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lunes, 14 de septiembre de 2009

Capitulo XXIX- JUGUEMOS A UN JUEGO.

Diversión y risas, de eso está cargado nuestro nuevo capítulo. Trvesuras y un juego muy excitante, que disfrutéis. ^^


KARA
Odiaba que me despertasen, era insufrible. Fue a la cubierta y me senté en una hamaca que había allí, a lo mejor con el aire me calmaba un poco y dejaba de quemar todo lo que tocaba.
Me tumbé y suspiré varias veces, tenía ganas de incendiar la nave.



KAI JR.
La nave se había roto y no sabía porque. Le pregunté a mamá, pero lo único que me dijo es que Neo era un torpe. Después le pregunté a papá y me dijo que todos los de la nave eran torpes, pues vales, me quedo igual que antes.
Salí fuera, para ver el mar, Kara estaba allí, tumbada en una hamaca, sonreí y me acerqué.
-Hola, Kara, ¿qué haces?- Me senté a los pies de la hamaca y la miré.



KARA
Llegó el niño y me preguntó qué hacía.
-Hola, cariño. –le acaricié el pelo, le cogí y le senté encima de mí.
-Pues intento descansar, que ayer me quedé hecha un asco y hoy quería dormir, pero los adultos son unos gili… torpes, y no me han dejado dormir. ¿Tú qué tal?



KAI JR.
Me encogí de hombros y le miré.
-Bien, supongo, aunque no se lo que ha pasado y nadie me lo cuenta.- Suspiré y agarré uno de sus mechones.
-Tienes el pelo muy suave.-Me tumbé apoyando la cabeza en su hombro.
-¿Sabes que mi padre odiaba a los Piro? No lo entiendo, a mi me pareces una buena chica, te he cogido cariño.



KARA
Le abracé y le acaricié su suave carita, era tan rico…
-Me alegro de gustarte, no a todo el mundo le gusto, ¿sabes? No suelo caer bien a la gente, soy muy… antipática, por así decirlo. Pero tú eres un sol y un cachito de pan, no voy a portarme mal contigo. Y bueno… con Neo tampoco, él me trata muy bien. –no paré de acariciarle la cara, era muy suave



KAI JR.
La miré mientras me acariciaba la cara.
-Eres muy guapa, ¿te casarías conmigo cuando yo sea un poco más mayor?-La pregunté algo colorado.



KARA
-¿Qué? –Solté una pequeña risotada y le sonreí- Bueno, eres un niño muy lindo y me encantas, no estaría mal. Pero cuando tú crezcas yo seré una señora muy mayor, y no te gustaría. Además… creo que Neo se pondría celoso. –dije frotando mi nariz con la suya, era un niño muy cuco, ¡yo quiero uno así!



KAI JR.
Suspiré defraudado.
-Pues vaya, pero que sepas que yo soy más guapo que Neo. -Sonreí y la abracé con fuerza.
-Eres la mejor amiga que tengo, tú me llevaste con mamá cuando me estrellé con la nave, te dije que te llevaría en mi corazón.



KARA
Ay… pero qué ricura de niño, parecía mentira que era hijo de quien era.
-Claro, tesoro, yo también. –le abracé.
-Y sí, eres mucho más guapo que Neo. –susurré a su oído y sonreí.



NEO
Salí fuera para ver como estaba Kara. La encontré tumbada en una hamaca, sonreí y me acerqué.
-¿Quién es más guapo que yo?-Pregunté, había escuchado la última frase que Kara le decía al niño por lo bajo.
-Ohm, ya entiendo, esta bien Kai, se que también amas a esta mujer, pues no dejaré que me la arrebates. Lucha si eres un príncipe.- Me puse en guardia, claro está, jugaba con él.


KAI JR.
Neo salió diciendo que Kara era su novia. De un salto me puse frente a él en el suelo.
-¡Ja! No podrás vencerme, ogro.-Me reí al ver la cara que ponía cuando le llamé ogro.
-Yo salvaré a la princesa Kara de tus sucias manazas.- Sonreí.



KARA
Sonreí cuando se retaron para ver quién se quedaba conmigo.
-Oh, no, no os peleéis por mí. –dije con un tono un poco falso para ser el de una princesa. Sonreí y bajé a Kai de mi regazo para que jugase con Neo.



