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lunes, 28 de septiembre de 2009

Capítulo XLI - SEDUCIENDO AL MAL

Menudo movidón de capítulo, diré sólo tres palabras: BAR DE ALTERNE xD



KAI

Habíamos terminado de comer y aún seguía picado. Esa rubia de bote había reabierto heridas del pasado que no me gustaban nada, y no aguantaba más. Por si fuera poco, esa noche Saya había bebido y ahora, con la resaca, estaba también irascible, de modo que lo mejor era que no nos cruzásemos hasta que se nos pasase el cabreo a los dos.
Fui hacia el puesto de mandos, Neo estaba allí.
-Hola.


NEO
Kai entró en la cabina mientras yo miraba el GPS y la ruta que debíamos tomar ahora.
-Oye, Jefe… creo que estamos perdiendo el tiempo como bobos, Draco y James siguen por ahí haciendo de las suyas mientras nosotros estamos aquí sentados sin hacer nada, solo de visita…- Le miré y me crucé de brazos.
-Hace mucho que no sabemos nada de esos dos, ¿no crees que deberíamos tomar carta sobre el asunto?




KAI
Le miré de reojo.
-No estamos perdiendo el tiempo, Neo, averiguamos cosas y conseguimos provisiones, no vamos a divertirnos. –me acerqué hasta él.
-En estos momentos lo único que quiero es ponerme a cargarme gente, así que la verdad es que me interesa bastante encontrar a esos dos, y a su putita, los voy a matar. Intenta averiguar dónde podemos encontrarlos o tener una pista sobre ellos, es hora de actuar.


NEO
Sonreí y me giré junto con mi silla.
-Manos a la obra… je, je, je, je.- Me quedé pensativo un momento.
-Una cosa, Jefe, ¿cómo coño quieres que los encuentre? Esto es una nave, no un busca.- Asentí.
-No sé ni como empezar, ese tío es muy raro, y su hijo aún más… no sé…


KAI
Posé la mano sobre su hombro.
-Neo, tenemos aquí tecnología hasta para comerla, tenemos a un empollón que te puede hacer un clon de una rata en veinte minutos, piensa con esa cabeza que tú tienes. Sé que me sorprenderás. –me di la vuelta y salí, al menos ya estaba motivado, sabiendo que íbamos a cargarnos a unos cuantos hijos de puta.

NEO
Genial, me encasquetaba a mi el trabajo, pero que morro…
Suspiré y me puse a mirar que podía hacer. Llamé a Jim para que me echara una mano para ver que podíamos averiguar.


A la hora ya lo teníamos resuelto. Hice que toda la tripulación se reuniese en la cocina para comunicarles nuestra idea.
-Jefe, tenemos un plan, y será efectivo, ya lo creemos…- Sonreí y me crucé de brazos.
-Jim y yo tenemos una ligera idea de donde puede encontrarse Draco y su hijo.- Saqué un panfleto y lo coloqué encima de la mesa. Era un papel publicista de un local algo subido de tono. Arriba ponía el nombre de un bar en letras rojas con la silueta de una mujer desnuda.
-Aquí.



JIM
-El plan consiste en lo siguiente. –saqué de la cajita los micros que había preparado.
-Vamos a estar conectados en todo momento por estos micros, son mejores que los anteriores y no se notan, van detrás de la oreja. Y he aquí mi nueva obra maestra. –busqué en la caja los dos trasmisores.
-Tarán, trasmisores nano, son súper chiquititos, como podréis ver. –señalé a Kara y Saya.
-Vosotras os encargaréis de encasquetárselos a Draco y James, pan comido. Neo y Kai os acompañarán, Erika y yo nos encargaremos de lo demás en la sala de ordenadores.

NEO
-Es un genio de chaval.- Sonreí y le miré. Acto seguido miré el panfleto.
-Lo importante de todo esto es que tenéis que encasquetárselo sin que se den cuenta de que sois vosotras. James os ha visto antes, sobre todo a Saya. Os infiltráis como bailarinas de Streep tease y ya está. Un bailecito, os acercáis y a casita. ¿Qué os parece?- Mire a Kara y a Saya.

SAYA
Miré a Neo cuando me contó que teníamos hacernos pasar por prostitutas.
-¿¿Qué?? ¿¿Tú estás chalado?? No pienso meterme en ese antro y bailotear delante de un grupo de salidos medio desnuda.- Me crucé de brazos.
-Paso.


JIM
-Esto no es un viaje de placer, Saya, es una misión. Tenemos que sacrificarnos de alguna forma todos. A Neo tampoco le hizo gracia cuando supo que Kara tuvo que hacerlo, pero es la única manera, chicas, por favor. –les pedí, era la idea más eficaz y brillante de todas las que habíamos propuesto.


SAYA
Suspiré. El tener que hacerme pasar por una bailarina…
-Está bien, lo haré, pero sólo por encontrar a esos cerdos y darles caza, no penséis que me hace gracia ponerme a contonearme delante de un puñado de babosos asquerosos.
Miré a Kara y luego a Neo.
-De acuerdo, vale, si no hay otra manera… -Suspiré y miré los transmisores.
-¿Cómo se lo encasquetamos?


JIM
Sonreí, ahora se iban a negar de manera rotunda. Desvié la mirada.
-De manera oral. –la miré de reojo.
-Para entendernos mejor, tenéis que… besarles. –lo último lo dije casi con miedo, seguro que recibía algún golpe.

