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domingo, 20 de diciembre de 2009

Capitulo- LXVIII- DESCANSO

KARA
La verdad es que Neo había elegido un buen lugar para descansar, era un paraíso en toda regla y no había ningún civil buscándonos ni nadie más por allí, nosotros solos disfrutando de la naturaleza. Ahora estaba sentada en una hamaca junto a Erika, tomando un poco el sol que no pudimos tomar la otra vez.


KAI JR
Estaba correteando por ahí, sin parar de juguetear con los demás. Vi a Kara tumbada y me acerqué para saludarla.
-Hola.- Sonreí mirándola.
-¿Qué haces? ¿Tomar el sol? Te vas ha quemar.- Me reí.
-Uy, que digo, si tu no te puedes quemar.- Me subí a la tumbona y me tumbé encima de ella.
-A que estoy fresquito.- Apoyé la cabeza en su tripita.


KARA
Encogí el estómago cuando Kai posó su cabeza en él.
-Sí… muy fresquito… -me reí y le senté sobre mis piernas incorporándome.
-¿Qué tal las vacaciones que nos hemos tomado? Molan, eh. –le coloqué un poco el pelo, ya que lo tenía totalmente alborotado.
-Qué guapo estás con tu bañador.


KAI JR
Me froté el pelo sonriendo.
-Si, molan.- La miré.
-Tú también estás muy guapa con el tuyo, Kara.- Me puse rojito, como un tomate.
-Ahora que no está el ogro de Neo puedo achucharte todo lo que yo quiera.- La abracé.



KARA
Me reí y le abracé.
-Bueno, pero no te pases, porque no está muy lejos y podría enfadarse. Te dejo tomar el sol conmigo, pero tienes que echarte crema, porque tú sí que te puedes quemar. –cogí la crema solar que tenía al lado de la hamaca y, aprovechando que estaba tumbado, le eché crema por la espalda.



KAI JR
Cerré los ojos y me reí.
-Que guay… ahora si que me lo estoy pasando pipa.- Sonreí de oreja a oreja.
Abrí los ojos y vi a Neo.
-Ahí va…- Me levanté corriendo.
-No me apetece tomar el sol, voy a… jugar un rato con Jimmy.- Me fui corriendo.



KARA
Me quedé algo parada cuando Kai se fue con esas prisas.
-Joder, qué rápido cambia de opinión. –miré a mi derecha, estaba Neo.
-Ohm… ya entiendo por qué… -sonreí y crucé las piernas sobre la hamaca.
-¿Qué tal, oso?



NEO
Miré a Kara y sonreí.
-Bien, aquí liado.- Sonreí de nuevo y me dirigí a la nave, tenía que hacer bastantes cosas, mirar las provisiones, los motores, el combustible… cosas de pilotos…
-Que te diviertas.


KARA
Me giré cuando se alejó.
-Pero Neo, estamos de vacaciones, ¿quieres relajarte y descansar un poco? Ya harás eso en otro momento. –me levanté y me acerqué a él agarrándole del antebrazo.
-Mira, con el calorcito, el río, las frutitas y todo esto, ¿no te tienta para tumbarte y descansar un ratito? No me digas que no…


NEO
La miré y negué.
-No puedo, Kara, tengo cosas que hacer antes de irnos.- Miré el río y la hamaca.
-Disfruta tú, para eso os he traído aquí.- Sonreí y me dirigí de nuevo a la nave.



KARA
Me crucé de brazos cuando se fue, de verdad, cuando se empeñaba con la nave no había quien le separara de ella. Suspiré y recogí mis cosas.
-Voy a echar una mano al grandullón, Erika, no me parece bien estar descansando mientras él hace todo. –la miré, no sabía si se había dormido.
-Hasta luego… -entré en la nave.



NEO
Me crucé de brazos y miré a Kara cuando entró en la nave.
-¿Dónde vas tú?- Señalé el exterior.
-No, señorita, tu vuelves fuera, te tumbas en la hamaquita y descansas. No permitiré que ninguno se ponga ha trabajar.- La agarré de los hombros y la empuje con suavidad hacia fuera de la nave de nuevo.
-Vamos, a descansar. Además en esto no me puedes ayudar, tengo que mirar los niveles y esas cosas, prefiero hacerlos solo.


KARA
-Algo tendré que hacer, Neo, no puedo dejar que te pongas a trabajar tú solo todo el rato y estarme yo ahí quieta, no me parece bien. –me crucé de brazos.
-Se supone que hemos venido aquí para poder relajarnos, y si no te puedes relajar tú, yo paso del sol y de todo lo que hay ahí.



NEO
-Kara, no.- Señalé de nuevo fuera.
-Lo digo en serio, prefiero que estés fuera relajándote.- La miré serio.
-Como te quedes aquí en vez de salir a tomar el sol, juro que me cabrearé y de verdad…- Alcé las cejas cruzándome de brazos.
-Fuera.


KARA
Bufé.
-Si no se hace lo que el señor quiere… -refunfuñé mientras volvía y dejaba todo encima de la hamaca, me fui por ahí, tampoco iba a darle el placer de ver su victoria sobre la discusión. No entendía cómo podía ser así de bueno, joder, ni tan cabezón. Le di una patada a un árbol y me apoyé en el tronco. Una fruta me cayó en la cabeza.
-…Me está bien empleado.


SAYA
Estaba tumbada de nuevo en un árbol, este un poco más alejado de los demás. Estaba tumbada boca arriba con los ojos cerrados mientras me comía un racimo de uvas.
Estaba muy tranquilo, solo escuchaba el agua y los gritos de Kai jr.
Fruncí el ceo al escuchar voces masculinas, las cuales no reconocía. Me giré sobre la rama y miré por donde venían las voces.
Un grupo de doce tíos de acercaban por el bosque. Iban armados hasta los dientes, pero no tenían pinta de ser soldados, más bien, de piratas.
Me quedé quieta, sin hacer ruido y les observé. Eran grandotes, pero no tan grandes como Neo. Tenían pinta de ser unos guarros.
-Puaj…- Miré al cabecilla, era mucho más chiquitín y joven que el resto. Abrí los ojos ampliamente cuando lo reconocí.
-Ian…- Me erguí en la rama, pero no calculé bien y acabé cayendo. Cerré los ojos esperando sentir el trompazo, pero no fue así.


IAN
Mi tripulación y yo llegamos a un paraje en el bosque, necesitábamos descansar y abastecernos con agua y alimentos.
Por si acaso, nos armamos bien por si nos topábamos con algún soldado de Draco.
Me giré para dar las órdenes.- Bien, chicos, separaros y…- No terminé de dar las órdenes, escuché un grito. Alcé la cabeza y vi que una chica caía de un árbol. Extendí los brazos y la agarré en volandas antes que se diese de culo con el suelo.
-Vaya… una chica caída del cielo.- Sonreí y la miré.
-¡Eh! Un momento, pero si eres…



SAYA
Miré a Ian apartándome el pelo de la cara. Me había cogido en volandas antes de pegármela.
-Hola… Ian…- Sonreí mordiéndome el labios.
-¿Cómo… te va?- Sonreí falsamente.
-Gracias por evitar que me espachurrase contra el suelo, pero ya estoy muy bien…


IAN
-¡Wojojojojo!- No la solté.
-¿Dónde crees que vas, preciosa? Aún no me he olvidado de la jugarreta que me hicisteis tu amiguita y tú.- Miré a la tripulación, que miraban a la chica ansiosos. Esbocé media sonrisa y miré a la mujer.
-Creo que ya sé lo que hacer para devolverte la jugada.- La miré de arriba abajo, iba en bikini.


SAYA
Le miré y después a la tripulación. Volví la mirada a Ian que me dedicaba unas miraditas que lo decían todo.
Entrecerré los ojos.
-¡Eh! No soporto que me miren así, ¿te importa?- Intenté bajarme de sus brazos, pero no me dejaba.
-Pero bueno, suéltame de una vez…


IAN
Sonreí.
-Claro, te soltaré.- La solté pero la empujé para que mis hombres la agarrasen. Saqué una navaja de mi cinturón y me acerqué a ella.
-Ahora no pareces tan valiente, ¿eh?- Sonreí y deslicé la hoja de mi navaja por su barbilla y más abajo.