KAI JR.
Miré a Neo desafiante plantándome delante de él.
-Te venceré, ogro feo y tontorrón.- Empecé a reírme sin parar. Me puse serio de repente y miré a Kara.
-Yo te salvaré, princesa, venceré al ogro y después….-Me quedé pensativo.
-Kara, ¿qué se supone que hacen los príncipes y las princesas?



KARA
-Oh. –encogí las piernas sobre la hamaca y me coloqué el pelo tras la oreja.
-Bueno… los príncipes y las princesas… -miré a Neo de reojo- Se besan. –sonreí.



KAI JR.
Giré la cabeza lentamente hacia Kara y abrí los ojos ampliamente.
-S-se….s-se….-Un escalofrío me subió hasta la cabeza. Salí corriendo gritando desesperado.
-¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOO, BESOS NOOOOOOOO!!!!!



KARA
Miré mientras salía corriendo, menuda reacción. Me crucé de brazos.
-Menudo numerito el del niño. –dije con una ceja alzada. Miré a Neo.
-Bueno, hombretón, ¿tú serás mi príncipe ahora?


NEO
Miré al niño cuando salió corriendo y gritando al escuchar la palabra “beso”, seguro que le habían creado un trauma sus padres. Sonreí y giré la cabeza hacia Kara cuando me llamó.
-¿Yo? ¿Tú príncipe?- Me acerqué y me senté en el suelo al lado de la hamaca.
-¿No sería más correcto que yo fuera tu sirviente y tu mi reina?


KARA
Sonreí y le cogí de la mano, acercándola a mi rostro.
-Prefiero que seamos piloto y capitana, ¿te parece? –le besé la mano y sonreí.
-Perdona por lo de antes, sabes que detesto que me despierten cuando estoy tan a gusto durmiendo.


NEO
Sonreí calurosamente y la acaricié el rostro con suavidad.
-No te preocupes, ha sido mi culpa, debería haber revisado la nave antes de despegar, entiendo que te pusieses así.- La miré a los ojos sin borrar la sonrisa de mis labios.



KARA
Sonreí, Neo era el hombre perfecto, y era mío. Me levanté sin soltarle de la mano y tiré de él para que se levantase. Cuando estuvo de pie, le rodeé el cuello con los brazos y deposité mis labios en los suyos.



NEO
Me besó y yo respondí al beso encantado. La agarré de la cintura abrazándola.
-Seré mejor que vaya a ver los daños antes de que me ponga tontito y ya no quiera soltarte.- Sonreí.


KARA
No le solté, es más le pegué más a mí, quedando nuestras narices juntas, y le volví a besar.
-¿Qué tendría eso de malo? –de nuevo le besé, no quería soltarle.



NEO
Sonreí, esta mujer era un imán para mí.
-¿Lo malo? Que Kai me echará la bronca y…-La miré, era preciosa y me volvía loco. Era toda mía, de nadie más, solo para mí.
-¿Sabes qué? Que le den a Kai.- La agarré de la cintura haciendo que su esbelto cuerpo se pegara al mío del todo, la besé como a ella le gustaba, un beso con condimento.



KARA
Me reí traviesa cuando me cogió de la cintura y me volvió a besar. No le solté en un buen rato, nos mirase quién nos mirase, como si Kai nos echaba la bronca mientras nos besábamos, me importaba todo una mierda.



KAI JR.
Seguí corriendo por el pasillo, a ver si me quitaba a esos dos empalagosos de encima. Escuché un ruido muy raro, me asomé por una de las ventanas de la nave y miré. Había otra nave más que se acercaba, era más pequeña y de color gris.
-Una nave…-Fui a buscar a papá para contárselo.
-Papi, papi chulo, ¿dónde estás?


KAI
Me encontraba en la sala de mandos, mirando por el gran ventanal, con las piernas posadas sobre el panel, por si veía alguna nave. Oí un ruido, pero no vi nada.
Escuché a Kai llamarme, y pasó corriendo por el lado de la puerta sin verme
-¡Pulga! –Le llamé- Estoy aquí



KAI JR.
Pasé de largo, no me había fijado que mi papi estaba sentado en donde se supone que se tiene que sentar Neo.
-Hola, papi.- Me acerqué y le mire.
-He visto una nave fuera.- Señalé la ventana.


KAI
Bajé los pies del panel de mandos y me levanté.
-A ver, enséñame la nave. –dije saliendo tras él.