KARA
Me quité el guante y se lo tiré a la cara.
-¡Capullo! ¿No tenías otra manera más eficaz que ponernos de putas para arriba? ¿Por qué no vas tú y le comes la boca a los gilipollas esos? –suspiré y me crucé de brazos.
-Yo me pido a James.


SAYA
-… ¿Besarles?...Creo que me va ha dar algo…- Miré a Neo.
-Una cosa es hacerse pasar por putas y otra muy diferente tener que besar a esas sanguijuelas, coño.- Nadie decía nada, estaba claro que había que hacerlo si o si.
-Muy bien, entonces yo me ocuparé del gilipollas de Draco.- Salí de la cocina empujando a Neo con el hombro… Dios, que asco de gente.

KARA
Les miré cuando Saya salió.
-No me hace mucha gracia, pero es un buen plan. Buen trabajo, chicos, recordadme que os suba el sueldo. –salí tras Saya.


JIM
Miré a Neo guardando el material en la caja.
-¿Tenemos sueldo?



NEO
Miré a Jim y me encogí de hombros.
-Yo que sepa, no, pero bueno, déjale. No estaría de más que nos pagara.- Sonreí y salí de la cocina para poner rumbo al objetivo.


SAYA
Tenía un cabreo de narices, aquí la gente daba las cosas por hecho sin contar con los demás, me ponía enferma. Entré en el camarote de Kai y me fui al baño a refrescarme un poco, no me encontraba muy bien después de lo de anoche, me ardía la cabeza y lo último que desearía es ponerme a bailotear en un antro lleno de psicópatas borrachos deseando echar un polvo.


KAI
Seguí a Saya, que se encerró en el baño. Me senté en la cama a esperar.
-¿Por qué… te pusiste a beber? –le pregunté, no sabía que ella bebía.
-Pensé que te moderabas, pero llegaste un poco ebria, ¿es por algo de lo que ha pasado?


SAYA
-…No lo sé, bebí y punto, no hay más explicaciones.- Me mojé la cara con el agua para quitarme el atontamiento de encima. Me sequé con la toalla y salí del baño. Estaba sentado en la cama.
-Tenemos trabajo que hacer, ¿no?- Salí del camarote.

KAI
Estaba realmente cabreada.
Me levanté y la seguí, esto se complicaba y no nos iba a resultar fácil completar la misión con el humor de perros que llevaba Saya, y tampoco iba a facilitarnos la labor el que Kara sea tan feminista.
Suspiré y pasé de pensar más en ello, esperaba que el plan tuviese éxito después de todo.


NEO
Aterricé la nave junto con las demás naves visitantes, que no eran pocas. Kai y yo ya estábamos preparados, con los micros en la oreja esperando a las chicas que ya estaban inscritas en el bar.
Jim y Erika permanecían en la sala de ordenadores controlando el percal. Me puse mi chaqueta de cuero y abrí la puerta de la nave.
-¿Todo listo, chicas?



SAYA
Salí del camarote preparada para meterme en la boca del lobo. Al menos los propietarios del bar nos dieron las indumentarias y no teníamos que estar comiéndonos la cabeza para saber que nos debíamos poner. Me puse encima una chaqueta larga y salí de la nave sin mirar ni a Neo ni a Kai.


KARA
Suspiré al salir. Estaba tapada con mi abrigo, aunque tenía las piernas heladas, casi al descubierto por completo. Me coloqué al lado de Neo.
-En estos momentos siento desprecio hacia ti por esta idea absurda, pero siento más canguele que otra cosa, así que más te vale ayudarnos si las cosas se ponen feas. –me rasqué la cabeza.
-Esto es avergonzante.


NEO
La miré y sonreí.
-Tranquila, yo cuidaré de ti. Solo será un momento, estaremos allí para ayudaros en lo que sea, somos un equipo, ¿no?- Le di un golpecito leve a Saya en la cabeza.
-¡Saya! Alegra esa cara, hombre.

SAYA
Iba caminando delante de Neo y Kara. El gracioso de Neo me dio una colleja, me giré y le miré fulminante, no quería liarla, bastante tenía encima como para liarme a hostias con él.
Miré al frente y seguí caminando sin decir nada.

KAI
-Vale, tranquilidad, por favor. –posé la mano sobre el hombro de Saya.
-Tranquila, será rápido, si ves que no te sientes bien me avisas y nos vamos. –las miré a ambas.
-Recordad: os adaptáis al ambiente para no llamar la atención, disimuladamente os acercáis a nosotros y os daremos los trasmisores, ¿vale, chicas? –besé a Saya en la frente.
-Y no os preocupéis, saldrá bien.

SAYA
-Si… seguro, tú no eres el que tienes que despelotarte delante de ojos… lujuriosos.- Me dio un escalofrío.
Suspiré y miré a Kai.
-Nos vemos dentro… no os acomodéis mucho…


KARA
Suspiré y cogí el sombrero que Neo tenía en las manos, entré detrás de Saya sin dejar mucho espacio entre ella y yo, estaba segura de que no sabría controlarme si alguno me tocaba.