SAYA
Le miré fijamente.
-Ni se te ocurra tocarme.- Mis ojos centellearon y descargué mi energía contra él mandándolo lejos atravesando los troncos de los árboles.
Dejé caer la cabeza, cada vez que hacía eso me sentía desfallecer. Los hombres me soltaron y fueron en busca de su Jefe, el cual se quedó atravesado entre dos árboles.



KARA
Oí un ruido mientras paseaba por la espesura de los árboles, seguí el sonido y llegué junto a Saya, parecía algo traspuesta.
-Eh, Saya, ¿qué pasa? –pregunté alzándola la cabeza para que me mirase, entonces vi a lo lejos un puñado de tíos.
-Uh, compañía…


SAYA
Miré a Kara y me erguí.
-Estoy bien…- Miré a los otros tíos que ayudaban a Ian a salir de entre los árboles. Se había hecho una herida en la frente y en el labio.
Sonreí y me sacudí las manos.
-Todo va perfecto.- Dije pasando entre los tíos y alejándome de ellos.



IAN
Me llevé la mano a la frente, ¿qué coño había pasado? ¿Había sido aquella chica? No recordaba que tuviese tal poder…
La miré mientras pasaba por nuestro lado a paso ligero.
-¡Eh, tú!- Me levanté apoyándome en uno de mis hombres.
-¡¿Quién coño te crees que eres para atacarme de esa manera?!- La chica pasó de mí.
-¡¡Te estoy hablando!!- Bufé y miré hacia atrás. La otra chica que la acompañaba estaba allí, la chica Piro.
-¿¿Tú también??



KARA
Me reí y le saludé con los dedos.
-Hola, guapo, veo que me recuerdas. –sonreí y seguí a Saya de cerca, el tío parecía cabreado y lo mejor era no tocarle más la moral o podría ser perjudicial para nosotras.
-Disfruta de la estancia en la selva, creo que no hay panteras.



IAN
Las miré y las seguí.
-¿Qué cojones hacéis vosotras aquí? No me lo digáis, intentando atar a otro tío a un poste en pelotas, ¿verdad?- Las miré fulminante.
Me crucé de brazos y suspiré.
-¿Estáis solas aquí?


KARA
No me separé mucho de Saya, encima el tío nos seguía.
-No, lo siento, nene, ya te lo pasaste bien con nosotras aquella vez, ahora estamos ocupadas con nuestros maridos y no puedes chantajearnos, vas a tener que buscarte otras chicas. –eran doce tíos contra nosotras dos, y al parecer, Saya ya había empleado su energía y no iba a hacer que se agotase, y yo sola con ellos no hacía nada.



IAN
-Oh, no, tranquila, no te lo creas tanto. No pienso chantajearos ni nada de eso. Si piensas que vamos a raptaros o algo de eso, te equivocas…- Las seguimos hasta salir del bosque.
-Solo estamos aquí para coger algo de frutas, agua y pescar unos cuantos peces.- Sonreí.
-Aunque es una pena, me gustaría ser yo el que os ata a un poste y os denuda.- La tripulación se rió por lo que dije.
Me coloqué al lado de la chica que iba en cabeza.
-¿Qué me dices? ¿No quieres jugar a un juego?- Dije susurrando cerca de su oído.



SAYA
Le agarré del cuello y le estampé contra un árbol.
-Lo de antes solo ha sido un aviso, vuelve ha intentar algo y te juro que tus amigotes tendrán que recoger tus restos con palas y rastrillos, ¿entendido?- Le miré frunciendo el ceño y apretando su cuello.


IAN
Los de mis tripulación hicieron ademán de venir ha ayudarme. Les indiqué con la mano que no cuando la chica me amenazó.
-Está bien……- La voz me salía a penas.
-Te… prometo que no… volveré a… tocaros…- Señalé su mano.
-¿Podrías… hacerme el favor de… soltarme?- La chica entrecerró los ojos y después aflojó el agarré soltándome del todo.
Tosí y la miré.
-Gracias…



KARA
-No deberías meterte con nosotras, no somos moco de pavo. –le dije dándole un par de tortas en la mejilla cuando Saya le soltó, y seguí el camino, aunque me acababa de dar cuenta de que los habíamos guiado hasta donde estábamos instalados y posiblemente eso nos traería problemas.
-No hagáis ninguna tontería, aunque seáis más, dudo que podáis hacer nada contra nosotros, en más de una ocasión hemos estado a punto de acabar con Draco, no es por presumir, sólo os aviso.


IAN
La miré con cara de asco.
-Será chula y creída la niñata esta…- Negué con la cabeza y miré a mi tripulación.
-Bien, ya sabéis lo que tenéis que hacer. Ir a por las provisiones… pero no hace falta que las busquéis por ahí.- Señalé la nave.
-Seguro que en esa nave hay muchas cosas mejores que los peces de un río o las frutitas de los árboles… pero andaros con cuidado…- Mis hombres asintieron y se desplegaron por el bosque, había que guardar las apariencias.


NEO
Salí de la nave manchado de aceite por la cara y por el torso, esto de mirar los niveles me ponía guarro, nunca me libraba…
Fruncí el ceño extrañado al ver más gente de la que recordaba.
Fijé la vista en un chico rubio que me resultaba familiar…
-No me jodas…- Anduve a paso ligero hasta ponerme delante del chico.
-¿Qué coño hace ese aquí?- Dije mirando a Kara.
-Seguro que ha sido idea de Saya, ¿verdad?


SAYA
Miré a Neo.
-¿¿Qué?? ¿Idea mía? Tú estás tonto, ¿cómo va ha ser idea mía traer a ese tío?- Puse los ojos en blanco.
-Nos han seguido, a Kara y a mí…


KARA
-Sí, tranquilo, oso, no ha sido culpa nuestra, y no van a tocar las narices, ya están avisados de lo que pasa si lo hacen. –les sonreí, no me terminaba de fiar de ellos, pero como Neo estuviese todo el tiempo obsesionado iba a ser una verdadera cruz.



NEO
Les miré.
-Creo que voy ha ir preparando la nave. Las vacaciones han terminado.- Dije volviendo la mirada a Kara. No estaba del todo seguro que estos tipos hiciesen caso a las advertencias de Kara, por lo que decidí ir a terminar lo que estaba haciendo y emprender de nuevo el vuelo antes de que se liara alguna.



IAN
Miré al grandote mientras se iba. Iba a estar dentro de la nave, eso dificultaría las cosas, pero mientras que estuviese ocupado con sus cosas, creo que no habría ningún problema.
-Con que de vacaciones, ¿eh?- Dije acercándome a la chica Piro, menos mal que la agresiva se había ido…



KARA
Me crucé de brazos y le miré mosqueada.
-Sí, y gracias a ti se han terminado, de modo que podrías estar contento, ya tienes tu venganza. –sonreí falsamente y me fui a vestir y a recoger la hamaca y todo lo que había en ella para irnos, Neo no tardaría mucho en llamar a todos para embarcar.


NEO
Me acerqué a Kai, tenía que comunicarle que teníamos visita.
-Jefe… tenemos un problema.- Le señalé a Ian con la barbilla.
-Ese es el problema… él y su tripulación.- Miré de nuevo a Kai.
-Voy ha preparar la nave, no me fío ni un pelo de estos tíos…


KAI
Asentí y miré a Neo.
-Esto… Son rebeldes, ¿nos han hecho algo? –eran un grupo de tíos grandotes que no llegaban a superar a Neo y por lo que parecía buscaban provisiones.



NEO
Miré a Kai y señalé a Ian.
-Kai, Jefe, ¿qué que nos han hecho? ¿Es qué no recuerdas ha ese tío?- Le miré de nuevo atónito.
-Ese tío fue el que no la jugó queriéndose llevar a Kara y a Saya, ¿te refresco la memoria o ya tienes bastante?


KAI
Me levanté.
-¿Por qué no estás despegando la nave? –miré al río.
-Niño, nos vamos, coge tu bañador de debajo de la piedra de una vez y sal del agua. –cogí la ropa y me dispuse a buscar a Saya con la mirada.
-Como se le acerque…


IAN
Vaya, estaban todos aquí, incluido el crío y el hombrecito de hielo…
Miré a uno de mis hombres y le hice una señal de que entrase en la nave. Obedeció y entró sin que nadie le viese.
Sonreí esperando a que empezasen los gritos y los insultos.



