reí.



SAYA
Fruncí el ceño, extrañada.
-¿Jimmy? ¿Quién es Jimmy?- Giré la cabeza hacia James que levantaba la mano mientras se metía en la boca la tostada.
-Jimmy…- Miré a Kara y empecé a troncharme de risa.
-¿Le llamas Jimmy?


KARA
-Sí, el nombre de “James” nos recuerda a un temido sanguinario toca-pelotas, y Jimmy es más como, “Ey, Jimmy, hace mucho que no te veo por aquí, vamos a sacar las vacas juntos”. –me reí.
-No, es simplemente que como ha cambiado de vida, no viene mal cambiar de nombre.



SAYA
Miré a James, bueno… a Jimmy y asentí.
-Eso me parece bien, Jimmy. Además, así nos será más fácil adaptarnos.- Sonreí y salí de nuevo con la tostada.



JIMMY
Miré a Saya mientras salía. Suspiré y miré a Kara sentándome en una de las encimeras.
-¿Sabes? Me equivocaba con vosotros, sois buenas personas.- Sonreí de nuevo y señalé las tostadas.
-¿Puedo coger otra?


KARA
Me reí.
-Ínflate. –le di el plato con el resto de las tostadas y fui a la nevera a por pan para poder hacer más.



JIMMY
Sonreí y agarré otra tostada, fui a dejar el plato en la mesa, pero este se me resbaló de las manos. Miré al frente serio…
-Mierda… es él…- Miré a Kara y me bajé de la encimera de un salto, la agarré de la cintura y cubrí su cabeza con mi brazo de metal apartándonos a un lado. La pared de la cocina explotó destrozando toda la cocina. Seguí cubriendo a Kara mirando a todas partes.
-¡Lárgate de aquí, cabrón!- El techó también se desprendió produciendo un gran estruendo. Cubrí a Kara con mis dos brazos creando un escudo a nuestro alrededor. Unos escombros cayeron sobre nosotros.



KARA
Me tapé cuando todo empezó a derrumbarse.
-No, joder… ¿Es el cabrón de tu hermano? –me levanté cabreada.
-¡Da la cara si tienes huevos, hijo de puta! –sin darme cuenta mi cuerpo se cubrió completamente por fuego.


JIMMY
Miré a mí alrededor… Parece que había pasado…
-Sigue aquí, está jugando con nosotros…- Mire a Kara.
-Mantente cerca de mí, no te separes, Dark es peligroso…


KARA
Miré los desperfectos, ya era la segunda vez que hacía eso.
-¡Sal aquí, cabronazo! –respiré fuerte de la furia, intenté calmar el fuego pero no pude.


JIMMY
-No saldrá a menos que juguemos a su juego.- Suspiré.
-Quiere que nosotros vayamos a él…- Miré hacia el pasillo.
-Está en la nave…- Me dirigí al pasillo, me giré hacia Kara.
-Espérame aquí…


KARA
El fuego se calmó, bajé la cabeza y se me llenaron los ojos de lágrimas de pura rabia. Con el fuego, mi ropa se había quedado ligeramente deteriorada y de ella salía humo.
Miré al pasillo, ni de coña iba a dejar a ese cabrón destrozar más la nave. Corrí detrás de Jimmy.


JIMMY
Kara me siguió, la miré de reojo.
-Vuelve a la cocina, Kara…- Vi que no me iba a hacer mucho caso.
-Está bien, pero no te separes de mí.


KARA
Le seguí de cerca, mirando de vez en cuando hacia atrás y con mi mano izquierda rodeada de fuego.
-¿Cómo coño ha vuelto a encontrarnos?


JIMMY
Seguí caminando sin quitarle ojo a Kara.
-No lo sé…- Miré al frente, los cama rotes estaban vacíos, no había rastro de Dark. Rastreamos de arriba abajo toda la nave, solo nos quedaban…
-Nos faltan los baños…- Miré a Kara y acto seguido la puerta del baño. La empujé lentamente y nos asomamos, pero nada…
Suspiré resignado…
-No lo entiendo… noto que sigue aquí.- Me giré hacia Kara. Dark se acercaba hacia nosotros por la espalda.
-¡Cuidado!- Aparté a Kara de un empujón recibiendo el golpe de Dark que me hizo caer a la piscina junto con él.
El muy cabrón me hundió la cabeza, intentaba ahogarme.



