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martes, 19 de enero de 2010

Capitulo- LXXVI- BOTELLON EN MEDIO DEL BOSQUE

KAI
Estábamos en la salida de la aldea, listos para irnos, Axel y Edward habían preparado los caballos y ya podíamos marcharnos, esperé a que Saya viniese con Eri, eran las últimas en levantarse.


SAYA
Me había levantado algo “tarde” y seguro que los chicos estaban hartos de esperar… pues que se jodan.
Estuve buscando a Nidy para despedirme de ella, pero ni rastro… seguro que estaba enfadada…
Suspiré y me dirigí hacia los Kai y Axel junto con Edward y el pesado de Niky… ese si que se despedía si…
-Ya estoy aquí, no lloréis mi ausencia.


EDWARD
Apoyé mi brazo en la cabeza de Saya.
-Jo… Saya, si no hubieses tardado tanto podríamos haber echado un polvo en la tienda, Kai ni se habría enterado, ¿no ves que es medio tonto? –me tiró su zapatilla.
-Joder, ya ni respeto por el calzado. –le saqué la lengua y le devolví la zapatilla por el aire.
-Bueno, creo que aún estamos a tiempo, ¿no? –pregunté a Saya cogiendo su barbilla y haciéndola mirarme.



SAYA
Miré a Edward y entrecerré los ojos cuando me agarró de la barbilla. Retiré la cabeza y le mordí un dedo.
Me reí.
-Cuidado, que muerdo.- Sonreí y le guiñé un ojo.
-Tal vez luego, ahora tenemos prisa.


EDWARD
Me metí el dedo en la boca.
-Eres mala conmigo, me tienes en abstinencia. –abracé a Eri.
-Tú eres más buena que Saya, tú si te acuestas conmigo un ratico antes de irnos, ¿verdad? –Eri me miró entre extrañada y aburrida.
-Tú tampoco quieres conmigo… -miré a Axel con ojitos de cordero degollado.



AXEL
Miré mi caballo que me pedía una manzana.
-Toma ricurita mía, ¿quién es el caballo más bonito del mundo? Claro, tú, eres tú.- Abracé al caballo por el cuello abrazándolo.
-¡Ayyyy, madre! Lo que le quiero yo a él.


EDWARD
-Ignoradme todos… -hice que lloraba y me subí a mi caballo.
-Seré como el caballero solitario, iré yo sólo en pos de mi caballo. –hice que el caballo caminase, aunque ni siquiera me hizo caso, no sabía a dónde se dirigía.



KAI
Fruncí el ceño mirando a Edward y suspiré rascándome la nuca.
-Voy a ignorarlo, no tiene ya remedio. –miré a Saya, parecía algo preocupada, seguro que era por la niña esa…
La sonreí.
-Seguro que vendrá.


SAYA
Suspiré y miré a Kai negando.
-No lo creo… estaba muy molesta por no querer quedarme aquí con ella…- Me encogí de hombros.
-No puedo hacer otra cosa.- Agarré las riendas del caballo de Kai.
-Vámonos ya, anda.- Me giré para mirarle pero me encontré con Niky de cara, el cual me besó.
Me puse tensa como la primera vez que me besó… este tío no escarmentaba.
Cerré el puño pero Niky me lo impidió esbozando una sonrisita victoriosa. Le miré sonriendo falsamente y a continuación le propiné un rodillazo en la entre pierna apartándolo de mí.



NIKY
Estaba seguro de que lo había conseguido, había desarmado a Saya, pero no… me pegó en los cataplines.
-…Ay…- Me llevé la mano ahí agachándome un poco.
-Que… que tengáis buen viaje… - Dije casi lloriqueando del dolor.


KAI
Solté una risotada. No sabía cómo era capaz de ser celoso con Saya, tal y como se defendía no le hacía falta.
-Ahí tienes su autógrafo, Niky. –me reí y seguí a Saya, me giré y sonreí al ver a Nidy venir corriendo, cogió aire parándose delante de mí.


NIDY
Cogí aire apoyándome en mis rodillas frente a Kai, me había dado mucha prisa para llegar antes de que se fuesen y estaba agotada.
-Aquí… Aquí tienes… -me incorporé y le entregué en mano las llaves.
Miré a Saya y sonreí.
-Ya os vais, ¿verdad?


SAYA
Miré a Nidy y asentí.
-Pensaba que no querías despedirte de mí…- Sonreí y solté las riendas del caballo acercándome a Nidy a la cual abracé contra mí.
-No te preocupes, volveré pronto.- Dije agarrándola de la cara para que me mirase.



NIDY
Sonreí.
-Ya lo sé. –sonreí más ampliamente y miré de reojo a Kai, de nuevo miré a Saya.
-Yo que tú… Vigilaba más a tu marido, es un pillín que no te pide permiso para hacer las cosas. –cuando le miré el giró la cabeza hacia otro lado, me reí.
-Nos veremos pronto, Saya.


SAYA
Sonreí y miré de reojo a Kai, Nidy le había dado unas llaves, así que ya me imaginaba a lo que se refería, por eso no pregunté.
Sonreí y miré a Nidy.
-Nos vamos.- Miré a Niky.
-Y tú, a ver que hacemos.- Niky levantó las manos en señal de paz. Me reí y miré de nuevo a Nidy.
-Cuídate mucho.


NIDY
Sonreí a Saya.
-Tú también, y cuida de ellos, parece que sin ti no son nadie. –sonreí y me aparté para que tuviesen el paso libre, me puse al lado de Niky.
-Sé feliz con el soso de tu marido, menuda te ha caído. –me reí.



SAYA
Miré a Nidy subiéndome al caballo detrás de Kai.
-Kai no es un soso, lo que pasa es que todas…- Miré también a Eri.
-Tenéis envidia del pedazo de hombre que tengo.- Sonreí y me reí cuando vi la cara asqueada de Axel y Eri cuando dije aquello.


KAI
Alcé las cejas mirando a Saya y sonreí, miré a Edward.
-Chúpate esa, marquesa, que la traen de fresa. –me reí y él me sacó la lengua.
-Oh, vale… -miré a Nidy.
-Procura que tu amigo no se vaya a acercar a mi mujer si no quiere acabar estéril.



NIDY
Sonreí negando con la cabeza.
-Por eso no te preocupes, ya es estéril… -me reí y miré a todos.
-Que tengáis buen viaje, no os metáis en líos… -cogí una mochilita con comida y se la di al rey del Fuego.
-Esto es como agradecimiento. –sonreí.



AXEL
Miré a la chica cuando me entregó la mochila de comida.
-Ohm, gracias.- Miré a los demás.
-Esta mochila es MIA, porque Nidy me la ha dado a MI. Así que, ya sabéis, no podéis tocarla sin mi permiso.- La colgué a un lado de la silla del caballo.
-Ala, andando.- Le di un golpecillo flojo al caballo en las ingles y este empezó a caminar.


NIDY
Se fueron alejando por el bosque, y a medida que Saya se iba, más ganas tenía de llorar. Sonreí dejando que las lágrimas fluyesen por mis mejillas, me había dicho que volvería pronto, pero yo no estaba segura de ello, parecía muy feliz al lado de Kai, y si ella era feliz, yo tenía que serlo también.
Miré a Niky.
-Bueno, “papi”, vámonos de caza, tengo gusa. –fui corriendo a coger mis cosas, aunque Saya se fuese, mi vida seguía en la aldea.


AXEL
Nos adentramos en el bosque una vez nos despedimos de Nidy y el guarro de Niky.
Otro aburrido día de marcha sobre un caballo.
Íbamos en silencio… pero que gente más aburrida. Carraspeé y empecé a cantar.
-Muchos los anzuelos que dejé mordidos. Y ahora roen en los huesos de esta calavera. Todos los ratones desde cuatro letras. Lleno de princesas ligeras de ropa. De sangre caliente y con el alma rota. Que de tantas ostias que les dio la vida.
Llevan por bandera un tanga y una liga.


ERI
Abrí la boca mirando a Axel cuando empezó a cantar.
-Cariño, en verdad estás muy aburrido, ¿verdad? –suspiré, Axel cantaba realmente mal, espantaría a todo el bosque.



AXEL
Miré de reojo a Eri y seguí cantando, yo a mi bola.
-Sí yo soy un bucanero, sin parche ni pata palo, ¿para que coño los quiero? Si yo no soy de los malos, yo soy un pirata bueno, que ha encallado entre tus piernas. Rebotado del mar revuelto, de tu levantar de cejas, de cuando frunces el ceño.
No hay mensaje en mi botella. –
Miré a Eri de reojo, seguro que esa letra le parecería obscena.


ERI
Cerré los ojos suspirando.
-Canta cuanto quieras, sé feliz mientras dure. –sonreí y bebí un poco de mi cantimplora, aunque lo escupí rápidamente.
-¿Pero qué…? ¿Por qué hay ron en mi cantimplora?


KAI
Me giré hacia Eri con el ceño fruncido.
-¿Por qué coño tienes tú MI cantimplora? …-miré a Saya y sonreí.
-¿A quién le hace botellón por la noche?



SAYA
Miré a Kai y fruncí el ceño.
-¿Qué coño haces tú con el ron? ¿Y que dices de botellón? Tú estás chalado…-Puse los ojos en blanco.
-Genial, mi marido pasa de ser un soso total a un borracho en potencia…


KAI
Fruncí el ceño.
-¿Pero no decías que no era soso? –apoyé mi cabeza en la suya.
-Con lo contento que me había puesto yo de que por una vez me defendieses… -la miré.
-Además, no soy borracho, es que me han dado muchas botellas de alcohol y son peso para los caballos, y no pienso tirarlas, me las han dado con cariño de tu país, Saya…



SAYA
Le miré y alcé una ceja.
-¿Ohm, si? Vaya, que caritativos son.- Negué enérgicamente.
-No, no y no, me niego rotundamente. A saber que haces tú borracho, eres… ¡eres capaz de liarte con Axel!- Axel escupió el agua que estaba bebiendo cuando dije eso y empezó a toser.


AXEL
Tosí escupiendo el agua que estaba bebiendo cuando Saya dijo aquella burrada.
-¡Joder!- Tosí de nuevo.
-No seas cabrona, Saya. ¿Quieres matarme o qué? No vuelvas a proponerle sexo a Kai de parte mía cuando estoy bebiendo, coño.


KAI
-¡Y tampoco lo digas aunque no beba! –me dio un escalofrío.
-Creo que antes de llegar a hacer eso acabaría tirándome por el primer acantilado que hubiese cerca. –la miré.
-Eres muy cruel, ahora soñaré pesadillas durante semanas. –cogí la cantimplora, ya que Eri se había acercado para dármela, y se la cambié.



AXEL
Miré a Kai frunciendo el ceño. Me crucé de brazos.
-Oye, guapito de cara, por que seas Mister Soso no te da derecho a asquearme, que yo soy un cahcondo y encima estoy bueno.- Alcé la cabeza indignado mientras escuchaba a los demás reírse.


KAI
Fruncí el ceño asqueado.
-Venga, Axel, déjalo, si sabes que con Edward tienes bastante, ¿no ves que ya es mucho hombre para ti? –me rasqué la nuca.
-Está bien, no hay botellón, nos quedaremos quietecitos y calladitos hasta que nos durmamos de aburrimiento, como cada día.


SAYA
-Se siente pero ya es tarde.- Dije con una botella de vino en mi mano, la cual la saqué de la mochila con los licores que le habían dado a Kai.
-¡Uh! Un Jerez del 91, no hay que desperdiciarlo.- Miré a Kai y sonreí.


KAI
Alcé una ceja.
-Tú cambiar más de opinión que de bragas, y el Jerez era para mí, lo había cogido cariño… -bajé la cabeza, pero la alcé rápidamente.
-Espera, entonces el Baileys es mío, no se toca, es propiedad mía, le pondré una etiqueta… -bajé el brazo cuando Edward se apoderó de él.
-I-iros a tomar por culo…


AXEL
Me acerqué a la mochila de Kai.
-A ver que más tienes aquí…- Rebusqué… rebusqué… rebusqué…
-¡Woo! Martini de bueno.- Lo cogí apoderándome de la botella.
-Para mí.- Me alejé con la botella en mis manos.
Vi que Saya cogía una de Absenta.
-Uuh, cuidado Saya, eso quema como el diablo y te lo digo yo que soy un Piro. – Se encogió de hombros con toda naturalidad.
-¡Si! Me encantan las mujeres ardientes.