SAYA
Iba a salir de la nave cuando un pirata de la tripulación de Ian entró y me agarró inmovilizándome. También agarró a Erika.
-¡Eh! ¿¡Pero que coño haces?!- Salimos de la nave. Ha Erika la agarró otro tío más. Enseguida nos rodearon los doce tíos apuntándonos con sus armas.



IAN
Sonreí y me acerqué a ellos con una sonrisita triunfal.
-Siento en el alma tener que hacer esto, pero, veréis, nos hemos quedado sin dinero, no podemos robar en la ciudad porque está arrasada y bueno, las otras naves no son tan desprevenidas como aterrizar en un momento así.- Les miré.
-Así que, si os portáis bien no os haremos ningún daño. Solo vamos ha entrar y coger todo vuestro dinero, algo de comida y…- Miré a las chicas.
-Ya veremos que más.



KARA
Fruncí el ceño y les lancé una llamarada, pero uno me agarró antes de que pudiese hacer daño a nadie.
-Sois unos cabrones… No sois nobles, no nos dejáis pelear ni defendernos.


JIM
Rodeé mi cuerpo de electricidad estática, por ello ninguno se me acercó ni me agarró, me puse en frente de mi grupo, aunque la estrategia de protegerles se iría al garete si hubiese algún Aqua en el otro lado, claro…


KAI
-Kara tiene razón, no estáis siendo nobles, debéis darnos el derecho a defendernos al menos. –agarré a Kai pegándole a mí.
-Además, contamos con un niño, no podéis hacerle daño a un niño… -les desafié con la mirada, como tocasen a alguno más no iba a quedarme quieto.



IAN
Miré al hombrecillo de hielo.
-Pero que dices de nobleza. Somos piratas, nosotros no conocemos esa palabra.- Miré a tres de los mío y les indiqué con la cabeza que entrasen dentro.
-Vamos, no me miréis así. Si estuvieseis en la misma situación que nosotros lo entenderíais.- Me crucé de brazos.


KARA
-Puede, pero como no es el caso, lo sentimos. –le di una patada en los huevos, y cuando se agachó, un rodillazo en la mandíbula.
-¡Cómo cojáis algo os voy a hacer tragar el césped hasta que caguéis verde! –grité intentando zafarme de las manos del tío que me agarraba.
-Suéltame, coño. –le pisé y me soltó.



IAN
Hice que la agarrasen de nuevo.
-Más te valdría volver ha hacer eso si no quieres acabar como un colador…- Los tres miembros que habían entrado salieron cargados con sacos llenos de comida y todo lo que hubiesen cogido.
Sonreí y le miré.
-Pues ya está, sencillo, rápido y sin heridos… Nos vamos ya, muchas gracias.- Sonreí de nuevo y me alejé junto con algunos de mi tripulación mientras los otros se quedaban vigilándoles hasta que yo montase en mi nave.



KAI
Fruncí el ceño.
-No podemos dejar que se vayan así por las buenas… -coloqué a Kai junto con Erika, ya que era la más cercana a mí en esos momentos y corrí hacia los que nos rodeaban, llevándome a dos por delante, tirándolos al suelo, por desgracia, no llevaba mi espada encima. Giré la cabeza para mirar al resto.
-Vamos, ¡atacad!


ERIKA
Agarré a Kai Jr. y me metí dentro de la nave junto a él. Yo no estaba en condiciones para luchar, aún no me había recuperado del altercado con Dark, lo mejor era mantenerme alejada y proteger al crío.
Uno de los piratas fue ha agarrarme pero logré al menos evitar que se acercase con una pequeña barrera de aire.
Agarré al crío y corrimos dentro de la nave en dirección a mi cuarto.




KARA
Me libré como pude de los que me agarraban haciendo que el calor corporal acabara quemándoles y me lié a propinarles puñetazos y patadas hasta que intentaron inmovilizarme de nuevo, rodeé mi cuerpo totalmente con una llama y les prendí fuego. Tres menos.


NEO
Dos me apuntaron con sus armas, les miré, y antes de que pudiesen disparar, les arrebaté las armas golpeándoles la cara con ellas. Cargué y empecé a disparar a los que se acercaban con ademán de atraparme de nuevo.



KAI
A los que había barrido les había sentado algo mal que lo hiciese, porque me lanzaron contra la nave justo cuando se levantaron. Me incorporé, corrí hacia ellos y a uno conseguí posarle mi mano en el pecho mientras que el otro consiguió agarrar mi otra mano.
Al que había alcanzado, le atravesé con una estaca de hielo, pero el otro me retorció el brazo, haciéndome caer al suelo, el brazo crujió descolocándose de su sitio, le barrí aguantando el dolor y le apliqué la misma muerte que al anterior.
Me coloqué el brazo y tuve un escalofrío después de sentir el intenso dolor.


NEO
Aún quedaban unos cuantos que echaron a correr hacia el bosque. Le miré y les perseguí tirando las armas, no había munición.
Corrí a toda velocidad con la esperanza de pillarles, pero no pude, se escaquearon montándose en su nave.
-Mierda…


KAI
Corrí, siguiendo a Neo, pero llegué tan tarde como él, se escaquearon en la nave con nuestras provisiones y quizá más cosas.
-Hijos de puta… -miré a Neo.
-Quizá podamos seguirles.


NEO
-Pues claro que voy ha seguirles.- Me di la vuelta y corrí de nuevo a la nave.
-¡Vamos, todos a la nave!- Entré dentro de la nave y empecé ha cerrar la compuerta.
-¡Vamos, vamos, daros prisa!- Cerré del todo cuando entraron todos.
Ascendí la nave y la puse a toda pastilla.
-Estos no se van a ir así como así.- Me giré y busqué a Erika con la mirada.
-¡Erika! ¡¿Dónde esta Erika?!


ERIKA
Salí de mi cuarto al escuchar revuelo y los gritos de Neo.
-¿Qué pasa? ¿Qué quieres?- Miré al frente, perseguíamos a la nave pirata.
-Ohm, ya entiendo.- Neo tiró de una palanca y a continuación salió del techo unas escaleras. Subí por ellas hasta que llegué a la zona de tiro, en la parte superior de la cubierta.
Allí había unas ametralladoras. Agarré las armas y apunté esperando que Neo me diese la orden.


NEO
Esperé a que Erika estuviese en su puesto para darle la orden de que disparase.
Apreté aun más el acelerador para acercarme a la nave pirata.
-¡Erika, dispara!


ERIKA
Apreté el gatillo repetidor y empecé a disparar dando en el blanco. Agujeré el casco de la nave de Ian haciendo que el combustible explotase. Media nave voló por los aires.
Abrí los ojos como platos soltando las ametralladoras… me había sobrepasado. La nave pirata empezó ha caer en picado estrellándose contra el suelo…
Me vino a la memoria el día en el que la Quimera voló también por los aires…
-Dios, ¿qué he hecho?


KAI
Vi cómo la nave de Ian caía en picado.
-¿Qué coño…? –se estrelló contra el suelo, provocando una polvareda impresionante que ascendió hasta nosotros.
-Madre mía…


NEO
Me quedé alucinado cuando vi la nave estrellarse…
-Joder… están… la nave…- Me llevé las mano a la cabeza.
-Dios……. –Había una gran humareda, no se veía nada, pero nos dio ha entender que no habría supervivientes….



JIM
Me llevé la mano a la boca.
-Erika, qué… -salí fuera, ella estaba aún frente a las metralletas. Me acerqué, parecía que a ella no la había pasado nada, pero…
Posé mi mano en su hombro y la abracé contra mí.



ERIKA
Me aparté sin brusquedad mirando la nave estrellada en el suelo. Me acerqué a la barandilla y miré el accidente…
-Dios… yo…- Me llevé las manos a la cabeza y miré a Jim.
-Yo no… no quería… joder…


JIM
-Lo sé, lo sé, pequeña, no pasa nada, no ha sido culpa tuya… -la cogí de la cara y la miré a los ojos. -De verdad, cielo, ha sido un accidente, tú querías pararles, no ha sido culpa tuya que… pasara esto… -intenté que no mirase hacia el estropicio, se sentiría peor.