KARA
Dark nos pilló por sorpresa, Jimmy me tiró contra el suelo para evitar que me golpease Dark, llevándoselo a él por delante.
Me tiré al agua y fui directa al cuello de Dark, apretándolo con fuerza y además aplicando el máximo calor que pude para que tuviese que soltar a Jimmy.



JIMMY
Me estaba quedando sin aire, Dark no paraba de apretar y zarandearme. Kara se lanzó al agua e intentó quitármelo de encima, pero el muy cabrón no estaba presente, era una marioneta controlada por él… no le afectaban los ataques.



KARA
El tío no se apartaba, y yo no podía aguantar mucho debajo del agua, era uno de mis elementos contrarios. Tiré de él y di una patada a sus manos intentando que así soltase a Jimmy, noté que se iba el aire y si no conseguía despegarle tendría que ascender a respirar.


JIMMY
Dark se volvió contra Kara, esta vez la agarró a ella del cuello y la hundió hasta que su espalda dio contra el fondo de la piscina. Si no hacía nada la mataría. Acumulé energía y la desaté contra Dark que desapareció cuando mi ataqué dio de lleno contra él.
Agarré la mano de Kara y tiré de ella con todas mis fuerzas para que saliese a la superficie.



KARA
Ya estaba en el límite y el muy cabrón me hundió agarrándome del cuello, noté como el agua empezaba a traspasar hasta mis pulmones, era un dolor ardiente.
Sin saber cómo, Jimmy me sacó hasta la superficie, donde pude coger aire, aunque empecé a toser de manera descontrolada, me agarré al borde de la piscina, no podía mantenerme sola.



JIMMY
Con el esfuerzo y la energía gastada, no me quedaban fuerzas para salir del agua. Sentí que me desfallecía, intenté nadar hacia arriba, pero mis cuerpo no podía dar más de sí… solté la última bocanada de aire sintiendo como mis pulmones hacían un esfuerza vano por llenarse de oxígeno… Al menos Kara estaba bien…


KARA
Cuando hube recuperado el norte me di cuenta de que Jimmy no estaba en la superficie, sino debajo del agua.
-Joder… -me hundí y le cogí de los hombros tirando de él, su brazo metálico pesaba bastante y me costó sacarle hasta la superficie.
Aún sujetándole, salí de la piscina y tiré de él hasta que estuvo fuera del agua. Le hice el boca a boca, aunque no estaba yo como para perder aire, pero no podía dejar que se muriese.



JIMMY
Sentí que moría, mi corazón a penas latía, ni se esforzaba en intentarlo. Mis fosas nasales estaban inundadas y los pulmones encharcados… no había esperanzas para mí.
De repente, noté como el oxígeno volvía a mis pulmones. Mi corazón empezó a latir con más fuerza. Abrí los ojos y empecé a toser toda el agua que había tragado. Inhalé una buena bocanada de aire llenando mis pulmones hasta que noté que se hinchaba mi pecho.
Miré a Kara…
-¿Me… me has salvado?


KARA
Mientras cogía aire a bocanadas asentí, me dolía el pecho y todo el aparato respiratorio me ardía, estaba empapada y tenía ganas de matar a alguien, pero estaba tan cansada que me limité a tumbarme en el suelo.



JIMMY
La miré.
-Gracias…-Sonreí levemente y me levanté para poder coger aire. Miré de nuevo a Kara, estaba destrozada…
-Perdóname, Kara… lo siento…


KARA
Le miré con los ojos entrecerrados.
-¿Por qué? –pregunté con la voz dañada por culpa del forcejeo.
-Tú no has hecho nada malo, creo…


JIMMY
-Me refiero… a la nave, debería… debería haberme dado cuenta antes…- Tragué saliva.
-Tendría que haberle detenido… soy muy débil… jamás le venceré…- La miré de nuevo.
-Y mientras siga siendo débil… no podré protegeros…


KARA
-Aquí no necesitamos de tu protección, bastante tenemos con que no nos intentas matar… -me senté no sin esfuerzo y me levanté de igual manera.
-Tengo que ir a buscar a Neo… Va a estar hecho una furia y más con la resaca que tiene, pero… -me llevé la mano a la frente cerrando los ojos.