ERI
Miré el alcohol que había, nunca me había emborrachado, así que no sabía si podía tomar algo que no me matase directamente.
Cogí una botella al azar en la que la etiqueta decía “Absolut Vozka”.
-Anda… Pues… este para mí, entonces…


SAYA
Miré a Eri y sonreí.
-Uuuuh, Eri, no me digas que vas a beber. ¿Y después que harás? ¿Te despelotarás delante de todos?- Axel la miró de manera viciosa. Me reí.
-Yo lo más seguro es que acabe como Dios me trajo al mundo.


ERI
-La verdad es que nunca he bebido mucho, así que no sé cómo acabaré, pero no veo justo que vosotros lo paséis pipa mientras yo miro, así que me apunto a la fiesta, y si acabo desnuda, que sea lo que Dios quiera. –guardé de nuevo la botella, seguro que Axel me miraría de manera obscena por decir eso.



AXEL
-Wojojojo.- Miré a Eri.
-Pero antes de quitarte la ropa así del tirón…- Miré de reojo a Saya.
-¿Nos haréis un bailecito, no? Así se anima más la fiesta.- Me reí.



KAI
-Anda, dejaros de bailes y desnudos integrales, si lo sé no propongo nada, seguro que acabo con unos cuernos más grandes que el caballo… -suspiré y miré al frente, iba a ser un desmadre, menuda imprudencia decirle eso a esta gente


AXEL
-Oye, Kai, míralo por el lado bueno, si Saya te pone los cuernos resultaría válido, al fin y al cavo sería con uno de tus mejores amigos.- Alcé las cejas mirando a Saya y lanzándola besitos.
Me reí y me aparté antes de recibir alguna bofetada, colleja, hostia, puñetazo, querella…



KAI
-Me da totalmente igual, no, creo que sería peor. –agarré una mano de Saya.
-Saya es mi mujer y punto, no me haría ninguna gracia que se enrollase con ninguno de vosotros tres, y no, Axel, no hagas la bromita, no me pondría si lo hiciese con Eri… -le miré entrecerrando los ojos.


AXEL
Negué.
-No, si solo lo decía porque, oficialmente no estáis casados y ella es libre de enrollarse con quién quisiese, ¿no crees? Además, no sé por que la prohíbes que se enrolle con otro cuando tú fuiste el primero que…


SAYA
Miré a Axel cuando estuvo a punto de decir algo que no venía a cuento. Planté mi bota en toda su cara.
-¡Cállate ya Axel! Eres un pesado, coño.- Retiré el pié.
-No tengo porque enrollarme con ninguno de vosotros teniéndole a él.- Rodeé la cintura de Kai apoyando la cabeza en su espalda.
-Pesado…- Axel se alejó sin decir nada y con la cara manchada de barro. Suspiré aliviada, un poco más y jode la broma…



KAI
Bajé la cabeza, suspiré y cerré los ojos.
-Saya siempre es libre de enrollarse quien le de la gana, nadie se lo prohíbe, es la moral la que se lo puede permitir o no… -era un completo idiota, me ponía siempre así de posesivo cuando yo había metido la pata de esa manera…



SAYA
Miré a Kai y negué.
-Olvídalo, Kai.- Sonreí y le abrace con más fuerza depositando un beso en su mejilla y otro en su nuca…
-Sabes de sobra que yo no te haría eso, eres al único que necesito para enrollarme y para lo que sea.- Sonreí de nuevo y apoyé la frente en su espalda… la verdad es que, por muchas putadas que le haya hecho… nunca se me había ocurrido serle infiel…



EDWARD
Fruncí el ceño.
-Pero, ¿por qué os ponéis tan serios? Joder, de verdad, estamos en plan coña, sabemos todos que Axel es un bocazas capullo, ¿por qué le hacéis caso? –le señale.
-Mírame como quieras, guapito, sabes que llevo razón. –sonreí triunfal.


SAYA
Miré a Edward, como siempre intentando aliviar la tensión.
-Déjale, Eddie, no ha hecho nada malo, un despiste lo tiene cualquiera… no hace falta que te pongas en el papel de padre, sé que echas se menos al pequeño Eddie, pero Axel no se le parece, ni por asomo… bueno, puede que tengan la misma edad cerebral.- Me reí.


EDWARD
Hice ademán de ponerme a llorar.
-Eddie… -bajé la cabeza.
-A estas horas debe estar en el colegio… ligando con las niñas guapas de su clase, como yo le he enseñado… -hice que lloraba.
-Ya debe haberse olvidado de mí y Xan se habrá vuelto a casar…


SAYA
Me reí y le miré.
-Oh, vamos, no digas eso.- Miré a Kai triste para que me dejase ir con Edward.
-Kai… ¿puedo ir a consolar a Eddie? Está muy triste, anda, por fi…- Puse carita de niña buena.



KAI
Sonreí levemente.
-¿Tengo cara de ser tu padre? No soy tan viejo, ve si quieres. –la ayudé a bajarse del caballo, aunque no hiciese falta. No sabía si los dos cabrían en el caballo de Edward, ya era él bastante grandote.



SAYA
Sonreí y le besé en la mejilla antes de bajar del caballo.
-Gracias, papi.- Sonreí de nuevo y me acerqué al caballo de Edward, por “suerte” era más grande y bueno, yo era menudita.
-¿Me haces un hueco ahí, vaquero?


EDWARD
La miré con cara de mártir y me eché un poco hacia atrás en la grupa del caballo, la ayudé a subir y la abracé apoyando mi cabeza en la suya.
-Consuélame… Estoy muy triste… -hice ruiditos de cachorrillo.



SAYA
Le miré y sonreí.
-Oooh… pobrecito mío.- Le di besitos por la cara para consolarle.
-Pobrecito mi chico que está aquí solito y nadie le hace caso. Ya estoy aquí.- Sonreí de nuevo sin dejar de darle mimitos.


EDWARD
La abracé con fuerza.
-Si al menos pudiese hablar un ratito con él, preguntarle por el colegio, decirle que pronto volveré a casa… -fruncí el ceño, me estaba sentando mal de verdad, apoyé la frente en su hombro.
-Mierda…


SAYA
Miré a Edward… esto ya no era tan broma como antes. Fruncí el ceño apenada.
-Eddie… no te pongas triste. Tienes que pensar que él está bien junto a Xan y que pronto volverás a verles, es lo único que debe interesarte. Es bueno echar de menos a la gente a la que quieres, pero no te apenes, por que lo que consigues es apenarme a mí y si yo me pongo triste Kai también y Axel y Eri…- Le agarré de la barbilla.
-Venga, sonríe un poco, anda. Encima que estoy aquí contigo y que puedes abusar de mí lo que quieras.- Sonreí y le besé en la mejilla.



EDWARD
Solté una risotada y la abracé.
-Desde ahora hasta que lleguemos serás solo mía, y te emborracharás conmigo, ¿vale? Ahoguemos las penas en un poquito de alcohol. –sonreí, esta Saya… era la única que siempre me hacía caso, aunque tuviese a Kai con ella, nunca me perdía de vista.



SAYA
Sonreí y posé mis manos encima de sus brazacos, los cuales rodeaban mi cintura.
-Pues claro que me emborracharé contigo y bailaremos en torno a la hoguera y cantaremos…- Me reí.
-Nos lo pasaremos bien.


KAI
Miré a Saya y sonreí, al menos si a mí me pasaba algo, ella tendría a alguien más que a Kai para que la cuidasen, casi todos la querían, y eso era algo que me alegraba, pero que a la vez me repateaba, porque todos la querían para ellos, y yo la quería solo para mí…
Suspiré y miré de nuevo al frente, no debía preocuparme por eso, había dejado bien claro que me quería a mí.



AXEL
Nos tiramos caminando casi medio día… esto de buscar al guarida de Draco era un infierno, pero me lo pasaba bien junto con los demás.
-¡Yo-ho, Yo-ho! Un gran pirata soy…- Me sonaron las tripas.
-¿Paramos para comer algo?- Pregunté parando a mi caballo y sacando la bolsa que me había dado Nidy llena de comida.


EDWARD
-¡¡Síii, comida!! –me bajé de caballo y bajé a Saya en un santiamén, dejé el caballo a un lado y saqué mi bolsa donde guardaba la comida.
-Vamos, vamos, quiero comer, voy a encoger del hambre que tengo… -me senté en el suelo y empecé a buscar dentro de mi mochila algo para comer, saqué un gran bocadillo de lomo con queso.
-Voy a llorar de felicidad…


AXEL
Me senté en el suelo después de que mi hermosa Eri extendiese un mantelito en el suelo.
-Uy, que chuli, parece que vamos de picnic.- Me reí y dejé la mochila encima del mantelito.
-A ver que hay por aquí… ñam, ñam, galletitas saladas.- Saqué un bote con las galletitas.
-Pan artesanal, uuuuh, queso…lomo… a ver que más…- Saqué toda la comida que había en la mochila.
-Pues nada, que aproveche.


ERI
Cuando Axel vació su mochila pude ver una cajita en forma de corazón, alcé una ceja y la cogí.
-Vaya… -miré a Axel con una sonrisa.
-Pillín, ¿te has sacado una amante y me lo has ocultado? A ver de quién es. –la abrí, dentro había chocolatitos en forma de corazón y una notita que decía: “Si te aburres de tu mujer, yo estoy soltera ^^”
Se la entregué.
-¿A quién has seducido mientras dormía, ehh?


AXEL
Miré a Eri y cogí la cajita tirando la notita por ahí.
-Anda, ya tenemos el postre.- Sonreí dejando la caja con el chocolate a un lado del mantel. Miré de nuevo a Eri y señalé un sitio entre mis piernas.
-Ven aquí conmigo, reina mía.


ERI
Suspiré y me senté entre sus piernas.
-No sé por qué, pero ya casi no me importa que tengas admiradoras por todas partes a donde vas, y que te propongan esas cosas… -cogí una galletita salada y me la metí en la boca.
-¿Me estoy volviendo insensible?


AXEL
-Vamos a ver, Eri, ¿a caso yo tomo interés de esas pedorras? No, ¿verdad? Paso de ellas porque ya te tengo a ti. Solo son niñatas alocadas que nacieron el mismo día en el que se inventó el teléfono móvil, no me interesa ninguna- Cogí una galletita y la posé en sus labios.
-Sólo me interesas tú.- Sonreí.
-Abre esa boquita.


ERI
Sonreí.
-Haces que parezca una tonta… -cogí la galletita con los labios, mojando sus dedos también, sonreí pícaramente alzando las cejas y cogí una loncha de lomo con una sonrisa infantil.



AXEL
Sonreí y la besé en la mejilla mientras se metía en la boca una loncha de lomo.
-Ayyyy, madre, mi niña.- Me reí y la di otro beso en el cuello.
-Pues nada, ha jalar que tengo hambre.- Alargué la mano para poder picar algo sin soltar a Eri. Los demás nos miraban.
-¿Qué? ¿Qué pasa? ¿No puedo comer con mi chica entre mis brazos? Envidiosos…- Les saqué la lengua y volví a besar a mi reina.



EDWARD
Pasé la mano por la cintura de Saya y la pegué a mí.
-Yo no tengo ninguna envidia… -seguí comiendo mi bocadillo sin soltar a Saya, Kai ni se inmutó, o estaba muy concentrado con la comida o se sentía algo culpable por lo que había pasado antes.
-¿Sabéis a qué tengo ganas de jugar desde hace mucho tiempo? A la botella.


AXEL
Miré a Eddie y sonreí.
-Wooooo… si, si, eso mola, venga, venga, juguemos, si, si, por fi…- Estaba emocionado, era un juego muy divertido y emocionante… y más entre amigos.
-Yo me apunto.- Cogí una botella de agua vacía e hice espacio en el mantelito.
-Vamos, vamos, ¿quién se apunta?- Miré a Eri.
-¿Juegas, Eri? Será muy divertido, anda, venga…


ERI
Sonreí ampliamente y junté las manos emocionada.
-Sí, sí, juego, quiero verte besarte con Kai, espera que busco la cámara. –me levanté y busqué por mi bolsa, aunque no tenía cámara, podía usar el móvil, me volví a sentar entre las piernas de Axel.
-Vale, ya podemos empezar. –me reí.