ERIKA
Me aparté de nuevo y miré la nave que estaba en llamas. El humo ya se había disipado.
-Madre mía… joder… la he armado…- Me llevé una mano a la boca.
-Tenemos que bajar… tenemos…- Bajé de nuevo a la sala de mandos.
-Chicos… yo… lo siento, creo que me he pasado…


KAI
Negué con la cabeza y miré a Erika.
-Has… -me fui hasta el otro lado de la sala sin mirarla, si la echaba la bronca se sentiría peor y luego iba a ser peor para mí también, además, no había sido del todo culpa suya, no lo había hecho a propósito.
-Vale, vale… No ha sido más grave de lo que hemos hecho ya, hemos matado a más de media tripulación ahí abajo, no es para tanto, ¿vale?


ERIKA
-¿¿Qué no es para tanto?? Madre mía, he volado una nave por los aires…- Resoplé.
-Te-tenemos que bajar… al menos bajaré yo para ver si hay supervivientes… - Miré a Kai.
-No puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo que puede haber alguien vivo todavía...


KARA
Me acerqué a Erika
-Tiene razón, si hay algún superviviente deberíamos bajar a ayudarles, de eso se trata… ser noble, ¿verdad, Kai? –pregunté mirándole.



KAI
Miré a Erika y Kara y asentí.
-Tenéis razón… -miré a Neo.
-Neo, por favor, desciende la nave, vamos a bajar. –miré a Erika y asentí.
-No te preocupes. –salí de la sala.



NEO
Suspiré y descendí la nave cerca de la pirata. Abrí las compuertas y salimos todos en busca de supervivientes.
La nave estaba en llamas y llena de escombros. Olía a combustible quemado y el humo a penas nos dejaba ver nada.
-Separémonos.- Fui con Kara y Erika.



KARA
A medida que avanzábamos fui absorbiendo el fuego y el calor para que no les costase seguir, aparté el humo con la mano.
-Puede que sí que haya sobrevivido alguien, hay hasta una pared aquí completa. –me tropecé con algo y caí de bruces al suelo.
-Genial… -me puse de rodillas frotándome la barbilla, me giré, había tropezado con una pierna humana. Retrocedí en el suelo mirando el miembro.



NEO
Agarré a Kara.
-Cuidado…- La levanté apartándola de la pierna cercenada.
-… sigamos...- Dejé que Erika y Kara pasasen primero y aparté al pierna a un lado.
-¡Hola! ¡Hay algún superviviente! ¡Hola!- Grité por si había alguien vivo.



ERIKA
Iba con la moral muy baja… había destruido una nave y había matado a la tripulación…
Suspiré y seguí a Kara sin mirar a delante.
-No encontraremos a nadie…- Alcé la cabeza cuando escuché a alguien pedir ayuda.
-¡Por allí!- Eché a correr hacia donde venía la voz.



IAN
Estaba en el suelo, no podía moverme, tenía las dos piernas fracturadas ropa quemada. Sentí que me iba a morir, pero escuché a alguien gritar.
-¡Aquí! ¡Estoy aquí, necesito ayuda! ¡Por favor!- Intenté moverme, pero mis piernas no respondían y me dolía todo el cuerpo.
-¡Ah! ¡Dios!



NEO
Corrí detrás de Erika hasta que al fin encontramos a un superviviente… Ian…
Suspiré y me agaché. Tenía las piernas rotas y quemaduras en los brazos y en el pecho.
-Vamos… te llevaremos con nosotros.- Le agarré en brazos y caminé a paso ligero de nuevo a la nave.


KARA
Fuimos a paso ligero hacia la nave, corrí hacia la sala de curas y abrí la puerta preparando una camilla. A parte de que nos sentíamos con el deber de salvarle, serviría para que Erika se sintiese mejor.
-Venga, ponlo aquí…



NEO
Coloqué a Ian sobre la camilla con cuidado y ayudé a Kara a preparar las cosas para curarle, aunque yo no sabía mucho de medicina, la que más sabía era Saya.
De todas maneras, me quedé por si necesitaban algo.



SAYA
Entré en la enfermería y me acerqué a Ian. Tenía las piernas rotas, lo mejor era volver a reconstruir los huesos, y el único que podía hacerlo era Kai.
-Kai… necesitamos de tu poder… será mucho y seguro que te debilitarás en seguida, así que…- Le miré.
-Dejaré que utilices mi energía.


KAI
La miré cuando fui a posar mis manos en una de las piernas.
-¿Qué? –negué con la cabeza.
-Ni hablar, Saya, tú últimamente no haces más que perder energías, no puede ser bueno. Si me quedo sin energía me echo a dormir y punto, no quiero usarte a ti… -empecé a aplicar hielo en la pierna, buscando cómo unir el hueso.


SAYA
-Kai, escúchame…- Le miré mientras aplicaba hielo a las piernas de Ian.
-Seguro que te quedarás sin energía antes de que termines de unir los huesos, por eso es mejor que te de mi energía para que puedas terminar de sellar sus piernas…- Miré a Ian que se retorcía de dolor.
-No te preocupes por mí… yo estaré bien, ahora lo importante es ayudar a Ian…


KAI
Negué con la cabeza.
-Voy a continuar hasta que pueda, si me quedo sin energías ya veré lo que hago. –no sabía cómo podía seguir consciente, pero si se movía no podría ayudarle.
-Antes de que le una algo que no deba unir duérmele, sédale o algo, no puedo dejar que se mueva.




SAYA
Suspiré y me coloqué al lado de Ian. Mojé un poco de morfina en la gasa e hice que lo respirase para que se durmiese.
-Ya está…- Me coloqué al lado de Kai. Aunque él dijese que no, iba a darle mi energía si veía que no podía seguir solo.
-Bien, ya puedes empezar.


NEO
Mientras Kai y Saya se encargaban de curar a Ian, yo me encargué de sacar a la gente de la enfermería. Era mejor dejarles solos para que se concentrasen mejor.
-Vamos fuera… esperaremos hasta que terminen.- Cerré la puerta cuando salieron todos.



KARA
Miré a Erika.
-Vamos a ver si queda más gente, ¿vale? –apoyé la mano en su hombro intentando que se sintiese mejor.
Salí, si Ian estaba vivo, podía que hubiese más.



KAI
Llevaba uniendo huesos media hora, la rotura había sido muy intensa y era difícil unir todos esos tejidos, estaríamos allí quizá cinco horas, aunque la verdad era que iba a necesitar energía extra.
Suspiré.
-Saya… tráeme un poco de agua, ¿quieres?



SAYA
Asentí y salí rápidamente hacia la cocina. Llené una jarra de agua y la llevé de nuevo a la enfermería cerrando la puerta.
-Toma…- Le entregué la jarra y le miré.
-Esto me frustra mucho… si tuviese mis poderes de ninfa… ya no el poder de ninfa, si no el de un Aqua normal, podría echarte una mano…- Bajé la mirada a Ian.




KAI
Cogí la jarra y eché un trago, se la devolví.
-Si te sientes frustrada lo mejor es que te marches, voy a tardar mucho y de verdad, no hace falta que estés aquí… -meneé la cabeza y seguí aplicando hielo poco a poco, tenía que separar los músculos para mover el hueso, ahora estaba casi llegando, pero luego tenía que unir una parte con la otra…



SAYA
-No voy ha moverme de aquí, si es lo que quieres…- Le miré.
-Ya que me has negado el darte mi energía, no voy ha dejar que te cargues esto tú solo. Me quedaré aquí el tiempo que sea necesario…- Suspiré de nuevo y me puse delante de él. Al otro lado de la camilla.
-Venga… confío en ti....- Sonreí
.-…estoy aquí contigo.


KAI
La miré y sonreí.
-Lo sé. –volví a mirar la pierna, no sabía cómo, después de lo que nos habían hecho, le estaba salvando la vida poniendo de mi propia energía vital.
Estuve así cerca de dos horas, a base de agua y el apoyo de Saya, que no se apartaba de mi lado ni salía de allí nada más que para traerme agua.
En un momento de completo silencio solté una risotada.
-Menuda putada…



SAYA
Estuve allí con Kai, trayéndole agua y sin separarme de su lado…
Contemplaba la cura cuando Kai soltó una risotada. Le miré y sonreí algo extrañada.
-¿Qué pasa? ¿Menuda putada por qué?... ohm, supongo que es por esto…- Miré a Ian que seguía dormido.
-Ojala…- Mire a Kai
.-… ojala pudiese ayudarte, relevarte… así no tendrías que cargártelo solo.