JIMMY
Miré a Kara… aquello que dijo hizo que sintiese una punzada en el corazón… nunca antes había sentido eso… En vez de agradecérmelo me echaba en cara otras cosas, las cuales intentaba olvidar…
Bajé la cabeza.
-Si… claro… ve a buscar a Neo… yo intentaré investigar alguna cosa de Dark…


KARA
Miré a Jimmy, le había ofendido, realmente este chico era mucho más blando de lo que pensé.
-Eh… -suspiré.
-Perdona… Gracias… por todo, ¿vale? Acompáñame, por favor… -le ofrecí mi mano.


JIMMY
La miré.
-Dile a los demás que volveré más tarde.- Me levanté y desaparecí. Tenía que encontrar a Dark, aún que arriesgase mi vida… nadie me echaría de menos.


KARA
Me quedé con la mano alzada y suspiré cerrando los ojos.
-Joder… -Neo me iba a matar por haberle salvado y Erika por haberle dejado escapar.
-Seré bocazas… -me fui hacia el campamento con la ropa hecha un asco al quemarse y empapada de pies a cabeza.
Busqué a Neo, quizá aún no se había levantado…


NEO
Me estaba atando los cordones de las botas cuando vi aparecer a Kara, con la ropa quemada y empapada.
-¡Kara!- Me acerqué a ella.
-¿Qué te a pasado?- La miré, tenía un aspecto horrible.
Vi que la nave también estaba destrozada.
-Pero… ¡¡¿Qué coño ha pasado?!!- Grité llevándome las manos a la cabeza.


KARA
No quise mirar a la nave o me cabrearía otra vez.
-Ha sido Dark… nos ha encontrado y nos ha atacado… -miré a Neo, parecía desquiciado, y comprendía por qué.
-Siento lo de la nave, cielo, no hemos podido evitarlo.


NEO
La miré.
-¿Hemos? Saya está aquí, Jim y Erika en su cuarto y Kai no se ha despertado aún, solo me queda una persona y no me quiero imaginar quién es.- Fruncí el ceño.



KARA
Le miré a los ojos.
-Jimmy me ha salvado la vida, Neo, si no hubiese sido por él, ese cabrón me habría ahogado… -había llamado Jimmy a James delante de Neo, se cabrearía más…
-Neo… -me sentía agotada y contra la pared sin saber qué decirle.



NEO
-Jimmy… ahora le llamas Jimmy como si se tratase de un buen amigo… cojonudo.- Pasé por su lado y me dirigí a la nave.
-¿Y dónde coño esta Jimmy si se puede saber?- Dije el nombre con desprecio, lo que faltaba ya, que mi mujer le cogiese cariño a un asesino.


KARA
No tenía ganas de discutir, sólo le seguí.
-Ha ido a por Dark, dice que tiene que acabar con él o no nos podrá proteger, le he ofendido y bueno… -bajé la cabeza.
-Se ha marchado sin despedirse de nadie y no sé cuando volverá.




NEO
-Muy bien, más le vale no volver o juro que le arrancaré la cabeza y me da igual que tanto tu como Erika me dejéis de hablar o os enfadéis. No dejaré que ese sombra vuelva a pisar mi nave.- Entré en la Black Hole para disponerme a repararla.


KARA
Me quedé parada en el camino.
-¿Tú estás… tonto, o qué, Neo? Nos han atacado y lo único que ha hecho ha sido intentar defendernos y me ha salvado la vida, no ha hecho nada malo, ¿se puede saber qué te pasa?



NEO
-He dicho que no quiero a ese niñato pasearse por mi nave como si nada. Os habéis olvidado muy pronto de lo hijo de puta que es, es manipulador y hace con las personas lo que le da la gana, no consentiré que haga más daño. Fin de la discusión.