AXEL
Sonreí y miré a Edward.
-Ya que has tenido tú la idea, haz los honores.- Miré a los demás. Esto iba ha ser muy divertido… Me froté las manos nervioso y miré a Eddie para ver como giraba la botella.



EDWARD
Me rasqué la nuca.
-¿Eso significa que tengo que empezar a besar yo? Me da miedito habiendo dos chicos en el grupo… -hice girar la botella, siguió girando un buen rato, la próxima vez le daré más flojo…
La botella se paró apuntando a Eri, que se puso roja. Sonreí como un cachorrillo.
-Ven aquí, princesita. –me acerqué y la di un pico, se rió nerviosa.
-Oh, venga, solo ha sido un piquito, ya verás cuando lleguen los morreos.


AXEL
Miré a Eri cuando se puso roja.
-Uuuuh, no te pongas rojita, cariñín.- Me reí y señalé la botella.
-Te toca tirar, nenita. Después tira al que hayas besado.- La guiñé un ojo.
-Vamos, campeona.


ERI
…¿y si me tocaba Kai? Me dio un escalofrío e hice rodar la botella, eso sería lo peor que podría pasar, que me tocara Kai, por lo demás…
La botella giró y paró señalando a Saya, suspiré aliviada.



AXEL
Miré la botella y abrí los ojos ampliamente cuando esta paró en frente de Saya. Sonreí y miré a la afortunada.
-Wooooooooo… beso entre tías, esto no me lo pierdo…- Me reí y miré a Eri.


SAYA
Miré la botella que paró frente a mí… luego a Eri.
-Vaya, tengo que besar a una mujer… es la primera vez, pero…- Me encogí de hombros y volví la mirad a Eri. Me puse de rodillas para poder acercarme a ella… por un momento se hizo el silencio entre los chicos mientras Eri y yo nos acercábamos para darnos el beso. Posé una de mis manos en el mantel poniéndome a cuatro patas e inclinándome hacia delante, agarré la nuca de Eri con suavidad y posé mis labios en los de ella.



ERI
Abrí los ojos ampliamente y me sonrojé cuando Saya me cogió así de la nuca, como si fuese a besarme de verdad en vez de darme un pico por el juego.


EDWARD
Abrí los ojos ampliamente y me tapé la nariz con las dos manos cuando empezó a sangrar.
-Oh, joder… -cuando se separaron me giré y busqué un pañuelo.
-Creo que seré feliz por semanas…


AXEL
Cogí el móvil y le di a la cámara, tenía que inmortalizar ese momento. Saya había besado a mí mujer y de una manera que se salí del juego… vaya dos…
Puse los ojos en blanco y me dejé caer hacia atrás.
-Gracias, Dios mío.- Me volví a sentar.
-Ya está.


SAYA
Miré la reacción de los chicos y la de Eri.
-¿Pero que pasa? Si solo ha sido un beso de nada, joder, como os ponéis por un simple piquito.- Me senté en mi sitio recostándome sobre una roca.
-Me toca, ¿verdad?- Asintieron, algunos emocionados y otros algo conmocionados.
Agarré la botella y la hice girar hasta que esta paró delante de Eddie.
-Vaya… mira que causalidad.- Miré a Eddie y sonreí.


EDWARD
Sonreí e hice que me echaba un spray en contra del mal aliento y la miré seductor.
-Me parece que me voy a poner las botas, chicos. ¿Vamos a otro sitio, Saya? Lo mismo te da reparo que todos nos vean. –alcé las cejas un par de veces sonriendo.



SAYA
Me reí y le miré poniéndome de rodillas de nuevo.
-A ver que te vas ha pensar tú que es esto, un piquito y vas listo, chaval.- Le agarré de la cara con mis dos manos y junté mis labios con los de él. Soltó un chispazo.
-Coño…- Me llevé la mano a la boca.
-Joder… Eddie, vas cargado, ¿eh?- Me reí y volví a acercarme.
-Intentémoslo de nuevo, y procura que no me de ningún calambre más.- Volví a agarrarle de la cara y le di un beso en los labios, esta vez no hubo chispazo… menos mal.



EDWARD
La agarré de la cintura y la tumbé en el suelo conmigo encima, sonreí cuando la tuve debajo de mí, nadie podía ver lo que hacíamos, Eri y Axel soltaron una exclamación, me reí mirando a Saya. -Oye, si quieren enrollarte conmigo de verdad… -alce las cejas.


SAYA
Miré a Edward cuando me tumbó en el suelo y él se puso encima de mí.
-Mejor no, gracias por la oferta, pero creo que con el chispazo y el beso voy servida.- Me reí y posé mis manos en su pecho empujando suavemente para que se quitase de encima.
Miré a Axel y a Eri que nos miraban alucinados.
-¿Qué?- Me encogí de hombros.
-Te toca, rubio.


EDWARD
Saqué la lengua y giré la botella, esperaba que volviese a tocarme alguna de las chicas de nuevo, no me gustaría besar a estos dos, porque era mi segundo turno no podía ser un pico…
La botella se paró en Kai, me tapé la boca como una niñita.
-Uhh… me ha tocado Kai…


KAI
Fruncí el ceño comiéndome un sándwich.
-En ningún momento he dicho que yo estuviese jugando, apechuga con… -Edward me abrazó y me besó en todos los morros, abrí los ojos como platos, la lapa no se separaba de mí.
Cuando por fin lo hizo noté que mi rostro estaba enrojecido, me tapé la boca con la muñeca.



EDWARD
Solté una risita divertida.
-Jiji, he besado a Kai, he besado a Kai. –canturreé marcándome un baile en mi sitio para mí sólo.


AXEL
Miré la cara que se le había quedado a Kai y empecé a descojonarme con ganas.
-¡Ayyyyy, que bueno, señor, que bueno!- Me llevé la mano al abdomen, me dolía de la risa.
-Que bueno, padre.- No podía parar.


SAYA
Eddie besó a Kai, al principio pensé que le pegaría un puñetazo, pero después… La risa de Axel se me contagió. Me tapé la boca con las manos sin parar de reírme.
Miré la botella y se la entregué a Kai.
-Al menos no te ha dado un chispazo como a mí. -Sonreí controlando la risa.
-Te toca tirar, y no digas que no juegas por que te estás divirtiendo tanto como nosotros.- Le guiñé un ojo.
-Vamos, con un poco de suerte, puede que te toque besarme a mí.- Volví ha sentarme en mi sitio.



KAI
Me tapé la cara con una mano.
-Ni de broma, si quiero besarte a ti lo hago cuando me de la gana, no pienso volver a tirar la botella y que me toque Axel, me niego. –Edward cogió mi mano y la puso sobre la botella haciendo que girase.
-¡¿Qué haces?! –la botella paró en Axel.
Me di la vuelta.
-Me niego en rotundo, no pienso hacerlo, no.


AXEL
Aún seguía descojonándome, pero… la risa cesó cuando vi que la botella paraba delante de mí.
-… ¡no! ¡No quiero, no quiero besar a ese cubito de hielo! Prefiero pagar prenda…- Miré a Eri y Edward que me miraban con los brazos cruzados… ellos se había sacrificado, ahora me tocaba apechugar a mí…
Puse los ojos en blanco y me acerqué a Kai.
-Temiendo lo que después me hagas… lo siento.- Agarré a Kai de los hombros, le giré y le di un piquito. Me retiré asqueando.
-¡Puaj, no, que asco, tiene los morros helado! ¡Saya! ¡¿Cómo puedes besar a eso?!


KAI
Escupí en el suelo y me giré con el puño alzado.
-¡¡Iros todos a tomar por culo!! ¡Al próximo que me bese le empalaré! –me froté los labios con la manga de la camisa.
-Por Dios, qué asco, seguro que me salen ampollas.



SAYA
Puse los ojos en blanco y me levanté poniéndome delante de Kai. Posé mis manos en sus hombros he hice que se sentase de nuevo.
-Es solo un juego, Kai.- Sonreí.
-No seas tan soso.- Volví a mi sitio.
Le tocaba a Axel tirar. La botella rodó varias veces hasta que paró… Eddie.



EDWARD
Hice que me sonrojaba y posé un dedo en mis labios, coqueto.
-Vaya, amorcito, parece que el destino vuelve a unirnos… -me puse a cuatro patas con el culo en pompa y le puse morritos.
-Ven a probar de tu Eddie…


AXEL
Le miré y tan rápido como pude, le di un piquito.
-Ala… que después me pongo tontorrón y sabes que soy incapaz de parar… después viene lo que viene y yo soy una chica muy joven e impulsiva, así que… tira la botella que te toca.- Dije todo eso con voz de niñita buena.



EDWARD
Me reí e hice girar la botella.
-Vaya… -le había tocado a Eri otra vez.
-Eri… siento decirte que… a mí ya me toca morreo… -dije rascándome la nuca. Eri estaba entretenida mirando el móvil con un algodón en la nariz, me miró se puso roja y suspiró, pero se acercó y fue ella la que me besó, y cómo me estaba besando la tía…
Abrí los ojos como platos y se separó, volviendo a su sitio, estaba como un tomate.



AXEL
Me quedé flipado… ni si quiera a mí me había besado así nunca.
La miré cuando se sentó a mi lado…
-Joder, que empeño pones con Eddie… a ver si me toca a mí con Saya, que esta deja al fresquito y se viene con el volcán en un decir si, así que Eri, tira la botellita…- Ya me había picado.


ERI
Agarré a Axel del brazo.
-Pero cielo… No te enfades, encima que me suelto un poquito… -giré de nuevo la botella, volvió a tocarle a Saya, me rasqué la cabeza.
-Esto está trucado, vuelve a repetirse todo…


AXEL
Sonreí y me senté, este si que no me lo perdía por nada del mundo, este era un morreo en toda regla.
-Ala, chicas, empezad.- Sonreí emocionado, como siguiesen así tendría que irme detrás de un árbol o… me daría algo.



SAYA
Miré la botella y después a Eri. Sonreí y alcé una ceja.
-Bueno, Eri, creo que nos toca.- Ronroneé y me acerqué hasta ella sinuosa.
-Me moría de ganas.- Sonreí de nuevo al ver que se ponía colorada. Me puse frente a ella y la agarré de la nuca como antes. Miré a los chicos que nos miraban atentos. Solté una pequeña risotada y volvía mirar a Eri.
Junté mis labios con los de ella, pero esta vez atrapé entre mis labios su labio inferior.


EDWARD
Me tapé la boca y preparé un pañuelo para la sangre que derramaría por la nariz, miré atento, esperaba que alguien lo estuviese grabando, ya no era un beso entre dos chicas, un morreo entre Eri y Saya…
Ya podía morir tranquilo.


AXEL
Miré atento como Saya morreaba a mi mujer. Lo hacía con garbo, recorriendo cada centímetro de los labios de Eri…
-Tío… esto es el paraíso…- Seguí mirando atento… estaba embobado.



SAYA
Abrí los ojos cuando me separé de Eri tirando de su labio inferior cuando dejé de besarla. Carraspeé cogiendo aire y me senté de nuevo en mi sitio.
-Sois unos cortados…- Les miré y alcé una ceja.
-Eso es un beso.


ERI
Fruncí el ceño cerrando los ojos, aunque Saya fuese muy lanzada, sus besos no me gustaban, prefería los de Axel. Me giré y le miré.
-¿Sabéis? Me he cansado de jugar a la botella, ahora elijo yo a quien beso. –me acerqué a Axel, rodeé su cuello con mis brazos y le besé haciendo que cayese sobre el césped conmigo encima de él, oí risitas, pero no me separé de sus labios.



AXEL
Agarré a Eri y me senté de nuevo.
-Eh, eh, eh, vale, Leona, tranquila. A ti no te parecía mal jugar a esto, así que ahora no te rajes por que te de miedo que Saya te bese.- La miré.
-Si ves que el juego es demasiado para ti, pues no juegues… eres demasiado inocente con estas cosas.- Negué y suspiré.