KAI
-No sí… -me reí bajando la cabeza.
-La putada es… -la miré- Que después de beber tanto agua… -me reí.
-Que no puedo moverme de aquí y me estoy meando… -sabía que si rompía la cadena de hielo perdería el hilo de lo que estaba haciendo y me iba a resultar muy difícil remontar.
-Es igual… aguantaré hasta que termine esta pierna, no me falta mucho. Ah, y no me digas que nos vamos todos al baño porque no pienso cargar al tío hasta allí…



SAYA
Le miré cuando me dijo que se estaba meando.
-Vaya… y ahora no sería bueno dejar la pierna así…- Miré a mi alrededor pensativa. Vi una especie de orinal. No me lo pensé dos veces, lo agarré y miré a Kai.
-Podemos… bueno, se me ha ocurrido que yo puedo ayudarte a… ¡coño! Te la agarro y meas aquí.- Señalé el orinal.
-Lo he hecho muchas veces con Kai Jr. cuando era un mico, es lo mismo lo que pasa que la tuya es más grande…- Me encogí de hombros.


KAI
Me quedé mirándola cuando dijo eso.
-Lo mismo… -volví a mirar la pierna.
-Voy… voy a hacer que no he oído lo que me has dicho y me aguantaré hasta que acabe con la pierna, ¡y! –la miré.
-No insistas, porque me da asco saber que en breve se va a despertar y que puede estar viendo que me la estás agarrando porque me ayudas a apuntar a un orinal… -negué con la cabeza.
-No, no insistas, me da igual lo que opines.




SAYA
Suspiré y puse los ojos en blanco.
-Vamos, Kai, no seas idiota. ¿Cómo se va ha despertar? Le he puesto morfina para parar un camión. No seas finolis y deja que te ayude en esto…- Me acerqué a él.
-Será muy rápido, es más, será mejor, así estarás a gusto y te concentrarás mejor.- Le miré y alcé las cejas.



KAI
Enrojecí y aparté la mirada de ella.
-Que no, coño, que no me falta nada, y si haces eso me vas a desconcentrar, a dos metros de mí, y llévate eso. –no la miré.
-Que no, si… si me agarras me voy a desconcentrar del todo y le voy a soldar el hueso con los genitales y paso de que luego me eche la bronca.


SAYA
Puse los ojos en blanco.
-Por Dios, Kai, mira que eres rarito. No voy a hacer nada, ni si quiera te rozaré… bueno, eso no es verdad, tendré que sujetártela, pero será un segundín, ni te enterarás…- Suspiré.
-Bien, tendré que hacerlo yo…- Me metí bajo la camilla.
-Ni se te ocurra pegarme una patada si no quieres que te pellizque un huevo, y va en serio.


KAI
Me crucé de piernas.
-¡Qué no! Saya, paso de mear delante de tu cara, joder. Parece esto la trama de una peli porno, por Dios. –me alejé de ella.
-No voy a hacerlo, no.



SAYA
-Kai, ven aquí.- Le miré seria.
-Y no seas burro, en una peli porno una no se pone de rodillas para ayudarle a mear al tío, más bien para ordeñarle.- Me reí y le miré.
-Vamos, no tendrás que hacer nada, yo me ocupo… como siempre…- Meneé el orinal sonriendo.
-Venga, meón.


KAI
Cerré los ojos avergonzado.
Cuando pasó todo sentía que mis mejillas estaban más rojas que antes, sólo estuve más a gusto cuando me ató el pantalón.
-Ahora… tira eso y si no vuelves del baño mejor…



SAYA
Me reí y salí de debajo de la camilla.
-Uy, mira, pipi real…- Me reí de nuevo y le miré.
-Vale, vale, ya me callo.- Me giré aguantándome la risa. Tiré el pipi real por el lavabo de la enfermería, que no era nada real. Me lavé las manos y volví a girarme. Miré a Kai que seguía rojo como un tomate, un pimiento y toda la fruta roja mezclada.
-¿A qué ahora estás mejor?


KAI
-Cállate… -seguí intentando concentrarme, porque me había ido totalmente del tema y podía haberle dejado inválido de haberme desconcentrado más, casi le había desviado el hueso dos centímetros de donde debía por culpa de la ideita…



SAYA
No dije nada, tuve que olvidarme de nuestra “aventurilla” para que Kai se pudiese concentrar de nuevo.
Estuvimos allí metidos otras dos horas. Kai terminó la primera pierna… yo no dejaba de mirarle por si se encontraba débil y tenía que hacer algo… no mucho, pero ayudarle en alguna cosilla…
-¿Cómo vas?- Pregunté acercándome a Kai, aunque me había dicho que estuviese a dos metros de él… creo que después de la meada, ya no se fiaría de mi…



KAI
Sentí que las fuerzas empezaban a fallarme y sentí que me mareaba, entonces Saya me preguntó cómo iba.
-No muy bien… -tragué saliva, una de las piernas me falló y me desequilibré.



SAYA
Le agarré del brazo y le miré.
-… Kai… descansa un poco. Ya has terminado con esa pierna, descansa antes de empezar con la otra… - Agarré una butaca y le senté.
-Tranquilo…descansa…


KAI
Me llevé la mano a la frente y apoyé la cabeza en la butaca.
-Lleva muchas horas así, si lo dejo pasar más tiempo podría no tener arreglo… Pero estoy en el límite. –bebí de la jarra, todo me daba vueltas.


SAYA
Le miré y suspiré.
-Kai… no tenemos otra opción, tendrás que tomar de mi energía y me da igual que te niegues…- Me arrodillé delante de él y me concentré para cargar energía en mis manos… me iba ha resultar muy difícil, pero tenía que intentarlo…
Le miré a los ojos y le agarré de las manos.
-Vamos…


KAI
Negué con la cabeza.
-No puedo dejarte, Saya. No sabes controlarlo y podrías hacerme daño, además, paso de que pierdas tu energía, bastante tenemos ya conmigo, acabaremos los dos en la sala de un hospital y no quiero. –me levanté de nuevo.



SAYA
-Kai…- Le senté de nuevo y le miré seria.
-No me da la gana dejarte que utilices más tu poder así, en esta situación. Tomarás de mi energía y no quiero escuchar más quejas ni más replicas. ¿Me has oído? Así que no te levantarás hasta que hagas lo que te he dicho.- Agarré de nuevo sus manos.
-Tendrás que absorber como si fueses una esponja.


KAI
-No puedo, Saya, no me siento capaz de robarte tu energía… entiéndeme… -apoyé la frente en su hombro.
-No me hagas hacer esto, sólo dame diez minutos…


SAYA
-No, no te daré diez minutos…- Dije en tono frío y descargué mi energía en sus manos. La corriente no fue muy fuerte, pero si lo bastante como para que Kai la cogiese y se abasteciese de ella. Cerré los ojos con fuerza cuando descargué de nuevo. Eso le hubiera bastado para devolverle sus fuerzas… Bajé la cabeza jadeando algo agotada, no quería mostrarme muy cansada para no preocupar a Kai.
-Ya está… creo que con esto… tienes para la otra pierna…


KAI
Me sentía mucho mejor, aunque no al cien por cien, pero lo aprovecharía todo lo que pudiera. Me levanté y la cogí en brazos, la tumbé en otra camilla.
-Duerme, ya has hecho bastante… -me fui de nuevo hacia Ian y me dispuse a curarle la otra pierna. Odiaba hacer eso y encima que la que saliese perjudicada fuese Saya.


SAYA
Me tumbé de lado sobre la camilla, pero no me dormí, estuve mirándole todo el rato. Por muy cansada que me encontrase, no era momento de dormir…
No me moví ni un ápice de la camilla con tal de observar y cuidar de Kai. De vez en cuando me miraba, cuando lo hacía, yo le sonreía dándole ánimos.



KAI
Saya no era capaz ni de dormirse en esos momentos, era cabezota hasta más no poder. Una de las veces que la miré y ella me sonrió la dije:
-Vale, se acabó, duérmete, si no lo haces me enfadaré, o le diré a Neo que te lleve a la habitación, así que intenta dormirte, no me voy a ir de aquí.