SAYA
Entré, Kara se puso detrás de mí. La agarré de la mano para que se sintiera más segura.
-Escucha, Kara… anoche me pasé mucho contigo y quería pedirte perdón… Estaba cabreada con Kai y bueno, conmigo misma… lo pagué contigo y me siento fatal.- La miré de reojo mientras caminábamos hacia los “vestuarios”.


KARA
Bajé la cabeza cuando algunos se giraron mirándonos.
-No es nada de importancia, es cierto que fue mi culpa, soy muy protectora con Neo, quizá soy bastante posesiva, y siempre intento cuidar de él no siempre de manera adecuada, así que supongo que estamos en paz.


SAYA
La miré.
-Te entiendo.- Sonreí.
-No estés tensa, Neo está ahí dentro, cuidará de ti, y si hace falta, yo también.- Llegamos al vestuario y me quité la chaqueta quedándome con el conjunto rojo bastante exótico y muy provocativo.
Uno de los propietarios entró con una urna tapada con un mantel de seda rojo. Lo destapó, me quedé alucinada, dentro había una pitón albina, enorme y hermosa.
-Ooh, que preciosidad.- Abrí la urna y la agarré entre mis manos.

KARA
Cuando me quité la chaqueta, quedándome con los pantalones cortos y el chaleco, parecido al traje de una vaquera, vi la enorme serpiente y di un respingo.
-¡Ah! ¡¿Pero qué coño es eso?! –Saya lo cogió, casi me da algo.
-¡Es una jodida serpiente! ¿¿Estás loca??

SAYA
Sonreí y miré a Kara con la serpiente enroscándose en mi cintura y en uno de mis muslos.
-Es un animal inofensivo, solo es peligrosa si te muerde.- Puse la cara de la serpiente frente a la mía.
-Eres una preciosidad.- Sonreí y miré a Kara.
-Anda, vamos.- Salí del vestuario y fui al escenario, todo estaba a oscuras ahí fuera.

KARA
Joder, menos mal que no tenía que tocar yo a ese bicho. Mientras salía tras Saya me coloqué el sombrero sobre la cabeza, y me mantuve a una distancia prudente de ella, la serpiente no me hacía ninguna gracia.
-Ya verás…


SAYA
Una cortina nos separaba del público que esperaba expectante, gritando y silbando.
Miré a Kara que se sentó en una silla en frente de mí. Asentí para que se sintiera más tranquila.
Miré al frente cuando los focos que nos alumbraban se apagaron, empezaron a correr las cortinas. Agarré la serpiente con suavidad que se deslizaba por mi hombro y mi cintura.
-Bueno… esto empieza…


KAI
Neo y yo nos colocamos no muy lejos del escenario, pero separados, cada uno en una esquina. Intenté pasar desapercibido entre ese puñado de salidos. Cuando retiraron el telón vi a Saya con una serpiente… Madre mía, seguramente me la ponía en la cara solamente para jorobarme.

NEO
Me senté en un taburete en la barra, lejos de la multitud y de Kai. Miré al escenario, Saya y Kara estaban allí… mierda, ¿una serpiente? Joder, que yuyu. Miré a Kara, estaba asustada, se le veía en la cara. Suspiré y me crucé de brazos.


KARA
Miré a Saya, me había quedado paralizada. Todos esos tipos babosos nos estaban mirando. Tragué saliva y me levanté de mi silla agarrando mi gorro, haciendo que no se me viese la cara, y me coloqué tras la silla despacio. Posé una mano en la silla, y contoneé mis caderas. Al principio estaba tensa, pero la mayoría miraba a Saya, y eso me alivió.

SAYA
Miré al público mientras la serpiente se deslizaba por mi cuerpo. Sonreí y me incliné hacia atrás sobre la silla dejando que el reptil reptara por mis caderas y mis curvas. La cabeza de la pitón se deslizó por entre mis pechos, eso aumentó el éxtasis entre el público masculino.

KARA
No sabía qué hacíamos las dos en el mismo escenario, sólo la miraban a ella. También era normal, estaba más tranquila, se movía con más gracia, era mucho más guapa…
Retiré la silla y posé mi mano sobre mi cinturón, moviendo mi cintura, agachándome, y acabé de rodillas, pasando mis manos sobre mi cuerpo, logré captar la atención de unos pocos.

SAYA
Me senté sobre la silla, levantándome y retirándola con cuidado. La serpiente recorría mi cuerpo con naturalidad. Hundía el vientre cada vez que notaba el cuerpo frío del reptil deslizarse por él. Miré de reojo a Kara, parecía más tranquila que antes, lo bueno es que había a penas luz y la música era tranquila.
Agarré la serpiente con cuidado y la besé en la cabeza. A los tíos se les caía la baba cada vez que veían a una mujer juguetear con un animal tan peligroso.
Busqué con la mirada a Draco y a James.

KAI
Parecían bastante desenvueltas las dos, sobre todo Saya, que parecía que disfrutaba con la serpiente. Me crucé de brazos observándola. Uno de los salidos del público gritó guarrerías a Saya. Fruncí el ceño, alcé la mano bajo mi otro brazo e hice que se crease hielo en su entrepierna, empezó a patalear y quejarse, sonreí satisfecho.