KAI JR.
Le llevé hasta la ventana por donde me había asomado y por donde había visto a la nave.
-¿Ves?-Señalé a la nave que ahora era más grande, se había acercado.
-Esa es la nave.



KAI
Parecía que nos habían oído, era una nave mercante, nos venía de perlas.
No aparentaba ser una nave con mucha mercancía, pero lo que necesitábamos lo tenían todas las naves.
Cogí a Kai de la mano para que me siguiese, lo más seguro es que quisiese ver cómo trabajaba su padre, aunque si empezaban a pedir imposibles le haría entrar.
-¿Quieres venir conmigo? –salimos a la cubierta y vimos a la nave colocarse al lado de la Quimera a una distancia prudente. Solté la mano de Kai cuando salimos y, sin mirarle, di a Neo un toque en el hombro para que me acompañase. Me situé al borde de la cubierta, a la espera de que saliese el representante de aquellos ladrones.



NEO
Kai me índico que le acompañase fuera, obedecí y le seguí hasta la cubierta. Una nave mercante se paró cerca de la Quimera.
-Vaya, que casualidad.- Coloqué mis manos a cada lado de mi cintura y esperé junto con Kai a que saliese el capitán de aquella nave. Al fin tendríamos lo que necesitábamos, seguro que ellos dispondrían de un cable para unir las conexiones de los motores.



IAN
Avistamos una nave, parecía averiada, ¿qué mejor que una nave encallada en medio de la nada para aprovechar y robar? Sonreí y mandé a la tripulación acercarnos hacia la nave desconocida.
Mantuvimos las distancias, no me fiaba de la gente que podríamos encontrarnos, seguro que eran rebeldes, piratas, ladrones…
Salí a la cubierta cuando la nave estaba junto a la otra. Dos hombres estaban de pie en la cubierta esperándome, sonreí y me acerqué.
-Buenos días caballeros. Por lo que puedo ver no estáis en muy buenas condiciones. Hemos visto el humo desde lejos y, como buenas personas que somos, nos hemos acercado a comprobar…la mercancía.-Mis compañeros se rieron detrás de mí.
-Perdonad a mis compañeros, solo son unos honrados piratas.-Miré al más serio, tenía pinta de ser el capitán.
-¿Dónde están mis modales? Soy Ian.



KAI
No me moví, sólo cambié el peso del cuerpo al otro pie.
-Somos Kai, y Neo. –Nos presenté- Es cierto que estamos averiados y necesitamos ayuda, pero no tenemos mucho que ofreceros. Neo, diles qué necesitamos.



NEO
Kai nos presentó ante aquel personajillo. Le miré y asentí.
-Veréis, uno de los motores principales a hecho ¡ca-boom! ¿Vale? El cable que conectaba todos los motores a ese principal a reventado, no tengo ninguna conexión bastante larga para poder unirlos de nuevo. Si no los conecto no podré aterrizar para reparar el motor y si no lo reparo nos quedaremos aquí arriba muuuuucho tiempo.



IAN
Escuché al grandote cruzándome de brazos. Cuando concluyó su sermón, le miré rascándome el mentón. Asentí y junté las palmas de mis manos.
-Muy bien, no problemo, necesitáis una conexión nueva y bastante larga…-Me quedé pensativo.
-Si, tengo conexiones de sobra.


KAI
-Bien, ya que sabemos lo que queremos, ¿qué pedís? –eso era lo que más temía del asunto.



IAN
Esbocé media sonrisa y miré a mis compañeros.
-¿Qué podéis ofrecernos?- Miré a Kai y me crucé de brazos.
-Y espero que sea algo interesante, somos muy caprichosos.



SAYA
Me pareció ver una nave mercante cerca de la Quimera. Salí a la cubierta para ver de qué iba la cosa.
Kai estaba allí con Neo y con el niño que se había sentado en un rincón sin decir nada. Le miré y sonreí. Me crucé de brazos apoyándome en la pared. Miré al capitán de la nave mercante.
-La madre de Dios…..-Susurré, estaba de infarto el muy desgraciado.



KAI
-Tenemos comida, tesoros y… -me giré al oír a Saya. Menudo momento para llegar, como se encaprichasen con ella nos la iban a pedir…
-Saya, estamos negociando, ¿qué tal si entras con Kai? –dije mirándola serio, parecía embobada con el maldito mercader.