KARA
Negué con la cabeza.
-Eres un hipócrita. Quiero pensar que esto es sólo por la puta resaca porque si sé que lo estás diciendo en serio me dan ganas de darte una hostia… -me giré y me fui de nuevo al campamento, después de haberme salvado la vida como mínimo debía estarle agradecido, se me llenaron los ojos de lágrimas.
-Maldito estúpido…



SAYA
Nos despedimos de los Valkiria una vez estuvo reparada la nave, no nos llevó mucho, echamos una mano todos en lo que pudimos, aunque Kara estuvo largo rato decaída. James, o Jimmy, le había salvado la vida y Neo solo pensaba en el pasado, en las cosas que había causado por mandato de su padre… no quería entender que James había cambiado y que intentaba arreglar las cosas, olvidar su pasado…
Erika tampoco estuvo muy animada, era su mejor amigo y había desaparecido sin saber a donde se dirigía… ¿y si Dark lo había matado?
Durante tres días estuvimos sobrevolando los países vecinos, todos devastados por Draco…
En esos tres días no tuvimos noticias de James… nada, no apareció ni a escondidas ni de forma presente… no sabíamos nada de él…
Y pensar que hasta hace menos de un año le considerábamos un enemigo sangriento y cruel…



KAI
-Ey. –llamé a Saya. Había vuelto a quedarse distraída pensando.
-¿Estás bien? No haces más que empanarte últimamente. –La aparté el flequillo de la cara y la besé en la frente.
-No estás enferma, ¿no?


SAYA
-Perdona.- Sonreí.
-Solo pensaba en tonterías. No creo que esté enferma.- Le miré y apoyé la frente en su pecho. La luna estaba entera en el cielo. Hacía una noche fresca, menos mal que nos libramos del calor desértico.



KAI
La acaricié el pelo, estos últimos días habíamos estado todos algo distantes los unos de los otros y algo decaídos. Y pensar que James había provocado estas reacciones…
-¿Por qué piensas tanto en él? ¿Qué tiene que no tenga yo?



SAYA
Me reí y le miré.
-No pienso directamente en él, bueno, si… pero… no sé, Erika está muy triste, Neo irritable y la pobre de Kara muy decaída… son cosas que me extrañan.- Suspiré.
-James ha sido nuestro enemigo número uno, debería guardarte rencor por lo del brazo, pero ni siquiera eso… demuestra resultar ser una simple marioneta, hacía esas cosas todo por complacer a Draco…


KAI
-A veces… nos dejamos influenciar por nuestros padres aún sabiendo que no es correcto… -la miré a los ojos.
-No tenemos la culpa de que sea así, ¿no crees? –la besé.
-Lo malo es que por culpa suya ocurre todo… Si no estamos mal porque no queremos verle el pelo estamos mal porque no le vemos el pelo…



SAYA
Bajé la cabeza y suspiré. Volví la mirada a sus ojos azules.
-Me gusta cuando eres tan comprensivo.- Sonreí rodeando su cintura con mis brazos.
-Te quiero mucho, Kai.


KAI
Sonreí.
-Mmm, tendré que ser comprensivo más veces. –la abracé y la besé.
-Yo te quiero más, lo sabes. –la volví a besar y miré la luna.
-¿Has visto? Está iluminada para nosotros.



SAYA
Sonreí sin volver la cabeza. Me quedé mirando sus ojos de hielo.
-¿Para que voy a mirar la luna cuando puedo perderme en tu mirada?- Sonreí de nuevo.


KAI
La miré sonriendo. Negué con la cabeza y la volví a besar, acariciando su espalda. Al menos ella no estaba decaída ni disgustada, sólo algo distraída, aunque ahora no era el caso.


JIMMY
Aparecí en medio del pasillo. Estaba cubierto de humo y algo cansado, y a decir verdad, con una buena brecha en la cabeza…
Fui al cuarto de Erika, pero pasé antes por la puerta del camarote de Kara, parecía que no había nadie. Abrí la puerta con cuidado y asomé la cabeza.
-¿Kara?