SAYA
Draco nos miraba desde un reservado. Sonreí y dejé la serpiente con suavidad sobre la silla. Miré a Draco y después a Kai. Tenía que ir a por el transmisor y… puaj… besar a aquel cerdo.
Volví la mirada al público y me subí encima de la mesa más próxima al escenario. Los tíos silbaron y algunos intentaron agarrarme. Yo se lo impedí disimulando un poco.
Bajé de la mesa con al ayuda de un tío del público y me acerqué a Kai hasta quedarme en frente de él.
-Creo que es la dama la que elige.- Dije señalándole con la mano. Los demás abuchearon.

KARA
Ya que Saya se movió decidí hacer lo mismo. Bajé del escenario gracias a dos que me ayudaron a bajar, rápidamente me aparté de ellos, pero no se notó mucho, sonreí mientras caminaba sinuosamente hasta Neo. Varios se llevaron un manotazo o un taconazo de mis botas por tocarme el culo, pero no me desvié del camino hasta apoyarme en la barra frente a Neo.
-Hola, vaquero.


NEO
Sonreí cuando Kara se acercó a mí.
-Vaya, creo que me ha tocado la lotería.- La miré de arriba abajo. Me acerqué a su rostro y bajé hasta rozar su cuello con mi nariz.
-Toma.- La di el transmisor en la mano disimuladamente.

SAYA
Kara ya tenía su chisme, ahora solo faltaba que lo cogiese yo. Miré a Kai y sin decir nada más, me senté sobre él y empecé a contonearme.
-¿Dónde tienes el dichoso transmisor?- Le susurré entre dientes.

KAI
Sonreí maliciosamente y recorrí su muslo con mi mano hasta llegar a las caderas, le pasé el trasmisor disimuladamente a su mano.
-Esto es para que te vayas con buen sabor de boca. –la besé antes de que se apartase.

SAYA
Agarré el transmisor que Kai me dio disimuladamente. Antes de levantarme de sus piernas, me besó… este aprovecha cualquier situación o bien para meterme mano o para meterme la lengua…
Le agarré del pelo de la nuca haciendo que echara la cabeza hacia atrás con suavidad. Deslicé la punta de mi lengua por la piel de su cuello hasta debajo de su oído.
-No te pases ni un pelo.- Le susurré y me levanté soltándole.

KAI
Sonreí malicioso cuando se marchó, si ella era una aprovechada yo no iba a ser menos, era mi mujer, coño.


KARA
Acaricié el pecho de Neo antes de retirarme y seguir a Saya, ahora venía lo difícil, tener que besar a ese criajo y que no me reconociese, era tonto, pero ciego…

SAYA
Miré a Kara y luego a Draco. Me giré sentándome encima de un tío cualquiera.
-Hola, cariño.- Sonreí y miré el reflejo de Draco y James en la copa que se estaba bebiendo mi acompañante.
Kara se acercó a James y se lo llevó lejos de mi objetivo, bien, así evitaríamos que el idiota de James me reconociese. Me levanté del tío, que me estaba sobando como si de una magdalena me tratase, le aparté las manos.
-Cielo, como trates así a todas las mujeres pensaran que las quieres devorar, no soy un suflé.- Sonreí y le empujé con suavidad con el pie en su pecho.
El camino estaba desierto, me acerqué a Draco y posé mis manos en sus muslos, esbocé media sonrisa.
-Me gustan los malotes.


DRACO
En esa maldita fiesta no había nada más que aficionadas, hasta que al fin vino lo bueno. Salieron al escenario dos chicas jóvenes, una con una serpiente y la otra vestida de cowboy, creatividad al poder…
Al rato, la chica de la serpiente se acercó hasta mí, con suerte se animaba un poco la fiesta.
Sonreí cuando se agachó frente a mí.
-¿Qué te hace pensar que soy malo?

SAYA
Sonreí y deslicé mis manos por sus muslos suavemente hasta las ingles.
-Si estás aquí, eso significa que no eres muy bueno…- Le miré con una sonrisa juguetona en mis labios. Era divertido ver como el gran señor de este mundo se derretía ante mí, pero por otro lado… puaj…
-Podrías demostrarme que eres bueno, pero en otras materias.


KAI
Saya se estaba saliendo del plan, no le estaba besando sin más, estaba flirteando con él, y me estaba tocando las narices el que le tocara tanto y encima él estuviese tan feliz. Me levanté y me acerqué a Neo, que también estaba picado.


KARA
Me llevé a James lejos de Saya, al menos a mi no me conocía personalmente. Le senté en una silla a un lado de la sala mientras otras chicas salían al escenario. Me senté sobre sus piernas de lado, colocando mi brazo por sus hombros, simulando ser una chica dulce mientras acariciaba su pierna con la mía.
-¿Cómo es que un chico como tú está aquí y no en el colegio jugando con los demás niños?

JAMES
La chica vestida de vaquera se acercó a mí y me sentó en una silla apartados. Se sentó encima de mí, sonreí y posé una mano en su muslo.
-Bueno, resulta que a todos los colegios que he ido, me han acabado expulsando. Además, no soy tan niño como crees, preciosa.


NEO
James toqueteaba la pierna de Kara, ¡mi pierna favorita! Me puse serio, estaba celoso, era capaz de acercarme y estrangular al mocoso ese con la serpiente. Rompí el vaso de tequila que tenía en una de mis manos, por suerte no me corté. Era tal la furia que sentía que ni el cristal me afectaba. Respiré hondo e intenté tranquilizarme… seguir con el plan.