SAYA
Miré a Kai, me había dicho algo, pero no sé el qué.
-¿Eh?...ohm, si, si, ya me voy, cosas de hombres.- Sonreí y agarré a mi hijo de la mano.


IAN
Una chica salió del interior de la nave, la miré atento, tenía unas buenas piernas.
-Espera un momento, ¿esa preciosidad es una ninfa?- Mis compañeros se volvieron locos, codiciaban a las mujeres más hermosas, las ninfas.
-Creo que tengo una idea, deja que pase un buen rato con la ninfa y a cambio os daré la conexión.- Sonreí mirando a la chica.



KAI
Me crucé de brazos, ya sabía yo que no iba a ser nada bueno, salió justo en el momento inoportuno.
-Lo siento, pero la mujer no es algo negociable. Como ves, tiene un hijo, ¿no sería algo fuerte para el crío que os llevaseis a su madre para hacer guarrerías con ella?



IAN
Me eché a reír.
-Oh, vamos, no me vengas con esas, si, será madre, pero no tiene porque saber nada el crío.- Miré de nuevo a la ninfa.
-¿Qué me dices, preciosa? Si no vienes no habrá trato.


SAYA
Metí dentro de la nave a Kai. Me querían a mi como intercambio de vienes, genial…
Me volví y miré al capitán de la nave vecina. Estaba muy bien para ser algo joven, atractivo y…
-… esto…..- No sabía que decir, necesitábamos el cable ese de las narices.



KARA
Salí fuera, Kai me había quitado a Neo sin decir nada.
-Oye, grandu… -empecé a llamar a Neo, pero se me cortaron las palabras al ver al tío que estaba en la nave que teníamos en frente. Menudo tío… Se me olvidó lo que le iba a decir a Neo, así que me quedé callada al lado de Saya



SAYA
Sonreí ante la reacción de Kara que habías sido como la mía al ver a aquel hombre.
-¿Ves lo mismo que yo?- La pregunté sin apartar la mirada del capitán de la nave mercante.


KARA
-Dios Santo… -exclamé sin dejar de mirarle, cómo estaba el condenado, me acerqué a Saya.
-Dime que quiere intercambiarnos a nosotras… -dije en plan coña.


IAN
Salió otra chica, era más joven que la ninfa, pero igual de buena. Esbocé media sonrisa y las miré a las dos.
-¿Qué os parece si, para que vuestros amigos puedan conseguir su cable, os venís conmigo un rato?- Pregunté mirando a ambas chicas.


SAYA
Miré a Kara.
-¿Eso responde a tu pregunta?- Sonreí y miré de nuevo al chico.



KARA
Joder, que nos quería a las dos de verdad… Estaba muy bueno, sí, estaba para echarle un polvo o dos, sí… Pero, ¿por qué tenía que aparecer ahora? ¿No podía haber aparecido el mes pasado, que no estaba con Neo?
Me dieron ganas de gritar.
-Bueno… -miré a Saya.
-Digo yo, que habrá que conseguir ese dichoso cable, ¿no? –Neo me mataría después de esto.



NEO
Miré a Kara serio.
-¡¿Qué?! Ni de coña, una mierda, si este tío busca sexo que utilice las manos y un rollo de papel higiénico, como todo el que no tiene novia.- Me crucé de brazos.
-Lo siento, guaperas, pero no dejaré que te la lleves.



SAYA
Miré a Neo.
-Lo hacemos por el cable…- Miré al capitán de reojo, Dios, estaba de vicio,
-Solo eso… ¿Queréis el dichoso cable, si o no?



KAI
Se estaban ofreciendo de la manera más fácil, y eso me cabreaba. Supuse que tenía que confiar en Saya, no se iba a entregar al primer tío que pasase sólo por un cable. Cerré los ojos con pesar.
-Que sea lo que ellas decidan. –me di la vuelta y me dirigí a la puerta donde estaban las chicas.
-Neo, encárgate del cable. –me coloqué al lado de Saya, la cogí de la barbilla e hice que me mirara.
-Confío en ti, ninfa. –la di un breve beso en los labios y entré.