KARA
Estaba vistiéndome cuando vi que Jimmy asomaba la cabeza por la puerta.
-Joder… -terminé de abrocharme el pantalón y me acerqué, abrí la puerta.
-¿Dónde has estado? –vi una brecha en su cabeza.
-Oh, joder… -le agarré de la muñeca y tiré de él.
-Ven, cuéntame qué ha pasado mientras te curo eso


JIMMY
-Estoy bien, Kara, no hace falta que me cures nada.- Me quedé cerca de la puerta.
-Solo quería saber como estabas, veo que bien, iré a ver a Erika y me largaré. No quiero causar más problemas.


KARA
-¿Qué? No, ni hablar, tú te quedas aquí, ¿qué vas a hacer tú ahí afuera solo? Tienes que quedarte con nosotros, podemos ayudarte. De verdad, deja que te cure eso…


JIMMY
La miré y suspiré. Me senté sobre una silla y me retiré el flequillo. Me quité la camiseta, estaba ensangrentada.
-Espero que no te importe.- Dije dejando la camiseta sobre mi rodilla.



KARA
-Luego te la echo a lavar. –me agaché delante de él y con un algodón empecé a limpiarle la herida.
-¿Entonces encontraste a Dark?


JIMMY
-No… no logré encontrarle, pero unos guardias si que me encontraron a mí. Estaban de servicio, inspeccionando el terreno cuando me tropecé con ellos, al reconocerme se liaron a hostias conmigo… tuve… tuve que matarles…- Desvié la mirada.
-La sangre de la camisa no es mía…


KARA
-Oh… Pues eso de que mates a los que antes eran tus aliados debe ser duro… -esterilicé la aguja y cogí un hilo.
-Aunque no creo que sea malo matarlos a ellos, son los seguidores de Draco e intentan matarnos a nosotros, no creo que hayas hecho nada de qué arrepentirte.



JIMMY
Miré a Kara y suspiré.
-Yo no he dicho en ningún momento que fuesen seguidores de mi padre. Eran guardia a las órdenes de algún rey… intentaron apresarme y no pude hacer otra cosa que defenderme.- Desvié la mirada al suelo.



KARA
Suspiré.
-Supongo que eso se debe a que ya te conocen y será chungo librarse de situaciones como esa… -le fui cosiendo la herida despacio.
-Quédate aquí y nosotros te protegeremos, cuidamos los unos de los otros.



JIMMY
Me reí y la miré.
-Lo siento, Kara, pero tengo que rechazar tu oferta. Sabes tan bien como yo que no pinto nada en esta nave.- Me crucé de brazos.
-¿Crees que no sé lo que Neo piensa de mí? No quiere verme por aquí, me mataría si supiese que estoy en la nave. No es por miedo, es porque después de matarle a él vosotros me mataríais a mí y paso de enfrentarme a todos vosotros y esto termine en una escena sangrienta.


KARA
-No va a pasar nada de eso. –le miré.
-Neo se acostumbrará a tenerte aquí como se acostumbró de tener a Saya por fidelidad a Kai, y Erika y yo estamos a favor de que te quedes, Saya no dirá nada malo si estás aquí, Jim apoyará a Erika y, bueno… Kai sabes que apoya a Saya. Queremos que te quedes, ahora no puedes irte.



JIMMY
La miré de nuevo.
-No estoy muy seguro… sé que las cosas no saldrán bien estando yo aquí…- Me sujeté el flequillo para que no me diese en la herida.



NEO
Entré en mi camarote, Kara estaba allí con…
-¿Qué cojones hace este aquí?- Fruncí el ceño y me acerqué, si previo aviso, descargué mi puño contra su cara haciendo que cayese al suelo.
-¡Dije que le mataría si le veía por aquí!


KARA
-¡Neo, por Dios! –me puse delante de Jimmy.
-Neo, no ha hecho nada malo, joder, sólo ha venido a ver si estábamos bien, ¿qué coño te pasa? –me agaché y le ayudé a incorporarse.


NEO
Miré a Kara.
-¿Qué que coño me pasa? ¡Él es lo que me pasa!- Señalé a James.
-Que es un puto asesino y le acogéis como si se tratase de una víctima más. ¡Y una mierda!- Miré a James.
-Ya te puedes ir largando si no quieres que me haga un llavero con tus tripas.