ERI
Fruncí el ceño.
-El inocente serás tú, yo no soy la que se ha picado cuando has besado a nadie. –me aparté de él y volví a sentarme, esta vez al lado de Edward, que me miraba algo asombrado por mi reacción.



AXEL
Me reí sarcástico.
-Perdona Eri, pero yo no me he picado porque hayas besado a nadie, eres tú la que se ha acojonado por la forma de besar se Saya, te hemos visto todos. Me da igual con quién te beses, como si te quieres tirar a Edward, pero no me digas que soy yo, porque la que se ha hecho caquitas encima has sido tú.- Me crucé de brazos y me levanté.
-Voy ha mear, ¡ah, no! Ha orinar…- Dije de nuevo con sarcasmo… Eri seguía siendo una niñita de preescolar…



ERI
Miré a Axel mientras se iba, miré la botella, sabía que Eddie tenía su mirada clavada en mí, posó su mano en mi hombro, pero me levanté.
-Lo siento, chicos, no me apetece jugar más… -me marché cogiendo el caballo, fui a buscar un estanque para que bebiese.



SAYA
Suspiré sin decir nada… pues vaya tela, no se podía jugar con esos dos a nada. Me tumbé a un lado encima del césped mientras Eri se iba con el caballo… Axel se había picado y Eri parecía asustada por el beso que la había dado… pero si solo era un juego… esta chica siempre se impresionaba con cualquier idiotez o niñería…
-¿Y esta noche pensáis montar el botellón con este ambiente?-Pregunté, si ya estaban mosqueados, no me los quería imaginar borrachos…



EDWARD
Me rasqué el cogote.
-De verdad, os picáis por cualquier cosa, sois unos críos los dos, los dos. –repetí para que Axel me oyese y me tumbé con la cabeza apoyada en las piernas de Saya.
-¿Me das otro? –puse morritos.



SAYA
Me reí y le miré.
-Lo siento, rubio, pero el juego se ha acabado, ya no hay más botella que girar.- Me encogí de hombros jugueteando con su flequillito rubio.
-Además, ya te he dado uno, el único que no se ha llevado un beso mío es Axel, gracias a Dios, y mi Kai…-Me levanté.
-Si me disculpas.- Sonreí y me acerqué a Kai que pasaba del tema. Me puse detrás de él y empecé a darle besitos por la nuca y el cuello.
-Hola, hombre de hielo, ¿tú no quieres que te coma los morros?- Esperaba que no se hubiese mosqueado él también…



KAI
Fruncí el ceño y miré a Saya, solté una risotada.
-Como a mí ya me tienes muy visto no me quieres dar ya besitos… -puse cara de tristón. Me fijé en que Edward la seguía haciendo morritos, le di un golpe en la boca.
-Quita, plasta.


SAYA
Miré a Kai y fruncí el ceño.
-Ohm, con que crees eso, ¿eh? ¿Qué ya no te doy besitos?-Le agarré de los hombros haciendo que se recostase sobre mis piernas, posé una mano bajo su mentón y le besé agarrando con mi otra mano su nuca. Le besé de manera que su aliento gélido se introdujese en mí boca, agarré sus labios con los míos con fuerza acariciando su lengua con la mía.



EDWARD
Puse los ojos en blanco y me levanté.
-Si queríais que me fuese, haberlo dicho, no hacía falta que me mandaseis indirectas. –sonreí, al menos ellos ahora estaban bien. Cuando estaban bien unos, los otros estaban mal, ¿por qué no podíamos estar todos bien? Se suponía que éramos amigos, y, bueno, entre ellos, matrimonios. Parecía que era juntarnos y destrozarse todo lo que nos unía…
Me apoyé en el árbol al lado de Axel, lejos de Kai y Saya, para dejarles intimidad.


AXEL
Me asomé por detrás del árbol y vi como Saya le comía la boca a Kai.
-Ala… parece que Saya se ha quedado con las ganas de comerse a Kai entero…- Volví a apoyarme en el árbol.
Vi que Edward estaba allí también.
-Estos van a durar lo suyo, seguro que empiezan con los besos y siguen con otras cosas y no me apetece verles ahí dándole al tema… ¿te apetece dar una vuelta?


EDWARD
Me encogí de hombros.
-Claro. –me incorporé y comencé a caminar, seguido de Axel. En el fondo, me sentía algo aislado en el grupo. Unos se tenían a otros, y todos me tenían a mí, pero… no era lo mismo.
Por suerte, de vez en cuando podía estar así con alguno, aunque siempre era con Saya y como mucho, con Eri, porque muchas veces acababa consolándola yo.
Metí la mano en mi bolsillo y saqué mi paquete de tabaco.
Suspiré y miré a Axel.
-Esto es un mal vicio, no lo pilles. –me metí un cigarro en la boca.
-¿Me daf fuego? –le pregunté señalando el cigarro, el cual me quité un momento de la boca.
-No te asombres porque fume, soporto mucha más presión de la que crees, esto me relaja, y no fumo todos los días… -sonreí.
-Sé que no me has preguntado nada, pero quiero aclararlo antes de que te asustes.


AXEL
Me encogí de hombros y encendí una llamita en mi mano con la que se encendió el cigarro.
-¿Por qué me iba a asustar? Yo antes fumaba… la verdad es que empecé muy joven, lo que pasa que al conocer a Eri lo fui dejando…- Apagué la llamita y bajé la mano metiéndola en el bolsillo de mi pantalón.


EDWARD
Sonreí y di una calada.
-Es que no sé cual es el verdadero concepto que tenéis de mí… pero creo que es bueno, y no quiero estropearlo. Sé que esto es una gilipollez y no debería preocuparme, pero… -me encogí de hombros.
-No sé, me da cosa, no me tomes en serio… -me metí el cigarro en la boca y las manos en los bolsillos.


AXEL
Asentí y le miré.
-Si, es una gilipollez.- Me reí levemente y seguí caminando.
-Yo te tomo en serio, Edward, eres mi mejor amigo, al primero que conocí… nunca podría pensar nada malo de ti, fumes o no fumes.- Me encogí de hombros de nuevo bajando la mirada al suelo.


EDWARD
Me saqué el cigarro de la boca y miré a Axel extrañado.
-Espera… pensé que tu mejor amigo era Kai, y además fue al primero de los cuatro al que conociste, con seis añitos nada más, ¿o me equivoco? –volví a meterme el cigarro en la boca.



AXEL
Miré a Edward.
-He conocido a Kai antes que cualquiera, pero él y yo no éramos amigos, por eso digo que al primero que conocí y el que se hizo mi mejor amigo fuiste tú… Kai y yo siempre hemos sido rivales, ahora menos, pero aún sigue existiendo una… rivalidad. - Suspiré y le pegué una patada a una piedra.


EDWARD
Bajé la cabeza.
-Eso… no me gusta, Axel… Pensar que yo soy tu mejor amigo no creo que sea lo normal, yo no he hecho cosas suficientes para ser tu mejor amigo… Sé que Kai tampoco ha hecho gran cosa, pero… no sé… -di una calada.
-En fin… es tu opinión…


AXEL
Le miré y bufé.
-¿Cómo que no? Tú me has dado mucho consejos, eras y sigues siendo la voz de mi conciencia, a lo Pinocho y Pepito Grillo, pues es así… Kai y yo siempre nos hemos llevado mal, no nos soportamos, dime, ¿crees que a Kai le puedo pedir algún consejo? ¡No! Se lo tomaría a guasa y empezaría a decir gilipolleces como: “Anda, mechero, date el piro” o “¿Pero que me preguntas a mí, llamitas?” Le conozco muy bien, en cambio a ti te he pedido muchos consejos y me los has dado, consejos sobre Eri, sobre Kai, sobre la amistad, muchas cosas… por esos eres mi mejor amigo Edward…- Respiré hondo… estaba atacado de los nervios…
-Olvídalo, según tú eso está mal, el que te considere mi mejor amigo… ¡Pues no! ¿Sabes qué? Eres más que mi mejor amigo, eres como un hermano mayor para mí… el hermano que nunca tuve, ¿eso también te parece mal?- Le miré frunciendo el ceño.


EDWARD
Bajé la cabeza.
-No… supongo que no está mal, pero… Joder, me siento culpable, Kai no tiene amigos, es un tío amargado, y él te considera su mejor amigo aunque os piquéis siempre… Por eso me parece injusto que teniéndoos a todos vosotros yo, una cosa que tenía Kai se la quite, y encima no dejo de picarle con Saya… -cerré los ojos y di otra calada, yo y mis crisis personales.
-Olvídalo, me pongo melodramático de vez en cuando…


AXEL
Le miré y fruncí el ceño extrañado.
-Será el tabaco…- Bufé de nuevo dándole otra patada otra piedra haciendo que chocase contra el tronco de un árbol.
-Kai tiene a Saya, yo a Eri y tú a Xan, aunque esté lejos de aquí sabes que te sigue queriendo al igual que tú a ella, pero eso no quita que aún te consideré mi mejor amigo, si tanto te molesta eso, lo siento…- Me di la vuelta alejándome de Edward.
-Voy a dar una vuelta yo solo…


EDWARD
Me rasqué la frente.
-Eh, Axel… -cuando se giró sonreí.
-Gracias… por considerarme tu mejor amigo… -sonreí y me metí el cigarro de nuevo en la boca, metí las manos en los bolsillos y volví sobre mis pasos, pensaba que podía ayudar a todos, pero… no era así.


SAYA
Todo el mundo se había ido, Edward y Axel por un lado, Eri por otro… Suspiré mientras me encargaba de atar a los caballos a un par de árboles, ya que pasaríamos allí la noche.
Até al caballo de Kai en un árbol cerca de un riachuelo, no me di cuenta de lo cerca que estaba del animal hasta que mi mano se posó en su hocico el cual acariciaba... ¿cuándo había perdido el miedo a estos animales?
El caballo me lamió en todo el cuello y más abajo empapándome la camiseta.
-Ala, si lo llego ha saber te acaricia tu madre…


KAI
Me reí mirando a Saya.
-Eso es el karma, a mí me estornuda, a ti te lame, debe ser que te ha cogido cariño, eres muy maja cuando no estás cabreada… -esperé que eso no la sentara mal, siempre hablaba sin pensar.


SAYA
Le miré quitándome la baba del caballo.
-Ja, ja, ja, ja, que gracioso eres, Kai.- Me incliné y me eché un poco de agua en el brazo y el cuello. Me aparté del caballo y me acerqué a Kai.
-Con que soy maja cuando no estoy cabreada, ¿eh?- Pasé por detrás de él dándole un azote en el culo.
-Pues no me cabrees si quieres que siga siendo maja.


KAI
Sonreí, la cogí de la mano, tiré de ella y la besé agarrándola de ambos brazos, olía a caballo, la verdad, pero bueno…
Me separé levemente.
-No te cabrees, anda…



SAYA
Le miré y sonreí.
-Me cabrearé si no me dejas ir a darme un bañito, huelo a yegua y paso de ir oliendo a yegua por ahí, ¿qué pensarán de mí?- Le di un besito en la nariz y cogí mi mochila con la ropa limpia.



KAI
Sonreí.
-Haz lo que quieras… Eres libre, ¿no? ¿O prefieres que te ponga una correa? A lo mejor así no te me escapas. –sonreí de nuevo y me senté en el mismo sitio de antes, ya se habían ido todos.


SAYA
Le miré mientras me alejaba.
-Déjame lo de las correas a mí.- Le guiñé un ojo y me alejé hacia el río… así le dejaría con la duda y con la incógnita… ya lo averiguaría el día de su cumpleaños.



KAI
Miré hacia atrás, conociéndola, me daba mucho miedo lo que quería decir con eso, aunque no sabía exactamente de qué se trataba, pero algo relacionado con ponerme una correa a mí, temblé, ¿qué tendría previsto para mañana?