NEO
Kai se rindió, suspiré cabreado y miré a Kara.
-Que te lo pases bien…- Cogí el cable que me entregaron y entré en la nave furioso. No me lo podía creer, se ofrecía a aquel tío como si nada. Pues nada, que haga lo que le de la real gana.



IAN
Sonreí cuando las chicas accedieron.
-Bien, ¿venís conmigo, hermosuras?- Extendí mis manos para ayudarlas a cruzar el puente y llegasen a mi nave.
-Dentro estaréis más cómodas.- Esbocé media sonrisa.



SAYA
Miré a Kai mientras se iba, se le notaba defraudado. Suspiré y miré al otro chico, extendía sus manos para ayudarnos a pasar a su nave. Me quedé pensativa antes de decidir nada. Miré a Kara, ya teníamos el cable, ¿no? Llevé mi mano disimuladamente al cinturón donde reposaba mi daga y miré a Kara de reojo.



KARA
No iba a ponerle los cuernos a Neo, no iba a hacerlo, era por el cable, teníamos que irnos de allí, no iba a hacer nada… No sé para qué intento convencerme a mí, a quien tengo que convencer es a Neo…
Le miré apenada.
-<> –articulé sin soltar sonido alguno, esperaba que con eso lo comprendiese. Saya me mostró su arma y asentí acariciando mi pistola en mi cadera.



SAYA
Sonreí y de un salto me planté delante del capitán.
-Te avisamos de que no somos mujeres fáciles.- Dije mirándole y arqueando una de mis cejas.
Si lo que tenía en mente salía bien, no haría falta tener que magrearse con ese tío, ni siquiera estando muy bueno. Para eso ya tenía a Kai que me volvía lo suficientemente loca para evitar fijarme en otro hombre.



KARA
Subí tras Saya y sonreí al capitán siguiéndola de cerca y sin mediar palabra. Me iba a ser difícil no querer tirarme encima de él, pero pensando en Neo se me haría coser y cantar, sólo pensar en su cara, en sus mimos, en sus besos… Tuve que parar para no chocarme con Saya cuando frenó.


IAN
Sonreí cuando la ninfa dijo aquello.
-Me gustan los retos.- Declaré siguiéndolas con la mirada.
-¿Cómo han acabado dos bellezas como vosotras con un par de tíos andrajosos como los de antes?


SAYA
Sonreí y posé ambas manos en su abdomen, estaba fuerte, sonreí y le empujé hacia atrás hasta dejarle contra la pared.
-Ohm, bueno, es un secreto, pero… esos dos chicos, son nuestros esclavos sexuales.- Me mordí el labio juguetona.


KARA
Sonreí al lado de Saya y asentí. Alcé las cejas y le miré de arriba abajo. No iba a hacer nada con él, pero mirar no estaba prohibido.
-Así que te gustan los retos.


IAN
Las miré a las dos, me tenían acorralado en la pared. Sonreí levemente tragando saliva.
-Si, me gustan mucho los retos.- Se suponía que era yo el que las iba a acorralar y tener bajo mi influencia, pero veo que las cosas han salido al revés.


SAYA
Me reí juguetona deslizando uno de mis dedos por su pecho.
-Nosotras sabemos de un juego muy divertido, ¿te apetece jugar?-Dije con voz inocente.
Miré a Kara y sonreí.
-El juego es muy sencillo, tu te desnudas primero y luego nosotras…o si lo prefieres, te quitamos la ropa nosotras mismas.- Me acerqué y le mordí el labio inferior.
-¿Por qué no empezamos con tu camiseta?- Metí las manos bajo la parte de arriba de su ropa y se la arrebaté lentamente.



KARA
El juego quedaba claro, le calentábamos y nos pirábamos, mola. Me situé tras él, pasando la mano por todo su pecho y después posando las dos sobre sus hombros, descamisándole del todo, ayudando a Saya.
Sonreí, y llevé las manos a su cinturón, comencé a quitárselo despacio.
-¿Te gusta? ¿O prefieres hacerlo tú solito? –pregunté tirando del cinturón hasta quitárselo. Le mordí la oreja.


IAN
Las observé mientras me desnudaban. Sonreí picaron cuando la chica que tenía a mis espaldas me despojó del cinturón.
-Me gusta este juego.- Miré a la ninfa y la agarré de la cara para acercar su rostro al mío, bajé la cabeza y la besé en el cuello.