SAYA
Le miré y negué.
-Me da igual, puedes llamar a Neo y que venga ha llevarme, sabes que no le dejaré…- Suspiré.
-Lo siento, pero es así, no voy ha dormirme hasta que hayas terminado y si te molesta, ya te pueden ir dando por el culo.- Alcé una de mis cejas apoyando la cabeza en la almohada.



KAI
Bajé la cabeza, nunca jamás podía llevarla la contraria, nunca ganaba…
Seguí con la pierna, estaba anocheciendo y Kara pasó a la enfermería.



KARA
Entré en la enfermería, Kai seguía con la “operación” de Ian, debía estar hecho polvo…
-Hola… -entré, yo también estaba algo cansada después de estar toda la tarde buscando, aunque por desgracia, Ian era el único que había sobrevivido.
-No hemos encontrado a nadie más… -me acerqué a Saya, no sabía qué hacía tumbada en la camilla pero no pregunté.
-Voy a hacer algo de cena, así que luego os traeré algo. Y descasad un poco… -salí y me fui de nuevo a la cocina.


SAYA
Asentí cuando Kara nos dijo que iba a cocina no sé qué… no me enteré muy bien, el cansancio hacía mella en mí y no percibía las cosas con claridad.
Me tumbé boca arriba y miré al techo. Me quedé pensando en mi nuevo “poder”, no sabía como aprender a controlarlo y si seguiría creciendo hasta llegar a tal punto en el cual yo resultaría ser peligrosa… hasta ahora no me había beneficiado para nada… la verdad es que me había resultado útil a la hora de proteger a las personas que quiero…
Giré la cabeza cuando escuché la voz de Ian… se estaba despertando.



IAN
Abrí los ojos lentamente. Me sentía dolorido y desorientado. Me encontraba en una enfermería. Miré a mi alrededor, fruncí el ceño al ver a Kai… me estaba curando…
-¿Kai?...- Abrí los ojos como platos y me intenté levantar pero grité al notar un dolor agudo y punzante en las piernas.
-¡¡Joder!! ¡¡Mierda!!


KAI
Intenté no desconcentrarme cuando Ian se despertó y se alarmó.
-No te muevas, imbécil, o te puedes quedar minusválido, gilipollas. –uno de los ligamentos se desvió.
-Joder… -eso no le dejaría en una silla de ruedas, pero no le dejaría correr bien.
-Idiota… Estate quieto.


SAYA
Me levanté y me puse detrás de Ian.
Rodeé su cuello con mis brazos.
-Tranquilo, Ian, tranquilo… vamos, tranquilízate Ian, para. Si no paras no podremos curarte… vamos, quieto…- No paraba de gritar y revolverse con tal de zafarse de Kai.
-Ian, escúchame, no te haremos daño, pero si no te estás quieto no podremos curarte… para, por favor…- Se tranquiló poco a poco.
-Ya está., ya está… ¿ves? Así está mucho mejor…- Aflojé su agarré, fui ha separarme pero Ian me agarró de nuevo.
-……vale…- Miré a Kai.



IAN
Me tranquilicé gracias a Saya… no quería que me soltara, no en un momento así. Me daba igual que el hombrecito de hielo se pusiese celoso… la verdad es que le agradecía que me estuviese curando…
-No me sueltes… por favor…- Dije mirando a Saya.


KAI
Le miré de reojo.
-Comprendo que quieras un apoyo porque esto duele lo suyo, pero como te aproveches te dejo postrado en una cama el resto de tus días. –no estaba haciendo nada por lo que preocuparse, pero no sería la primera vez que intentaba hacer algo con mi mujer.


IAN
Miré a Kai.
-¿¿Crees qué estoy en condiciones de ponerme a ligar ahora?? ¡¡Ah!!- Agarré a Saya de la mano con fuerza.
-¡¡Joder!! ¡Haz que pare este puto dolor!- Cerré los ojos con fuerza.



SAYA
Ian me agarró de la mano con bastante fuerza.
-Ian… me haces daño…- Me miró y me soltó. Sacudí la mano, tenía los dedos rojos.
-Ian, tienes que mantener la calma. Falta muy poco, pero si no paras de moverte Kai no podrá hacer el trabajo…- Le miré y posé una mano en su frente.
-No me separaré, de verdad. Confía en nosotros… sé que te he hecho cosas… bueno, que no confiarías en nosotros, pero te lo pido, confía en mí…- Suspiré y miré a Kai.
-Vale…


KAI
Continué aplicando hielo, el ligamento desviado ya no tenía arreglo, así que lo dejé. Seguí juntando las fibras del hueso, quizá tardaría un cuarto de hora más, pero las fuerzas me estaban abandonando de nuevo, intenté no aparentarlo para que Saya no me ofreciese de nuevo su energía.



IAN
Apreté los dientes, me estaba congelando, sentía el frío punzante atravesar mi piel. Respiré fuerte y cerré los ojos.
-…. Dios…- Saya mantenía su mano en mi frente. La otra pierna ya no me dolía tanto, pero la que ahora curaba Kai… era un infierno.
-¡Joder!... no es por meter prisa, pero, ¿te falta mucho?...



KAI
Tragué saliva.
-Falta poco, yo tampoco lo estoy pasando de puta madre uniendo las fibras de tus huesos, ¿vale? En primer lugar, ni siquiera debería estar haciendo esto… -miré a Saya ladeando la cabeza.
-Cuando puedas… acércame el agua, por favor… -bajé la cabeza, ya estaba haciendo bastante con mantener así a Ian, pero si quería llegar hasta el final necesitaba reponerme un poco.



SAYA
Le miré y asentí. Cogí la jarra de agua y se la entregué… Le miré preocupada, Kai se estaba quedando sin fuerzas y si no hacía algo pronto perdería la consciencia.
-Kai…- Me mordí el labio mirándole… se estaba esforzando mucho.


KAI
Sonreí y la miré.
-Eh, eh, tranquila… Tú sigue achuchando al quejica, yo estoy bien. –sonreí de nuevo intentando no preocuparla y continué mi trabajo, faltaba poco, muy poco para terminar de curar la pierna entera.


SAYA
Asentí no muy convencida… se le notaba cansado. Ian acabó desmayándose del dolor. Le solté y me separé colocándome al lado de Kai.
-Más te vale no desmayarte tú, porque pienso achucharte a ti en cuanto termines.- Sonreí intentando animarle…



KAI
Seguí juntando las putas fibras durante unos minutos más, pero sentía que iba a perder el conocimiento de un momento a otro, aunque luchaba por no hacerlo, ya no por no terminar el trabajo, sino porque Saya no se preocupase innecesariamente.
Tragué saliva con la frente sudando e hice los últimos esfuerzos, uniendo las fibras más deprisa. Se me nublaba la vista y las fuerzas me abandonaban, no podía dejar que pasase… Sentí que sentía el control de mi cuerpo y este se caía solo hacia un lado, perdí el conocimiento… Mierda.




SAYA
Kai se desmayó. Le agarré antes de que se diese contra el suelo.
-Kai… mierda…- Le deposité sobre el suelo con suavidad y me acerqué a Ian. Sus piernas estaban completamente curadas y ahora dormía como un lirón. Le tapé con las sábanas y me acerqué de nuevo a Kai.
Llamé a Neo para que me ayudase a llevarlo a mi cuarto y tumbarle en la cama.
Kai había gastado todas sus energías en curar a Ian y ahora era él el que necesitaba descansar. Cuando Neo se marchó, entré en el baño de la habitación y mojé varias toallas en agua fría. Refresqué el cuerpo de Kai, pero necesitaba más.... lo más seguro es que después se cabrearía conmigo, pero…
Me puse encima de él y posé mis manos en su pecho. Reuní todas las energías que me quedaban y las descargué sobre Kai haciendo que las absorbiese… seguí así hasta que no me quedó ni una gota de energía. Me dejé caer sobre el colchón de lado cerrando los ojos…
Me quedé allí hasta que me dormí o… perdí la consciencia…



KARA
Al final resultó que antes de que pudiese llevarles la cena, Neo me dijo que se habían ido a descansar, tuve que guardarles la cena en la nevera.
Acabé de cenar y me fui al baño, necesitaba relajarme después de estar toda la tarde buscando gente donde no la había, levantando escombros y demás.
Cuando terminé el baño busqué a Neo, no iba a permitir que despegase la nave y se pusiese a navegar, él estaba tan agotado como yo.