KARA
-Oh, con que eres un chico malo… -dije pasando los dedos por su cuello. El chico no estaba del todo mal, pero donde estuviese mi Neo que este se fuera a jugar con sus muñecas.
-Me gustan los chicos malos, ¿y qué sabes hacer con las mujeres, si no eres un niño?

JAMES
Sonreí malévolo y la agarré de la cintura arrimándola más a mí. La besé mientras mi mano ascendía por su cintura hasta entre sus pechos y su cuello.

KARA
Aaaaggg… Bueno, al menos era él el que me había ahorrado el tener que besarle. Me estaba toqueteando y sentía el impulso de abrirle en canal, pero debía seguirle el rollo. O mejor aún, calentarle y darme el piro. Bajé mi mano hasta el interior de su pantalón, parecía que no hacía falta que hiciese mucho más, este ya venía así de fábrica. Mientras le besaba, busqué su lengua para pasarle el trasmisor, menuda guarrada nos estaban mandando hacer.
“Como te aprovechas”, me dijo el imbécil de Jim por el trasmisor del oído.
Niño cabrón, ya vería cuando subiese a la nave.

NEO
Bajé la mirada… Dios, que rabia me daba no poder hacer nada… Solo tenía ganas de que esto acabase y volver a la Quimera…
Suspiré y me giré hacia el barman que me sirvió otra copa.


SAYA
Kara había cumplido con su misión, ahora me tocaba a mí. Me entraban arcadas cada vez que pensaba que tenía que besar a esta pasa… Dios, ampárame.
Sonreí y acerqué mi rostro al suyo.
-Espero que tengas ganas de divertirte.- “Porque yo no, tengo ganas de devolver encima de ti, asqueroso hijo de puta”, tuve ganas de decirle, pero mejor no… me controlé.

DRACO
Sonreí.
-Veamos que puede ofrecerme una chica de tu clase, conste que no espero poco. -posé la mano sobre su ingle, esta no se escapaba.

SAYA
Joder con el chulo-putas este. Su mano fue directa a mi ingle. Le miré algo cohibida, iba en serio y no creo que me dejase escapar.
Me relajé y seguí con el plan, le rodeé el cuello con mis brazos y pegué mis labios a los suyos. Sentí como sus manos iban más allá de mis ingles… joder…
Introduje mi lengua con el transmisor en ella y se lo hice tragar, parece que no se dio cuenta.

KAI
Sabía que no iba en serio, pero ver a Saya besar a ese tío y ver cómo él la metía mano… Me levanté de la silla.
-Ya han acabado, vámonos. –dije, sin esperar a nadie más salí, no podía decir con claridad sin en ese momento sentía rabia o impotencia.


NEO
Me levanté del butacón y miré a Kara que se había subido al escenario para volver al vestuario, quedamos con que nos encontraríamos a fuera. Salí fuera junto con Kai y me apoyé en la pared a esperar a las chicas.


SAYA
Kara subió al escenario, esto ya había llegado a su fin. Me separé de Draco.
-Vaya, que pena, pero mi turno ha terminado, lo siento…- Me levanté.
-Ya nos veremos, chao.- Sonreí y le guiñé un ojo.

DRACO
-¿A dónde crees que vas? –la agarré de la muñeca.
-He pagado por estar aquí y que chicas como tú me hagan disfrutar, ¿crees que te voy a dejar irte?

KAI
Ese gilipollas estaba tratando de evitar que Saya se fuese. Yo no era de los que se dejaban llevar por las emociones, y menos estando en una misión, pero en ese momento sentía tanta furia que era capaz de rebanar cabezas a diestro y siniestro.
Agarré la espada escondida en mi espalda, alguna gente se alarmó. Me acerqué a paso ligero a Draco y le apunté en el cuello con la punta de la espada.
-Suéltala.

SAYA
Mierda, Draco no me dejaba ir…que mierda…vaya mierda, ¡coño!
Me agarró de la muñeca para que no me marchara…
-…yo…- Kai entró y desenvainó su espada, amenazó en cuello de Draco que parecía no inmutarse del acero que ahora ponía en peligro la piel de su cuello.

DRACO
Observé a mi atacante, sabía que había visto a esta puta en otra parte.
-Vaya, el rey del hielo. –me levanté sin soltar a la chica y expulsé una bola de energía contra el reycito, que cayó contra una mesa rompiéndola. Agarré a la chica del cuello.
-Así que tú eres la ninfa, me has engañado, ¿eh? –la tiré contra el suelo.

SAYA
Draco nos había descubierto. Atacó a Kai estrellándolo contra una mesa. Miré a Draco con furia cuando me agarró del cuello. Me lanzó contra el suelo con fuerza. Me giré en el suelo y le miré, le escupí en toda la geta demostrando mi desprecio.

DRACO
Aquella arpía me había escupido… La volví a agarrar del cuello, alzándola sobre mí.
-¿Qué pretendes hacer, niña? ¿Es que no ves que no tienes nada que hacer contra mí? –apreté la mano creando un halo oscuro a su alrededor.

KAI
Lancé una lanza de hielo contra Draco, le di justamente en el brazo que sujetaba a Saya, por lo que la soltó. Con el golpe que me había dado me había hecho sangrar el labio y me quedaría una buena marca en la espalda.
Alcé mi espada.
-No la toques, cabrón.