KARA
-Está intentando cambiar, que le demos una segunda oportunidad, él tiene el mismo objetivo que nosotros, Neo, no lo tenemos aquí por placer. ¿No entiendes que lo único que quiere es cambiar de vida y ser uno de nosotros? Necesita nuestra ayuda…


JIMMY
Me levanté del suelo con la mano en mi mejilla. Miré a Neo con asco y odio… Respiré hondo y controlé mis emociones, no podía atacarle…
Cerré los ojos y suspiré. Miré a Neo y después a Kara.
-Ya nos veremos.- Desaparecí sin dejar rastro… era mejor así.


KARA
Fui a agarrarle, pero mi mano se quedó suspendida en el aire, ya que despareció. Suspiré cerrando la mano. Miré a Neo.
-Eres… -negué con la cabeza- Eres un idiota, Neo, un idiota. –salí del camarote dando un golpe a la puerta para poder salir.



NEO
Miré a Kara mientras se marchaba cabreada. Miré de nuevo el camarote, quedaba una fina capa de humo negro, el cual lo había dejado James al desaparecer. Más le valía no volver, o le mataría sin pensar en lo que me dijeran los demás.
Salí del camarote y volví a mi puesto… ya me había amargado el día.



KARA
Salí a la cubierta con los ojos llenos de lágrimas, me parecía increíble lo que estaba haciendo Neo, siendo como era él, se estaba comportando de una forma realmente extremista.
Me apoyé en la barandilla, esperaba que Jimmy volviese de vez en cuando, él sabía dónde estábamos, pero nosotros no podíamos saber donde estaba él.



NEO
Me senté en mi sillón y agarré el timón con la mirada fija al horizonte. No quería saber nada más de James, era escuchar su nombre y me daban ganas de gritar y liarme a hostias contra la pared… Intenté relajarme respirando hondo. Miré el GPS pasando a otros temas.


JIM
Entré en el puesto de mandos con el pijama puesto, Erika ya se había dormido pero yo aún estaba desvelado.
-Ey… -saludé acercándome a Neo, quizá me daría un poco de conversación.



NEO
Seguí con la mirada al frente y con mis cosas.
No iba a hablar con nadie, estaba demasiado cabreado como para ponerme a charlas apaciblemente.



JIM
Neo tampoco parecía estar de humor como para hablar, así que me senté a su lado mirando al frente, imitándole, sin mediar una palabra podía saber que estaba muy cabreado, así que no hablé.


NEO
Estuve en mi puesto hasta que los demás, uno a uno fueron retirándose a sus camarotes, era bastante tarde, pero yo no quería dormir… no quería ver a Kara ni hablar con ella…
Decidí pasar toda la noche en mi sillón, si me quedaba dormido, pues nada. Mi sillón, al fin y al cabo, era cómodo.



KARA
En toda la noche no pasé a la nave, me quedé en la cubierta mirando el cielo, estaba aún perpleja con el comportamiento de Neo, ni siquiera le había importado que Jimmy me hubiese salvado, se suponía que debería estar agradecido de que hubiese mantenido a su mujer con vida, pero no era así…
Cerré los ojos, aunque no pude dormir esa noche.


ERIKA
Salí del cuarto de baño, era de madrugada pero no sé porque, no podía conciliar el sueño. Daba cabezadas y me despertaba cada dos por tres.
Suspiré y miré a Jim que dormía tumbado boca abajo placidamente. Me acerqué a la ventana, estas eran más grandes que las de la Quimera, por lo que pude asomarme del todo.
La luna estaba llena, era muy bonita. Se estaba en silencio y entraba una brisa fresquita por la ventana.
Tal vez… no podía dormir porque no dejaba de pensar en James… desde hace tres días… cuatro, no le veía… no daba señales de vida… me era imposible no preocuparme por él…



JIM
-¿Piensas en él? –me había despertado al no sentir a Erika en la cama, estaba asomada en la ventana, contemplaba el cielo pensativa.
Me senté en la cama.
-No creo que debas preocuparte por él. Si ha sido capaz de sobrevivir a nosotros no creo que le cueste mucho sobrevivir ahí afuera.