SAYA
Me reí disimuladamente cuando me besó por el cuello. Miré a Kara y la hice señas con las manos señalando a una cuerda que había en la pared colgada.
El chico me miró, sonreí y le besé para que no nos pillase. Mis manos fueron directas al interior de su pantalón.



KARA
Saya me hizo señas que al principio no entendí, luego me di cuenta de que había colgada una cuerda en la pared. Guiñé un ojo para que supiese que me había enterado y fue cunando le besó. Me quedé parada un momento. Si luego se enteraba Kai…
Recorrí su espalda con la mano mientras agarraba la cuerda, hice señas a Saya articulando:
-<<¿Qué hago? ¿Le ato?>> -me reí sin querer.


SAYA
Kara agarró la cuerda, la miré mientras le besaba. Me separé y sonreí.
-¿Por qué no juegas con mi amiga un rato?- Aún seguía con las manos en sus partes íntimas.
Cuando se giró para estar con Kara agarré la cuerda que ella me entregó.



KARA
Le entregué la cuerda mientras el tío se giraba. Sonreí mirándole y me agaché hasta su pantalón.
-Uh… ¿y esto? Chico malo. –bajé sus pantalones. Menudo… paquete. En fin, sonreí y me volví a levantar, miré a Saya y sonreí mientras me hacía señas de que le bajara los calzoncillos…
Me reí nerviosa. Tragué saliva y le bajé los calzoncillos… Se-ñor.
-Uhh… con este arma necesitas licencia. –me mordí el labio con fuerza. ¡¡Socorro!!



SAYA
Abrí los ojos como platos cuando vi a su “amiguito”.
-Co-ño…- Carraspeé y sonreí, girándole para que me mirase.
-Bueno, creo que nos toca.- Sonreí y le arrimé hasta la pared del mástil.
--Se un buen chico, ¿vale? No te muevas de aquí y disfruta del espectáculo.- Me mordí un dedo juguetona poniéndome detrás del mástil. Rápidamente le até y le pasé la cuerda a Kara para que le atara por delante.


KARA
Cogí la cuerda sonriendo y la pasé al otro lado para que Saya pudiese volver a cogerla, y así hasta darle un par de vueltas, hasta que finalmente la até sobre su pecho, por detrás era probable que llegase con las manos.
-¿A qué es divertido el juego? Yo me lo estoy pasando genial. –sonreí y le di un par de palmaditas en la mejilla mientras retrocedía.



SAYA
Finalmente terminamos de atarle. Me puse al lado de Kara y apoyé mi codo en su hombro.
-Una buena obra de arte, ¿eh?- Sonreí y le miré de arriba abajo.
-¿Cómo lo llamarías tú, Kara’? Yo… desgraciado, creído de mierda. Nene, estás muy bueno, pero tal vez deberías penártelo antes de volver a negociar con mujeres.- Me reí y miré a Kara.
-¿Nos vamos?


KARA
Sonreí.
-Claro, tengo hambre, ¿qué te apetece comer hoy? –dije mientras nos dirigíamos a la salida para volver con nuestros hombres.



SAYA
Sonreí y la seguí.
-Pues, no sé, la especialidad del chef, por supuesto.- Volvimos a la nave descojonándonos.
Allí nos esperaban Neo y Kai con caras de perros rabiosos.
-Hola.- Dije entre risas.



KAI
Esperaba con los brazos cruzados a que volviesen, pero no me imaginé que tardarían tan poco en librarse de él. Vinieron riéndose.
-Parece que os lo habéis pasado bien, ¿qué le habéis hecho?



KARA
-Uy, sí, nos lo hemos pasado de puta madre. –dije riéndome aún. Cuando preguntó que qué habíamos hecho con él, las dos empezamos a descojonarnos y señalé al tipo atado al mástil de la nave.
-Digamos que le hemos dejado colgado
.


SAYA
Cada vez que me acordaba de la putada, más me reía. Miré a Kai y me acerqué. Le agarré de la camisa y tiré de él guiándole hasta cubierta. Señalé la nave mercante, toda la tripulación se reía de él. Estaba desnudo y encima con su amiguito contento.



NEO
Seguí a Saya y a Kara junto con Kai. Salimos a la cubierta y miramos hacia la nave mercante.
-La madre que os parió a las dos…- Es lo único que pude decir.
-Sois unas hijas de puta, le habéis dejado atado, desnudo y encima cachondo perdido. No tenéis remedio.- Negué aguantándome la risa, era muy cómico ver a aquel sujeto en esa posición.