NEO
Estaba terminando de cenar, no tenía nada de apetito, pero no iba a desperdiciar la cena de Kara… sabía muy bien que no le gustaba que hiciesen eso con su comida…
Draco se había escapado, James se había transformado en un monstruo y ahora ese idiota de Ian… parecíamos una ONG…
Terminé de cenar y dejé el plato en el fregadero… los demás estaban ya en sus cuartos, estaban cansados y era muy normal…
Suspiré y me quité la camiseta, tenía bastante calor, parece que por la noche subía la temperatura…



KARA
Encontré a Neo en la cocina, había terminado de cenar, era el único que había probado la cena, porque Jim y Erika se habían ido derechos a la cama, Kai Jr. sí había comido algo, bueno, y no sabía si Jimmy había pasado por la cocina, pero cuando hice la cena no estaba.
Neo acababa de quitarse la camiseta en plena cocina, señal de que tenía calor, por lo que posiblemente esa noche no dormiría con él.
-Venga, grandullón, a la cama.


NEO
Me giré y miré a Kara cuando entró.
-Claro…- Suspiré dejando el vaso en el fregadero al lado del plato.
-Vamos…- Me acerqué a ella y la agarré de la cara con suavidad. La miré a los ojos y sonreí. Había sido un día ajetreado y no estaría mal relajarse.
Acaricié su rostro con mis manos mientras la daba besos por la frente y las mejillas con mucha suavidad.



KARA
Sonreí y apoyé mis manos a cada lado de su cintura mientras me llenaba de besos.
-Ha sido una pena que no encontrásemos a nadie después de tanto buscar… -dije acariciándole el cuello.
-Pero bueno… Ahora lo mejor será irnos a la cama, necesitamos descansar, seguramente mañana no nos levantemos hasta bien entrada la mañana…



NEO
Asentí y salimos de la cocina. La agarré de la cintura por detrás mientras caminábamos dándola besos por el cuello. Lo único que quería en esos momentos es relajarme y estar con Kara, tanta tensión me había agotado.
Abrí la puerta del cuarto sin soltarla y sin dejar de besarla por el cuello y el hombro. Acaricié su vientre con mis manos mientras nos acercábamos a la cama.


KARA
Suspiré cerrando los ojos, cogí sus manos y caminé hasta la cama, me senté mirándole, tiré de él haciendo que se tumbase sobre mí y le besé, rodeando su cuello con mis brazos.
-Si tienes calor voy a tener que irme a dormir a otro lado, ¿tienes calor? –pregunté posando mi mano en su pecho. Estaba tan cansada que era capaz de dormirme en la mesa de la cocina.


NEO
Sonreí mirándola.
-No, no quiero que duermas en otro sitio que no sea en la cama conmigo, teniendo calor o frío.- La agarré de las manos haciendo que las alzara por encima de su cabeza y las apoyase en el colchón. La besé por el cuello mientras acariciaba sus muñecas y descendía por los antebrazos.


KARA
Sonreí y cerré los ojos llevándome por sus besos. Dejé que me besase y, cada vez que le alcanzaba le besaba yo donde podía; la frente, los labios, la nariz, las mejillas…
Agarré bien sus manos con las mías.
-No hay nada como un poco de relajación después de un día de duro trabajo.



NEO
La miré y sonreí.
-Te lo mereces después de estar todo el día de búsqueda.- La besé en la nariz.
-Túmbate y date la vuelta. Ponte cómoda.- Sonreí y me aparté para dejarla que se tumbase.



KARA
-Ah, no, no voy a dejar que me hagas tú un masaje a mí… -me senté.
-Primero: porque tú no has descansado en todo el día. Y segundo: me has robado la idea, de modo que te lo voy a dar yo. –le tumbé boca abajo sin brusquedad donde él había dejado el sitio y me senté encima de él, empecé a masajearle los hombros.



NEO
Me giré y la miré.
-Yo no quiero masajes.- Hice que se tumbase.
-Estoy bien, tu descansa, lo necesitas.- La abracé contra mí y cerré los ojos. En seguido me venció el sueño, estaba muy cansado.


KARA
Suspiré, en verdad estaba agotado, a penas tardó en dormirse apenas nos tumbamos, ya le haría un masaje otro día, trabajaba mucho para todos cuando nadie hacía nada por él. Me acurruqué en sus brazos y le di besos por el cuello hasta que el sueño me venció a mí también.



ERIKA
Me desperté la primera de todos. No era muy temprano, pero con lo cansados que estaban los demás normal que aún siguieses dormidos.
Me levanté y salí del cuarto para darme una ducha fresquita. Esa noche había hecho mucho calor y ahora tenía la camiseta del pijama empapada.
Después de darme la ducha fui a la cocina a desayunar algo. Me encontré con James en la cubierta. Estaba apoyado en la barandilla mirando al cielo…
-Hola…- Me acerqué ha él y me puse a su lado.
-Oye, gracias por venir ha rescatarme junto con Jim…


JIMMY
Miré a Erika cuando se acercó y se puso a mi lado. Suspiré y sonreí cuando me dio las gracias.
-No hace falta que me las des… ya sabes como soy… no podía dejar que te hiciesen daño, ni yo ni Jim…- Desvié la mirada de nuevo al cielo… no podía mirarla directamente, aún seguía demasiado enamorado de ella y tenerla tan cerca sin poder tocarla suponía un esfuerzo enorme para mí…


ERIKA
Bajé la cabeza y sonreí.
-Si, ya se las he dado también a él…- Le miré, le noté algo afligido o tristón… suspiré y le acaricié la nuca.
-Vamos, alégrate un poco. Mira el lado positivo de las cosas, estamos bien y vivos…- Sonreí cuando me miró.


JIMMY
La miré y ella me sonrío mientras su mano cálida acariciaba mi nuca.
-E… Erika… yo…- Suspiré y me acerqué más a ella agarrando la mano que recorría mi nuca.
-Puede que me arriesgue a que me des una hostia o que Jim quiera matarme después, pero, correré el riesgo…- La agarré de la cintura empotrándola contra la pared, sin brusquedad pero no muy cuidadoso, y la besé.
Me aferraba a su cintura con fuerza mientras la besaba desesperado… no podía aguantarlo más… la necesitaba.



ERIKA
-Espera, Jam…- No me dio tiempo. Me empotró contra la pared y me besó. Intenté resistirme, pero, sus besos… eran…
No podía dejarme llevar, debería pensar en Jim, pero…
-James… no puedo… no…


JIMMY
Erika se intentaba resistir, es más me frenó.
Bajé la cabeza y respiré con fuerza.
-No… estoy harto, Erika… harto de…- Golpeé la pared con mi mano y la miré.
-Harto de desearte tanto, de querer besarte y tocarte... de tener que reprimir mis ganas de…- La miré juntando mi rostro al suyo.
-Erika, te quiero, te deseo… y el pensar que nunca serás mía, es algo que me mata… ¿Qué puedo hacer?


ERIKA
Le miré mordiéndome el labio cuando me dijo eso.
-James… no puedo hacerle esto a Jim, le quiero, le amo… le estoy traicionando, no quiero sentir nada por ti, si lo hago le mataría del disgusto…- Bajé la cabeza para evitar que nuestros labios se volviesen ha encontrar.
-La única solución es que te olvides de mí…


JIMMY
-Que me olvide de ti…- Me acerqué a su oído cuando ladeó la cabeza.
-No puedo olvidarme de ti, Erika… no puedes pedirme eso…- La agarré de la barbilla para que me mirase.
-Necesito besarte…- La besé de nuevo, de igual manera que antes… no podía evitarlo, necesitaba sentirla mía aunque fuese unos segundos.