NEO
Draco había pillado a Saya y a Kai, estaban en peligro. Entré de nuevo y metí mis manos a cada lado de mi chaqueta de cuero sacando dos ametralladoras. Disparé al techo.
-Muy bien, caballeros, aquí no hay nada que ver, sacad vuestros traseros del bar si no queréis que os lo deje como un puñetero colador.- me hicieron caso, tanto las prostitutas como los clientes salieron por la puerta.
Miré a Draco y cargué una de las ametralladoras. Le apunté con ella y empecé a coserle a balazos, pero el muy cabrón creó una barrera para protegerse.


DRACO
Sonreí maliciosamente.
-Muy temerarios para tener a vuestras chicas bajo mi poder. –en el momento que salió la chica que acompañaba a la ninfa James la atrapó, menos mal, algo que hacía bien. Agarré a la ninfa del pelo.
-Tenéis dos opciones: Me quedo con la ninfa, o con el rey. –la miré.
-Personalmente la prefiero a ella, besa muy bien.


SAYA
Draco me agarró del pelo. Respiré agitada por la impotencia cuando dijo que quería quedarse con uno de los dos. No estaba dispuesta a dejar que hiciese daño a nadie y menos a Kai.
-….está bien…quédate conmigo, pero deja que se vayan…


NEO
James agarró a Kara, mierda… miré a Draco, no podía disparar, me arriesgaba a matar a Saya, el muy cabrón la puso en medio de la trayectoria de las balas… no podía hacer nada.

KAI
Negué.
-No quieres a la ninfa para nada, deja que se vaya, soy yo el que controla los movimientos rebeldes, soy yo el que ha atentado varias veces contra ti y el que acabará matándote, así que suelta a las chicas y deja que se vayan, es a mi a quién quieres. –dije aún con la espada en alto, si hacia falta me hacía el harakiri ahí mismo con tal de que Saya estuviese a salvo.

DRACO
Sonreí, era justamente lo que quería oír.
-Muy bien. –miré a James.
-Hijo, ¿por qué no llevas a las señoritas con el armamento humano? Estarán más cómodas con él que viendo como abro en canal a este infeliz. –empujé a la ninfa en su dirección y agarré al reycito del cuello, que bajó la espada.
-Me tienes la cabeza muy calentada, Fresquito, y no me gusta.

SAYA
Miré a Draco cuando dijo que iba a matar a Kai.
-¡No!- Intenté zafarme del agarré de James.
-¡Hijo de puta! ¡No le toques, cabrón!- James me sujetaba con fuerza, pero con más fuerza tiraba yo.
-¡Desgraciado, como le hagas daño te juro que el próximo cadáver en descomposición será el tuyo!


KAI
Miré a Saya.
-Tranquila, es un viejo que no tiene fuerzas ni para tirarse un pedo. –apretó más fuerte, esta vez dolió.
-Déjales irse, no tienen nada que hacer aquí. –dije con la voz cortada.

DRACO
Hice una señal a James de que los sacase de allí mientras apretaba con fuerza el cuello del reycito.
-¿Te apetece morir en soledad? Eso está bien. –rodeé mi mano con un halo negro.
-Despídete de la novia, Kai.

SAYA
James tiró de mí mientras forcejeaba para liberarme. Grité de impotencia y asesté un cabezazo a James haciendo que me soltara, acto seguido le pegué un puñetazo en el mentón haciendo que cayese al suelo de espaldas. Corrí hasta Draco y le empujé con el hombro con todas mis fuerzas apartándole de Kai.


DRACO
James no pudo sujetar a la jodida ninfa, maldito inútil. Tuve que soltar al rey, ya que me di contra la pared.
-Qué bonito es el amor, ¿verdad? –alcé la mano delante de mí y le lancé una bola de energía a la ninfa.


KAI
Draco me soltó. Tuve tiempo de reaccionar antes de que atacase a Saya y salté hacia ella, no fue suficiente con intentar apartarla, la bola de energía me dio de lleno en el brazo izquierdo y a ella la dio parte en el vientre, ambos caímos al suelo sangrando.

SAYA
Logré evitar que Draco matara a Kai, pero eso no evitó que se cabrease aún más. Me lanzó una bola de energía, Kai se puso en medio hiriéndole el brazo y a mí en el vientre. Caímos al suelo. Me llevé la mano al vientre dolorida y sangrando. Miré a Kai, tenía el brazo ensangrentado.
-Mierda… Kai…

KAI
Me había dado de lleno y me había destrozado el brazo, justamente el brazo bueno. Intenté aplicarme frío, pero dolía tanto que no pude usar el elemento.
-Sal de aquí…


DRACO
Cuando fui a darles el golpe de gracia una bala me atravesó el brazo, me agarré el lugar de la herida soltando un grito de dolor.


JIM
Había conseguido darle de lleno en el brazo.
-¡Vamos, corred! –Erika nos esperaba a los mandos de la Quimera siguiendo mis instrucciones, sólo teníamos que salir y subirnos.
-¡Rápido!


NEO
Me lié a tiros con Draco mientras Saya, Kai y Kara salían del bar. Draco creaba barreras junto James. Bueno, al menos los entretendría hasta que llegásemos a la nave. Una vez estuvieron fuera, saqué una granada, tiré de la anilla y la lancé al interior del bar.
Salí corriendo escopetado justo cuando la granada hizo explosión. Me libré por unas décimas de segundo.
Erika estaba en los mandos de la Quimera en marcha, subí el último comprobando que no nos seguían.


