Practicas de tiro

Y como no, aparte de la vida secreta de Neo, también os ofrecemos la vida no tan secreta de Erika, espero que os guste.


Tengo quince años y se podría decir que mi vida la vivo al límite. Donde hay problemas, siempre estaré allí acompañada de mis dos gemelas ametralladoras. Las tengo un gran aprecio, pues fue un regalo de mi padre, me las dio antes de marcharse a la guerra que se libró hace seis años entre los sombras y los elementales. Yo era muy pequeña cuando eso sucedió, con tan solo nueve años, yo ya era una gran tiradora. Superaba a los francotiradores expertos, pues todo lo aprendí de mi padre, mi madre murió, yo tan solo tenía cuatro años cuando falleció. Padecía una enfermedad degenerativa y no había cura, así que, al nacer yo, la enfermedad creció hasta estar en fase agresiva y… llevársela por delante.
Mi padre se ocupó de mi enseñanza, como todo militar, la disciplina era lo más importante, la moral, el honor y muchas cosas más que ahora mismo no me acuerdo.
Fui a un colegio dentro del área militar, aprendí lo normal, matemáticas, historia… y además prácticas de tiro, así es como me convertí en una gran pistolera.
La guerra ya había empezado y necesitaban que el ejército real se pusiera en marcha para ayudar a los que estaban en el campo de batalla. Mi padre era una de los militares más condecorados por el rey de nuestro país, apropósito, ¿he dicho de que país soy yo? Mi país es el del viento, controlamos el aire y los fenómenos meteorológicos.
Muchas veces escuchas a alguien decir:”Si llueve, es que estamos tristes, si hay tormenta, estamos cabreados, y si hace sol, es que todo sale bien”
Por eso, aquella noche no paró de llover. Esperé, esperé y esperé, pero mi padre no parecía, ni entre los que seguían en pie ni los que yacían muertos en el suelo… mi padre había desaparecido, nadie sabía donde estaba, y nadie quería emprender una búsqueda. Decidí emprender yo el viaje y encontrarle esté donde esté.
Kai y su tripulación me rescataron el mi país cuando fuimos asaltados por los seguidores de Draco, era la única que quedaba en pie y la munición se me acababa, estaba perdida y acorralada, entonces fue cuando los soldados, uno a unos fueron congelándose. Kai saltó desde la nave y empezó a luchar contra los que quedaban vivos, Neo me cogió en brazos y me metió dentro de la nave, me salvaron la vida. Yo fui la última tripulante en la Quimera, yo y Jim, somos los más jóvenes de la tripulación. Seré una niña, pero han ganado una buena defensa.