JIM
Me levanté rato después que Erika, me había despertado cuando se levantó ella, pero había preferido quedarme para pensar.
La verdad es que siempre estaba teniendo malas conversaciones con ella por el tema de James. Él estaba enamorado de ella, y eso era lo que entorpecía todo, porque no se rendía por mucho que Erika le diese largas.
Quería pedirle perdón a ella por desconfiar de ella, aunque no era exactamente así, y pedirle perdón a él, sabía que lo estaría pasando mal, y aún así me había permitido ir con él a salvarla…
Busqué a Erika por la nave, la cocina, el lugar donde se suponía que estaría, estaba vacía.
Seguí recorriendo la nave hasta que salí a la cubierta. Di un paso atrás sin creerme lo que veía. James tenía a Erika acorralada y la estaba besando…
En esos momentos pensé en atravesarlo en dos partes y olvidar todo lo que había hecho por nosotros, pero fue peor cuando vi que Erika estaba entregada a él, no estaba forzada…
El corazón me dio un vuelco, no había sentido tanto dolor nunca.
-Erika… -los ojos se me inundaron de lágrimas, miré a James.
-Confié en ti… -volví a mirar a Erika.
-Confié en los dos… -bajé la cabeza dolido, no iba a soportarlo más, si Erika se cabreaba conmigo ya me daba igual, me había hecho muchísimo daño y se había acabado el sufrir por ello.
Miré a James con rabia, esta vez no me contendría con él, ya bastaba de controlarse, me daban igual las consecuencias ya, quería vengarme.
Corrí hacia él profiriendo un grito y le di un puñetazo que le sacó de la nave, por desgracia estábamos en tierra. Noté que mis nudillos se habían abierto, pero no hice caso a ello. Salté la barandilla y caí cerca de James, tirándole al suelo de nuevo evitando que se levantase, empecé a darle puñetazos de nuevo, sin dejarle levantarse.
-¡¡Hijo de puta!! ¡¡Yo confié en ti!! ¡¡Yo confié en ti!! –las lágrimas empezaron a correr por mi rostro. Sabía que Erika estaba gritando o llamándome, pero a penas la entendía, sólo quería acabar con James.


JIMMY
Jim me pilló besando a Erika. Me golpeó lanzándome lejos de la nave. Iba ha levantarme, pero Jim volvió a golpearme. Me cubrí la cabeza cuando empezó a pegarme puñetazos por todos lados. No dije ni hice nada por defenderme… no tenía derecho a golpearle…
Cuando paró para coger fuerzas, me descubrí la cara, era la primera vez que lloraba, nunca antes lo había hecho…
No salio ni una palabra de mi boca, ni un insulto ni nada. Me quedé en el suelo sin moverme y sin defenderme si quiera. Apoyé la cabeza en el suelo y cerré los ojos a espera de que empezase de nuevo con los golpes…


JIM
No se defendió, ni me devolvió ni un solo golpe, y se destapó la cara. Estaba sangrando, el labio y la nariz, mis nudillos también sangraban. Quería seguir pegándole, pero vi las lágrimas en sus ojos y paré el puño en el aire, él estaba arrepentido, y no podía seguir pegándole. Aún así no le perdonaría, le había dado la oportunidad y había sido un gilipollas, a saber si no llevaban meses ocultándome todo esto…
Me levanté.
-Sé feliz con ella, al final, después de tanto luchar has conseguido lo que querías. Pues sé feliz, cabrón. –no quise mirar a Erika, no quería ver a nadie. Me adentré en el bosque, perdiéndome entre los árboles, corrí más bien, si alguien me seguía no le daría tiempo a alcanzarme.


JIMMY
Me quedé sobre el suelo, tumbado boca arriba. Cerré los ojos dejando que las lágrimas se deslizasen por mis mejillas…
Me sentía mal, me arrepentía de todo esto… no era quién para destrozar la felicidad de una pareja. Erika no me correspondía y tenía que admitirlo…
Me tapé los ojos con un brazo. No quería hablar, no tenía ganas de nada…



ERIKA
Bajé rápidamente y me acerqué a James. Jim no estaba… miré el bosque, había salido corriendo…
Mire a James.
-Dios… James… lo siento, ha sido por mi culpa…- Me tapé la cara llorando.
-Esto es absurdo, no valgo nada para que acabéis así… ¡Sois unos idiotas!- Me levanté y eché ha correr por donde se había ido Jim.
-¡Jim!- Le llamé, pero ya no le alcanzaría, había bajado demasiado tarde.
-... Jim…- Paré y miré a mi alrededor… bajé la cabeza y me senté en el suelo sin dejar de llorar tapándome la cara con las manos.
-Jim… no te vayas… no…- Me incliné hacia delante agarrándome la tripa sin parar de llorar. No quería que se fuese, no podía irse… sonaba egoísta, pero no quería que desapareciese.



JIM
Llegó un momento que no quise correr más, nadie podría alcanzarme, y si lo hacían me daba igual, me iría otra vez, no iba a hablar con nadie ni ver a nadie. Después de todas esas broncas con Erika sobre mis celos y todas las veces que se había enfadado conmigo por ello… yo tenía razón…
Era un idiota, siempre lo había sido y nunca aprendía, nunca…
Me dejé caer de rodillas apoyando los puños en el suelo. Di puñetazos al suelo hasta que la mano empezó a dolerme, no podía soportar haber estado tan ciego y encima creer que el que hacía mal las cosas había sido yo, no podía soportar saber que Erika me había engañado a pesar de que me quería…
-Soy imbécil…



ERIKA
Decidí volver a la nave, no me servía de nada buscar a Jim, no me dejaría explicarle ni hablar con él…
James ya no estaba cuando llegué, entré en la nave y me dirigí a mi cuarto. No quería ver a nadie en esos momentos… me sentía tan miserable, tan rastrera y egoísta… me odiaba a mí misma…
Me senté en la cama sin parar de llorar… no podía más… no sabía que hacer.



JIMMY
Aparecí en al camarote de Kara. No quería despertarla, y sabía que Neo se pondría como loco si supiese que estaba allí.
La miré y suspiré. Me acerqué y deposité un suave beso sobre su mejilla como despedida… tenía que irme de allí, no encajaba. No encajé desde el principio y no lo haría nunca. Era mejor quitarme del medio.
-Espero volver ha verte…- Susurré, aunque estaba dormida y no lo oiría.
Eché un último vistazo y salí del cuarto.
Aparecí en el de Kai y le dejé la ropa que me había prestado encima de una silla. Por último fui ha despedirme del chiquitín, el cual seguía dormidito, igual que los demás.
Sonreí y le acaricié la cabeza con suavidad.
-Si hubiese tenido hermanos pequeños… me hubiera gustado que fuese igual que tú, enano.- Sonreí de nuevo y salí del camarote cerrando la puerta con sigilo.
Me quedé en medio del pasillo y dirigí la mirada al camarote de Erika. Bajé la cabeza y desaparecí dejando mis recuerdos en cada persona de esa nave…



KARA
Me desperté, tenía la impresión de que alguien estaba allí. Miré, pero sólo estaba Neo a mi lado. Llevé la mano a mi mejilla, notaba calor…
Miré a Neo y me separé lentamente de él sin moverle mucho, salí de la cama, salí hasta el pasillo cerrando la puerta con suavidad y recorrí la nave. No encontré a Jimmy en ninguna parte…
-Ya te has vuelto a ir… -me llevé la mano a la frente, y me apoyé en la pared del pasillo.
-Qué habrá pasado ahora…


KAI JR
Me desperté con una sensación rara. Salí de mi cuarto y me encontré a Kara en el pasillo.
-Hola, Kara.- Dije acercándome a ella mientras me frotaba los ojos con las manos.
-He tenido un sueño muy raro… James se iba y me decía que quería un hermano igual que yo…- La miré.
-¿Estás triste? ¿También has soñado con James?


KARA
Miré a Kai cuando salió al pasillo, le cogí en brazos.
-Sí, cielo… Jimmy se ha ido otra vez… Creo que no le gusta estar aquí, porque nunca se queda para siempre… -bajé la cabeza, debió de pasar algo para que volviese a irse.


KAI JR
Torcí el morro.
-Es un tonto. Si no le gustaba estar aquí, que lo hubiese dicho antes de que yo me convirtiese en su compañero de cartas…- Me crucé de brazos enfadado.
-No le perdonaré… es tonto, un tontolaba… Si alguna vez vuelve, le daré una buena patada en el culo.


KARA
Sonreí y le acaricié el pelo.
-Pues hazlo… porque es muy tonto… Se va sin decirnos a dónde ni porqué… -le abracé y le besé en su pelito sedoso, él también estaba triste y era una verdadera putada que Jimmy siempre se fuese así. Al menos esta vez si se había despedido…

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