KAI
Cuando entramos en la nave apreté los dientes furioso y miré la herida, yo no podía reparar eso.
-Hijo de puta… ¡la izquierda, hijo de puta! ¡Este brazo lleva de adiestramiento tanto como tú de cabronazo! –me agarré fuerte, lo sentía arder, entonces me di cuenta de que Saya también estaba herida.
-Saya, ¿estás bien? Lo siento, déjame curarte.


SAYA
Entramos en la nave, al fin a salvo. Kai estaba furioso, Draco le había herido en su brazo izquierdo, con el que utilizaba la espada… Bajé la cabeza sentándome en el banco al lado de la compuerta. Kai se acercó para curarme.
-Estoy bien, Kai… no hace falta que me cures, preocúpate por tu brazo, lo mío es solo un rasguño…- Me sentía mal…como si todo hubiese sido culpa mía. Si no hubiese jugado tanto con Draco no habría intentado retenerme…


KAI
Me agaché frente a Saya y posé mi mano derecha sobre su vientre, como pude apliqué frío. Su herida por suerte no era ni mucho menos lo que tenía yo.
-Perdóname, no debí intervenir, todo estaba saliendo bien hasta que he metido la pata, perdonadme todos…

SAYA
Le miré, me agaché frente a él, de rodillas y le abracé. Había pasado un miedo terrible al pensar que podía haberle perdido de nuevo, la angustia y una vida sin él...
Apoyé la frente en su hombro acariciándole la nuca.

NEO
-No tenemos que perdonarte nada, Jefe, tú solo cumplías con tu deber. Saya estaba en peligro y lo entendemos. Yo habría hecho lo mismo…- Me crucen de brazos en mi silla mirando al Jefe.
-Somos un equipo… un poco desastre, pero lo somos.


KARA
Abracé a Neo por el cuello acercándome a él por detrás. Lo había pasado mal ahí dentro, como todos.
-Todos hemos hecho lo que hemos podido. –le besé en la cabeza.
-Lo siento, grandullón, sé que lo has pasado mal. –susurré a su oído.


NEO
Sonreí levemente y la miré.
-Tranquila…- Me levanté y abracé a Kara.
-Deberíamos irnos todos a descansar, y tú, Jefe, cúrate eso… Tiene mala pinta…

KAI
Asentí. La herida de Saya estaba casi curada, por suerte. La besé en la frente mientras la curaba, el resto se retiró, lo prefería así, más intimidad, Saya se sentía culpable y yo no estaba con la moral muy alta como para dialogar con ellos, posiblemente no podría volver a usar mi brazo.
Cuando la herida de Saya estuvo curada procedí a aplicar hielo a la mía.


SAYA
Me senté en el suelo al lado de Kai mientras se aplicaba hielo. Agarré mi abrigo y me lo coloqué encima. Me miré el vientre, donde Draco me había golpeado, la herida ya no estaba, solo quedaba una leve marca rosada cubierta por escarcha.
Miré a Kai y le ayudé a retirarse la manga rajada del brazo. Le vi la herida, tenía el brazo ensangrentado y la piel quemada por la bola de energía.
-No es bueno que te apliques hielo en la quemadura…espera…voy a por agua…- Me levanté y fui a la cocina, mojé un trapo con agua fresca y volví junto con Kai.
Escurrí el trapo encima de su brazo y dejé que el agua cayese limpiándole la sangre.


KAI
Respiré con fuerza mientras me curaba la herida, curar a un Frío no era lo mismo que curar a cualquier otro elemento, nosotros teníamos un porcentaje de hielo ya en el cuerpo que no dejaba trabajar bien con los tejidos, por eso no los estaba uniendo bien.
-Ese maldito hijo de puta me va ha dejado inútil… -dije cabreado e impotente a la vez.


SAYA
Limpié la sangre de alrededor de la herida. Le refresqué la quemadura y la herida en si, con mucho cuidado.
-Si tuviera mis poderes de ninfa podría curarte el brazo en un segundo…- Ahora si que echaba de menos ser ninfa, al menos, cuando alguien estaba herido yo le curaba y volvía a la normalidad… solo era una simple humana, sin elemento y sin poder ayudar a la persona que más quería.
-Entiendo que estés cabreado… si no hubiese tonteado con Draco y hubiese ido a lo hecho, no se habría fijado tanto en mí… Ha sido un grave error y os he conducido a esto…


KAI
-Eh. –la cogí de la barbilla.
-No quiero volver a oírlo, no se te ocurra volver a decir que ha sido culpa tuya, ¿me has oído? –suspiré, no podía hacer mucho más con el brazo.
-Quiero que lo agarres por encima de la herida con fuerza, intentaré curarlo a través de tu piel, a ver si funciona de alguna manera. –no tenía muchas esperanzas en ello, pero no posaba nada por intentarlo.


SAYA
Hice lo que me pidió, posé mi mano encima de su herida y agarré el bíceps con la otra. Le miré, no quería hacerle daño.
-…ya está.- Dije con la voz temblorosa.


KAI
Apreté los dientes y respiré fuerte cuando agarró directamente la herida.
-Así… -posé la derecha sobre sus manos y comencé a aplicar hielo. Gracias al calor de su piel pude guiarme un poco.
-Aguanta así. –sabía que haría lo que la pedía así que no me preocupé.
-Si te hago daño, avísame. –seguí uniendo tejidos, aunque me estaba costando lo suyo.