AXEL
Volví cuando empezó a refrescar y a anochecer, me había tirado prácticamente toda la tarde fuera.
Reuní un par de troncos que había tirados por ahí y encendí una buena fogata para calentar la cena y mantenernos a nosotros calientes.
Me senté a un lado, apoyando la espalda en una roca, y con un palo cualquiera empecé a remover la leña para que cogiese bien las llamas.


KAI
Abrí los ojos, estaba medio dormido cuando oí a Axel. Me incorporé.
-Vaya, si alguien ha vuelto… -me rasqué la nuca.
-¿Y el resto de la gente? Parece que os habéis ido todos y nos hemos quedado solos cada uno… -me estiré.



AXEL
Miré a Kai un momento sin dejar de mover la leña con el palo.
-Si… me apetecía dar una vuelta…lo siento si te ha sentado mal o… no sé…- Le miré de nuevo.
-Además, me he ido por que estabas en plan cariñoso con Saya, no me apetecía ni molestar ni ver como os dabais el filete…- Suspiré esbozando una leve sonrisa.


KAI
Puse los ojos en blanco y me apoyé en un árbol.
-Tampoco pretendíamos que os fueseis todos y no volvieseis. –le miré.
-¿Y los demás dónde están? Saya dijo que iba a darse un bañito en el lago, pero… -miré mi reloj.
-Me parece que lleva mucho rato ahí, ¿no se habrá ahogado?



AXEL
Me encogí de hombros.
-Estará haciéndose unos largos, ya sabes como es… se mete en el agua y no hay dios que la saque de ella…- Suspiré y miré al frente cuando escuché pasos.
-Ohm, mira, parece que no se ha ahogado.- Volví la mirada al fuego cuando vi aparecer a Saya entre los árboles, iba con la ropa limpia pero con el pelo empapado.
-Seguro que tiene los dedos arrugados, como los viejos


SAYA
Llegué un poco tarde, había anochecido, pero una vez metida en el agua se me pasaban las horas volando.
Llegué secándome el pelo con la toalla y con mi mochila sobre el hombro.
Axel y Kai estaban sentados alrededor de una hoguera.
-Hola.- Me acerqué y me senté en una roca al lado del fuego junto a los demás.



KAI
Cogí a Saya de la cintura y la acerqué, colocándola entre mis piernas, la besé en la mejilla y empecé a secarla el pelo yo mismo.
-¿Qué hay de cena? ¿Nos vas a preparar un suculento festín, o nos conformamos con las típicas nubecitas a la hoguera? –la miré apartando la toalla de su cara.


SAYA
Sonreí y apoyé las manos en sus rodillas mientras me dejaba secar el pelo por Kai… algo raro en él, ya que era yo la que siempre se encargaba de secarle después de ducharse… me gusta cuidar de mi otro niño pequeño.
-De la cena se encarga Eri, sabes que ella cocina muy bien. Pero las nubecillas están buenas…


KAI
La di un beso en el cuello y seguí secándola el pelo, y de vez en cuando la daba besitos en la nariz. -¿No me vas a cocinar nada? Pues vaya, me he casado con una mujer que no me va a cocinar nunca… -puse carita triste.
-Pues yo soy un inútil en la cocina, menos mal que en casa había sirvientas.



SAYA
Le miré de reojo.
-Ohm, ¿te refieres a esas mujeres que trabajan para ti y a la vez se te insinúan y de vez en cuando, solo se vez en cuando, te hacen algún que otro trabajito sexual? Si, seguro que te refieres a esas…- Volví la mirada al frente.
-Yo cocinaré para ti cuando tus sirvientas dejen se intentar seducirte.


KAI
-Saya, ¿cómo quieres que haga yo eso? Si soy un casanova no tengo la culpa… -sonreí.
-No, joder, no sé qué puedo hacer, les parezco atractivo, anda que no has visto cómo te miran los cocineros… -seguí secándola el pelo.



SAYA
Le miré y alcé una ceja.
-Pues no me he fijado en eso… no sabía que los cocineros me miraban…-Me encogí de hombros y apoyé la nuca en su hombro.
-Bueno… si quieres que aprenda a cocinar para que te fijes más en mí… puedo intentarlo…- Dije con una vocecilla infantil.
-Pero no prometo nada… nunca he cocinado.- Alcé la cabeza hacia atrás para poder mirarle.



KAI
Sonreí.
-La verdad es que tú me pones mucho más en la cocina que todos esos cocineros con bigote y gorros altos. –la besé en el cuello cuando volvieron Edward y Eri.
-Vaya, parece que toca cenar, aunque yo ya estoy servido.



SAYA
Encogí el cuello cuando Kai empezó a besarme.
Edward y Eri regresaron, menos mal, ya estábamos todos.
Miré a Eri, se había mosqueado con Axel y no sabía si le había molestado que yo la besase en el juego…
Me giré y miré a Kai.
-Voy con Eri, quiero hablar con ella.- Le agarré de la nuca y le besé.
-Cómetelo todo y se bueno, ¿eh?- Sonreí y le di otro beso más corto.- Qué no tenga yo que enfadarme…- Entrecerré los ojos y me levanté.


KAI
Sonreí y cuando se levantó la di en el culo, rápidamente me separé riéndome y empecé a buscar la cena por las bolsas, por suerte teníamos alguna lata de algo, aunque, la verdad, echaba de menos la comida de Kara…



SAYA
Me acerqué hasta Eri sentándome a su lado. Apoyé la espalda en un tronco encogiendo las piernas contra mi pecho.
-Hola.- La miré y sonreí levemente.
-¿Dónde has estado? No me lo digas, el caballo tenía mucha sed…


ERI
Bajé la cabeza y miré al suelo.
-He estado paseando con el caballo, después me he encontrado con Edward y hemos estado hablando. –busqué el agua en mi mochila, había estado toda la tarde fuera y no había bebido nada.



SAYA
Asentí y la miré.
-Lo siento si te ha molestado que te haya besado antes… pero que sepas que solo ha sido un juego, no pensaba que llegaría a molestarte, en serio… si lo he hecho… perdona…- Suspiré y apoyé la nuca en el tronco.



ERI
Miré a Saya con el ceño fruncido.
-¿Qué? Saya, no me ha molestado, sólo estábamos jugando, y he hecho igual con Edward, no me importa… -miré de nuevo al suelo.
-Me apetecía que, después de besaros a todos, por suerte saltándome a Kai… pues besar a Axel, llevábamos un rato jugando y pensé que no pasaría nada, pero parece que os he hecho pensar en algo equivocado, lo siento…


SAYA
Me encogí de hombros.
-No sé, Eri, tanto tú como yo somos muy distintas y bueno, tu reacción y el besar después a Axel ha parecido como si yo estuviese intentando matarte o algo así.- La miré.
-Creo que estos tipos de juegos te vienen un poco grandes, te sonrojas en seguida… no sé…- Dirigí la mirada hacia la hoguera.
-Ya te digo, somos demasiado distintas y tus reacciones me chocan un poco…


ERI
-…Mis reacciones descolocan a todo el mundo, nadie llega a acostumbrarse nunca, he intentado cambiar… pero no puedo, es mi personalidad… -apoyé la cabeza en mis rodillas.
-Pensé que Axel se había casado conmigo porque era capaz de soportarme a mí y mi propia personalidad, pero no sé por qué, no termina de aceptarme. –cerré los ojos.
-Yo ya no sé qué hacer, las veces que he intentado cambiar no pensé ser yo misma, por eso no me esforzaba en ello… -suspiré.
-Me gustaría ser como tú, Saya… Tú siempre sabes reaccionar y tomarte las cosas con calma, tampoco eres infantil y ñoña… te envidio por cómo eres…


SAYA
La miré.
-Pues no tienes que envidiarme, eres como eres y ya está… lo que pasa es eso, no te pido que cambies, así eres tú, pero… intenta tomarte un juego pues como eso, un juego… debes probar cosas nuevas y no hacer siempre lo mismo… creo que sigues encajada en los quince y de ahí no sales…- Desvié la mirada.
-No te lo hecho en cara, Eri, pero es mi opinión.- Miré a Axel.
-Axel ha demostrado muchas veces ser un infantil degenerado, pero se toma las cosas de manera relajada, siempre con humor. Deberías aprender de él.


ERI
Cerré los ojos de nuevo.
-Yo no soy tan simpática y feliz… Él es pura alegría y diversión, es amigable y cariñoso… creo que por eso empecé a enamorarme de él… Pero aún no sé qué vio él en mí… -intenté no ponerme a llorar, era lo que me faltaba ahora, que al intentar demostrar que no era una niña me ponía a llorar por nada…


SAYA
La miré y luego a Axel de nuevo.
-Pues no sé… eso tendrás que preguntárselo tú a él. Yo veo cosas buenas en ti, eras más cariñosa que yo, muchísimo más abierta que yo, mimosa, sensible, sentimental, afectuosa, cálida… a mi me faltan todas esas cosas… soy incluso más fría que Kai y lo tengo demostrado.-Miré a Eri.


ERI
Miré a Saya.
-Eso no es cierto… Lo que pasa es que con el tiempo… ambos habéis sufrido mucho, y habéis cambiado con reacciones distintas. Él ahora es más sensible, al menos cuando se trata de ti, y tú eres más fría porque aprendiste de él, pero, si no fuese por las pequeñas regañinas que tenéis de vez en cuando, estoy segura de que seríais la pareja ideal, siempre juntos y os queréis tanto… -bajé la mirada de nuevo.
-En fin… todos somos muy distintos, pero yo no seré capaz de cambiar a mejor nunca, está comprobado que siempre seré una niña llorica…


SAYA
Sonreí y pasé mi brazo por detrás de sus hombros para que apoyase la cabeza en mi hombro.
-No, eso no es verdad. No eres una niña llorica, como le tengo dicho a Kai, eres una chica sensible.- Sonreí y la miré.
-Y ahora dame un beso que me siento cariñosa y el SOSO de mi marido no me da cariñitos.- Me reí y le di un pico a Eri. Los tres mariachis se nos quedaron mirando. Sonreí.
-¡¿Y vosotros que miráis?!- Abracé a Eri haciendo que se tumbase en el suelo conmigo encima e hice que la estaba besando.
-¡Dios, Eri, como me pones!- Me reí y empecé a hacerla cosquillas para animarla un poco.


ERI
Me reí cuando empezó a hacerme cosquillas, eso era trampa.
-Para, no, cosquillas no… -le pedí tapándome las costillas, intenté huir, pero no me dejó, lo que quería es que me animase, aunque ya lo había conseguido, pero me estaba torturando.
-Sayaaaaaaa…


SAYA
-¿Qué? ¿Decías algo? Es que como no paras de reírte no te escucho bien.- La miré y me reí.
-¿Por qué te ríes? Si no te estoy haciendo nada.- Sonreí y paré de hacerla cosquillas. La agarré del brazo y tiré para ayudarla a sentarse de nuevo.
Los chicos nos miraban alucinados.
-¿Qué?- Me tumbé y apoyé la cabeza en las piernas de Eri.
-Es mi amante, si, somos lesvis, y sí, jodete Axel, la tienes insatisfecha… menos mal que estoy yo aquí.- Miré a Kai y me encogí de hombros.
-Los siento por ti, Kai, es verdad que me lo pasaba bien contigo, pero con Eri me lo paso de puta madre, ¿verdad, rubia mía?- Miré de nuevo a Eri, seguro que se había puesto rojita.



ERI
Me quedé mirando a Saya algo confundida y acto seguido empecé a reírme, cogí una de sus manos entre las mías.
-Sí, sois unos pringados, llevamos años poniéndoos los cuernos y no os enteráis, perdedores. –les saqué la lengua y abracé la mano de Saya contra mi rostro.
-Saya me da todo lo que quiero.


AXEL
Miré a las dos Marías. Sonreí pero en seguida me puse serio y miré a Saya desafiante.
-¿¿Qué?? – Me levanté de un salto haciendo que Saya retrocediese rápidamente… parece que se había asustado de verdad, me aguanté la risa, no quería pifiarla.
-¿¿Has estado tirándote a mi mujer?? Pues que te quede claro, guapita… ¡el único que lo come la almeja a mi mujer soy yo!- Me acerqué a Saya agitando una botella de champán la cual estaba metida en la mochila de Kai, la descorché haciendo que el líquido saliera a presión empapando a Saya por completo.
-¡¡Siiiii, woooooooo!! ¿¿Y ahora qué??- Me reí y acto seguido apunté hacia Eri que intentó huir, pero la pillé y empecé a mojarla también.