KAI
Negué con la cabeza mientras cogía a Saya de la cintura.
-Sois unas calientabraguetas de mierda, ¿lo sabíais? –dije mirando a Saya, que aún se reía.
-Sí, tú ríete, pero como me hagas eso a mí olvídate de seguir con vida…



IAN
Hijas de puta, me habían tendido una trampa.
-¡¡Putas!! ¡¡Hijas de puta!!- Y encima, mi tripulación en vez de ayudarme se reían de mí.
-Joder…- Nos alejamos de aquella nave, sonreí levemente, esto me pasaba por creer que podía conseguir a todas las mujeres que quisiese.



SAYA
La nave se alejó hasta que desapareció. No podía parar de reír. Respiré hondo y miré a Kai.
-Vaya, ¿no podré hacer eso contigo? Me has destrozado mi sueño más íntimo. Jo…- Me crucé de brazos.


KAI
Puse los ojos en blanco y entré en la nave, estas mujeres daban verdadero miedo.
-No me sigas, que me atemorizas. –dije caminado a paso ligero, sabía que me seguiría.



SAYA
Le miré cuando me dijo que le daba miedo, sonreí y corrí tras él. Pegué un salto y me subí a caballito en su espalda.
-Te tengo.- Le mordí la oreja rodeándole el cuello con mis brazos.



KAI
La agarré cuando se subió encima de mí.
-Socorro… -dije inclinándome hacia adelante, simulando que la iba a tirar.
-Cuidado, no te vayas a caer. –la volví a colocar.
-Esa es mi oreja personal e íntima.


SAYA
Me reí sin soltarle.
-Kai, cielo, si caigo te aseguro que caerás tú también.- Esta vez le mordí en la nuca.
-Y si esa es tu oreja personal e íntima, no te preocupes, tengo más sitios donde morderte.



KAI
Sonreí.
-No me vengas con mimos, lo que has hecho ha estado muy feo, eres una chica malvada y ruin, podrías haberle ahorrado tanto sufrimiento, no sabes qué vergüenza le habréis hecho pasar. –dije bajándola de mi espalda.



SAYA
Me bajó de su espalda, ya se había acabado el buen rollo. Puse los ojos en blanco.
-Venga, Kai, nunca estás a gusto con lo que hago, ¿hubieras preferido que me dejase seducir por él? Porque tenía un buen polvo y que digamos estaba bien armado.



KAI
-Ya estás quejándote, pesada. –la agarré de la cintura acercándola a mí.
-Eres muy mala, mucho. –la besé acariciando sus caderas.


SAYA
Le agarré de la camisa mientras me besaba.
-Me quejo, y con razón, capullo.- Le miré seria.



KAI
Me puse serio.
-Puta. –me separé de ella.
-Le has besado, cabrona. –no se me escapaba una cuando la besaba, que aprendiese a no liarse con otros.



SAYA
Me mordí el labio.
-Ups… si, bueno, veras, es que…era para entretenerle… Kara tenía que coger la cuerda con la que le atamos y para que no la viese tuve que hacerlo, ji, ji…- Me arrasqué la nuca sin mirarle.



KAI
-Ya, seguro que el empalme que llevaba también es cosa tuya, ¿no? Y eso dudo que fuese para entretenerle. Confío en ti y mira lo que pasa… -me di la vuelta y me fui por el pasillo.



SAYA
Suspiré y le seguí.
-Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón.- Me puse delante de él y le abracé.
-Lo siento, perdóname, no te cabrees… por fi.- Le miré suplicante y sin soltarle.


KAI
Me quedé quieto cuando me abrazó y puse los ojos en blanco.
-Venga, por favor… -la palmeé la espalda.
-Ala, ala. Oye, Saya, tranquila, a mí con que no me beses con el sabor de ese tío en la boca aún me vale, y no me hagas eso a mí, te lo advierto, el día que me calientes y te vayas, mueres. –la abracé.
-Qué tonta eres… -la alcé y la besé.



SAYA
Le abracé con más fuerza sonriente.
-Oki doki, me lavaré la boca antes de besarte.- Sonreí, me alzó y fue él mismo el que me besó. Me encogí de hombros y me dejé besar.

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