SAYA
Asentí cuando me dijo que aguantara. No me hacía daño, solo notaba el frío traspasare la piel, de mis manos a su herida. Antes, cuando se quedaba sin energías, aprovechaba mi elemento para renovarlas, yo le proporcionaba agua para que pudiese regenerar su hielo… pero ahora no podía…
Le miré mientras se curaba a sí mismo. Desvié la mirada hacia el suelo sin moverme, haciendo lo que él me decía.


KAI
Había empleado mucha energía y me estaba quedando sin ella, pero ya casi estaba, sentía los tejidos unirse gracias al hielo, no podía quedarme sin fuerzas ahora, podría perder el brazo.
Hice un último esfuerzo para unir el último tendón, y cuando sentí que quedaban solo un par de fibras el hielo dejó de salir, estaba sin fuerzas, no podía más.
Me dejé caer, cayese donde cayese me iba a dar igual, no iba a darme cuenta.


SAYA
Kai se estaba quedando sin energía, llegó al punto de perder el conocimiento. Antes de que cayese del todo, le agarré.
-Kai…- Le miré, estaba pálido y muy caliente, había perdido la totalidad de su hielo. Me levanté pasando uno de sus brazos por detrás de mis hombros.
Me erguí junto con él. Le agarré de la cintura y me encaminé con Kai hasta el baño. Una vez allí, le dejé sobre el suelo con suavidad y fui corriendo a la cocina y saqueé el congelador.
Cogí todo el hielo que había dentro, volví al baño y llené la bañera con agua fría, acto seguido, abrí las bolsas de hielo y las dejé caer en el agua.
Me acerqué a Kai y le desnudé, le agarré de nuevo como antes y le metí en la bañera. Me dejé caer agotada con la mano en el vientre. Respiré varias veces y me puse de rodillas al lado de la bañera. El agua estaba fría, a una temperatura bajo cero, esperaba que fuese suficiente para que Kai recuperase su energía. Le mojé la cabeza y la nuca. Me quedé allí, junto a él hasta que se recuperase.



KAI
Después de largo rato, noté frío a mi alrededor, a una temperatura bastante baja, y lo agradecí, Saya era un sol cuando se trataba de cuidarme. Cogí aire antes de abrir los ojos.
-Muy atenta, como siempre. –alcé la mano derecha en busca de la suya, aún sin abrir los ojos, la luz todavía me hacía daño.

SAYA
Kai se despertó al amanecer. No me había separado de él en toda la noche, no dormí si quiera, solo estuve pendiente de cómo iba recuperándose.
-Ya me conoces…- Dije agarrando su mano. Me acerqué y posé mi mano libre sobre su frente, tenía la temperatura más baja, de paso le miré la herida del brazo. Le había quedado señal....
-Bienvenido al club de cicatrices.


KAI
No quise mirar la cicatriz, sabía que no había funcionado.
-¿Cuánto he dormido, Saya? –pregunté colocándome de manera que no me resultase tan incómodo.


SAYA
Suspiré y me rasqué la nuca.
-Pues, toda la noche, desde que volvimos hasta ahora… creo que son las ocho o la nueve de la mañana… Tampoco estoy segura, no me he movido de aquí en todo el rato que has estado descansando.


KAI
Suspiré y la acaricié la cara con la derecha, abrí los ojos.
-Gracias por cuidarme, Saya, no lo merezco.


SAYA
Le miré.
-No seas idiota, Kai…- Me levanté y agarré una toalla.
-Vamos, te ayudaré a salir… Ya que has recuperado tu temperatura, deberías ir a descansar al camarote.- Le tendí la mano para que se sujetase mientras salía.


KAI
Me levanté con cuidado, agarrando su mano, pero estaba mucho mejor, no me hacía falta más ayuda. Salí y me rodeé la cintura con la toalla.
-Parezco un crío contigo cuidándome, ¿me llamarás ahora Kai Jr.?


SAYA
Sonreí y agarré otra toalla con la que le sequé el pelo.
-¿Aún no os habéis enterado, tanto tú como tú hijo, que me encanta, me chifla, adoro, cuidar de mis chicos?- Aparté la toalla y le miré.


KAI
Esbocé media sonrisa.
-Supongo que tendré que acostumbrarme, gracias. –la besé con ternura.

SAYA
Le acaricié la mejilla mientras me besaba.
Sonreí y le miré.
-¿Te ayudo a vestirte o puedes tú solo?- Le pregunté señalé la ropa limpia que estaba encima de la butaquita.


KAI
Miré de reojo la ropa.
-Creo que puedo vestirme, pero no sé de qué servirá cuando tú me desvistas más tarde. –me acerqué hacia la ropa.
-No te preocupes, estoy bien, gracias a tu técnica de recuperación estoy como nuevo, reina.

SAYA
Sonreí y negué con la cabeza.
-¿Tan seguro estás de que después te desnudaré?- Sonreí de nuevo y le lancé los calzoncillos a la cara.
-Anda, pimpollo, vístete, no sea que cojas un resfriado.


KAI
-Resfriado yo, antes lloverán sapos. –sonreí, intenté olvidarme del tema del brazo, Saya no se merecía sufrir por verme así.

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