ERI
Me tapé la cabeza intentando huir de Axel.
-¡No, no! ¡Axel! Eres un salido, sólo quieres ver nuestras camisetas mojadas, por eso me voy con Saya… -corrí con Saya y la abracé de forma que pareciese que me protegía.
-Voy a abandonarte por Saya. –apoyé mi cabeza entre sus pechos, sabía que eso sólo le picaría más.


AXEL
-¡Eh, eh, eh! Aparta la cabeza de esos dos pechos voluminosos o te juro que… que…- Miré la botella.
-Vaya… me he quedado sin champán…- Las miré dejando la botella a un lado.
-Esto, chicas, que era broma, yo…- Solté una risotada nervioso ahora que tenían oportunidad, vendrían a por mí.
Me giré para salir corriendo pero sentí como Saya se subía encima de mi espalda y me hacía caer de boca al suelo. Eri se acercó con otra botella… ¿de dónde coño sacaban el champán?
-No, Eri, seré bueno, haré lo que quieras, pero no me empapes con eso…- Cerré los ojos y me cubrí la cara esperando lo peor.



ERI
Sonreí y abrí la botella de champán y le amenacé con echarle el contenido sobre la cabeza. Cuando apartó sus manos le besé en la nariz con una sonrisa.
-¿De verdad crees que soy tan mala? –dejé la botella de champán a un lado, pero vacié una de agua sobre su cabeza.
-El champán es muy caro para malgastarlo así, prefiero empaparte con agua, es más barata… -cogí la botella de champán y me levanté alejándome.


AXEL
-¡No, agua no!- Lloriqueé como un bebé cuando Eri me echó el agua por la cabeza.
Saya se levantó dejando que me levantase yo. Las miré sintiendo como el agua de mi cabeza se evaporaba haciendo que saliese humo por el vapor.
-Sois malvadas, nos torturáis de esta manera y encima a mi me mojas con agua.- Dije mirando a Eri.
-Pues por listas, os quedaréis así, empapadas, pegajosas y dulzonas…- Miré a ambas y tragué saliva.
-Dios, que buena idea he tenido con el champán.- Miré a Kai y a Eddie.
-Señores, os presento a las Mises Camisetas Mojadas.- Me reí y aplaudí.



ERI
Le fulminé con la mirada.
-Pues fíjate, que sólo por jorobarte, me voy a quitar la camiseta. –agarré los extremos de mi camiseta, pero Eddie sacó mi móvil para grabarlo, me detuve y le miré con el ceño fruncido.
Suspiré.
-Qué más da… -me quité la camiseta y se la tiré a Axel, sonreí.
-¿Ahora qué Miss soy?


AXEL
Agarré la camiseta de Eri y sonreí cuando la aparté para mirarla.
-Jo, Eri, ya que estás, quítate también el sujetador, así mucho mejor.- Me reí.
-También estará mojado, vamos, digo yo.- Dije haciéndome el indiferente.
-Y si crees que así me vas a joder más, estás equivocada, nena, disfruto de las vistas.- La guiñé un ojo.


SAYA
Miré a Eri y sonreí.
-Veo que te lo tomas todo al pie de la letra.- Dije para que solo me oyese ella.
-Yo me la quitaría, pero resulta que no llevo sujetador…- Me crucé de brazos colocándolos delante de mis pechos que se marcaban debajo de la camiseta… y encima estaba mojada…



KAI
Fruncí el ceño.
-Saya, todos aquí hemos visto tus pechos, y si lo haces por mí tú tranquila, no me importa que te despelotes. –sonreí y me cubrí la nuca por si le daba por venir a pegarme.



SAYA
Miré a Kai y entrecerré los ojos.
-No, tranquilo, sosainas, no lo hago por ti…- Puse los ojos en blanco y negué con la cabeza… la verdad es que este hombre me descolocaba a veces. Había ocasiones que se negaba en rotundo a que hiciese locuras y ahora le daba igual…
Cogí mi mochila y me fui detrás de un árbol para cambiarme de camiseta, que era lo que más se me había mojado.



EDWARD
Miré a Kai.
-Te dije que era muy cantoso y que no lo haría si se lo dices así, tonto… No te daré mi Bayleys. –Kai se quedó afligido y sonreí abriendo la botella y bebiendo a morro, sonreí notando que mis mofletes cogían algo de color.
-Ahhhhhh, ricoooo. –di otro traguito.


AXEL
Miré a Edward y le señalé.
-Eh, eh, beber con el estómago vacío aviva más la borrachera, será mejor que cenemos algo.- Me acerqué al árbol donde estaba Saya cambiándose de ropa.
-Hermosuuuura.- Dije canturreando.
-Es la hora de cenar, tetitas de ángel.- Asomé la cabeza detrás del troncó encontrándome con Saya sin camiseta.
-Wooo, bonitas vistas.- Saya chilló propinándome una bofetada en la mejilla… me retiré del árbol con la mejilla enrojecida.
-Me… me ha pegado…- Dije sentándome en un lado.



ERI
Fulminé a Axel con la mirada.
-Lo más normal del mundo después de darte una patada en los huevos. –cogí una lata de atún y empecé a comer.
-No te pego porque soy yo la que está medio en pelotas…


AXEL
-P…pero… solo iba a avisarla para cenar… jo, no es culpa mía que se despelote detrás de un árbol. ¡Anda que no hay árboles!- Saya pasó por mi lado golpeándome la nuca con su mochila.
-Ala… burra…- Fruncí el ceño metiéndome el la boca una patata frita de bolsa.


ERI
-Si no aprovechases todas las oportunidades que tienes para ver a Saya desnuda te iría mucho mejor, un día te acabará haciendo daño de verdad y llorarás, y yo apoyaré a Saya… -seguí comiendo sin dejar de mirarle.


AXEL
Miré a Eri metiéndome otra patata en la boca. Entrecerré los ojos y desvié la mirada hacia otro lado.
-Mujeres, si no queréis que os veamos desnudas pues no os quitéis la ropa en lugares en los que es imposible no veros…- Un tomate se me espachurró en la nuca. Miré a Saya que miraba a otro lado disimulando.
-…Puaj…


KAI
No pude evitar empezar a reírme, Saya había empleado la misma técnica que usé yo hacía un año, estampando un tomate contra la nuca de Axel, me entró la risa floja y empecé a destornillarme, llevándome la mano al estómago.


AXEL
-Ja, ja, ja, ja, pues yo no me río…- Me llevé la mano a la nuca que se me pringó con el jugo del tomate.
-Me ha puesto perdido…- Me quité la camiseta ya que se me había manchado también.
-Menuda guarrería.- Miré a Saya que se aguantaba la risa.
-Pues que sepas que tus tetas no son gran cosa…- Me levanté para poder lavarme la camiseta.


KAI
Me limpié una lágrima que caía a causa de la risa.
-Perdona, Axel, pero las tetas de Saya son preciosas, y si cabe decirlo, más bonitas que las de tu mujer, todo hay que decirlo, porque… está un poco plana.


ERI
Miré a Kai entrecerrando los ojos.
-Si quieres picarle no lo vas a conseguir así, y a mí tampoco… Además, estoy contenta con mis pechos, son cómodos y no me molestan. –me crucé de piernas y miré a Axel de reojo.



AXEL
Miré a Kai y esbocé media sonrisa.
-Los pechitos de Eri son dulces y delicados. Son de puñito y como a mi me gustan… no como los melones de Saya, pronto se le caerán como a una vieja chocha.- Esquivé otro tomate.
-¡Ja! No me has…- Una manzana me atizó en toda la jeta.



ERI
Me reí.
-Lo siento, vida, pero es que te lo mereces. –me levanté suspirando y tiré de él.
-Arriba, grandullón, te daré un bañito en el lago, o pronto olerás a hortaliza podrida.


AXEL
Miré a Eri.
-No, no me apetece darme ningún bañito… me limpiaré un poco con agua y punto.- Suspiré y me fui en dirección al riachuelo para mojarme la nuca y quitarme los restos de tomate… será guarra…


ERI
-Pe-pero… Axel, espera… -le seguí y le agarré del brazo, le besé en la mejilla.
-Venga, no te enfades, sólo estábamos jugando… -me pegué a su brazo lo más que pude y seguí andando con él hasta el riachuelo.



SAYA
Solté una risotada cuando Axel se marchó a lavarse.
-Oye, Axel, si quieres puedo hacerte una macedonia.- Escuché a Axel refunfuñar. Me reí metiéndome en la boca una aceituna.
-Me encanta hacerle de rabiar.


KAI
-A ti lo que más te gusta es jugar con la fruta, ¿me equivoco? –sonreí y cogí una aceituna del mismo lugar que Saya.
-Algún día te estamparán un melón, y será doloroso.


SAYA
Me reí de nuevo y negué.
-No lo creo, además una manzana no es la fruta más grande que e espachurrado. A Neo le estampé una sandía en su cabeza, bueno… más bien se le cayó encima, yo solo le di un empujoncito.- Sonreí de nuevo.
-¿Quién me estampará el melón? ¿Tú?- Pregunté mirando a Kai.


KAI
Sonreí mirándola y cerré los ojos despreocupado.
-Quizá, o quizá pueda traicionarte tu querido Eddie, no te fíes de nadie que tenga rabo entre las piernas, cariño. –cogí la botella de Bayleys y bebí un trago.
-He aquí el por qué. Por alcohol y mujeres, matamos.



SAYA
Miré a Kai y acto seguido empecé ha reírme. Me quité las botas para estar más cómoda y me acerqué a Kai hasta colocarme frente a él, entre sus piernas, poniéndome de rodillas.
-Eso significa que no me quieres tanto si eres capaz de estamparme un melón en la cabeza, cielo.- Me incliné y le pegué un buen mordisco en el cuello haciendo que se encogiese.
-Puedes intentar estampármelo, pero no lo conseguirías, ¿y sabes por qué? A parte de ponerme el mote de “Cascada”, también tengo un nombrecillo que me gusta más y el cual tiene más significado.- Dije rozándole el cuello con mis labios. Sonreí dulcemente y a continuación agarré sus pelotas entre mis manos, pero con fuerza, para que se jodiese.
-“Casca nueces”. Tú intenta espachurrarme un melón y te juro que te quedarás estéril para toda tú vida, ¿entendido?- Me aparté y me levanté soltándole.
-Mucho ojo conmigo, chaval.- Volví a mi sitio y miré a Eddie que nos contemplaba algo atónito. Sonreí y le saludé con la mano.
-Hola, Eddie *^^- Me senté poniendo una pierna sobre la otra.



KAI
Me agarré donde Saya acababa de espachurrarme las pelotas y la miré con el ceño fruncido.
-Pero qué hija de puta eres… -me mordí el labio, había apretado a conciencia.
-Dudo mucho que quieras que me quede estéril… -con una mano cogí la botella de nuevo y la coloqué entre mis piernas, como estaba fría, me aliviaba, suspiré.



SAYA
Volví la mirada a Kai.
-Tú provócame y ya veremos si quiero o no quiero dejarte estéril, amor.- Sonreí de nuevo y vi que se ponía una botella fría en sus partes. Solté una pequeña risotada.
-Le doy gracias a Dios por no haber nacido hombre.- Negué… estos tíos y su hombría…


KAI
Encogí los hombros.
-Eres muy cruel conmigo, y esto es maltrato, lo mires por donde lo mires, yo no te he puesto la mano encima, y no me digas que ni se me ocurra hacerlo, no soy un maltratador, pero mira tú… -me giré para darla la espalda, las mujeres se pensaba que si nos pegaban no pasaba nada pero en cuanto nosotros las rozásemos…


SAYA
-Tal vez tú no me pones la mano encima, y te aseguro que como lo hagas algún día, entonces si que te arrancaré las pelotas. Y eres un quejica, vamos, sabes que no te he hecho nada. Te quejas por una mierda así y después cuando estás que te caes a cachos y quiero ayudarte es cuando realmente te haces el machote…- Suspiré y puse los ojos en blanco.
-No sé ni porque pierdo el tiempo contigo y tus chorradas…- Apoyé los codos en mis rodillas y en las manos mi barbilla mirando hacia otro lado.