ERIKA
Me quedé pensando en las palabras de Jim… suspiré apoyando los codos en la repisa de la ventana.
-Ya… sé que se las apaña bien solo… confío en él.


JIM
Bajé la mirada, suspiré y me levanté, me acerqué a ella y la abracé por los hombros.
-Y si confías en él… ¿por qué no puedes dormir por la preocupación?



ERIKA
-No es solo por James… es por todo…- Suspiré.
-Dark nos pisa los talones y no estamos haciendo nada por evitar que nos haga daño. Mira Kara, por ejemplo, si, James la ayudó y la salvó la vida, pero… ¿y si no lega James a tiempo? ¿Os se hubiese encontrado Kara sola con él? Nos lo estamos tomando con mucha calma, esto tal vez solo haya sido un susto, pero pueden pasar cosas más peligrosas y pillarnos desprevenidos y sin saber como actuar y yo…- Suspiré de nuevo.
-Son demasiadas cosas…


JIM
Suspiré abrazándola fuerte, parecía bastante preocupada y asustada, apoyé mi cabeza en su hombro y la miré.
-¿Tienes algo en mente? ¿Algo que podamos hacer? Poner trampas, ir a buscar a Dark…



ERIKA
Negué y me aparté de la ventana.
-No, no tengo nada… no sé que podemos hacer ni si quiera sé lo que Dark busca, sé que lo que quiere lo tengo yo… pero si se lo doy, eso significaría la destrucción del mundo entero, si no se lo entrego, no solo yo saldré mal herida, no me importa, pero… vosotros, la gente a la que quiero… Dark juega con los sentimientos de las personas y hará cualquier cosa por arrebatarme aquello que ansía si no se lo doy… - Me senté sobre la cama con las manos en la cara.
-Dios… estoy hecha un lío…


JIM
Bajé la cabeza y me acerqué, me agaché delante de ella y aparté sus manos de la cara.
-Todo saldrá bien, Erika. No estás sola, cuenta con todos nosotros, te ayudaremos. Ese cabrón no tendrá lo que quiere, y menos si tú tienes que salir mal parada del asunto. Mataremos a Dark y a Draco sin tener que cargarnos el mundo y salvaremos a James.




ERIKA
-Lo pintas muy fácil…- Bajé la cabeza.
-Pero te agradezco que intentes animarme…- Le miré a los ojos.
-Gracias, Jim… no sé que haría sin ti…- Sonreí y le acaricié la mejilla.


JIM
Suspiré.
-Posiblemente estarías ahí fuera ayudando a James… Supongo que lo único que hago aquí es retenerte… Pero prefiero eso antes de que corras peligro. –me mordí el labio mirándola a los ojos, sabía que ella quería tener a James con nosotros, aunque ni él mismo quisiese estar en la nave, sólo por tenerle a salvo.



ERIKA
-Ya, bueno… James es mayorcito, además, es él el que no quiere quedarse con nosotros… así que… me acabo cansando de intentar convencerle de que se quede, de que estará bien aquí, pero se empeña en pensar lo contrario… y le comprendo…


JIM
-Supongo que en ese aspecto influimos bastante Neo y yo… Y puede que Kai también. De todas formas es un niño mimado, hará lo que quiera sin hacer caso de lo que puedas decirle tú… -esbocé media sonrisa.
-Estará bien, y te prometo que la próxima vez que aparezca por aquí le retendré para que puedas regañarle por marcharse sin despedirse.



ERIKA
-No… no pienso decirle nada… él sabrá lo que hace, no podemos obligarle ha hacer algo que él no quiera. Si se quiere ir, puede hacerlo, si se queda, pues que se quede… no puedo estar detrás como si fuese un crío de tres años…- Suspiré y me tumbé en la cama.


JIM
Suspiré y me tumbé a su lado mirándola.
-Lo haré de todas formas. –la abracé.
-¿Intentarás dormirte aunque sea un poco? No te vendría mal descansar, ahora que empiezas a comer bien…



ERIKA
Desvié la mirada y asentí.
-Si… intentaré dormir…- Le miré de nuevo.
-No creo que lo consiga, pero no me moveré de la cama… no me apetece deambular por la nave como si fuese un fantasma…- Suspiré y cerré los ojos agarrando el brazo de Jim.