EDWARD
-Dios, me ponéis enfermo. ¿Qué coño os pasa hoy a todos? Estáis todo el día peleando, sois unos críos, os picáis y enfadáis por gilipolleces como casas, da pena, de verdad. –miré a Kai.
-Saya tiene razón, deja de hacerte el herido, sé que es jodido pero tampoco para que te pongas así. –miré a Saya.
-Y tú… no tienes ni idea de lo que duele eso… Dejad de hacer el panoli y daros un abrazo, un, dos. –di un empujoncito a Saya.
-No quiero réplicas, ni quejas, ni objeciones. –cuando Saya me miró señalé a Kai.
-Achucha a tu polito.


KAI
Antes de que Saya reaccionase tiré de ella y la abracé.
-Haz caso al consejero matrimonial, no lo decía en serio… -apoyé mi cabeza en su hombro.


SAYA
Miré a Edward y entonces fue cuando sentí como me agarraban y tiraban de mí. Acabé en el suelo abrazada por Kai.
Puse los ojos en blanco y miré a Edward.
-Consejero matrimonial… vosotros si que estáis raros…- Negué y volví la mirada a Kai que apoyaba la cabeza en mi hombro.
-¿Ya te has curado?


KAI
Puse cara triste y negué con la cabeza.
-Me duelen las pelotitas… Has hecho zumito con ellas… -la senté sobre mis piernas y la besé en la mejilla, Edward sonreía satisfecho. La verdad es que Axel y él eran contrarios… Axel separaba, Edward unía, me reí.



SAYA
Me senté encima de Kai colocando mis piernas a cada lado de sus costados.
-Pobrecillo, que mala puedo ser a veces.- Sonreí y le di pequeños besos por la mejilla rodeando su cuello con mis brazos.
-Te necesito en plena forma para mañana, fiera.- Me mordí el labio sonriendo.
-No sabes la que te espera.


KAI
Resoplé.
-Qué miedo me das… No te imagino con cuero… -sonreí pícaramente, me iba a dejar marcado de por vida, estaba seguro.
-Menudo veintisiete cumpleaños, creo que voy a querer cumplir años cada día…


SAYA
Sonreí y le quité la botella pegando un trago a morro.
-Lo más seguro es que me lo pidas más a menudo.- Le devolví la botella.
-Además, a parte de la sorpresa grande, tengo otra más pequeña.- Me encogí de hombros.
-Tendrás que esperarte hasta mañana.- Sonreí de nuevo.
-Pero bueno, ¿dónde está la peña? Se suponía que íbamos ha hacer botellón, ¿no?


KAI
Sonreí.
-Posiblemente hayan acabado echando un polvo, les cortaste el otro día, aprovecharán ahora que están solitos en el lago… -alcé media sonrisa y la junté más a mí.
-Ui, si no estuviese Edward aquí… -sonreí y le miré de reojo, se estaba riendo.



SAYA
Miré a Edward y después a Kai que le agarré del cuello de la camisa tirando de él.
Me tumbé sobre el suelo con Kai encima de mí. Rodeé su cintura con mis piernas al igual que su cuello con mis brazos.
-No es justo, Axel y Eri se lo pasan pipa echando un buen polvo y nosotros no…- Coloqué mis manos tras mi nuca sin soltar a Kai por la cintura.
Miré a Edward que seguía riéndose.
-A mi me da igual que mires rubio, como si quiere grabarlo.- Sonreí de nuevo mirando a Kai de reojo.


KAI
Solté una risotada.
-En fin… Edward, date el piro, a mí sí me da igual. –me miró mal y suspiré.
-Lo siento, muñeca, si queremos hacerlo, vamos a tener que irnos nosotros. –la agarré de la cintura, en ese momento volvió Eri, suspiré.
-Parece que no se lo están pasando pipa.



SAYA
Solté a Kai y miré a Eri. Axel no había vuelto con ella, o una de dos, o el tomate salía de puta pena o aún seguían cabreados.
-¿Y Axel?- Le pregunté a Eri, en ese momento el rey de Roma apareció.
-Déjalo… no hace falta que contestes…


AXEL
Miré a los demás cuando llegué. Por suerte el tomate había salido bien… que cabrona era Saya… la miré y fruncí el ceño.
-Algún día te mataré.- Dije sentándome en el suelo.



SAYA
Alcé las cejas soltando una pequeña risotada.
-Pues vaya, menudo día, hoy quieren matarme todos…- Negué con la cabeza y apoyé la barbilla en una rodilla de Kai.



KAI
Cogí una botella.
-Bueno, bueno… ¿No se suponía que hoy íbamos a coger una borrachera del copón? No os veo mucho por la labor. –di un trago a morro, no teníamos vasos suficientes, de modo que tocaba compartir saliva con todos.



SAYA
Miré a Kai y después a Eddie. Me acerqué y me senté en su rodilla a lo Papá Noel.
-Eddie, ¿por qué no haces de DJ? Pon música en el móvil, así nos animaremos más.- Miré a Axel. -Ya puedes sacar a bailar a Eri.- Sonreí y miré a Kai.
-Toooodos bailaremos un rato, tú incluido, sosainas de hielo.- Me reí.


KAI
-¿Bailar? ¿La música que lleva éste en el móvil? Seguro que tiene baladas pastelosas o música infantil para dormir. –sonreí y bebí otro trago, Edward buscó música en el móvil, puso una canción bastante sugerente, le miré alzando las cejas.
-¿Se puede saber qué llevas ahí?



SAYA
Sonreí y miré a Edward.
-Eddie, amor mío, ¿no tendrás alguna nana para Kai? Es que con un par de chupitos se pone tonto y es mejor que duerma la mona.- Me reí y miré a Kai que me fulminaba con la mirada.
-Es broma, es broma.


KAI
-Te aseguro que aguanto más que tú, mona, apostemos quién será el primero en caer de todos nosotros, yo digo que Axel. –le miré sonriendo, parecía que seguía picado con Saya.


AXEL
Miré a Kai.
-¿Qué?- Empecé a reírme.
-Parece que os habéis olvidado de la vida que llevaba yo antes, ¿no? Aguanto muy bien las borracheras. Yo digo que la primera en caer será Eri, es la única que no se ha puesto pedo, en cuanto pegue un par de tragos cae en la modorra de cabeza.- Miré a Eri y la pellizque la mejilla.
-Ayyy, que mona mi niña.


ERI
Fruncí el ceño.
-Pues a lo mejor aguanto más de lo que te esperas, hace mucho que no bebes, al menos que yo sepa… -miré una de las botellas y la cogí.
-Hay gente que aguanta más la primera vez, ¿y si es mi caso? –abrí la botella.



AXEL
Miré a Eri y empecé a descojonarme.
-No, tú no eres el caso. Puede que aguantes un poco, pero serás la primera en caer.- Asentí.
-Encima no has cenado nada, más te afectará el alcohol y más rápido caerás.- Agarré la botella de Eri antes de que bebiese.
-Estás a tiempo de renunciar si ves que es mucho para ti. Después no me vengas con que estás asustada o te encuentras mal. – Solté la botella dejándola que bebiese.
-Avisada estás.


ERI
Fruncí el ceño y agarré la botella.
-Más te vale dejar de burlarte de mí, Axel, como acabes tú mañana con una resaca alucinante y yo esté bien lo pagarás caro toda la vida. –miré la botella, no podía ser tan malo después de todo, no al menos más malo que dar a luz a gemelos…



AXEL
La miré y alcé una ceja.
-Yo he soportado muy bien las resacas, estoy acostumbrado, la que no lo está eres tú y como lo sensible que eres…- Me encogí de hombros.
-Yo no digo nada, tú verás lo que haces.- No era bueno que bebiese, Eri era demasiado infantil para estas cosas, seguro que acabaría echando la pota lloriqueando y malísima… esto le venía demasiado grande.



ERI
-Bueno, vale ya, ¿no? Basta ya de criticarme, si quieres beber lo haces pero deja de decirme todo eso, joder… -suspiré y di un trago de la botella. El alcohol bajó por la garganta casi quemándome, pero no me sentó mal, di otro trago.
-Esto sabe bien.


AXEL
Miré a Eri de soslayo… madre mía, no quería verla borracha…
Negué con la cabeza y miré la botella de Martini.
Suspiré y abrí la botella.
-Pues nada, veamos que tal está el Martini…- Lo olí cuando estuvo abierta. Alcé las cejas, olía bien. Pegué los labios a la boca de la botella y pegué un trago.
-Mmm… no está mal.- Sonreí.


EDWARD
Le quité la botella a Kai y le miré con los ojos entrecerrados cuando quiso recuperarla. Di un trago y me levanté, le devolví la botella a Kai.
-Vamos, muñeca, ya que tu marido es un soso yo bailo contigo. –le di el móvil a Kai para que lo sujetase.
-Haz algo de provecho, ponnos música, DJ Kai en la pista, música maestro. –le señalé, me miró con cara extrañada y simplemente le dio al botón de cambiar de canción, cayendo en una de salsa.
-Uhhh, Saya, ¿me concedes este baile?


SAYA
Miré a Eddie y me levanté cuando él se levantó. Alcé las cejas cuando me pidió que bailase con él. -¿Quieres que baile contigo? Pues si que se te sube pronto la borrachera a la cabeza, Eddie.- Me encogí de hombros.
-Está bien, bailaré contigo.


EDWARD
-…Jo… No estoy borracho aún… Si no quieres nos sentamos a beber tranquilos y ya está, eh… Mira que yo no sé bailar bien salsa, lo he dicho por ser más activo que estos tres individuos de aquí… -la abracé.
-Bailaaaa.


SAYA
-E-está bien, tranquilo, bailo contigo.- Le miré y sonreí.
-No te pongas así, prefiero bailar a tener que pasármela aburrida sentada y mirando como los demás se aburren agarrados a una botella.- Miré a los demás… que caras más largas, coño, parecía un entierro, con caras de muertos y abrazados a las botellas de alcohol.
-Vamos, anda.- Dije mirando de nuevo a Eddie.


EDWARD
Sonreí.
-Yupiii. –la agarré de la cintura y sujeté una de sus manos, miré a Kai.
-Aprende del maestro, moreno, te voy a enseñar como se baila de verdad, no esos bailes pijos que te sabes tú. –Saya y yo empezamos a bailar, se me había olvidado un poco desde que Xan me enseñó, pero aún me desenvolvía, y Saya también, sobre todo con la cadera.
-Guao, así se baila, Sayita.


SAYA
Sonreí y miré a Edward.
-Si, aun que sería más fácil si fueses algo más bajito.- Me reí y miré sus pies. Eran lo que más temía, me pisaba y adiós a toda la pierna… ¿qué número calzaba? ¿Un 55 desparramado?
Agarré su mano girando sobre mí misma para acabar después junto a su pecho de nuevo.


EDWARD
Me reí y la miré cuando giró.
-Olé. Qué arte tienes. –sonreí y miré a todos, no parecían animarse, pero cuando miré al sitio de Kai, no estaba.
-¿Eh? ¿Y el granizado de limón? –sentí dos toques en el hombro, giré la cabeza.



KAI
Edward y Saya se pusieron a bailar salsa, yo me quedé sentado mirándoles, aunque… me daban un poco de envidia, ellos se divertían y yo estaba en el suelo tirado como un vagabundo.
Me levanté y di dos toques a Edward en el hombro.
-Eh, machote, ¿me dejas bailar con mi señora? –abrió los ojos como platos, pero en seguida me cedió la mano de Saya, la sonreí.


SAYA
Miré a Kai algo sorprendida. Agarré su mano y sonreí, no sabía si Kai bailaba salsa, él solo bailaba bailes tranquilos y de “salón”.
-¿Sabes bailar esto?- Pregunté posando mi mano libre sobre su hombro.


KAI
Sonreí y desvié la mirada un momento.
-Sólo se dos o tres pasos, Edward me estaba dando mucha envidia, aunque me parece que mueve más el culo de lo que debería. –le miré, se había sentado entre Eri y Axel con una botella sin estrenar.
Miré a Saya.
-Si me guías un poco… -sonreí agarrándola de la espalda y la mano.


SAYA
Sonreí cuando me miró.
-Bueno… intentaré ayudarte en lo que pueda.- La canción acabó, pero seguidamente empezó otra, de salsa también, aún más movidita que la anterior.
-Bien…- Empecé con el paso principal y el más sencillo. Kai parecía que se lo sabía, pero no paraba de mirar nuestros pies. Sonreí y le agarré del mentón para que me mirase.
-Tus ojos fijos en los míos, si no, le quitas toda la gracia, Chayanne.- Me reí.



KAI
La miré, aunque me daba apuro, no me sabía bien el baile y posiblemente acabaría pisándola y se quejaría de que no sé bailar nada divertido…
La miré a los ojos y seguí moviéndome como podía sin mirar nuestros pies, aunque más de una vez me equivoqué y hasta llegué a tropezar con ella, tuve que agarrarla para que no se cayera y me reí.
-Ni que estuviese ya borracho…



SAYA
Me reí agarrándome a Kai para evitar caerme.
-Creo que la salsa no es lo tuyo.- Seguí riéndome y apoyé la frente en su hombro.
-Creo que lo mejor es que te reserves para el paso doble o las sevillanas, ¡no! Sevillanas, no…- Me reí de nuevo.
-Tranquilo, era broma, oye, pero los tangos se te dan muy bien, y son más chungos que la salsa.- Le miré extrañada.



KAI
Me rasqué la nuca.
-Pues... mi profesor de baile estaba obsesionado con que un conquistador debía saber bailar tango… Como era pequeño pensé que se refería a un conquistador de tierras, él se refería a las mujeres, así que la jugada me salió algo chunga… -solté una risotada y la agarré de la cintura.
-Aunque te advierto que hasta mi profesor caía rendido a mis pies. –alcé las cejas.



SAYA
Me reí y le miré.
-¿En serio? Pues si que debes de bailar bien, si, aun que nunca hayas querido bailar conmigo.- Suspiré y le miré.
-Pero hoy no te me escapas.- Agarré sus manos y marqué un paso haciendo que girásemos los dos.
Me reí al ver la cara que se le quedó a Kai.
-Bien, vas aprendiendo.


KAI
-¿Cómo que voy aprendiendo? –sonreí y seguimos bailando, aunque la música no era precisamente de tango. En mi mente tenía la melodía de la canción que me ponían para aprender a bailar, y gracias a ello podía seguir los pasos.
-¿Sabes que nos falta? Una rosa… -me reí y la incliné hacia atrás, agarrándola de la espalda y un muslo.



SAYA
Me reí y le agarré de la nuca cuando me inclinó hacia atrás agarrándome de un muslo.
-Hemos pasado de la salsa al tango, ¿qué vendrá luego? El paso doble y el rock, ¿no?- Me reí de nuevo irguiéndome pero sin bajar el muslo, ya que Kai lo tenía sujeto con su mano.
Miré la mano en mi muslo y después volví la mirada a sus ojos.
-Tú lo que haces no es bailar, sino, pillar cacho cuando puedes, ¿no?- Sonreí de nuevo posando mi mano encima de la que tenía Kai en mi muslo.


KAI
-Perdona, pero esto pertenece al tango, y tú eres mi mujer, así que puedo pillar el cacho que quiera. –sonreí pícaramente y subí la mano hacia su culo.
-¿O me lo vas a impedir? –Edward nos silbó, pero le ignoré.


SAYA
Le miré.
-Eso ya no forma parte del tango, nene. Eso ya es por puro morro.- Me reí y me giré dándole la espalda. Le di un culetazo y me aparté sonriendo.
-Abusador.- Dije mirando a Kai.



KAI
Me froté donde había recibido el golpe.
-¿Y ahora te pasas al reggaeton? Chica, eres muy rara. –sonreí y la agarré de la cintura haciendo que se sentase de nuevo entre mis piernas. La besé en el cuello y cogí la botella de absenta entregándosela.
-Toma tu absenta, por si la quieres. –cogí una de las botellas abiertas, nos habían dado un bar entero…


SAYA
Me acomodé en el pecho de Kai. Era lo bueno de tener un novio con un pecho voluminoso y potente como el de Kai… no lo cambiaría por nada… que cojones, MI Kai estaba muchísimo más bueno que Axel y Edward juntos.
Sonreí y agarré la botella de Absenta.
-Uuuh, que rica.- Abrí la botella y pegué un buen trago. Sonreí de nuevo y pasé mi brazo por detrás de la nuca de Kai dando otro trago.
No sé cuanto tiempo estuvimos así, lo único que sé es que acabamos tooodos más borrachos que una cuba.
Cada vez que alguien decía una gilipollez, nosotros nos reíamos sin ton ni son.
Miré a Axel sin parar de reírme ya que se había caído de culo al intentar sentarse en una roca.
-Axel, creo que tú eres Axel, es que no veo muy bien…- Empezamos a reírnos de nuevo.
-… ¿de qué coño os reís? Aún no he acabado el chiste.- Volvieron las risas.
-Jo, macho… no sé si es por la Absenta, pero… que feo eres desgraciado, pero feo con ganas, ¿eh? No sin ganas, con ganas de las buenas, vamos, te encuentro en un callejón a oscuras y se me ocurriría hacer de todo menos echarte un polvo.- Axel casi se atraganta cuando dije esto. Escupió su bebida a un lado antes de que se descojonase entero.
-Joder, y encima es mitad camello ¡No escupas, coño!



KAI
Me reí agarrando bien la botella que tenía entre las manos, todos estaban borrachos completamente, aunque a juzgar por mi vista yo tampoco estaba completamente ebrio.
-Saya… ¿te as perdido? –miré a mi alrededor, no la veía, aunque supuse que era la que estaba a mi lado.
-Oye… -me reí.
-Es igual… -cogí una botella y miré a Edward, estaba tumbado en el suelo.
-¡Uno roque!


AXEL
Miré a Edward y le di un toque en el pie con el mío.
-Joder, tío… ¿y si está muerto?- Nos quedamos en silencio un momento mirándonos todos.
Me llevé la mano a la boca y empecé a descojonarme cuando escuché un súper ronquido procedente de Edward.
-No, no está muerto.- Me dejé caer al suelo mientras bebía de mi botella.
-Uuuuuuuuuuuh.- Me reí de nuevo.



KAI
Me reí cuando Edward roncó.
-Pues parece que he perdido la apuesta, Axel no ha sido el primero. –me fui a apoyar a un árbol, pero tuve que agarrarme con las manos.
-Vale, creo que sí que estoy borracho. –me reí.



SAYA
Me reí sin ton ni son, pero es que todo lo que pasaba me producía la risa. Miré mi botella, solo quedaba el culo.
-Mierda…- Me encogí de hombros y me bebí lo último de un tango.
-Pues nada.- Lancé la botella hacia atrás rompiéndola contra un árbol.-… total, estaba vacía.- Me levanté como pude.
-Bueno, yo me he quedado sin Absenta, Edward está dormido y vosotros sois unos…- Me reí sentándome en una roca.
-¿Sabéis que voy a hacer? Pues me voy a dar un baño en el lago, que me aburro como un pato viejo aquí con… pues eso.- Me quité la camiseta y los pantalones.
-Aquí os quedáis.


AXEL
Miré a Saya cuando se quitó la camiseta.
-Alaaaa, pero si no lleva sujetador.- Me llevé las manos a los ojos.
-Mira, Kai, me tapo los ojos para no verla, ¿eh?- Busqué a Eri con la mirada.
-Para que veas que te soy infiel… quiero decir… infel…no, espera… imfelime… infelolo… filili… ¡fiel! Eso es.


ERI
Miré a Axel, presentí que me había dicho algo, pero no le había entendido ni una palabra.
-Axel… estás borracho, no sabes pro-pronun… ciar. –me fui a levantar pero me caí encima de él.
-Ay… -me agarré a su cuello.
-Anda, hola…


AXEL
-¡Ala, Eri! Me has destrozado el estómago, ¿qué coño comes?- Me reí y la quité de encima de mí.
-Quita, coño.- Me senté como pude.
-Au… creo que no siento el páncreas ni el corazón………… ah, si, el corazón si. Jo, que susto.- Me reí agarrando mi botella.
-Esto es lo único que necesito.- Sonreí.
-Ven con papi.


ERI
Fruncí el ceño y le empujé, haciendo que se cayese de espaldas.
-Eres un idiota, prefieres antes una botella… que a mí…. –me levanté tambaleándome. -Yo me voy… con Eddie… es más cariñoso que tú… y no me insulta… -me senté al lado de Eddie y me tumbé sobre su espalda. Sonreí.
-Qué bien…


AXEL
Me reí y me encogí de hombros.
-Pues vale.- Me reí de nuevo tumbándome en el suelo mientras me llevaba a la boca mi botellín.
-Que rico…- Sonreí de nuevo.
-Aquí me quedo hasta que me entre la modorra.


KAI
Seguí a Saya y la agarré de la cintura antes de que llegase al lago.
-Oye… ¿te vas sin mí? ¿No me quieres? –la besé en el cuello sin dejarla escaparse.
-¿Me baño contigo?


SAYA
Solté un grito entre risas cuando Kai me agarró por detrás. Eché mi brazo hacia atrás para agarrarle de la nuca. Me reí de nuevo.
-¿Sabes una cosa? Creo que está muy borracho.- Me giré y le miré.
-Aun que… creo que yo también.- Le agarré del cuello de la camisa y le besé.
-¿Quieres bañarte conmigo? Pues ya estás tardando en quitarte la ropa.- Me alejé agarrando la tira de mi tanga el cual me baje.
-Toma un regalito por adelantado.- Le lancé la braguita con el pie.



KAI
Me reí cogiendo el tanga que acababa de tirarme y la miré, estaba totalmente desnuda, o eso me parecía a mí…
Me reí y me acerqué quitándome la camisa, aunque me costó lo mío.
-Falta poco para mí cumple…


SAYA
Me reí y le miré mojándome los pies con el agua del lago.
-Ya lo sé, me lo llevas repitiendo desde ayer por la noche.- Caminé hasta que el agua me llegó a la altura de la cadera.
-Aunque esté borracha, no te preocupes, no se me va ha olvidar.


KAI
Me acerqué quitándome el pantalón por el camino, me desequilibré un par de veces, pero no llegué a caerme.
-Pero si tú no estás borracha… -me reí y entré al agua y agarré a Saya de la cintura.
-Ya estoy aquí.



SAYA
Me reí y agarré a Kai de los brazos.
-Será mejor que te agarres a mí.- Dije haciendo que sus brazos rodeasen mi cintura por completo pegándome a él.
-No quiero que acabes bajo el agua con los pececillos.- Me reí de nuevo y le mordí en el cuello.


KAI
Sonreí poniendo mis manos sobre sus cachetes.
-Creo que va a ser imposible retenerme si me desmayo de verte desnudita… -sonreí y la besé en el hombro y el cuello.



SAYA
Sonreí.
-Bueno, pues tú por si a caso agárrate aquí y ya verás como no te caes.- Hice que agarrase bien mi culito poniendo mis manos encima de las suyas.
-Aunque esté borracha…- Me reí.-… me gusta esta situación… espero que no te me duermas.- Me reí de nuevo.


KAI
-Tranquila… No pienso dormirme contigo aquí desnudita sólo para mí… -sonreí y la besé con fuerza pegándola más a mí.



SAYA
Le agarré de la nuca mientras me besaba…
No sé como se lo pasarían los demás, pero yo me lo iba a pasar de puta madre junto con Kai.
No era la primera vez que me ponía borracha, aunque siempre llegaba a un punto en el que no perdía la noción del tiempo ni el control.
Después de pasar una, dos, o tres horas en el lago, volvimos para pasar lo que quedaba de noche con Axel y Eri, aun que… se habían quedado dormidos. Eri encima de Edward y Axel desperdigado por ahí.
Kai y yo la pasamos hablando hasta que nos cansamos y nos acostamos nosotros también… mañana sería un día de resaca.

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