JIM
Sonreí y la besé en la frente.
-Sabes que no eres un fantasma, sino un ángel, aunque la idea de que te quedes en la cama está bien, y si ves que echo a roncar me das una patada, pero… ahí abajo no, mi herramienta de trabajo es necesaria.



ERIKA
Sonreí besándole en la mejilla. Agarré su brazo con fuerza y bostecé… al parecer el sueño me vencía…
Así podría descansar…


SAYA
No podía dormir… estaba tumbada en la cama mirando al techo mientras escuchaba los ronquidos de Kai…
Le miré de reojo y me llevé la mano a la cara nerviosa.
-Dios… ¿por qué me maldices con este hombre? ¿Qué te he hecho yo?- Suspiré.
-Una oveja, dos ovejas, tres ovejas, cuatro ovejas…- Y dale con los ronquidos de Kai.
-Joder, se irritan hasta las ovejas…


KAI
Abrí los ojos cogiendo aire profundamente, acababa de tener un sueño de lo más extraño…
Miré mi mano derecha… Sí, seguía siendo una mano derecha. Suspiré y volví a cerrar los ojos, a ver si esta vez no soñaba con manos izquierdas…


SAYA
Fruncí el ceño extrañada cuando vi la reacción de Kai. Se giró y volvió a dormirse…
Suspiré de nuevo, volvía a roncar.
-Y dicen que los hombres perfectos existen… y una mierda.- Miré a Kai y me acerqué. Le taponé la nariz para que dejase de roncar, pero lo único que conseguí es que se moviese de nuevo. Me tapé la boca para que no escuchase que me reía. Volví a taponarle la nariz, esta vez me endiñó una leche en toda mi napia cuando se giró de nuevo tirándome de la cama. Caí al suelo de culo con la mano en mi nariz.
-Te mataré…


KAI
Tosí, la muy cabrona de Saya me había tapado la nariz mientras dormía.
-Serás… -no estaba en la cama, ¿a qué me estaba volviendo loco? Me asomé al otro lado.
-Saya, ¿qué haces en el suelo? En la cama se está muy a gusto.



SAYA
-Vete a la mierda, joder.- Dije con voz nasal y medio riéndome.
-Intentaba hacer que no roncases y vas y me endiñas una leche en toda la nariz.- Me levanté y me senté en la cama.
-¿Se puede saber porque coño roncas tanto?- Me froté la nariz, el muy capullo me había dado con ganas…



KAI
La miré la nariz, debí de haberla dado fuerte, la tenía roja.
-Pues mira, ronco de lo a gustito que estoy durmiendo y cuando uno no respira bien cuando duerme, pues ronca. Y hay una manera mejor de parar los ronquidos que intentando ahogarme, burra. Se llama sacar de la fase REM, y con que me meneases un poquito hasta que dejase de roncar arreabas… Quieres matarme.


SAYA
Le miré frunciendo el ceño.
-Déjate de fase REM y esas mierdas. Claro, mientras el señorcito esté de maravilla durmiendo que les vayan dando a los demás.- Me crucé de brazos.
-La próxima vez no me lo pensaré dos veces, te ahogaré con la almohada.


KAI
-Yo también te quiero, mi amor. –la abracé besándola en la mejilla y la tumbé sobre mí.
-Ya verás como así no ronco, y más si me tapas tú. –la achuché ronroneando.



SAYA
-Pero mira que tienes morro…- Bufé resignada.
-Como ronques de nuevo te pellizcaré un pezón y después no me repliques…- Recosté la cabeza sobre su pecho. Como me dolía la nariz…


KAI
-No se te ocurra pellizcarme o me cabrearé. –la acaricié la espalda abrazándola contra mi pecho, me volví a dormir en poco rato, probablemente no roncaría ahora, al menos con ella encima de mí.



SAYA
Kai se quedó dormido, parece que cesaron sus ronquidos aunque seguían ahí… no podía quejarme, yo elegí estar con él, así que ha apechugar con lo que me ha tocado.
Sonreí y me recosté sobre su pecho, a ver si yo también conseguía dormir algo.

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